
Tenía tantas ganas
de comerse el mundo
que hasta se olvido de
masticar bien todo
lo que cayese en su
enorme mandíbula.
Bienvenid@ a un mundo repleto de letras donde esconderse y jugar a crear historias...
Llevo una vida repleta de rechazos y de frases que empiezan en no… y de otras tantas que simplemente son sólo que esa silaba sin mas explicación, razonamiento o tesitura, también las hay que terminan en tampoco y que van acompañadas de todos los horizontes temporales habidos y por haber.
Desde que era pequeño esa partícula negativa ha venido acompañándome por el camino, casi cogida de la mano como un electrón va con cualquier átomo. Si no fuese por mi capacidad de equilibrio con el optimismo y de encontrar algo mejor, tal vez no hubiese conseguido que llegar hasta este punto.
No puedes hacer esto… no puedes hacer lo otro… ni lo intentes... ¿donde vas?... No puedes pasar… No te quiero (o su hermana gemela) Te quiero, pero no puede ser… No somos nada… tan sólo amigos… O la simpática, no eres tu… soy yo.
Una vida llena de libertad, si, pero también de negaciones adjudicadas a eso del libre albedrío que en cuanto sale de la huella de tus zapatos, se convierten algo parecido a las doctrinas de la iglesia o incluso de cualquier normativa a la que no pertenezcas ni seas socio. Siempre hay una salida para el que profiere el no… a la otra parte le queda tragárselo, con más o menos ganas, a veces puedes tener un pequeño debate a continuación, pero hay que ser muy hábil con las palabras para que se convierta en un si… y pocas veces se consigue, porque a partir del primer precedente, las cosas se blindan mucho mas.
Como el pez que se sale de la pecera dando saltos… llega un día en que la pecera es tan alta, que ni con sus mejores intenciones logrará escaparse de esa jaula de cristal.
Pero a veces… y sólo a veces las cosas cambian. Y de todos los rechazos, negativas, plantones y una larga lista de descalabros en todos los sentidos y direcciones. Algo sucede y puedes seguir adelante… vendrán más trabas… y más problemas, algunos con soluciones directas y otros en los que tendrás que bucear hasta encontrar la resolución correcta.
Aunque a día de hoy, no me importa…
Estoy Admitido.
Un paso menos para cumplir el primero de mis sueños que se gesto en mi infancia y que mi mala cabeza y el resto de mis historias dejaron pendiente en el tintero.
Ahora toca volver al fuego y esta vez sin cuchillos… simplemente ser lo que fui y renacer de nuevo. Como si el tiempo no hubiese pasado por mis ajados pulmones y todas las cicatrices que dibujadas en mi cuerpo tan sólo auspiciaban el fin de mis tormentos… escribiendo con sangre y sudor que el demonio de la sonrisa, volvería a sonreír sin el humo que en los últimos años le ha rodeado.
Sigo teniendo un problema
en el interior de mi cabeza
esta encerrado en una habitación
escondida que no tiene salida
intento entrar y ella me mantiene
alejado sin que yo pueda hacer
nada por sacarla.
Lleva allí tantos años que lo demás
se ha vuelto una simple guarnición
sin importancia ni gusto ni aroma
tan solo un recuerdo con fecha
un nombre grabado en la memoria
un placebo que sustituye la verdad
anestesia para el alma.
A veces deseo no haberla conocido
aunque nunca hubiese aprendido
a sensación que es sentirse completo
ni importaría… casi lo prefiero
por la sencilla razón de no sentirme
impotente, frustrado… roto por dentro
tan hueco como vacío.
Y todo esta aparcado, esperando
maldita enfermedad de la lista
de tareas pendientes perdida en medio
del infinito espacio – tiempo
una cola tan larga como la de un dragón
que se difumina en el horizonte
la suerte cayendo en picado.
Tu ausencia es la realidad plausible
y aunque entendible, sigue siendo
una putada, digna de cobardes
estas encerrada en un castillo rodeada
de alambre de espino envenenado
y mi curiosidad sigue siendo tan
morbosa como hurgar con un bisturí
dentro de tu propia herida.
Soportaba cada embestida con el estoicismo que sólo alguien de forjado en pura piedra podía lograr. Apuntaba cada inclemencia sin que eso pudiera borrarle la sonrisa, porque según decía era lo último que le quedaba intacto y que sin ella, todo carecía de sentido. Como un piano abandonado en una sala de conciertos criando polvo y silencio, o un molino de viento que gira sin función ninguna tendiendo sus alas al tiempo.
Todo tenía una causa y un significado. La única manera que había encontrado era la de quitarse todo lo que no fuese necesario hasta quedar vestido con lo mínimo y una vez así… Ya no quedaba nada más que disfrutar del placer de las cosas sencillas y naturales, de tomar el sol sin preocupaciones, sin que nada que corra prisa o necesite de tu ayuda sea mejor que experimentar la sensación de tranquilidad… porque desnudo como la roca frente al mar y al viento, sólo un desastre a escala global puede importunarte.
Te pedí que me dieras algo de tiempo, una pequeñas vacaciones de toda esta locura que habíamos instaurado como rutina diaria.
Tú dijiste: Adiós.
- No hace falta, tanto… con un año tengo suficiente.
Tú me diste hasta siempre…
Adiós debería ser una expresión utilizada sólo para la despedida de un moribundo. No una expresión para seres vivos. Pero una vez me dijeron que la coherencia es lo único que mantiene a una persona con los pies en la realidad.
Quizás el orgullo sea una moneda tan inútil como un dólar de plomo. Puede que al caer en la fuente suene mucho, pero a la luz directa nada brilla tanto como la plata que aunque pueda matar, no envenena el alma.
cuando de nuevo el sonido del viento resuena desde el mar
y la tierra se ensucia con convulsiones y desorden,
ten cuidado con ese arma de dos filos que es una elección
recuerda
que lo que puede haber sido noble
hace 5 siglos
o incluso 20 años
es ahora,
más a menudo de lo que crees,
malgastada acción;
tu vida sólo ocurre una vez,
la historia nos demuestra una y otra vez
que los hombres son necios
ten cuidado, entonces, te diría,
de cualquier aparentemente noble
acontecimiento,
ideal,
o acción,
ya sea por este país o por amor o por el Arte,
que no te engañe la cercanía de las horas
de la belleza, o de la política,
se marchitarán como una flor cortada;
ama, sí, pero no como un deber del matrimonio,
y cuídate de la mala comida y del trabajo en exceso;
vive en un país, es inevitable,
pero amar no es un mandato,
ya sea a una mujer o a una tierra;
no te apresures, y bebe cuando sea necesario
con objeto de mantener una continuidad,
pues la bebida es una forma de vida
en la que el que participa vuelve a probar fortuna
con la vida; te digo aún más;
vive solo cuando puedas;
ten hijos, si es que llegan,
pero intenta no tener
que criarlos; no te metas en pequeñas disputas,
ya sean de palabra o en las que se usan las manos,
a menos que tu contrario busque la vida de tu cuerpo
o la vida de tu alma; entonces,
mata, si es necesario; y
cuando llegue el tiempo de morir,
no seas egoísta;
considera que el precio no es alto
y hacia dónde vas:
ni una señal de vergüenza o fracaso
ni una llamada al dolor,
mientras el viento resuena desde el mar
y el tiempo pasa
inundando tus huesos con una paz suave.
Charles Bukowski – Madrigales de la pensión.
Vuela niño del viento
flota hasta las alturas
desciende como una pluma
y llena el cielo de sonrisas y oro.
Salta pequeña cometa
arrójate al vacío y corre
igual que un viento alegre
hasta que el cielo anochezca
Cumple tus sueños hijo
de luna, sube hasta el cielo
y no vuelvas mas a la tierra
porque ellos quieren robarte
tus sueños de plata
huye!
y no mires atrás.
ellos ya no tienen piedad
ni siquiera saben ya soñar.
La velocidad fluye dentro de mí
agita mis venas como latiguillos
llenos de combustible y aceite
Mi nombre lleva un par de alas
pero mi naturaleza es de caballo
vuelven las piernas a ser columnas
Como bielas del tiempo y espacio
mi sangre hace el resto montada
sobre un denso lecho de adrenalina
El fin se vuelve un punto lejano
pintado sobre la línea del horizonte
y formo una pirámide que me lleva
a cualquier meta que pueda buscarme.
Jodida vanidad te escurres
como maquillaje mojado
o el tacto untuoso del cacao.
Labios voluptuosos y turgentes
calidos y ardientes cual lava
medidas de infarto de miocardio
alma vaciada a base de cucharadas
Sólo se cultiva con mimo la fachada
interiores dignos de casa abandonada
pasa el tiempo para todos por igual
y envejecen mal las muñecas de goma
las de porcelana siguen siendo bonitas
Se olvidaron de la mente durmiéndola
en engaños, mentiras y baños de formol
venden su alma a un diablo vestido de Dr.
el demonio se inmola entre sus carcajadas
mientras la muerte alegre afila su guadaña
hoy toca operación en la clínica encubierta
Su amor propio es como un imán de nevera
se quita y se pone con demasiada facilidad
la búsqueda de triunfar por no hacer nada
la cruda realidad de las descerebradas
de sonrisa fácil esclavas de su cuerpo
Expertas en aparentar, ser y estar
sin significar mas que un silencio
en las paginas de cualquier historia
que tenga la más mínima relevancia
Piensan que la naturaleza será benévola
que tendrá piedad o alguna consideración
para variar se equivocan en sus creencias
Nunca contrastadas, si no corridas de boca
en boca… modificadas y muy confundidas
El poder del que dirán haciendo su puta mella
Minando la autoestima como una enfermedad
Degenerativa que te pudre por dentro y te deja
Sin tener conciencia de la realidad presente
En absoluto, sin cabeza ni creencias
Sin nada que no sea
Ser una falsa estrella
Con su brillo artificial
Yermo, inerte y nimio.
pies de queso
alma de cafetera
manos que odian los tacos de billar
ojos de alfiler
prefiero el vino tinto
me aburro en los aviones
soy dócil durante los terremotos
me duermo en los funerales
echo la pota en los desfiles
y soy un negado al ajedrez
y cabrón y cariñoso
me huelen a orín las iglesias
ya no puedo leer
ya no puedo dormir
ojos de alfiler
mis ojos verdes
prefiero el vino blanco
mis gomas están en la caja
caducando
las saco
Trojan-Enz
lubricadas
para mayor sensibilidad
las saco
y me pongo tres juntas
las paredes de mi dormitorio son azules
Linda ¿adónde te fuiste?
Catherine ¿adónde te fuiste?
(y Nina se fue a Inglaterra)
tengo cortaúñas
y limpiacristales Windex
ojos verdes
dormitorio azul
sol brillante ametralladora
esta cosa que soy es como una foca
atrapada en rocas cubiertas de alquitrán
y rodeada por la Banda Musical de Long Beach
a las 3:36 p.m.
hay un tic tac detrás de mí
pero ningún reloj
siento que algo avanza reptando
por el lado izquierdo de mi nariz
recuerdos de aviones
mi madre llevaba dentadura postiza
mi padre llevaba dentadura postiza
y cada sábado de sus vidas
quitaban todas las alfombras de la casa
enceraban los suelos de madera noble
y volvían a cubrir con las alfombras
y Nina está en Inglaterra
Irene con antidepresivos
Y yo con mis ojos verdes
Me tumbo en mi dormitorio azul.
Charles Bukowski.
- Si tienes algún problema… Dímelo y salimos a la calle a tener una disertación sobre el tema.
Pero con la cara de estúpido que había puesto al formularle una simple cuestión, nada me hacía prever que fuese algo sencillo de explicar. O que fuese a conseguir que esa noche aprendiera aunque fuese a tener dos ojos en la cara.
Todo se reducía a una simple elección, puesto que mandarle a la mierda… no era suficiente.
Un mal golpe bien dado… o uno bueno mal dado. (En las dos variables, él acababa mal y yo me iba a otro sitio distinto pero con una sonrisa).
n Venga si, vamos fuera…
… [Sonrisa]
No tiene tan solo dedos… si no que además posee tentáculos, y a pesar de tener el mundo en sus manos. Siempre quiere más de lo que puede llegar a tener. No es que sea imposible para él, sencillamente algunas cosas no se pueden. Otras… en cambio si.
Nadie manda sobre terceras personas, pero el sigue metiendo mano siempre que puede, por gusto… o por debilidad, no se sabe porque no hay constancia de los pensamientos que alborotan su cabeza por dentro. Pero por fuera un mar de sensaciones se expresa en su cara cambiante a medio paso entre el calamar y el camaleón. Pero es la cama donde reside su autentico universo.
La suerte es un regalo que estrenar por la mañana temprano, y aunque no disponga de su dosis diaria, a veces tener ocho dedos hace que todo sea infinitamente mas fácil… coge lo que desea y la verdad es que desea tanto, que el mundo se quedaría sin nada si no se lo impidiese.
Porque no es que no le caiga bien a la tierra, al contrario, le cae genial, pero no siempre puede lograrlo todo, por la sencilla razón de que si siembra un antecedente… el producto de aquel caso especifico puede llegar a crecer como una alubia mágica hasta llegar hasta el cielo. Y eso no deja de ser una afrenta para los orgullosos dioses.
Él simplemente sonríe… el mundo le da igual, nunca fue tan caprichoso ni tan déspota, convive con la naturaleza que es su única madre y detesta a los humanos que por el contrario son los que le miran extraño… como si le juzgaran por ser diferente, distinto… anormal. Se ríe a carcajadas mientras que toca su arpa con la facilidad que pueden darle todos los dedos con los que pellizca pizpireta las notas de la armonía. No es lo único que toca… pero al menos sus cuerdas no le detestan. Porque en ese momento es cuando forma uno con el resto del universo.
Hasta las estrellas brillan en el firmamento mientras que sus gloriosas manos buscan entre los rincones y recovecos las sonrisas que la luna vierte sobre la tierra, como un polvo de plata fértil que al contacto con la tierra germina y hace que broten lianas de argenta que llenan los sueños de todos los que perdieron la capacidad de soñar con los pies en la tierra.
Trepa como un mono mientras que va acariciando los cabellos que sirven de puente con el cielo. Sin la pena de abandonar la realidad… con la esperanza de encontrar alivio sin que la gravedad le amarre con sus invisibles dedos. Sus huellas son la mezcla entre mar y la tierra. Su mundo es una burbuja invisible, para los que no son de su especie.
Al contrario con los hombres… no se siente diferente, por sus cualidades o por su piel… se siente uno y completo con el mundo, porque no hay existencia si no se aprecia de donde vienen sus orígenes y se es lo suficientemente humilde para aceptarlos con la gracia de que cuando le digan que es un pulpo, asentir con la cabeza bien alta.
Olvídate de todo lo que sobra
sitúate entre el aquí y el ahora
asesina al quien no quiera avanzar.
Lucha por lo que fuiste entonces
no por quien eres en estos momentos
encuentra aquello que te hacia libre.
Muchas mujeres al verme
por primera vez han
querido casarse
conmigo.
Después
me han conocido
e irremediablemente
se han divorciado de mi.
Todos los grandes genios me dicen lo mismo…
- Déjame en paz…
Otros no…
En parte les entiendo, no creo que a nadie le gustare ser molestado cuando se esta muerto… y no de esos que acaban de expirar y aun puedes encontrarte con su alma abandonando el cuerpo junto a lo que quede de su calor hasta volverse fríos hasta por dentro.
Pero es que con los vivos que son famosos no es fácil tratar, en cambio, con los que ya están bien podridos es muy sencillo… no tanto con los que son puro polvo y hueso, que ya han perdido el interés por el mundo.
Me gustan los cantantes, ellos siempre tienen un momento para un admirador suyo… de cierta manera extraña, echan de menos estar con la gente. A Jim le encanta contarme historias de sus giras… fumo por él y le echo el humo…en cambio a John Bonhan le gusta que brinde con vodka por la leyenda de sus solos de batería…
Incluso los tengo algo más siniestros que me visitan en los aviones… me susurran al oído que todos los ángeles caen al menos dos veces… la primera y la segunda tras rebotar violentamente en la caída… Sonríen con sus bocas que parecen pianos alegres sin ningún rastro de dolor.
Entre ellos están los integrantes de los Crikets como Ritichie Valens… que incluso bromea con la idea de que su vida al final de su meteórica carrera, costó sólo 50 centavos…
Y también mis grandes guitarristas como Ray Vaughman o los Lynyrd Skynyrd con su fantástico free bird que tantas veces me han hecho sentir como si tuviera alas…
Así que los compañeros de mis viajes por el cielo son siempre los músicos de un gran concierto en que al final sale Otis Redding a pedir los aplausos… me siento más seguro cuando voy rodeado de estrellas estrelladas y que ya están muertas, porque de alguna manera estoy mejor con alguien que sabe como actuar en caso de accidente.
Lo que a uno no le sirve… a otros puede que si… y suelen ser simpáticos y amables…
Aunque ni Mozart ni a Beethoven le da por quedarse conmigo más que el tiempo suficiente para que el viento les aleje en medio de una nube de polvo.
Quizás tengan razón y deba dejarles descansar… déjales en paz.
Pero luego pulso el Play y vuelven de nuevo… y tocan para mi un concierto privado en el que yo soy el único que les presta atención en ese momento, o puede que haya muchísimos más… solo que en mis burbujas yo soy el dueño de lo que esconden dentro.
Todos los muertos, saben bailar sobre sus propios restos. Dicen que les veré en el infierno… sonrío y les guiño el triangulo de mi ojo, por suerte tengo un paracaídas debajo del asiento.
Asustan y también calman
son como una fría mano
que se posa en tu espalda
Y te susurran, tranquilo…
no vayas tan deprisa
apaga tu fuego fausto
y que todo cueza lento
Hay gente que no le gusta la lluvia
pero ellos no han pasado sequías
que quizás duraron demasiados años
Para mi es una bendición particular
porque a los demonios del infierno
les gusta andar sobre tierra mojada.
Llueve tanto
que la ciudad
ha empezado
a borrarse.
No es tan malo
como parece.
Un buen diluvio
siempre deja
el mundo mucho
más limpio.
Ya se que te jode la violencia...
que es lo que menos te gusta
sólo se trata de una excusa barata
para que me prestes atención.
Tan sólo es lo único me queda
en el consuelo de tus elecciones
porque tu siempre les eliges a ellos
para mi restan los sueños insomnes.
En los cuales camino por Madrid
sobre un caballo de fuego
portando una espalda maldita
y cortando las cabezas besadas por ti.
Los días buenos no hay casi ninguna
el mundo es inocente, yo estoy alegre
e ir por Madrid con las calles vacías
en caballo es cojonudo...
Suenan los cascos y las grandes avenidas
son como pistas destinadas para el vuelo
nadie te lleva la contraria y eres libre.
todo depende de la velocidad.
En cambio los malos la gente es tanta
que algún desaprensivo termina
robándome el caballo, la chica
y hasta la jodida espada
para quedar yo sólo y sin nada.
Perdido en Madrid…
en medio de ninguna parte,
ni siquiera en mi sueño
si no en uno prestado por cualquiera.
Una vez me preguntaste como te había encontrado…
Recuerdo que conteste:
- Que en cualquier ciudad siempre había sabido encontrar a los animales más salvajes y puros… Los que caminan fuera de la manada, aquellos que el tiempo ha dejado de molestarles…
El secreto sólo esta en saber observar los movimientos de la gente. Los más imperceptibles son los que más información pueden dar sobre el objetivo, esos ínfimos detalles que nadie tiene en cuenta… aunque al fin y al cabo son pequeños retazos de lo que fue o ha sido instinto.
Sorprendida e indignada, se dio media vuelta y se largó sintiéndose tan utilizada que no le quedaban fuerzas para entablar ninguna guerra.
Sonriendo hice lo mismo…
Ellas nunca se daban cuenta de que por la noche todos los disfraces son de piel de cordero.
El mío en especial esta echo con las mejores presas que me he encontrado, va tan entallado y ajustado que con un balido encandilo a los perros pastores y hasta a los propios dueños del ganado.
Todo el mundo querría un pecado como el que él tenía, pero por otros motivos… Lo usarían como la anhelada agenda perfecta, como un enrevesado catalogo de todas las cosas que había visto, o las historias contempladas… incluso puede que a más de uno le gustaría recordar los libros que le gustaban o los diálogos de sus películas favoritas.
Su condena sería el deseo deseado por desmemoriados y despistados, por gente sin la capacidad de recordar algo durante mucho tiempo, los que tenían amnesia, directamente le hubiesen matado y bebido su sangre si aquello pudiese valer de algo. Pero con todas las cosas positivas que podía hacer con su cabeza.
Recordar lo que ya no tenía o lo malo vivido era la peor de sus penas…
Presenciaba una y otra vez la angustia renovada de perder a sus seres queridos sin poder si quiera cambiar lo acontecido… ni poder despedirse como era debido. Aun siguiendo en vida, no era capaz de honrar su perdida sin sufrir por el camino la desdicha de los planos paralelos. Y le gustaba ese siniestro juego de volver a ese momento y volver a comérselo crudo y sin aderezos… aun sangrante, cuando el dolor era un consuelo que le hacía agradecer la vida.
Y por supuesto no podía olvidarse del resto de sucesos, que iban desde los accidentes a las rupturas… de los suspensos a las derrotas, sin olvidar de los traumas de su infancia que le perseguían continuamente tirándole piedras a la cabeza. Cerraba los ojos y aunque el presente estuviese sucediendo en ese instante, de alguna extraña forma se encontraba de nuevo en el pasado en una cifra concreta…
Pero con la frustración de no poder cambiar nada… de ver de nuevo como perdía una y otra vez, a pesar de que en el intento pudiese cambiar hasta el flujo del tiempo. No le importaba, era un espectador mudo de sus propias peores escenas, aunque la verdadera tristeza es que en vez de hacer borrón y cuenta nueva, con media sonrisa y apoyado en alguna pared presenciaba inmutable como las cosas volvían a pasar.
Calcadas unas a otras. Después sencillamente sufría en silencio como su reliquia, mismas sensaciones distinto momento. Así que cuando el coche se estrelló con la mediana de aquella autopista y voló al otro carril dando interminable espirar de vueltas a modo de tornillo… nada le importo demasiado.
Tampoco que su cabeza se estrellará contra el cristal de la puerta y su memoria se fracturase como todo el coche mientras que el mundo entero se arrugaba como una lamina de papel de aluminio. Mucho ruido y demasiados brillos antes de que todo se quedase en silencio, sólo que en ese momento, él ya no estaba al volante.
Su mente había sido desconectada automáticamente como medida de seguridad… permanecía latente dentro de su ensangrentada cabeza. Tras varías semanas despertó de un coma, cosa que para él parecía normalmente una simple pausa. Pero esta vez las cosas habían sido distintas. La mayoría de las fracturas y cortes habían sanado mientras el no tenía conciencia del dolor, o quizás si lo hubiese notado…
Pero en sus recuerdos siempre había algo que pudiera dolerle y que le esperase dentro… aunque en verdad, su despertar fue distinto, conocía a las personas y sus nombres, sus historias y sus teléfonos. Sabia realizar las cosas básicas con las que sobrevivir cada día sin ningún esfuerzo. Pero su boca se transformó en mueca al intentar acceder a sus los recuerdos más tóxicos, a los que habían sido terreno minado durante años… y no encontraba manera de meterles mano.
Recordaba todo menos las perdidas, tampoco los fallos… desconocía los por menores de sus cicatrices y ni siquiera guardaba constancia alguna de sus sucesos mas traumáticos… de alguna forma todo eso se había borrado, o cambiado de sitio. La gente que llegaba a su casa cuando le dieron el alta, lo hacían con regalos… y de paso llenaban las fracturas que había en su cabeza. Daban coherencia a las historias incompletas y a las cosas sin sentido que de pronto le venían a la memoria.
Su existencia se había tornado como el que tiene el hobby de montar puzzles con millones de piezas. El tiempo no tenía sentido en esa experiencia. No se sentía ni muerto ni vivo… y a él no le gustaba estar en medio de nada, tampoco no poder sufrir dentro de la intimidad de su historia.
Todo el mundo le contaba las cosas que no recordaba, pero en lo vivido a solas, la ausencia de ese recuerdo no podía ser llenada por si sola…
El asunto se reducía sencillamente a una memoria de elefante fracturada dentro de la cabeza de un oso de las caverna incluyendo las prolongadas temporadas de letargo, A veces las cosas iban bien y al segundo siguiente al contrario. El dolor y el sufrimiento pasado no aparecían por ningún sitio para resultar tan amargos como siempre, ni siquiera había constancia de que conociera su significado.
Nadie se atrevía a preguntárselo, porque si no lo recordaba que demonios importaba, ya se acordaba de lo que era necesario.