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domingo, 30 de septiembre de 2012

Gotas de otoño.

Se me reseca el cerebro y la palabra hace ruido
derrumbada en mis pies entre las hojas del suelo
mi cuerpo esta mustio, el tiempo es verdugo mío.

Llega el otoño cada nuevo año con su típico tono
todo huele a mojado y el termómetro cae en picado.
Ya no esta, se fue en octubre hasta el último verano.

Se olvidan las chanclas salvo en la piscina cubierta
los pulmones tosen hollín por la humedad que reina
y los charcos te dejan calado si no te andas con mira.

Curando las heridas en un mes que se lo lleva el viento
junto a todo lo malo que pesa y ni siquiera aporta calor
pues noviembre llega siempre con el mundo ya limpio
de cualquier rastro que no resista agua y al aire helado.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Mi morada la luna.



Deje de soñar cuando aun no tenia las herramientas necesarias para poder fabricar un buen sueño y pintarlo de fantasías, mi sonrisa se seco en el momento en que tuve que convertirme en un adulto y sólo vuelve en contadas ocasiones en las que ya no sabe ni siquiera igual que antes. Aun así no hay un día en que no busque de alguna manera sentirme feliz para que el niño que vive dentro de mi no se muera de inanición a través de sus hondas raíces.

Llene de humo mis pulmones porque era la única manera de que no tuviese suficientes energías para salir corriendo dejándolo todo plantado y porque a su vez era de lo poco que me relajaba cuando dejaba pasar el tiempo a mi lado sin la posibilidad de marcharme con el por tener que volver a las obligaciones. Todavía sigo fumando a veces sencillamente porque ahora es el placebo que calma al gorila que vive en la jungla de mi pecho.

Nadie apostó por que la vida fuese sencilla, ni por supuesto te dio un libro de instrucciones con las soluciones marcadas en fosforito para que el camino fuese un campo de flores. En eso se olvidaron de las guías, de los trucos y de los consejos. Simplemente nos dieron una palmadita y dejaron que aprendiéramos por el mítico prueba y error porque en el fondo les gustaba sentirse más listos si los de abajo fallábamos donde ellos lo hicieron.

Pero la vida es una, no tiene continuidad ni se puede amortizar… lo que tienes lo dejas y por muy meticuloso y organizado que fueras ninguno lo hará como tenias pensado.

Sin que el punto final tenga la última palabra, seguimos levantándonos y cayéndonos hasta el límite de nuestras fuerzas conjugados con la voluntad de seguir adelante para así no volverse un mero árbol. La vida continua y es en ese momento cuando se debe de reunir las experiencias y las enseñanzas y volver a escribirlas bases.

Intento sonreír todas las mañanas a pesar de que el tipo del espejo es tan diferente al que recordaba, su sonrisa ahora mellada ya no es tan blanca como lo era entonces y aunque sigo teniendo mas responsabilidades de las que quisiera, la barba sigue dándome un toque de presencia mientras el niño juega al escondite con el gorila por mi cuerpo. A veces se rompen cosas, otras se arreglan. En ocasiones hasta se consiguen materializar los sueños. Yo sigo buscándolos donde los deje, colgados de la luna en una telaraña que hace las veces de atillo como de morada para aquellos sueños que nunca tendré y esas personas que aunque quise mantener a mi lado por cualquiera de las razones se fueron de mi vera.

martes, 25 de septiembre de 2012

Muerto el perro se acabo la rabia.

Sonrisa macabra tu que te dibujas
en las caras de los más gilipollas
deja que el destino sea quien depare
lo que la historia ahora les esconde.

Y que sea mi paz y todo mi silencio
templo, tumba y nicho del susodicho
que mi leyenda turbo con su presencia
manchándola con su mezquina palabra
enroscada en una inútil y parca lengua
de ladrones y embusteros amiga digna.

Que hoce su hocico de cerdo hambriento
la comida que de otro no merezca aprecio
pues fue de ciego atrofiado ser tan necio
y zafio de no darse cuenta de lo que tuvo
sin dar si quiera nada a cambio del tiempo
que valía sin duda mayor valor que su oro.

lunes, 24 de septiembre de 2012

La fugacidad de las estrellas.



Hay noches mágicas en la que la música no para de bailar dentro de los oídos. Las notas te acompañan y el ritmo se apodera de un cuerpo que antes te pertenecía. El mundo se repliega y a pesar de tener los ojos cerrados afuera todo se dibuja nítidamente con sus propios colores. Los pies flotan entre el cielo y la tierra mientras un ejército de hormigas camina por las plantas.

La luna se esconde y las estrellas brillan con mucha más intensidad colgadas del cielo, el aire frío pierde su filo al contacto con la piel y la sonrisa se vuelve una flor que se abre para a continuación seguirla cientos de ellas, como el mosaico de las hojas de un árbol al viento. La noche acoge a todos los gatos que no lograron dormirse igual que un mullido cojín que amortigua la realidad hasta hacerla suave como el terciopelo.

jueves, 20 de septiembre de 2012

Canela en rama.


Miro hacia atrás aunque nunca me gusto hacerlo, y puedo encontrar un reguero moribundo de proyectos a medio terminar o sin ni siquiera empezar… otros sin concluir que colocados uno tras de otro en fila india amenazan considerablemente lo mismo a mi presente como a mi pasado. Se que de tanto dejar cosas en el tintero, este acabo por rebosar hace tiempo y de esta manera tan simpática joder la mesa y ya puestos también el suelo de madera. Quizás por eso no llevo tatuajes todavía sobre mi piel, o puede que sea sencillamente que acabe por acaparar más interruptores de los que podía accionar al mismo tiempo.

La cosa es que cataratas de tinta ocultan mi persona de la realidad y desde hace demasiado ya, no distingo soñar despierto, de estarlo o siquiera ser una persona o más fácil aún, un humano.

En absoluto soy ningún Dios, ni tampoco me considero ninguna escoria, ni esclavo. Simplemente deje de ser un número, para pasar a ser un decimal despreciable que obviar. Algo sin importancia, relevancia o significado suficiente para explicar nada que no sea sobre mi persona. En fin, cumplo el ser y el estar, pero más allá. Soy una sombra que se escabulle por las esquinas. La guerra para la que nací, nunca llego a suceder. A pesar de todo, muchos se encargaron de hacerme mejor de alguna manera no antinatural, pero si antisocial.

Las palabras con sangre entran puede que fuese cierto, pero con tinta salen o simplemente salen sin motivo o justificación. Hasta un mudo tiene mucho que contar si sabes prestar atención y sobretodo entenderle. Pero eso es algo tan extinto como los dinosaurios. La asertividad es una palabra que te enseñan en ámbito profesional. Pero en cuanto te quitas el uniforme de trabajo se tiende a olvidar en la taquilla. Comprendemos muchos idiomas, pero se ha perdido la empatía, el respeto y aun peor. El lo que no quieras que te hagan, no se lo hagas a los demás.

Y es una pena… como lo es que todos mis proyectos vayan a aplastarme tarde o temprano y que si una solución fuese la clonación, la verdad es que respiraría más aliviado por las mañanas. Pero como sería demasiada ciencia ficción hasta para mi, me encantaría que a veces aunque fuese por un breve lapso de tiempo se pudieran translocar las mentes de un cuerpo a otro y viceversa, porque sin apenas demasiado tiempo como para enseñar algo, algunas sensaciones y sentimientos sólo se pueden experimentar a flor de piel.

En ocasiones miro hacia delante y sonrío esperanzado de aliviar si puedo cargas ocultas que me hacen ir más despacio. Otras sólo esquivo… He hecho ya muchas cosas de las que podré llegar a hacer. Pero si de alguna sin duda soy experto… es en esquivar, causa básica de que fuese el peor portero de la historia del fútbol. En parte, siempre ha habido un gilipollas que no supiera que hacer conmigo salvo colocarme en un sitio en el que ni yo quería estar… pero desde su perspectiva, el sitio donde menos daño podría causar.

Todo hubiese sido honestamente más acorde, si en vez de pensar, me hubiesen preguntado que es lo que yo preferiría… Las soluciones sólo funcionan si cumplen todas o la mayoría de las condiciones. Puesto que no todo el monte es orégano, a veces resulta claro presuponer que debe de haber mucho espacio destinado para otras hierbas y especies aromáticas. Sólo se necesita buscar para encontrar… y esquivar para sobrevivir… quien sabe si se acaba el mundo al final del año, o se hace viable lo de clonar a un caso perdido, para al menos entre los dos se encontrarse con uno valido.

lunes, 17 de septiembre de 2012

Época de cosecha.

Regresa el dolor acentuado hasta con tilde. Araña mi cuerpo aun sabiendo que a estas alturas ya no puedo permitirme parar o ir más despacio, el daño ha terminado siendo como un dato más de mi historia personal. Uno de esos cuyo umbral esta muy por encima de la media y si se siente es porque es real y duele.

Mi tobillo izquierdo es una pieza averiada de un buen caballo de carreras. Aguanta el ritmo, pero a medio gas. Cualquier exceso y el duende me da un latigazo con una fusta de nueve cabezas… de esas terminadas con cuchillas que desgarran a cada contacto la piel de su victima. No puedo reposar sencillamente porque el día que no tengo que trabajar, no puedo dejar colgado a todos esos personajes que cuenta conmigo en una escena de su obra personal.

Siempre que alguien me invoca, mi deber es acudir a la llamada… porque únicamente una causa de extrema necesidad es la que me invalidaría atándome a la cama y a pesar de no estar al 100% cualquier cosa es tan posible como realmente se desee. Ellos me llaman y yo voy… es como la causalidad pero con un mensaje involucrado. Conocen mis libranzas y cuando a y b están en el mismo conjunto, nunca es tarde para juntarse a contar batallas tomando cerveza al aire libre.

Quizás, sólo sea necesario eso… aire libre y una buena conversación incluyendo sus silencios y reflexiones. A veces no hay nada más que la búsqueda de un tesoro, ni nada menos que hacer de agricultores en mitad de la ciudad. Lo divertido es que un par de veces a la semana. El deber ni siquiera se atreve a pronunciar nuestro nombre y eso nos hace libre para desempeñar cualquier sueño escondido en el tintero de nuestras ambiciones.

Pronto estará la recolecta y los últimos productos del huerto andan madurando todavía. Al igual que las plantas, andamos buscando la manera de rozar la perfección ni siquiera acariciar dicha palabra. Nos enriquecemos por los ojos en vez de por los pies y aunque de alguna manera vayamos en sentido opuesto a la naturaleza, la mitad de los soñadores insomnes. Esperamos que la Luna de otra vuelta más para acabar coronando las noches en que las palabras tienen patas y se escapan saltando por las azoteas abandonadas de filósofos descamisado adictos a todo lo que no sea artificial. Para entonces espero haber recuperado la pezuña, llevo demasiado tiempo dejando escaparse a mis palabras sin luego lograr recogerlas.

viernes, 14 de septiembre de 2012

Pasión por el vino.

Y es ahora cuando vuelvo a la ciudad que me vio crecer
a la tierra roja de los molinos y gigantes de tanto beber.
Que sigue siendo como siempre y a su vez como nunca
pues pocas son las veces que un hermano mío se desposa
y es en la iglesia donde vamos a esperar para su entrega
a la mujer escogida de entre todas las que eligió de la tierra.

Tenga buena fortuna y más suerte que el ya aquí presente
y aunque por su matrimonio no tenga dos dedos de frente
no sea mi ausencia afrenta suficiente para amagar su fiesta
teniendo mi presencia atípica justificación para una reseña
a pesar de mis múltiples abandonos anteriores a esta fecha
Bailen los novios y sean las estrellas guindas de la velada
que comienza de día y durará hasta que el cuerpo aguante.




Dedicado en especial a Perico,
 que aunque este ya en el cielo,
seguro que por nada del mundo
se pierde tal acontecimiento,
pues lo relevante del evento,
es que se le casa su primer hijo
porque es orgullo de padre verlo
y sea como fuere poder vivirlo.

domingo, 9 de septiembre de 2012

La eutanasia de la vorágine.

Siguen las ganas de matar latiendo dentro de mí… esa corrompida energía que desea desde el fondo de mis entrañas en salir y arrasar con todo lo que permanezca en pie a mi paso y no parar hasta dar la vuelta y encontrar el rastro de la destrucción como de una obra de arte se tratara. Vive dentro alimentándose del odio que araña de las paredes de mis tripas, creciendo con la envidia y la soberbia como un tumor benigno que lo invade todo sin hacer rehenes.

Llama a la puerta un par de veces cada día esperando que en un descuido la abra para que se escape y siembre el caos y la desesperanza allá donde vaya. Si tuviese que comprarle zapatos… calzaría dos barcas y es que fuera de mí la bestia al igual que un gas que se expande hasta ocupar varias veces mi volumen. Aprende y razona cuando pretende hacerse la adulta para que la deje salir a pasear, pero nunca se puede confiar en alguien que tiene escondidas a su espalda un universo de malas intenciones.

No la puedo culpar, porque durante años, la fui alimentando en la soledad de mi cuarto, le daba lo que a mi me sobraba y hastiaba… todo aquello que me hartaba era pasto de su afilada dentadura que roía hasta los huesos mas duros como si fueran plastilina. Adoraba la sensación eléctrica de acariciar a un animal salvaje con su pelaje tan erizado como el de un puercoespín. Y nada me hacia presagiar que algún día, se me escaparía de las manos el cuidado de esa criatura.

Mi cuerpo aguanta como cárcel hermética de mis monstruos interiores. Pero a veces mi cerebro me juega malas pasadas y decide bajo su cuenta y riesgo sacarlas cuando algo no va bien, o hay alguien que realmente me encabrona su mera presencia. Se oyen los cerrojos y trago saliva… porque a algún imbécil le ha dado por pensar que la selección natural es cosa de los animales y que soltar a una bestia allanaría el camino o al menos haría su transitar mas ameno y confortable sin todas aquellas personas que no merecen si quiera el aire que les llena los pulmones.

Un palpito en las venas y el calor enciende el fuego del infierno hasta consumir los barrotes y convertirlos en hilos de estaño, Agarro las cadenas fuertemente antes de que ninguna escape a mi control, aunque en verdad a veces simplemente me dejo llevar y es cuando en un momento pasan por delante de mi todos los engendros de lo que sería mi propio zoológico de seres tan grotescos que su contemplación sencillamente repugnaría a cualquier persona que no sea yo. Para mi son tan adorables que el día que me canse de separarlos del mundo entero, prometo sentarme en primera fila a presenciar la rebelión de mis presos.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Cuaderno de sueños.

Y me pidió que lo llenase de historias y de cuentos… que dejase los eléctricos impulsos mecánicos del teclado y las letras bailando en la pantalla para retomar el camino del artesano tatuaje de la tinta impresa sobre el áspero papel…aunque fuese con la caligrafía de un niño que vive en el cuerpo de un adulto que dejó hace años de escribir nada que no fuera una rubrica o una lista de inventario en la pizarra.

No recuerda mi muñeca del trazo de las letras y sus curvas y rectas sin levantar la punta del folio… los kilómetros de tinta que habían fortalecido su brazo se borraron como el tiempo deja limpias las calles después del otoño. Olvidó hace mucho ya sentarse a dejar en su huella sobre algo que a su vez fuera envejeciendo junto a su historia. Se desanclo del tiempo para subir a una nube de energía y perdurar hasta que la tecnología decidiera prolongar su existencia aletargada.

Pero llego B y me otorgo el cuidado de un objeto sólido, tangible y virgen. Algo que tenía limites por donde las letras podrían precipitarse al vacío de las márgenes… y que conforme la historia creciera tendrían que agruparse las líneas hasta volverse una maraña incomprensible de garabatos que desean que alguien pulse un intro para pasar de pagina. Es como vivir durante años en plena libertad y que de buenas a primeras te encierren en un cuarto.

Cada vez que veía ese cuaderno… era como una espina clavada en mi cerebro. Demasiado dolor para dejarla allí, mucho más peligroso sacarla sin cuidado. Hasta que el propio tiempo me dio la solución y como siempre ocurre en mi pasado algo me impulsa a iniciar una tarea pendiente… Poco a poco se llenan sus páginas de poesías tan breves como un texto anclado a una servilleta de bar. Simplemente es como una galería de estaciones, hoja a hoja saltas como un mono en la selva más diversa del planeta. Hay secuoyas, olmos, abetos, encinas, plataneras… incluso encontré un par de bonsáis por los que omití saltar para no dañar su antigüedad patente.

A veces abro la caja de mi sesera y dentro tengo un texto latiendo. Otras ni siquiera puedo encontrarme a mi mismo con el gps. Las mejores cosas no tienen formato, pero sigo disfrutando cada día de algo que me llene por dentro y a su vez me saque algo de lastre que me impide alzar el vuelo. Cuando llegue al final, tendré que escribirlo y esa es una de las palabras que menos me gusta. Nada debería terminar… como tampoco deberían existir ciertas despedidas. Sin memoria ni recuerdos… sin nada que tocar al menos no queda vestigio de que lo cierto ocurriese y lo soñado no fuera a pasar, igual que una profecía escrita ya es una prueba por la que cargar con sus consecuencias.

lunes, 3 de septiembre de 2012

On va Walu!

Sigue siendo feliz hasta que ya no le encuentres sentido a las lágrimas, invéntate cada día hasta que encuentres la formula perfecta para que a las bases del ayer, hoy y mañana sepan igual pero con sutiles tonos diferentes.

Él continua como le deje, siendo alocado y desinhibido, ganándose a todo el que le mira a los ojos como siempre tendría que ocurrir. Ya no le molesta dormir sin mi a su vera, con la edad se olvido de sus pesadillas si alguna vez las hubo y sin ya el eterno hombre del sofá decora sus días con la alegría que puebla la vida de un perro libre en Eivissa.

No necesita ya ni collares ni bozales porque el campo es su casa y la alberca su piscina. Gasta sus días como un agricultor cultiva su vida, paseándose entre sus plantas para ver como todo va conforme al clima. Ladra lo justo porque no le gusta molestar a nadie, pero protege a su familia como si su vida hubiese sido forjada para ese propósito. Pero cada vez que voy aunque hayan pasado años, me recibe igual. Me mira… ladea la cabeza y viene corriendo para subirse encima y chuparme preguntándome que tal estoy, donde he estado y porque narices no he ido.

No conoce la palabra venganza ni guarda rencor por mis ausencias, simplemente me disfruta mientras dure mi estancia como cualquier hermano hace con su estilo. Aunque cuando estoy siempre me busca para saber que aún no me he ido. Pero no le importa que mi vida este a un mar distancia. Cuando estoy en su casa, yo soy suyo… y así lo demuestra acaparando mi tacto y gruñendo a los otros perros para que únicamente sea él quien se quede mis mimos.

Y le echo de menos… me falta su aliento y su pétrea amistad alimentada con noches de insomnio en las que él era el reemplazo suficiente para que la soledad no susurrase historias al odio. Prefería su morro intentando darme un beso y su voluntad blindada a todos mis rechazos. Le encanta mi barba, rascarse la cabeza con ella y cuando ya ha terminado chuparme la cara entera de un lengüetazo a modo de compensación. En eso somos muy parecidos… Si tuviese que decir que decir que echo en falta de la isla, no podría olvidarme al trío Totti, Leo y Miguelito… aunque todos saben que es a Walu quien se lleva la mayoría de los recuerdos y es que la amistad es un bien preciado, pero lo que te brinda un perro simplemente va más allá del vinculo.

domingo, 2 de septiembre de 2012

Detritus y Latika.

Casi todo esta formado por dos partes, pocas cosas puras salvo el agua, el aire, el sol y la tierra vienen en formato individual, pero en muchos casos no se pueden separar o en cambio se precisan de la combinación para que pueda funcionar o existir.

La naturaleza siempre hace sus propias cuentas…. Y lo que en un principio era una pareja de hembras, por la defunción de un macho abrumado por las opciones. Al final se ha transformado en una pareja de distintos sexos. La mayor se hizo macho y se acabaron los problemas.

Pero aunque son diferentes. Donde va uno va la otra… Y cada una lleva su propia personalidad. Ella siempre alocada y enérgica, él más retraído y tímido. Aunque tengo que reconocer que es él único que sabe comer bien. Llego por las noches y la verdad es que me gusta verles esperándome, incluso curiosear lo que hago en el sofá. Pero en el fondo me encanta que mis chicas me esperen despiertas.

La suerte del principiante.

Tenía tanto miedo a lo desconocido que cuando la muerte llamo a su puerta, no fue capaz de abrir porque se había quedado temblando en una esquina de su cuarto aislado del mundo… Azrael casado de esperarle en vano cogió su guadaña y se marchó, tenia una lista muy larga y en verdad no era muy impuntual.
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