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martes, 29 de julio de 2014

El secreto del hielo.



El cero absoluto es aquel donde la vida no puede producirse, ese lugar en el que ningún proceso sucede a falta de energía… en fin la nada imbuida en el silencio, la antitesis de mi persona y el destilado de mi interior.

Nací siendo fuego pero no logre controlarme… me he extinguido y resucitado tantas veces que la palabra polvo se voló de mis labios para nunca volver a posarse otra vez en ellos. La vida te machaca y cuando estas esperando a que alguien tire la toalla por ti, va y vuelve a golpearte.

A veces te dejará inconsciente… las otras sin aliento.

La historia sucederá tanto si los personajes participan en ella, como si se quedan sentados sin hacer nada. El tiempo transcurre moviendo las escenas como el otoño hace con las hojas muertas. Pero al plomo no hay quien lo desplace. Permanece anclado… erosionándose al igual que las montañas y los volcanes.

Y en esto llego la vida y regando el mundo lo lleno de movimiento y de lógica. Creo la supervivencia y observo como el devenir de los días hacia el resto. Allí donde no había nada broto un sentimiento y en las llanuras devastadas surgió de nuevo todo ese talento que se había malogrado.

Las cosas no suceden como se planean, esto esta claro. El destino juega sus cartas desde el otro lado de la pecera y no se las enseña ni al narrador hasta que la partida esta concluida. La primavera cicatrizo todas las heridas trenzándolas con enredaderas y deshizo poco a poco el hielo a base de soplar su aliento. Calentando el mundo hasta que todo volvió a reaccionar de forma espontánea.

Nadie se olvida del hielo y de su historia… mientras haya un pedazo que guarde el silencio de hace mil años. Porque los cubitos son como la memoria, fragmentos inconexos cuando están separados, pero algo con sentido si se ordena desde el principio. Porque no hay final sin adiós, ni buenos días sin una sonrisa al otro lado del espejo.

martes, 22 de julio de 2014

Al ritmo.



Caldea el sol el cielo y la tierra se abrasa debajo con su chup chup imperceptible, la gente sale a la calle y aunque vacía la ciudad, un ejercito invisible de pequeñas hormigas asalta el mundo al atardecer para roerlo por los bordes. Dentro de la burbuja se concentra el tiempo y se dilata la libertad, los deseos llegan a montones y al otro lado de la barrera, las manos se tienden a la espera de que les caiga algo.

Hay mil trabajos que se puedan hacer en mayor o menor grado, la gente escoge un par a lo sumo tres o cuatro diferentes. En todos aprendes y en otros olvidas, te fabricas como un edificio comenzando desde los cimientos y trepando como una lagartija. En algunos tienes nombre… un número u otra cosa, pero los hay en que eres alguien, o puede que llegues a serlo si con tesón y empeño te afanas por ello.

La lucha no solo esta en los rings, ni tampoco en lo que sale por la tele… no hace falta pelearse en los telediarios alegando que el mundo es una mierda y por supuesto no es la idea pegar a los agentes que hacen su trabajo. Existen guerras en silencio a cualquier temperatura, al igual que combates en que las manos no se usan para destruir sino para elaborar algo productivo.

Adoro cuando Heissenberg dice: Vamos a cocinar… porque aunque su talento sea distinto… yo también tengo mi propio laboratorio con sus maquinas o al menos uno donde me permiten que juegue un rato cada día. Las matemáticas siguen rondando mi vida pues toda receta tiene sus cantidades y la elaboraciones es cosa de practicarlas. Ya que para que lo natural se instaure como doctrina tienes que sembrar, recoger y adaptar hasta cumplir el objetivo.

Baila demonio hasta que sangre tus ampollas, toca el infierno con las manos desnudas hasta que el dolor será un espejismo inocuo debajo la sonrisa y sigue así mientras cae del cielo toda la clase de basura sea capaz de enterrar a una persona. Esquiva y cumple deseos mientras que el silencio se rompe a cada palabra y el soniquete del estallido del metal suene como la campana del infierno. Báñate en sudor con un toque de notas con lágrimas y renace después de cada combate como algo nuevo y mejorado.

Disfruta de lo que haces y diviértete en el trabajo porque la vida de por si ya tiene suficientes penas… ya que tienes que hacerlo por casi obligación… hazlo con la mejor sonrisa y no menos esfuerzo. Porque aunque la satisfacción no se paga en el trabajo, a la persona que la practica lo que le enriquece deja de pertenecer al flujo del capital.

miércoles, 16 de julio de 2014

Otro año más.



Y ya van tres los que las vacaciones se esfuman más allá del horizonte plausible en un abrir y cerrar de ojos. Suerte es no conocer más de una semana de paro, desgracia trabajar en el infierno otro verano más sin vía de escape.

Dicen muchas cosas del trabajo, pero pocos han probado la religión del fuego y el acero o quieren hacerlo en su plenitud. Todos lo ven desde sus sofás en sus casas con el aire acondicionado puesto. Cenan tranquilos y cuchichean sobre los contendientes. Pero pocos gastan mucho más de media hora en preparar sus platos y eso que son ellos mismos los que reciben el premio de su esfuerzo.

¿Qué se le va a hacer?

Reúno las ganas con la ayuda de la aspiradora mientras en la cocina saco el filo a los cuchillos para después limpiarlos y meterlos en su confortable maletín. Mañana vuelven a una antigua casa donde ya han estado. Sueñan con tocar la melodía de las mañanas en las que ganar gloria y quizás un trocito más de experiencia hasta rozar una estrella.

Trabajo a destajo, ese es mi negocio. Cuando la marabunta suena invocan mi nombre, toca de nuevo recoger las tempestades que algún Dios lanzo sin pensar en mi tiempo libre, y no seré yo quien rechace un trato con el demonio no vaya a ser que no vuelva a llamarme. Así que heme aquí, frente al patíbulo con una sonrisa. Listo para morir por una cuenta que no es la mía ni tampoco me pertenece.

Otro mercenario más en un mundo de ladrones y asesinos. Un artista que hace de la destrucción algo creativo… y que mientras no haya guerra que le necesite, guarda la paz dando su filo y su vida a quien merezca mejores batallas… pues como a un suicida al que la muerte llama, quien reclama mi dolor y mis placeres es el fuego y su flama.

Porque a pesar de ser un Ronin si casa ni amo, sigo siendo el dueño de mis elecciones por duras que sean y cuesten, ya que vengo de la mancha profunda y allí la palabra se mantiene por mucho infierno que este fuera esperando a la salida. Nacidos en la meseta aprendimos a sobrevivir como las lagartijas aunque el sol ardiese fuera, eso no se olvida.

lunes, 14 de julio de 2014

En espera.



Cada día que muere renace otra oportunidad,

Y así continúa sin que muchos puedan hacer algo por cambiarlo. Los sueños a veces se cumplen y otras no, es su naturaleza… al igual que hay quien duerme y quien lo intenta.

Otros días miras el calendario y sonríes por que alguien ha estado jugando con los números hasta encontrar la combinación adecuada. La suerte se destila a grandes temperaturas y según dice el hombre del tiempo el miércoles hará la suficiente como para ganar millones, pero como también suele equivocarse tampoco me lo tomare al pie de la letra por precaución.

Mi padre de seguro ganará un año más que tampoco es tan malo si lo cuentas como si fueras del equipo local. Yo si logro llegar a salvo desde la barbacoa de Benjamín estaría encantado.

Últimamente las cosas cambian demasiado deprisa, es como si alguien estuviera calentando las cosas por debajo con un soplete para acelerar los procesos. Todas las mañanas compruebo el estado de las suelas de mis zapatillas para no andar desprevenido porque ahora me tomo todo un poco más tranquilo, no por nada en especial sino por mimetismo a mi situación de parado.

Aunque por el día estoy que no paro quieto… a veces hay que frenar para ver las cosas con más perspectiva antes de volver a acelerar. Pruebo recetas nuevas y ajusto las viejas. Luego disfruto del día porque octubre esta a la vuelta de la esquina y de seguro no tendré tanta suerte de estar sin trabajo mucho más tiempo. En verano salvo los buenos demonios pocos aguantan mucho en una cocina.

miércoles, 9 de julio de 2014

Con delantal y a lo loco.



Una cocina siempre me ha relajado, eso y el agua chorreando por encima, nadando en ella o mirándola simplemente. Pero en una cocina a la vez lograba encontrarme, era el sitio más lejano a mi cuarto en mi casa y como nunca quería estar allí dentro escogí una de las habitaciones más amplias para instalar mi cuartel general y encima tenía comida y bebida y proximidad a la salida de emergencia.

No olvidaré mi primera cocina profesional, porque era como estar en casa, en ese lugar se respiraba familia, había hermandad… el de al lado moría y resucitaba como lo hacías tu cada servicio y no éramos dioses ( bueno algunos si ) pero casi todos tenían su propia estrella particular. Nos levantábamos al alba y acudíamos a la cama bien entrada la madrugada, ahí dentro descubrí tantos espejos con cuerpos diferentes que aprendí a no sentirme especial.

Era uno más de la cadena, un eslabón más que daba fuerza, o ruido… o algo que no fuera nada, por dar di lagrimas y sonrisas junto a mucha música cantada o hablada… incluso tarareada porque no se podía silbar. Pero tenía mi cachito de cielo en pleno infierno y como nunca me dolió nada que no fuera la muerte, con que no me mataran me era suficiente.

Aprehendí mucho más de lo que lo había echo anteriormente, de cada uno robe una parte y la modifique para mi, la organización de T, el alma de Tt y la locura destructiva de M que para más casualidad era otro caballo nacido en el infierno y con copia de seguridad. Pasaron muchos, pero no demasiados. Con el goteo constante adquirí habilidades siempre adaptadas hasta que me valieran como una utilidad, sin cambiar me esencia perdí la sonrisa incombustible mediante la alquimia por el talento de mover las manos y la boca a la vez para no detener el trabajo.

Gran invento antes no adquirido.

Pero cada uno se fue a un lugar distinto, una familia fragmentada que germinaba donde fuera que fuese hasta convertirse en un árbol invisible al alcance de la vista. Pero vivo al fin y al cabo. Cuando aprendes matemáticas no sólo conoces a los números sino también a su naturaleza, cuando las dominas seguro que puedes llegar a cocinar con los mismos principios pues al igual que conjuntos, se pueden operar entre ellos.

Los elementos de mi circulo, se expandieron por el mundo contaminados por mi persona y de seguro volverán tarde o temprano a reunirse bajo un mismo techo, porque con el cielo ya cumplimos el principio del conjunto entero, al menos mientras no les de por ir a otros planetas, cosa que me reservo.

Pero hay días que me alegro, cuando me encuentro a alguien de madrugada al otro lado del océano. Mi familia vive lejos, casi toda ella menos unos cuantos que nos reunimos siempre que podemos. En cuanto tenga alas prometo hacer visitas esporádicas y sorpresa, mientras tanto espero que volvamos a vernos para que el tiempo pasado se condense destilado en historias que verter en los vasos.

jueves, 3 de julio de 2014

El quebrado del siete.




A cada año le siguen sus cifras y sus balances, concluyen los números y subrayan las pocas cosas que no se han convertido al vistoso rojo de las cuentas perdidas. Sigue siendo el 7 número de fortuna con su desdicha cosida al reverso. Escondida de la curiosidad hasta que llegas a ese punto y descubres la jugada que había encubierta detrás de la meta.

El siete no te abandona como cualquier otro, no… se clava como una saeta y te desangra mientras te siguas moviendo. Desde los pecados capitales que tanto disfruta la bestia como los colores del arco iris por el que tanto le gusta deambular durante toda la semana entre calderos de oro para cada astro sagrado.

Lleva gastada una menos de la mitad de las que posee cualquier gato y sufre su aniversario junto a Mecano cada año sin olvidarse ni un instante de tacharlo en el calendario, ahora le persigue hasta en los sueños que no tiene o en los boletos de la lotería que se le insinúan al verle, en toda historia sucede y en pocas no toma relevancia.

La música sigue calmándole con sus notas danzando sobre cuerdas y vientos de metal mientras a su espalda siguen brotándole plumas para alcanzar su destino encabezando a los demás arcángeles. Perfecta es la forma de ese maldito número que muerde, araña y después zurce cualquier descosido o jirón que haya ocurrido o este por venir. Por lo tanto baila con su siete grabado en su nariz para que no lo olvide.

Y crece sin llegar nunca al ocho que hasta tumbado eterno parece, ni mengua para llegar al seis. Continua sin desmerecer ni lo que le precede ni acontece, testigo de su vida permanece mientras espera estoicamente a que la cuenta atrás termine en septiembre con la libertad que bien merece quien aguarda sin desfallecer por mucho que se empeñen quienes no lleven su vocales en el nombre.
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