Seguidores

jueves, 9 de diciembre de 2010

El pecado de la manzana.


Perdóname cariño… Lo siento de veras, sé que es una frase hecha, pero hoy precisamente lamento conocerla como nunca antes había logrado experimentarlo, me duele la vida incluso por el simple motivo de pensarla y no quiero ni imaginar pronunciarla en voz alta.

Ni siquiera sé si recuperaré algún día ese trozo de alma que quedo prendida de tus manos en el pasado, prometí amarte para toda la vida y hasta el día en el que nos encontramos lo he cumplido. Pero lo nuestro lleva muerto quizás demasiado tiempo, después de tanto comienza a pesar tanto que me cuesta seguir adelante y empieza a hundirme detrás de tu rastro.

Ya no queda nada de la maldita manzana ni un miserable pedazo del por el que pueda confirmar su existencia. El pecado y sus posteriores consecuencias han terminado por consumirla hasta que no ha quedado ni siquiera vestigio del último gusano que vivió dentro de sus restos.

Nadie que no estuviera allí podrá jamás ver lo que vi, o escuchar lo que pude oír. Ni siquiera el mar de sensaciones que despertaste, muchos años después nada lo ha podido silenciar. Pero tu ausencia está pudriéndome por dentro, reconcomiéndome. Tu veneno devora sueños y realidad por igual y en mi condenada enfermedad sigo preso de una cadena que ya ni existe.

Que no se pueda ver no significa que esté ahí, porque que yo lo siento como si el aire pesase lo que uno de tus besos. Y aunque pudiera sobrevivir eternamente en el mundo de tu burbuja, no dejo de estar muerto en vida… Lo que sucede dentro sólo son alucinaciones debidas a la falta de oxigeno y como siga aquí… me volveré frio y muerto como ya lo estas tu.

Siento defraudarte, ya no me quedan más mordiscos ni a ti carne que ofrecerme. Eras la manzana perfecta, una de esas de fotografía de portada. Me enamore de ti nada más verte, de tu olor… de tu figura y te perdí casi con la misma rapidez. Tu el pecado, yo el elegido y todo fue tan intenso que perduro desde entonces en el recuerdo porque ese día todo fue magnífico y por desgracia tu imagen quedo ligada a mi persona.

En cada logro estabas tú… en cada madrugada solitaria buscando un buen bocado… tu frescura y ese cuerpo tan delicioso, el placer de todo hechizado, de todo maldito con la oportunidad de sostenerte entre sus manos.

Nunca te preguntas porque esa manzana parece tan maravillosa… ni siquiera evitas dar el siguiente paso. Es tan inocente que no hay mal que pueda dañarte, pero el veneno es silencioso como su sabor que desaparece entre la dulzura de su boca, besándose contra la mía mientras desaparece entre los dientes… como un beso que años después vuelves a encontrarte.

Sólo era una manzana y yo tenía demasiada hambre… Tanta que no pude contenerme, la codena una voluntad… el sufrimiento, ¿Qué sufrimiento ?.

De eso ya no queda hace años, ella me marco para toda una vida, pero ya es hora de dejar descansar al pasado. Adiós Gabrielle… dulces sueños. Reposa allí donde no quisiste estar y se feliz como nunca lo hayas sido. El concierto paro de tocar hace siglos. Pero yo seguía bailando sin darme cuenta. A tu lado todo era libertad, pero olvide que no se puede retener algo que no te pertenece. Es prácticamente imposible.

Ni siquiera una manzana. El pecado solamente fue darle importancia a algo que sólo podría convertirse en un recuerdo. Nunca más… La verdad es que ya no volvió a la misma que aquel día en ese instante de oro. Lo podía parecer, pero ni siendo hermanas. La condena es que el tiempo no se pueda variar. Sólo seguir adelante. Te amo, pero he olvidado el sabor de tus besos, lo sé, ya me decías que con tanto canuto algún día perdería la cabeza. Puede que sí, pero también me quitaba el dolor de tu ausencia.

Te cedo el pecado y sonríe, por favor no dejes de hacerlo para que el sol ilumine las mañanas, que estamos en invierno y con tanta lluvia no necesito el hielo. Ya tuve bastante en nuestra historia. Ahora ya solo con el whisky.

Besos mi amor, de esos carnosos despareciendo en tu figura a bocados. Sé que no iré al cielo, pero en el infierno conocen mi nombre y estoy de camino. No te preocupes por mí, siempre he sobrevivido incluso a tu veneno. Pero cuídate yo he perdido el apetito. Te vuelvo tu estrella, porque se ha apagado y ya no puedo encontrarte. Se acabó el sueño, ya puedo volver a dormir con los ojos cerrados sin temer que desparezcas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...