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lunes, 28 de septiembre de 2009

Tic tac


Todavía es muy pronto para ponerme a evaluar las perdidas… Todo parece ir bien, pero las cosas no funcionarán así siempre. La pregunta no es muy complicada analizando el tema. La respuesta en cambio… sembrará más controversia si cabe.

¿Cuándo sabré las cosas que he olvidado sino puedo recordarlas?

El planteamiento es sencillo a la par de absurdo… a pesar de todo… para mi y mis vueltas de campana es una cuestión bastante idónea. Recuerdo cosas que otros hubiesen olvidado con el tiempo… datos de interés científico llevados en la memoria a pesar de haber abandonado esos lugares.

Cosas del pasado que marcaron en algo mi vida o el camino… esencias y olores… todo lo que parecía precisar estaba ahí, esperando a que preguntase por ellos en objetos perdidos, porque en si lo necesitaba para llevar mi vida tal y como era antes de confundir el cielo y el suelo unas cuantas veces.

En ese momento en el que el ruido te engulle y después te vomita en silencio, sangrando y dolorido… te olvidas de cosas… no recuerdo si estaba dormido, tengo datos… pero me falta rellenar las casillas.

De todas formas algún día espero terminar el cuadro, pero eso no tiene importancia porque de un golpe a otro hay demasiadas variables para que sucedan igual… puedo obviarlo y si nunca vuelvo a experimentarlo, jamás sabré lo que ocurrió si lo hubiese vivido.

Serían otras circunstancias… otro momento y aunque al revivirlo puedan doler igual… es otro perro distinto el que te esta mordiendo y robando otra vida de gato. Rebusco en el bolsillo hasta que con el tacto palpo las que me quedan disponibles.

Respiro aliviado sabiendo que algo mejor puede ocurrirme de nuevo… algunos tendrían miedo. Inconsciente de mí siento la estúpida curiosidad del que le hace ilusión sobrevivir de nuevo.

Tacho con el rotulador la quinta vida y me pongo a disfrutarla como si hubiese estrenado un traje nuevo que acabare por manchar… es inevitable y puede que incluso sea porque me gusta que suceda así, porque cuando alguien con la suficiente experiencia levantaría el pie del acelerador, a me gusta apretar un poco mas… no tengo miedo a lo que ocurrirá si encima es otro el que conduce.

Yo se donde y con quien estoy… recuerdo sus caras y también sus historias… no siento haber sufrido de nuevo otro suceso que acabase por marcar aun mas las huellas del tiempo sobre mi.

Para mi el tiempo es un gato con las uñas muy afiladas que va capa a capa desnudándome hasta la mortalidad. Todo llega y no tengo mucha preocupación en la espera. Gota a gota vivo las vidas que me quedan con la misma intensidad de cuando gaste la primera.

Es mas creo que he cogido hasta un nefasto ritmo de condena espontánea. Lo saboreo porque es un toque de atención sobre la brevedad del tiempo. Un recordatorio doloroso de lo que se gana y lo que se pierde y que todo continua cambiando y evolucionando.

No sufro porque es de las cosas que olvide en el fondo del armario de mi primera casa… lo abandone cansado del profundo dolor que me daba el desconocimiento de las causas. Y allí continúa mientras que sigo caminando por muchos golpes que se empeñe en darme la vida.

Meto una moneda y la canción suena en la gramola… las notas son conocidas y la voz me lleva a otros lugares y otras épocas. Nado en la inmensidad de una memoria que no recuerdo haber ganado o perdido. Tan solo espero mecido en las suaves olas en que las cosas vuelvan a colocarse en su sitio. No se hasta que punto son buenas o malas las incognitas.

Quiero no tener que pensar si perdí algo en el accidente que no volveré a encontrar… cruzo los dedos y suplico que me vuelvan a suceder todas las cosas buenas que sucedieron a lo largo de mi vida… para asegurarme de que no perdí nada por el camino… y las malas me da igual si están o se han ido.

Tengo una lista de las peores para no volver a repetirlas… pero creo que la he perdido.

Comienzo de 0 sin hacerme a la idea de cómo esta el saldo de mi cuenta. Acaricio el 5 que tiene el contorno de una S extraña… Sonrío porque es un buen número hasta sin rima y me froto porque en la cuenta atrás… tan solo he comenzado desde el principio.

domingo, 27 de septiembre de 2009

Nemesis, la voz de los muertos.


Llego un mensaje al busca… Sabía lo que era pero esta vez a diferencia de las demás veces la lista concluía. Por lo que a la luz de los conocimientos tan sólo estaba dándole algo más de tiempo a mi última victima.

No se si se lo merecía porque para mí… ese detalle era tan insignificante que en una lista de prioridades acabaría cerca del último punto. Su ficha estaría colocada en los archivos de la compañía con la clave que me enviaban.

Bese a Nemesis antes de depositarla de nuevo en la mesa… me había pillado lustrando a mi único amigo, adecentándolo para su ultimo baile con las estrellas… porque era así… yo soy… o mas bien comienzo a ser era uno de los sicarios de una empresa caza recompensas.

Realmente éramos un equipo de gente al margen de la ley que sin estar vinculados a ningún organismo internacional conseguíamos infiltrarnos en cualquier lado por muy dura que fuese la burocracia.

Un grupo desorganizado que tenía sedes en los principales países desarrollados. Mi sección?... esa aun es información confidencial. Solo mi pistola y yo, sabemos a quien servimos y lo hacemos con diligencia y sin demasiadas preguntas.

Leo el mensaje y meto la clave en el ordenador. Aparece mi foto y después la luz se marcha en un sonoro chasquido que hace que se caigan los plomos y la corriente desaparezca de todos los sitios.

Cuerpo a tierra y la mesa convirtiéndose en un improvisado parapeto que me cubre hasta mi dorado amigo… ruedo por encima del hombro mientras la ventana de mi derecha se hace añicos para dejar en el salón de mi casa frente a mi a un tipo enorme de al menos unos 120 kg que no parece muy amistoso con su rifle.

Le miro a los ojos justo cuando acciona su cargador apuntándome sin más… Por mi parte pienso que es un descortés y tiene una gran falta de respeto… por lo que mientras giro esquivando la ráfaga de perdigones que quedan incrustados en mi sofá… recojo con la mano una esfera de piedra a modo de pisapapeles…

Resuena el cargador de nuevo y a continuación como los huesos de su nariz se fracturan frente al impacto salvaje de un bolazo que le manda directamente por donde había entrado.

No me gustan las visitas, ni que intenten joderme… agarro a Nemesis por la culata cuando dos tipos entran a la vez reventando la puerta de casa… Disparo como quien cose a balazos al mayor hijo de perra del mundo… alternando un blanco a otro… de sus bocas manan sangre mientras arrojo los casquillos de mi revolver al suelo con un repicar de campanas celestiales.

Mi pistola sonríe ardiendo en deseos y yo también para complacerle… arranco las palabras del único que ha quedado moribundo… después le vuelo la cabeza para que comprenda que no se debe de atentar contra un cazador.

Salgo por la puerta y desaparezco tras el umbral de la casa de enfrente. Cierro la puerta tras de mi mientras escucho como la segunda oleada entra como elefante en cacharrería en mi antiguo hogar. Abro la trampilla y desciendo a la casa de abajo… sigo haciéndolo sin mayor demora hasta llegar al sótano del garaje.

Me encanta haber planeado mi vida con un pesimismo tan soberbio que me haga salirme con la mía aunque me hayan intentado jugar una mala pasada. Mando un ultimo mensaje a mi ex jefe diciéndole que voy a ir a por el… y que no se preocupe porque por mi puede pasar un buen día.

Ruedo debajo de un turismo para deslizar la rejilla que me lleva a un pequeño zulo compuesto por una tenue luz… un colchón con manta y una nevera con agua y barras energéticas. Coloco a mi amigo el cual me acaba de volver a salvar encima de la nevera.

Escucho los pasos de mis perseguidores durante media hora mas… buscando como locos algo que ya se ha perdido… no quieren fallar porque les costara la vida. No llegan a comprender que su existencia se debe a que no han tenido más oportunidades mientras que yo estuviese en plantilla.

Yo vivo y ellos mueren, porque no todo esta en matar… sino en el talento de un asesino. Todo el mundo puede matar a otro… el secreto es que solo unos pocos sabemos elegir como y con que hacer lo que mas nos gusta. Acaricio el tambor mientras entono en voz baja una sencilla letanía.

Doy a cada bala que duerme en su interior el nombre de mi victima… cada una impactara en un sitio… su lugar adecuado. Extraigo de debajo de la cama una Beretta automática en tonos plateados. Le inserto un cargador y cojo tres mas por si las moscas. Me tumbo en la cama y cierro los ojos.

Visualizo a mi victima y le dibujo una diana… cruzo mis dedos encima del pecho y me deslizo a un dulce sueño de venganza… no hay prisa… ahora comienza el placer. Olvido mi pasado… extraigo de el toda la basura que no me servirá mientras planeo paso a paso el plan de acción.

Pasan las horas y cuando todo esta masticado me sumerjo en un placentero sueño… cuando despierte acabare mi trabajo… ahora solo queda esperar… la paciencia s tumba a mi lado y me abraza… El silencio llega por fin y todo queda en calma.

Dentro de un par de días despertaré y al final del día habrá unas cuantas ratas menos en la ciudad. El tiempo es el mejor amigo de un asesino… para nosotros no pasa… sino que en verdad nos acerca a nuestro próximo destino.

El muere y yo sobrevivo, no habrá jubilación… simplemente justicia.

sábado, 26 de septiembre de 2009

El rey de mi mundo.


Yo soy Samuel… pero me puedes llamar Señor S.

Suena raro pero es así, porque soy el amor y dueño del mundo entero… Paso el día durmiendo o corriendo a mi manera por cualquier sitio que abarque las 2 hectáreas del terreno donde vivo… o directamente por donde a mi se me antoje ir… porque de todos es sabido que un rey va por donde quiere y no por donde le dicen.

La segunda cosa que mas me gusta además de comer y lamer mi propio pene es que me rasquen… me paso el día de unas manos a otra. Tengo estilo y aunque en ocasiones eso pueda matarte… a mi y mis argucias nos va muy bien por el momento.

Paso por delante y compruebo a la distancia adecuada la predisposición del humano de dar cariño… doy unas vueltas estudiándolos a todos y cuando me decido, es sencillamente simple. Me subo al sitio donde este sentado y me pongo justo al lado.

Bueno eso es al principio… después de un rato y si lo hace bien me pongo boca arriba y desde ahí puedo adquirir casi cualquier posición pasando por la de bicho bola y lechoncillo estirado en un horno.

Todo es posible cuando tengo dos manos surcando mi piel y aliviando algo que no sea sufrimiento… pero sin dejar de poner cara de pena pues esa es la habilidad de los chantajistas. Así que si… tengo una vida plenamente dedicada a la vagancia y el reposo… con intervalos de hiperactividad alternados con masajes de varios tipos.

Adoro mi cojín… y es mío porque nadie más que yo puede tirarse ahí sin que tenga que enseñarle los dientes. Por lo que mi mullido compañero y yo compartimos todas las noches estrelladas de Ibiza.

A veces ladro y otras no… es como una pistola de un estúpido… todos miran atentos y luego algunos terminan decepcionados… ¿Por qué?...

Porque se piensan que tengo que hacer realidad sus pensamientos e ilusiones y no… yo tengo las mías propias, soy muy listo a pesar de mi añito de edad… casi siempre me salgo con la mía… para variar. Pero eso si… tienen la mala costumbre de evitar mis violaciones en serie…

Y es que yo paso mucho de las demás perras… pero eso si las humanas y sus aromas… con sus dos manos suaves y delicadas y sus muchas atenciones incluyendo como se dejan lamer sus bonitas y dulces bocas sabor a fresa.

Afortunado es poco cuando no tengo dedos para enumerar las innumerables victimas cuyas piernas han sido montadas… es mas… yo no entiendo de géneros… si el chico me gusta también puede llegar a ser violado y es que la ecuanimidad no tiene fronteras en mi amor.

Soy tan cariñoso que puedo saludar a todos los comensales de una mesa aceptando sus voluntades con una hambrienta ilusión… no me importa el que, solamente la cantidad y la calidad… y no es que sea un ser capitalista… sencillamente porque no tengo bolsillos… pero eso si… tonto no soy.

Y no es lo mismo un bol de comida de perro… que un pedazo de algo guisado por alguno de los cocineros de casa… porque si… vivo con cuatro cocineros porque uno de ellos volvió a la península… además de ello tengo tres chicas dedicadas expresamente en hacer realidad mis sueños y deseos.

Pronto me darán mi trono… me han comentado que soy el rey de la casa… y como vivo en una isla supongo que también de todo lo que abarca el mar… así que los demás perros del barrio me rinden pleitesía a pesar de mi escaso tamaño. Pero es que el poder no entiende de medidas sino de talento. Y de eso no me falta desde la cuna.

Mi vida es tan anómala como mi historia… nací por cesária siendo el único de mi camada… ya grande con mi barrigota y mis patatas cortas y robustas. Lo hice muerto por lo que tuvieron que reanimarme hasta que me queje por primera y ultima vez… porque eso no va conmigo.

Soy pequeño y feliz, porque mi mundo se puede reducir a un pedazo de hueso o a la totalidad de lo que pueda mirar o escuchar. Tengo tres ovejas, una cabra y dos perros a mi cargo y es que nada queda fuera de mi control.

Y es que aunque la vida sea difícil… no hay nada mejor que hacerla tan fácil como debería ser… me deshice de todos los interruptores que no podía presionar… de morder objetos que no fuesen alimenticios y de no usar un baño en mi vida porque a mi disposición encuentro a todas las plantas de casa.

Pero ahora… voy a dormir… no tengo sueño, pero se que encontrare a alguien tirado en el sofá y es mas sencillo rascarme un rato y que me quede dormido a dejar que de ruido y es que yo soy muy silencioso si me prestas atención… sino puedo ser tan molesto como un grano en el culo.

Y es que no soy el Señor S. por nada… sino porque soy el ultimo samurai. Un guerrero habilidoso que lucha por la justicia y el amor… lo que digan los demás va de más porque la verdad es la realidad de mi vida pues yo no pienso. Solo disfruto actuando en cada día de este carrusel que es el teatro de la vida.

Un día y otro tachándose sin parar en el calendario y a mí surcando la extensión del tiempo como quien cabalga sobre una pradera infinita con la tranquilidad de que nada malo puede ocurrirme mientras siga siendo yo mismo.

viernes, 25 de septiembre de 2009

Viejos conocidos


Indiferencia rezuman los poros de tu piel. Se nota en el ambiente, incluso se puede palpar. Ahí girada pareces ausente… abandonada a cualquier reflexión que no sea la que masticas entre los dientes. No hay duda… ni siquiera me lo planteo.

Ya no estas ahí… quizás en otra parte donde te encuentres en paz. Tu cuerpo continua pero tú ya estas a miles de kilómetros en un viaje que tu sólo conoces. Eres un león en la inmensidad de la sabana.

No digo nada porque el peso de mis palabras haría mucho ruido al caer y acabarían con este silencio tan majestuoso… sólo se escucha el pasado rompiendo contra las rocas. La espuma desaparece justo antes de la siguiente ola. No hace daño… solo es un juguete reiterativo bonito de contemplar.

Me decido a perder un poco mas de tiempo… he mirado la agenda y tengo un par de huecos, por lo que decido sentarme en el suelo… Cruzo las piernas y dejo que mi centro descienda hasta acomodarse a la gravedad… bajo lentamente sin hacer ruido y me sincronizo con lo que me rodea… suena el aire y cada cosa que aunque no tenga vida le de por decir algo.

Todo tiene su mensaje… en tu caso en cambio perdiste lo que tenias que decir y no te queda nada… absolutamente nada y has decidido guardar silencio para ahorrar. Me gusta tu estilo… es algo arisco, pero yo tengo piel de roca y en el fondo he acabado usando las mismas armas.

Eres un gato… se lo que había contigo antes de jugar a nada… no tienes dueño y aun peor… tienes el celo de quererlo y no tenerlo porque nunca te decides por nada… unas veces si… otras tantas no en la majestuosidad de tus andares y trasiegos.

No tienes rumbo porque funcionas a estímulos eléctricos que dirigen tu dirección hacia un lado y otro… un andar errático cargado de buena suerte por caminar de puntillas por el mundo. Escucho tu ronroneo pero tus ojos no expresan ningún pensamiento salvo que muestran el reflejo de tus pupilas felinas.

Un espejo que refleja la realidad de tu persona… pero que oculta la actividad en el cerebro… nada de agujeros… prefieres las rendijas. Realmente son mas sugerentes… y bastante mas misteriosas… pero muchas de esas cosas pueden matar a un gato. Y tú no dejas de serlo.

He vivido muchos años estudiándote sin que te des cuenta… un perro es mas fácil… es como un hombre hace lo que piensa… no dan rodeos… simplemente actúan. En cambio… no dejas de ser una mujer. Con tus dobles intenciones y tus triples sentidos.

Tengo un traductor de todos tus gestos y también de tus palabras… Pero he acabado apagándolo porque sinceramente gasta mucha batería. No merece la pena y ni por asomo es productivo… prefiero mirarte y saber que estas en tu mundo.

Son dos formas de asaltar peceras… yo vivo en ellas, tú las expolias con habilidad… cada uno su don y sus talentos. Y ahora he conseguido tolerancia que es como tu indiferencia… pero con mas estilo… cada uno en su sitio y los dioses en todos… así que no voy a vaciar mi pecera porque vayas a rachas.
El viento funciona así a su vez… pero la diferencia es que el viento es un fenómeno global y tú solamente un individuo unitario. Me da igual que creas o pienses que eres especial…

No!!!... No eres mas especial que un grano de arena… porque guardas demasiados prejuicios hay dentro de cabeza plana… por no hablar de las muchas cosas que te disgustan… y tus maneras… que por supuesto opinas que son las perfectas y no caben otras porque no se te antojan…

Y yo me río… por lo irónico del asunto… me levanto y me acomodo mi ser hasta que vuelvo a ser un coloso a su lado… Nunca le ha importado ver lo que realmente soy sino su reflejo en mis pupilas… mientras que yo prefería mirarla a ella. Misma admiración… mismos objetivos. Puede que parezca la misma cosa… pero ni por asomo lo es.

Ya es hora que de que me marche… me despido y dejo el silencio en tu compañía… mullidito como te gusta porque las caricias de soledad son mas placenteras porque no tienes que dar ni gracias ni explicaciones.

No me importa nada, ni tampoco que nos vayamos a cruzar… me he acostumbrado tanto a tu presencia que he terminado por aceptar que estoy destinado… hay muchos como tu… pero tu tienes unas manchas características colocadas de cierta manera… las reconozco hasta en la oscuridad porque he estado contigo el tiempo necesario.

Y son tus ojos miel dorada los que me hechizaran una y otra vez a probar suerte cuando cae el sol… porque en la hora de las brujas… solo haces casos a los demonios… y ahí no me manejo tan mal… porque en ausencia de luz solo importan dos cosas… tener las pupilas grandes y un buen olfato.

Llegas cuando me voy y siento tu mirada saboreando mis andares mientras desaparezco… nunca acabaras de aclarar tus deseos porque haces los caldos hirviendo solo agua porque piensas que los ingredientes caerán solos. Tienes buenas ideas y las dejas por el camino…

Demasiada intencionalidad y poca nitidez… Haz lo que quieras porque ha donde estas tus garras no pueden alcanzarme. Nunca evitare cruzarme contigo… pero recuerda mis colmillos son como dagas y tengo tantas flechas como palabras.

Quédate en el pasado arañando los recuerdos pero deja de pensar y creer y comienza a actuar… porque el tiempo pasa y tu estas en un mar de arenas movedizas… tienes suerte porque pesas poco y vas de puntillas… pero no creas que todo perdura… no tienes tanto aguante como crees por mucho que bailes.

La justicia viene cuando le parece oportuno… es jodida y es cruel… te parecerá injusta… pero como te dije… no todo es lo que te parece… y la justicia es parecida para todos también existe la jodida y extraña realidad. Algunos andamos por ella… otros viven en paralelo. Para ti tu tiempo yo me quedo con mis caricias y mis abrazos.

Hasta pronto… los dos sabemos que nos volveremos a cruzar.

jueves, 24 de septiembre de 2009

Closing summer


Se escapa el verano en cortas caladas de cigarro… se extingue entre los últimos calores húmedos de la temporada. El cielo muestra claros y nubes a intervalos regulares y cuando le apetece truena y todo se llena de agua fría que se clava hasta el alma...

Clausuramos el verano de las nubes y las hojas… se acaban lentamente como las cosas que se han disfrutado… a bocaditos pequeños y mimados. Todo tiene su cierre cuando la música deja de sonar.

Sabe a costa y sal… a la capa salobre que queda y perdura en los labios hasta horas después… a la fina arena luchando estoicamente contra toallas y agua… persistiendo asida a cualquier parte donde pudiera esconderse.

Odio a la arena tanto como se puede odiar… intento olvidarme de todo cuando camino descalzo sobre ella intentando no hundirme y empeorarlo… voy de puntillas como un gato… todo va bien hasta que te sientas… luego nada es como era, ni volverá a ser como llegó… nada perdura en la playa porque hasta ella requiere algo de tu presencia.

Pago la aduana llenándome del polvillo de tierra que termina hasta asaltando los bolsillos… el pelo… la toalla… todo… es un ejercito implacable y salvo en el agua no puedes huir porque al final… te estará esperando… no somos peces ni duraremos eternamente… ella simplemente lleva una vida entera esperando a cazar al mono que estúpidamente se bajo de los árboles para andar como un hombre.

Sabía que terminaríamos por caer en su tamizada trampa… no tenia prisa mientras el tiempo se erosionaba… y el aire la convertía en la primera aerotransportada. Acabe en una isla… y ella ya estaba allí aguardando mis flaquezas.

No entiende de sol ni de luna… su única existencia plena es la ocupación plena… injusta pero necesaria… solo los pájaros la usan amistosamente en sus baños secos… los mamíferos en cambio… sin plumas caemos incesantemente en la sequedad de su tacto.

Prefiero la sal que la arena… pero en mi verano blanco han existido todas las texturas… Se ha gastado rápido… casi efímero como las estrellas fugaces que caían sin cesar entre los pinos del horizonte… todo empezó rápido y termino demasiado pronto.

No acababa de llegar cuando ya me estaba marchando… una pena y a la vez una inconfesable alegría de poder recordar lo sucedido. Las vueltas que da la vida y acabe en un sitio que se movía bajo el peso de la armonía y las estrellas…

Recuerdo las lunas llenas perdiéndose en el mar… y los amaneceres dormido junto al enemigo… contaba estrellas y pintaba líneas que dibujaban el destino de las cosas que estaban por caer… acabe enrejando el cielo para que no se perdieran mas cuerpos estelares… hice una red entramada que pudiese salvar a todos los deseos que no llegan a cumplirse y que quedan flotando en el silencio que deja el rumor del viento en las ramas de los montes.

Suspira y el frío eléctrico te hace sonreír con la caricia de un ángel camuflado entre tantos caídos… te acompaña y te dice que todo terminara por salir bien mientras en la otra mano te da algo que probablemente te lleve a la perdición, pero no a nadie le importa y se aleja… dejándote con la duda existencial de lo que esta bien y mal.

La elección es lo ultimo que se pierde… y que nunca se vuelve a repetir “aquí es el momento y ahora el lugar”… se escapa en el pasado con sus intenciones escondidas en una cajita que nadie abrirá. La vida continúa y quedan muchas monedas que lanzar.

Llega el otoño vestido de más hojas, pero esta vez de todos los colores… un enredado vestido que abriga un tiempo y después desaparece dejando la realidad del duro invierno que vendrá a visitarnos.

He disfrutado el verano… tanto como cualquier otro habitante de esa isla mágica que no conoce fin alguno que no tenga comienzo… intenta atraparte y dejarte amarrado a una existencia que depende del firmamento. El sol acuchilla las mañanas cantando junto a los gallos cuando el horizonte comienza a volverse celeste.

Y la luna en cambio aparece con su brillante palidez en cualquier momento que quiera picar al sol… una temporada extrañamente jodida un paraíso asaltado constantemente por la sed y el hambre que no nos dejaba descansar ningún día.

La música de fondo guiando las masas de gente que tendían a dispersarse cada uno en una dirección cuando el silencio llegaba… gente como ovejas disparando con toda la química que pudiera encontrar en los botiquines de emergencia que andaban dispersados y que siempre aparecían de nuevo, añadiendo a esa suma muchas cabras que iban caminando por todos los lugares que parecían demasiado peligrosos para ser transitados sin la suficiente locura.

Se agota el tiempo y mi pasado se despidió de mí con una semana de tormenta eléctrica que pintaba el cielo de relámpagos zigzagueantes… de la lluvia de todos los tamaños y colores que caía en todas direcciones en forma de una delicada despedida en forma de lágrimas… Muerte a la arena mojada que quedaba atrapada por una fina película de agua que no te salvaba del barro pero si de la reseca realidad. Lloros y alegría mezclados con la mezcolanza de la nostalgia y los recuerdos

Resacas cabalgando a primera hora de la tarde y que te llevaban a ningún sitio donde poderse salvar del trasiego de las moscas matutinas y una desquiciante humedad que salvaba en las cocinas. Adoro el calor seco que corta la piel… a partir de las 12 podía respirar sin que tener que usar las branquias y entonces la piel de lagarto brillaba bajo el sol de la mañana en cualquiera de las piedras donde fuese a tumbarme.

Repto en la historia con cuidado de esquivar los bancos de tierra y las arenas movedizas… no pensaba quedarme allí aunque a todos les diese por la misma brillante conclusión. No podía vivir en una pecera rodeada por el mar… todo quedaba al otro lado de la isla y acaba deseando volar como las gaviotas por lo que rebuscaba entre mis bolsillos y terminaba perdido en cualquier sitio que no fuera al que me destinaba a ir.

Pude completar mi misión antes del que pitido del árbitro concluyera la partida… acabe centrifugándome la arena mediante vueltas de campana y huí del mar en la última semana para que el azul no cerrase mis heridas tan pronto.

La arena blanca se despidió con mensajes subliminales de esperanza y disculpas que desde el avión no parecían demasiado convincentes… quizás fuese la luz, aunque también podía ser que nos conociéramos lo suficiente.

No me despedí de las cosas que me gustaban, porque sencillamente no creo que nada termine por encajar en los miles de puzzles que medio complete entre los nenúfares y las ranas… sentía el frescor húmedo de las charcas bajo el bochorno duro del verano.
Ahora viene el otoño vestido de gris y con tonos pardos y marrones… llega el viento para llenar de hojas las historias de mis pasos y vestir con crujientes palabras todas las calles regadas por el silencio.

Una brisa y las hojas secas se dispersan en un futuro no muy lejano… saben donde van porque alguien se lo dijo… era el momento y estaban preparadas… solo había que dejarse fluir y el problema estaba resuelto.

No quiero que me devuelvan mi verano porque en su conjunto ha sido perfecto… eterno ciclo de cal y arena que me mantiene vivo y alerta… se echan tantas cosas de menos como de mas… al final la ecuación se balancea y llega al equilibrio de no tener que andar por la cuerda floja con los ojos vendados.

Siento el aire acariciar mi piel… me susurra el futuro mientras que aunque permanezco aquí voy camino a otra parte. Sigue la partida y las fichas están en la mesa decidiéndose a dar el siguiente paso. Pérdidas y ganancias esperando a ser repartidas de nuevo.

Una mano que se inicio hace demasiado tiempo y que le queda por culminar… siempre que a alguien le de por repartir nuevas cartas. Una sencilla elección tan mecánica como importante. Un instante con una existencia cosida a la costura.


miércoles, 23 de septiembre de 2009

El fin del comienzo


Noto la sangre en el agua… casi se puede masticar su sabor y cuando lo hago crepita por las palabras que flotan en ella… se han escapado por la brecha de mi cabeza e inexorablemente han ido una a una haciendo una sopa con la que formar historias liquidas.

La vida se mueve o al menos yo lo hago dentro de la bañera… se forman remolinos de las palabras que sueñan con chuparme hasta el fondo para que no vuelva a salir de allí… me zafo de cada la totalidad de los torbellinos y me hago otro largo mientras el diccionario pretende devorarme de un solo mordisco certero y preciso… para después engullirme a su antojo.

Al final un círculo de sinónimos logra salvarme del apuro y la marea roja va en busca de otra victima con la que alimentar sus ansias de conocimiento. Me relajo acariciando la superficie del agua con tanta suavidad que solo hago unas cuantas ondas sobre ella. Aparece una imagen y las palabras llegan continuación… cada una diferente… todas con el mismo significado.

Sonrío y la felicidad llega junto la alegría y lo pintan todo de verde y amarillo… vivo en un lago de sangre rodeado de una pradera infinita de fábulas y cuentos… el sol vierte sobre mí su luz para darme un toque de canela y así sin saber lleno de mi aroma el cielo que aun continua azul.

Me sumerjo en la historia de mis vueltas de campana en una lavadora que centrifuga demasiado fuerte para que el daño se sienta intenso y puro… el plasma sigue fluyendo descendiendo por mis cabellos, pero cada vez se va volviendo más denso en la caída… me esta convirtiendo en una estatua sanguinolenta más dura que la propia carne y el hueso. Me siento de casi de piedra cuando noto que las heridas solo acarician mi piel y no la penetran porque a toda mi vida le ha dado por protegerme hasta que llegue la fecha de caducidad y a ella no soporta no cumplir bien su trabajo.

Las cicatrices ya solo son un vestigio del sabor de la sangre mezclada con dolor… es dulce y a la vez amarga por lo que termina englobando toda la lengua en un circulo perfecto. Sencillamente sublime cuando los pinchazos se sienten tan finos como una aguja milimétrica que entran y salen en un suspiro.

Me falta un trozo de diente que debió salir disparado en algún momento… al ratoncito Pérez le parece injusto y me ha regalado una colección de historias que guardaba en un baúl en espera de que llegase el momento adecuado. Harto de esperar me las ha regalado y me ha dicho que me cuide… irónicamente le agradezco el comentario.

Agarro sus historias y las meto en la bañera… la sopa de convulsiona antes de que la tinta se disuelva en el agua… Pequeñas pirañas acaban con el papel en blanco y terminan de digerir las palabras del ratoncito. Todo entra lentamente por los poros de mi piel… con orden y calma, lentamente mientras el calor va aletargándome… Los golpes de mi figura se van sanando y la historia de mi vida comienza a ordenarse con su particular caos en mi cabeza. Asimilando cada verso… cada estrofa que termine por derrotar a la amnesia del instante que me olvide de todo.

Las cosas malas siguen brotando de las heridas y culminaran el proceso perdiéndose por el desagüe… succionándolas por una tubería infinita donde perderse o directamente ocultarse para crecer el día de mañana. Yo las libero y ellas huyen aliviadas por la ausencia de venganza.

Todo va casando hasta devolver la belleza de una esfera de cristal transparente donde lo que buscas aparece en su superficie con la ayuda del tacto. Toda la información acumulada durante el desarrollo de la trama de una existencia dedicada a aprender a escuchar. Ahora es el momento en el que después de que todo pareciese que iba a terminar fatídicamente… se renace de las cenizas del humo y condensando el tiempo vuelves a colocar todo desde el inicio.

Puesta a 0 y tiramos de nuevo los dados… la historia se escribe sola y cuando el agua vuelve a ser agua… con toda su nitidez insípida me doy cuenta de que he vuelto a asimilar todo lo que había dejado abandonado en la cuneta en un manojo de harapos cuando todo empezó.

Las he recogido con el cuidado del que coge uvas tintas para realmente saborearlas… con cariño y esmero de un amante… he terminado filtrando la experiencia de lo sucedido y subrayando las partes interesantes. El resto ha sido descartado de permanecer en el paraíso… a la gran mayoría le ha encantado la idea y el vergel ha terminado por convertirse en un jardín lleno de cientos de flores.

Las nubes pintan sobre los huecos de azul acomodándose con sus contornos para capturar la imagen en un trozo mullido. La sangre ha parado de salir y las marcas desaparecerán al final del camino… solo son un recuerdo a carne viva de las historias sucedidas.

Me sumerjo en el olvido con la seguridad de que lo importante sigue intacto… los golpes se difuminan hasta volverse caricias. Las sirenas han cesado de cantar para llevarme al fondo del mar y ahora aliviado veo como todo va desapareciendo por el sumidero como una quimera diluida que no regresara.

La música ha regresado y de nuevo suena como en casa… las guitarras han vuelto a ser eléctricas y las voces luchan por sonar por encima en una legendaria batalla a vida o muerte.

Cuando todo ha terminado seco la piel con el talento de un escriba que meticulosamente va sellando letra a letra la historia escrita en mi piel con la tinta roja de cada uno de los relatos que componen lo sucedido y lo que sucederá.

No tengo ninguna prisa porque el tiempo se ha congelado… lo se porque lo abandone en la cara oculta de la luna mientras que volando contemplaba su sonrisa fina y alargada. Cuido de mí mientras surcaba el cielo desprendiéndome de todas las cosas que me mantenían amarrado… El sendero se va conformando con las baldosas amarillas que Dorothy acabo por desechar.

Sonriendo vuelvo a caminar por la ciudad de los sueños con la certeza de que el silencio esta ahí para que le escuchen los que están cansados de hablar. Mascullo un puñado de palabras y después regresa la soledad con una botella de vino y dos buenas copas.

La descorcha con los dientes y sirve una buena cantidad. Brindamos por la experiencia y ella porque al final todo termina por salir bien. Volvemos a las andadas y eso es bueno porque el silencio sabe que tan solo estaba condensando los pensamientos en un fino hilo con el que zurcirme las heridas que aún están por cicatrizar.

Se van cerrando los sueños en una espiral que comienza en un punto negro que cambia como las pupilas por la noche… es el final o tan solo el comienzo porque todo puede girar como una moneda en el aire. Tan solo somos puntos en el horizonte. Unos simples personajes de un autor anónimo con buena caligrafía y un saco lleno de ideas que narrar.

Hijos del sol y la luna que viven sus relatos entre sangre y sudor… como la vida misma.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Go

Últimos momentos… las palpitaciones son terribles mientras me aferro a algún paquete desperdigado por mis bolsillos… Rebusco hasta que consigo tantas cosas mono necesito tanteando a la gallinita ciega hasta que la combinación hace florecer una sonrisa en la desesperación.

Quedan horas sencillamente para lo que se había vuelto normalidad incluso rutina desaparezca debajo de una masa de agua uniforme que sepulte todo lo que era yo dentro de la isla. La isla me llama pero yo llevo ya un tiempo comunicando.

Me ido apagando mis funciones hasta reducirlas al mínimo aceptable y ni siquiera la simbiosis con la tierra funciona ya. El problema se ha ido resolviendo poco a poco y ahora que no hay nada que solucionar mi presencia es tan innecesaria como un salvavidas en una piscina de plástico.

Demasiadas normas y reglas que saltarse a la torera con un par de cervezas bailando en mi estomago. Un trago mas y todo se ilumina junto a la pista de despegue. Me aferro a mi asiento como un pulpo que le cuesta desprenderse del fondo marino.

Todo va a ir mejor a partir de ahora, pero no deja de aferrarse inútilmente a lo que había sido su existencia últimamente, me abrocho el cinturón mientras otros intentan levantarse de sus asientos y dejar el avión. Las azafatas cierran las puertas rápidamente para evitar que los remordimientos hagan que medio pasaje se arrepienta de su salida.

Doy al play para que todo continúe de esa molesta e indigesta situación de gente que no tiene claras las prioridades. Unos intentan huir… otros se quedan, no solo por que no tengan nada que perder sino porque no tienen algo que ganar con todo eso.

Todo sube y el peso baja para no perderse en un mar de sensaciones… El equipaje esta lleno de recuerdos e imagines que no perder en el olvido… algunos dicen que no lograría salir de aquí… aunque realmente ellos son los que no consiguen hacerlo porque piensan que sus circunstancias aun les ligan a seguir en la brecha.

Mi reloj ha terminado por volverse a 0. Y cuando eso ocurre ya nada importa porque todo ha concluido… lo que me mantenía condenado en la casa de las hojas ha terminado por ceder y ya no mantiene ninguna cadena que me vincule a continuar.

A pesar de todo no me olvido de despedirme uno a uno a todas las personas que han intervenido en la historia de cualquier personaje principal que estuviese en la obra. Los aplausos siguen sonando en el eco del pasado… es un clamor apaciguado y relajante que va escapando.

Todos quieren que me quede en sus vidas… a seguir iluminándolas con sonrisas y historias sumergidas en la sinrazón de la locura. Le pido disculpas para que sus voces cesen de resonar… Exigen que pague mis deudas…

Les devuelvo el polvo que había quedado agarrado al fondo de mis bolsillos. Reparto los granos a partes iguales. No hay diferencias entre los personajes que se agolpan a los meses de mi estancia. Todos tienen el mismo valor, sólo cambian los rostros y las maneras de expresarse conmigo cuando el silencio llegaba a mis días.

Ahora todo vuelve a empezar con la facilidad del que construye un mundo con trozos de barro… solo necesitas una buena mesa vacía y una imaginación desbordante con la que dar a algo vida de la nada.

Despega el avión y mis historias se quedan enredadas en la pista… se despiden esperando a que algún día regrese… Sonrío porque las bocas del pasado no son capaces de recordar lo suficiente cuando llega el futuro y se pierden en el silencio del que espera sin certeza.

viernes, 11 de septiembre de 2009

Cala Compte

Las cosas suceden solas… aspiro una calada mas mientras que la música sigue su curso… el bolsillo ha acabado por vaciarse y en cambio mi garganta no ha parado de ingerir cada vez mas cantidad de alcohol.

Un poco mas… y otro hasta que mis pies han dejado de tocar el suelo… ahora floto, pero no es como volar… sino sencillamente es como ir montado en una nube tratando de todas las maneras de no caerme al vacío. Las notas se chocan contra mi cuerpo y ya no recuerdo cuando deje de bailar por última vez.

Las camareras sonríen al verme llegar despistado como siempre y ya tienen preparada mi bebida favorita antes de que mi cabeza se organice para pedir una nueva bebida. El dinero cambia de manos y hace un par de rondas que ellas directamente me invitan con la condición de que me cuide un poco más.

Sonrío y agarro el cristal con tanta fuerza como aun le quede a mis dedos… el vidrio cruje bajo la presión pero la garra cede en su empeño y todo queda en una sensación extraña subyugada a la palma de mi mano.

La luna brilla a la mitad y en esta noche todo puede ocurrir si se le presta la suficiente atención. La chica de la esquina baila como si su cuerpo se desmembrase a cada movimiento, pero siempre acaba por encontrar todas sus piezas derramadas por el suelo de la discoteca…

El compás guía la manada de pies que intentan seguir el ritmo a pesar de que algunos siempre intenten ir a otro diferente… se encuentran perdidos en medio de una colmena con un centenar de zánganos bailando acordes hasta que salga el sol.

Ella sonríe y me trae otra copa… yo miro a todos lados esperando que algo termine por sorprenderme. Me la da junto con un beso en mejilla de recibo y desaparece entre mis sueños… intento averiguar donde ha ido, pero entre el denso humo de mi cabeza todas las quimeras desaparecen sin dejar huella.

Me doy la vuelta y me sumerjo en un mar de cuerpos cimbreándose hasta perder la conciencia… se siente el olor a salitre y allí nadie parara hasta que no le saquen con los pies por delante.

El hombre duende me mira con su nariz aguileña me hace una amable reverencia antes de llevarme al circulo de los japoneses… beben vino y cerveza… y todo eso lo mezclan a golpe de un xilum que tiene tonos a una hierba aromática que en su país consumen.

El humo empieza a hacer su efecto somnoliento… me transporta a una llanura verde rodeado de cañaverales que se pierden en el cielo azul… el viento mece el pasto y dibuja en letras chinas el futuro de mi historia…

Alguien corre hacia mi… mejor dicho algo… un animal de color canela que camina sobre el verde sin crear perturbación alguna… se lanza sobre mi hasta incrustarme en un lecho esponjoso...

Abro los ojos cuando la canción cambia de ritmo… los japoneses me miran atentos en el interior de su circulo de amistades… me he ido a otra parte y ya no saben quien esta peor si ellos o yo… miro hacia un lado y salgo huyendo con su llave de los mundo burbujas hacia el opuesto…

Me despido con una reverencia a buscar donde se ha metido ella… no pienso encontrarla… pero quiero tener algo de intimidad en mitad del océano. Cierro los ojos y pienso en su pelo…

El mar esta frío… y las olas van robándome la resaca… un susurro me llama desde el fondo… se que no voy a lograrlo, pero ayer cuando bailaba… no había mas futuro que un grano de arroz en un vaso de agua.

Ahora solo queda perderme a mi mismo…

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Sarta saroH

Todo se va quemando lentamente como una mecha que no tiene prisa por apagarse… va lenta pero segura de lo que sucederá al final de todo… donde el conjunto estallara sin que nadie pueda remediarlo.

A ella le gusta arder por el campo… sentir la hierba debajo de sus pies flamígeros, ir montandaen un circulo de polvo que va quemándose a su paso… shihsshhh es su sonido y ella silba feliz surcando un cable infinito.

Las cifras van bajando y la emoción se puede palpar en el ambiente… a todos les gustan las explosiones y las tracas… los fuegos artificiales y como no el olor a pólvora quemada… a todos menos al que tiene colocada la bomba debajo de sus pies… pero como en todos sitios y no iba a ser menos este hay un colgado que dice que no le importa nada y que es un gran final… no hay objeciones… tan solo aplausos.

El tiempo va de la mano… te va contando la historia y la escribe con un largo bastón en la arena… sus trazos son continuos y la caligrafía es la de un niño con las letras redondas… todo sucede por si solo como los objetos que caen rodando por una espiral… el suelo se acerca y desde ahí el cielo sigue estando cargado de nubes blancas de algodón.

El viento llega y la llama se inflama en vapores de orgullo… prende rápido y quema aún mas… el silbido se vuelve trueno montado en la cólera azabache que es su montura… el humo se torna negro y la gente huye aterrada porque aun estaban felicitando al chico que usa de asiento la dinamita…

El tipo traga saliva cuando ve al demonio negro corriendo raudo y feroz hasta el barril… le faltaban unas cuantas horas para saborear el éxito… se arrepiente y hecha a huir antes de que todo termine… y a pesar de ello se acaba tan rápido como los gritos del populacho aullando por las calles… queda solo el silencio y el demonio.

Sonríe y todo explota al tocar la llama la meta… todo se llena de luz y el estruendo aterrador de la boca de un demonio que traga fuego… luz fuera y los cristales goteando uno a uno… silencio absoluto… nada queda mas que el humo huyendo en una columna hacia el cielo…

El demonio se ríe porque no hay mayor espectáculo que ser el único en observar una pirotecnia tan salvaje. Adora los caballos de fuego trotando por la columna de humo y las chispas corriendo y saltando en todas direcciones cuando la pólvora de un lado y de otro se saludan.

Recuerda el dragón saliendo del huevo y el rugido del cielo exigiendo el ascenso a la salvación y se estremece en su memoria.

Todos lloran y unos pocos ríen porque no todo lo que no gusta no deja de ser bonito. El fin se acaba y no quedara nada cuando el avión surque como un dragón el trozo que nos separa del destino…

Todos ríen y nadie llora porque al menos escribí algunas buenas historias en las arenas de sus silencios… cuentos con estrellas y lunas que se vuelven llenas… de las serpientes de piedra y los niños burbuja… si…
Un almacén de fotografías metidas en burbujas que un niño hace frotando sus manos… con el mimo del que coge el aire entre láminas de jabón. Luego deja caer su mirada y cuando la burbuja refleja ese recuerdo… queda flotando con la esencia del olor de monte regado por el mar…

Aromas y sensaciones como marco de un recuerdo… botecitos de conserva con tapadera a cuadros. Imágenes en burbuja y sonrisas por los rincones de una isla escondida de los ojos que no pueden verla.
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