Seguidores

lunes, 27 de junio de 2011

Escollera.


Soportaba cada embestida con el estoicismo que sólo alguien de forjado en pura piedra podía lograr. Apuntaba cada inclemencia sin que eso pudiera borrarle la sonrisa, porque según decía era lo último que le quedaba intacto y que sin ella, todo carecía de sentido. Como un piano abandonado en una sala de conciertos criando polvo y silencio, o un molino de viento que gira sin función ninguna tendiendo sus alas al tiempo.

Todo tenía una causa y un significado. La única manera que había encontrado era la de quitarse todo lo que no fuese necesario hasta quedar vestido con lo mínimo y una vez así… Ya no quedaba nada más que disfrutar del placer de las cosas sencillas y naturales, de tomar el sol sin preocupaciones, sin que nada que corra prisa o necesite de tu ayuda sea mejor que experimentar la sensación de tranquilidad… porque desnudo como la roca frente al mar y al viento, sólo un desastre a escala global puede importunarte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...