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jueves, 29 de agosto de 2013

Chikara.



Nunca terminaba ninguno de sus objetivos porque a su conclusión no le era sencillo encontrar el adecuado y por supuesto no el definitivo, pero si replantaba su bosque con subobjetivos secundarios que daban aventura a un camino abandonado por falta de tiempo.

El poder habitaba dentro de su cuerpo de alguna forma inaudita, bebía de el y compartía su mismo oxigeno… a cambio le daba siempre un extra de algo, para que en los momentos difíciles el trago fuese menos amargo. La vida le golpeo varias veces y sigo levantándose con una sonrisa anclada en las mejillas. Sabía buscarle el lado amable a las cosas y a las perdidas las llamaba futuros reencuentros felices y a las dificultades… simplemente entretenimientos.

Porque se puede salir del mismo entuerto de cien formas distintas sólo interfiere el grado de implicación que merece al respecto. A mayor grado… mejores resultados pero eso, no es ningún misterio. Pero a veces ocurre que la gente se olvida de prestar atención y es entonces cuando pierde el interés por mantenerse firme en seguir progresando o simplificándolo continuar creciendo.

Pensar que a la llegada de la madurez, la sabiduría le acompaña… es creer que todo el monte es orégano sin ni siquiera haber plantado un pie allí ni conocerlo. La historia de cada uno se realiza caminando y no quedándose parado. Y ese todo ese camino conglomerado de buenas, malas y peores experiencias lo que da sentido a las preguntar que aún puedas llegar a cuestionarte.

No hay final hasta que el telón baja y los espectadores que han ido sumándose a la obra de teatro se levantan y se acercan a saludarte y a darte la enhorabuena porque sin entrar en detalles ha sido buena entre comillas, pero a su vez hasta ellos saben más de ti mismo de lo que tu sabes hasta ahora. Algunos percibían cosas en ti y sigues pensando que eras capaz de ocultarles tus maldades sin saber de tu ignorancia… al ellos haber pasado por esa edad muchísimo antes.

Así que a punto de llegar a su spring final toca resarcirse e incluso mejorar la carrera que comenzó a solas, se ha convertido en una competición a la que se le han añadido aficionados. A veces uno es evoluciona conforme aprende que la compañía es una fortaleza y que la experiencia compartida suele ser una herramienta tan útil o más que la mejor guía escrita por alguien que actúa para y por su propio ombligo.

sábado, 24 de agosto de 2013

Quimeras man

Espera pero desesperado
mientras lo que imaginó
se malogra con el tiempo,
mas no cesa en su empeño
e inicia un nuevo intento.

La desgracia vive justo
debajo de su cuarto
en el segundo piso
del lado izquierdo.
Pregunta por él a diario.

Cuando logra soñar algo
ella lo torna al contrario
así que por mucho esfuerzo
que trate por detallarlo
nunca logra ni un atisbo.

La pena de su condena
es que encuentra la derrota
aunque suerte tenga mucha,
incluso ingenio más todavía.

Pero la realidad es la otra cara
que como naipe la verdad oculta.

martes, 20 de agosto de 2013

Espejos invertidos.



Muera el león desangrado por el mordisco de un caballo
y vuelva a la vida el difunto al que su viuda guarde luto
que se apaguen las estrellas a una a una al final del verano
cuando el frío se cubra con edredones en medio del otoño
para que nunca habite entre nosotros silencio imperecedero.

Corran los recién nacidos lanzando verdades como puños
delante de todas esas tías horribles que abruman con besos,
porque hasta el ser más indefenso sabe distinguir la belleza
y así decidir por si mismos que es sapo y que una princesa.

Que se extingan las morbosas noticias a la hora de la comida
para poder comer en paz sin que la pena ensombrezca la alegría
de lo acaecido durante el día porque no es titular en la prensa
y sean sustituidas por documentales de naturaleza y ciencia
que digan de donde venimos y al lugar que vamos con certeza.

Anden las aves y vuelen las personas para ejercitar el alma
y evitar que la obesidad siga siendo una enfermedad sin cura
porque todo el mundo tiene un soñador durmiendo en su azotea
o ha tenido un pájaro azul viviendo dentro del pecho alguna
temporada que sin llegar a ser la mas memorable, jamás se borra.

Lloren las vírgenes y rían las violadas solo por versos sin rima
que den tanta grima como para volver a ser leídos en voz alta
caigan los sentidos igual que una torre de naipes cual condena
de los que no aprecian la vida, su libertad, ni ninguna justicia
para enseñar el principio de la asertividad en primera persona-

Porque sólo en un mundo de privados puede existir la igualdad
que nos riegue como la lluvia que no conoce siquiera la piedad
y que no sean las diferencias más que semejanzas de la unidad
en vez de una triste excusa para mantener ligada a la sociedad
que sigue amotinada esperando el momento de su oportunidad-

jueves, 15 de agosto de 2013

Rock And Roll



Una existencia breve puede significar una eternidad o una vida entera caber en un solo folio. Todo depende de lo vivido y por supuesto lo sentido. Cada mañana despunta el alba bien temprano y cada “adulto” debe ejercer sus labores… hay muchas clases de trabajo, pero se pueden resumir en tres… los buenos, los malos y los que están pendientes de clasificarse en alguno de los anteriores. Dicen que hay dos tipos especiales, los que se pasan volando y los que no cuesta hacerlos, pero como todas las leyendas urbanas, falta contrastar la información adquirida mientras tanto son simples mitos de fantasiosos y soñadores.

Una jornada puede volverse vertical como la pared de un acantilado o puede ponerse cuesta abajo con una pendiente que se va incrementando depende de los éxitos y fracasos acontecidos en ese mismo turno, incluso tener la suerte acumulada de recibir el bote de semanas anteriores.

A veces no se sale del pozo y otras tantas te aburres de gastar energía mientras todo se llena de agujeros negros… esas veces más vale desconectar e irte a otro sitio, no vaya a ser que te toque el premio y ni siquiera estés jugando a ese sorteo.

El resto de días intentas sobrevivir a un nuevo intento, a otra oportunidad de seguir en ese sitio un poco más de tiempo. En ocasiones cuesta hasta tragarse el orgullo mezclado con tónica para que al menos siente bien, otras sólo piensas en la inminente salida al estilo de Pedro Picapiedra. Aunque existen otra clase de días, los antiadherentes. Son días que no se pegan, ni siquiera pesan… únicamente pasan.

Los problemas se acumulan, pero esta vez te has anticipado y has puesto en ese lugar un cubo de la basura de gran capacidad. Te presentas en el trabajo como cualquier día, pero es distinto a todos los demás. Enciendes la luz, el gas y prendes el fuego mientras que el ruido de los extractores comienza a afinar instrumentos en la orquesta. Miras el orden del día y te encuentras de bruces con el desorden de tu cabeza.

Finges sorpresa y le das al botón del equipo y sintonizas Rock Fm y entonces todo empieza a suceder. Cada regalo supera al anterior… las manos flojas simplemente esperas sin apostar, mientras tanto el trabajo sucede sin prisa pero sin pausa, alternando los momentos de disfrute personal con los de sometimiento profesional. Por suerte la música siempre mezcla bien con el arte. Suenan los grandes y también los clásicos. Los monos bailan felices incluso algunos se atreven con las letras. El mundo es extraño cuando se vive en el infierno, porque de donde muchos huyen otros terminan entrando al igual que las corrientes de los mares en verano.

Puede llover mierda durante cien días más, el show debe continuar hasta que salga un trabajo de esos buenos que están esperando a la vuelta de la esquina… tendrás que buscar mejor porque con tanta música a veces estas perdido y te cuesta centrarte. Pero ten paciencia y respira, para y piensa… sino simplemente sigue y disfruta porque las guitarras eléctricas tocan para ti lo que tu naturaleza salvaje echa en falta. Un segundo de aire y mil más de libertad. Detrás suena el metal y el fuego, pronuncian tu nombre entre susurros… y es cuando haces lo más normal en ese caso, te giras y subes el volumen hasta que únicamente sientes el lugar donde se esta en ese momento.

martes, 6 de agosto de 2013

Cosas de casa



Sigo siendo un caminante nocturno, todavía no me canse demasiado como para tener sueño a estas horas de la madrugada. Me pierdo en la ciudad mientras otros disfrutan de sus confortables sueños. Saco la libreta y tacho otro nombre de ella, sonrió porque no he tardado mucho en zanjar ese tema, en apenas cuatro meses he conseguido que alguien se coloque en la palestra confiado de tener todas las de ganar sin  saber siquiera que en el infierno las sogas de los ahorcados son de hilo de araña.

Comenta la jugada con asistentes, su concepto de vida alegre no casa con las normas del demonio porque no tiene nada que ver la sonrisa afilada a los pies de gato saltimbanqui, los dos se pueden reír… pero sólo uno de ellos ha perdido la capacidad natural de llorar.

Hace bastante que sus lágrimas se secaron sellando las glándulas lacrimosas hasta atrofiarlas para no perder humedad en la eterna sequía, la penitencia sólo es un eslabón de la condena que te ata con cadenas al fuego del averno. Pagas con horas y si te portas bien al final de cada día te dan un trocito de tu alma.

La mayoría de las veces, te vas a casa con las manos vacías pero satisfecho por haber sobrevivido una vez más para bailar bajo la luna. En el reloj suenan las tres de la mañana, pero el reo sigue bailando sin aprender la lección que te da la vida a diario. Los chicos de la calle piensan de alguna forma que son los amos del mundo cuando la verdad, es el que no vive en ella quien más trabaja para no llegar a tal extremo. No se puede perder nada cuando se vive abajo del todo, pero es el temor a la perdida lo que más coraje puede darle a alguien. El valor en cambio es la persona partida por el número de miedos que posee.

Cuando pierdes el miedo a todo el valor se vuelve infinito y hasta la muerte aplaude cuando viene a recogerte a la puerta de tu casa. Hay gente que vive lo justo para no morir por accidente y otros que viven por encima de sus posibilidades porque saben que cuando se acaba un viaje, comienza otro distinto. Siguen sin caer estrellas, pero los meteoritos están a la orden del día.

Tacha uno y salva a su mundo interior de no volverse como lo que sobrevive fuera. Le roban la sonrisa y minan su estima. La lluvia de golpes no cesa hasta bien pasado el medio día. Cuando llega el momento para y respira… recoge los fragmentos que le faltan con sus herramientas vuelve al hogar con la cabeza alta y el pecho henchido.
El ahorcado para los gusanos… sólo quiere vivos porque le desagradan los cadáveres andantes… Apestan más de lo que aportan y como buen agricultor siempre fue de sesgar las malas hierbas.

La muerte afila su guadaña los lunes por la mañana, mientras espera dentro de su regalo a que alguien abra el lazo y la libere de seguir esperando a cortar cabezas para que el demonio de la sonrisa no la pierda del todo por quedarse abandonado entre el silencio que corrompe sus letanías

sábado, 3 de agosto de 2013

Coma profundo.


Hipnótico es
el parpadear
del cursor en
una pantalla
que permanece
entera vacía
mientras vive
cual pagina
en un trance.

viernes, 2 de agosto de 2013

Retomando.



Mucho tiempo lleva en piloto automático, sin darse cuenta a penas ha pasado un cuarto de su vida consciente pero sin tener el control sobre la mayoría de las cosas de las que no tenía interruptor. El tema laboral era el más recurrente, tenía un sinfín de obligaciones pero una mierda de responsabilidades que se podían enumerar en dos bloques muy sencillos. Ir a trabajar y una vez allí Trabajar sin causar demasiados problemas, aún menos dolores de cabeza y llevar la máxime de Oír, ver y callar tatuada en el cuello como si fuera un puto mono.

La verdad es que ir en automático era todo más fácil. Apenas llovían marrones y el tiempo pasaba más o menos deprisa según los bailes que se tuvieran pendientes. Los días buenos podías entrar y salir sin darse cuenta de que había pasado todo. Los malos eran bastante peor que un engrudo a base de patata fría y seco como un desierto. Se atragantaban, se torcían e incluso podían llegar a astillarse sin llegar a partirse por lo que siempre había mucho más escondido a punto de derrumbarse sobre uno mismo.

Pero llega ese día en que te dicen que apagues a la máquina pulsando el botón grande y recuperes el timón de la nave y ese día todo vale mientras te haces con los mandos y recibes a fascículos un control que casi había llegado a extinguirse. Nadie pensaba que fuera a lograrlo pero ante grandes desafíos siempre demostraba su valía sacando adelante sin apenas haber tenido el control el último trozo de su historia. Ahora también cantaba y seguía bailando, a veces incluso lavaba los platos o sacaba la basura. Todo eso le daba igual porque ahora trabajaba la mitad y aunque no fuera el empleo de sus sueños con los años había logrado aprender mimetizarse en su exilio por el infierno.

Entre su camuflaje y ser capaz de superarse a diario a veces sucede que tras recibir tantos mandobles, la vida te regala una piel de lagarto y un aguante sobrehumano al dolor o la molestia en cualquier formato.

Recuerdo que una vez perdí el control, y no se si todavía lo he recuperado, quizás no me acuerde de ello porque estoy algo más cercano al limbo de los lunáticos que a la montaña de los muy cuerdos en argentino. Sólo se que nos llevábamos bien pero era mejor incluso los domingos por la mañana.
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