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jueves, 31 de octubre de 2013

Ya casi...



Como siempre vuelve noviembre con su once que le acompaña, mi mes favorito porque a mi madre le dio (no sin ayuda) por alumbrarme, después me pase media vida a oscuras… pero eso ya es cosa mía. Viene con su frío y sus muertos que regresan el primero de sus días. Llega y se va tan efímero como de costumbre, un día nacen escorpiones y al siguiente salen caballos porque de las llamas se puede esperar cualquier cosa.

Para variar todo mi mundo se pone cuesta arriba porque diciembre viene cargado siempre de trabajo y cenas de empresa… y allí donde los fogones esperan las órdenes, sigue mi fuego interior alimentándose para tener más candela quizás en el aniversario de los 30.

Otra noche más en la que no puedo perderme por las calles de mi antigua ciudad a encontrarme con todos fantasmas que hasta desaparecieron de mis pesadillas, por supuesto tampoco estarán todos esos amigos que hacen de una velada como esta una fiesta donde celebrar la reunión a la vieja usanza, con litros de alcohol que entibien la oscura frialdad de una cita en el campo.

Sigo teniendo la misma hambre de antaño de fiestas y eventos, pero incluso un poco menos de tiempo en mi reloj de arena. Ya ni siquiera lo recargo porque los vampiros hace siglos que dejaron de invitarme a su noche eterna, tampoco me importa… puede que la sangre de lobo sirva lo mismo porque al menos ofrece la oportunidad de ver el sol y también la luna.

Continua Frankenstein saludándome con flores cada mañana al otro lado del espejo, como siempre rechazo el ramo porque es demasiado temprano para celebraciones, sirvo un café doble sin leche ni azúcar directamente de la cafetera del demonio y lo vierto frío por mi gaznate a su salud mientras las pupilas se contraen en sincronía con el duodeno. Después me visto como los reyes, lentamente y sin ninguna prisa porque por desgracia reponen los cercanías constantemente en la estación de debajo de casa.

Y vuelvo a la lucha del que no conoce la paz porque nunca cesa el fuego en su trabajo. Mañana sonreiré cuando vea los zombies retornar a sus casas como una torpe marabunta que huye del amanecer y lo haré más todavía porque el 1/11 siempre me causo cierta gracia. Todos se acuerdan de sus muertos y durante un día dejan sin manchar el nombre de los del adversario. Bailaré sobre su tumba junto a los Siniestro Total y camino al infierno siempre por autopista, veré al diablo con su simpatía característica reinar en el averno de la casa de las guitarras eléctricas y suenan los cantos rodados. Allí donde la música suena sin cesar hasta acabar el día.

domingo, 27 de octubre de 2013

Continuidad.




Todavía sigue sin haber frenos para la cabeza
y la inercia continua creando personajes por si sola
algunos son aberraciones de la propia naturaleza
otros tan tímidos luchan por no salir a la palestra
se esconden en lo profundo de cada sombra
esperando que todo esto termine de alguna forma.

Pero cada día amanece con una nueva moneda
que hace posible la vida con otra partida
a cuenta de la mismísima casa de apuestas
donde hay un cartel que reza gana o muere
porque allí no se andan con tonterías varias
no existe la derrota cuando la sangre prevalece.

sábado, 26 de octubre de 2013

Hola Abuelaaaaa (en voz alta tirando a grito).



Hoy llame a tu número y se puso otra persona que me cae bien, pero sigue sin ser tu y tu voz y ese abuela en un solo grito que a ti te alegraba el alma y otro se le hubiese limpiado de cera hasta el tímpano tampoco le ha impactado tanto.

Intento acordarme poco o casi nada porque eras Ciudad Real con sus casas y su clima, cada vez que salía o llegaba de otra ciudad significaba chillarte al portero camino a casa y que tu beso y tú vaso de refresco fuera lo primero o lo último que pasara. Ese barrio siento decirte que ya no tiene tanto encanto y no he vuelto a pisar la que era tu casa desde la vez que estuve. Tus cosas siguen por mi cuarto, con tu olor y tus historias pero ese es tu rastro y lo que queda en mi memoria tangible.

Ahora es como si andases de viaje en el inserso, dando vueltas alrededor del mundo, se echan de menos tus judías pintas y la cuchara del abuelo, también las partidas de cartas en las que no pasaba el tiempo hasta que llegaba el sueño bien entrada la madrugada. Siento a veces que tampoco tardaré tanto en veros en el fondo y que vosotros seguiréis siendo tal y como os recuerdo en esos veranos que siempre se acaban quizás muy pronto y también en esos platos de cristal gastados por una vida, pero toda una vajilla que podía alimentar a toda una familia.

No pasan los años, sólo es una fecha como la aquella frase que decía aquel profesor que estuvo preso y tras años de cautiverio retomó la docencia comenzando la clase con… Como íbamos diciendo ayer… y eso es lo que ocurre que algo dentro de ti te lleva al nombre y Fray Luis de León… y otras tantas cosas me llevan a pensar en mi abuela.

Sigo cocinando… ahora tengo incluso cocineros a mi cargo y a veces hasta les enseño algo, como cuando tu me contabas tus trucos antes de pensar si quiera en el oficio. Ahora puede que hasta te empatase en algún encuentro sin importar el terreno de juego, pero la cocina de mi casa sigue sin tener el aroma que te acompañaba a donde fueras y hasta puedo ver la bolsa del pan detrás de la puerta de la cocina para acompañar esos guisos y viandas.

La memoria sigue siendo igual que jodida, a veces demasiado porque no olvidas nada y eso a veces hasta te hace llorar si merece la pena, por lo que he estropeado momentáneamente el ratón del portátil, pero eso no importa porque todo se acaba secando aunque yo sigo prefiriendo no tender la ropa fuera, tu tenías habilidad en eso… en cambio a mi no me compensa por la perdida de pinzas. Brazos largos en cuerpo pequeño, en el fondo eras muy lista aunque pusieras cara de ingenua con esa sonrisa formidable.

Y no te preocupes por verme un día triste, mañana de seguro me habré olvidado pero M fue a la misa de su abuelo en cambio tú bien sabes que no soy de esas cosas, pero a diferencia del capicúa del tío, tuviste que encontrar otra forma más sutil de acordarme de posiblemente la persona que más me ha querido con todos mis defectos y a la que nunca he mentido porque tenía la capacidad de leer hasta el alma. Las piadosas me las reservo en ese trato con San Judas que tenemos a medias. Yo sigo con ello hasta que vuelvas de las vacaciones, es justo que a veces dejes eso de pedir por los demás en manos del que enseñaste para qué coja practica y soltura antes de proseguir el legado.

Un beso y un gran abrazo de esos como las telas de tus vestidos, suaves y confortables como siempre ha sido estar contigo. Gracias por seguir en mi historia pues nadie como tu me enseño la paciencia para obtener algo que ofrecer como alimento.



De alguna forma extraña esta canción le pega perfectamente...

domingo, 13 de octubre de 2013

Cuando en Octubre cubre.




Llega el frío por la madrugada y se queda hasta bien empezado el día, los armarios se visten de invierno y los árboles se tornan nudistas llenando de ropa las aceras. Con los textos ocurre lo mismo, no es que no quiera… sino que no puedo. Ahora sólo rompe el silencio el castañear de las ideas y el crepitar de las hojas del suelo mientras los folios se amontonan en la mesa sin que la tinta alcance siquiera sus márgenes.

No hay maldición alguna, ni es una enfermedad contagiosa ni congénita… sucede como le pasa a las hogueras, cuando se acaba el fuego llega lentamente el momento de hibernar y hasta que no se enciende de nuevo una llama en un sitio donde pueda agarrarse, todo lo que empieza tímidamente se evapora entre una densa humareda, demasiado húmeda como para prenderse por lo que se pierde entre las sombras heladas. Y sigue esperando escondida en algún rincón inhóspito donde se reúnen las demás decepciones.

Pero siempre germina un día que amanece con una calida sonrisa y el fresco cielo rompe a llorar quizás dolido de no haber conseguido poner fin a este largo verano… vertiendo de esta manera sus frías lagrimas que limpian del cielo toda esa maldita basura gaseosa que desde el cielo debilita sin distinciones a todo ser vivo, y sigue lloviendo algunas tardes y muchas noches hasta que el firmamento se limpia de nubes negras y en su raso helado se distinguen todas esas historias desechadas que en medio de la tormenta han encontrado su sitio. Y ves conejos y dragones… también árboles y decenas de ardillas y entre toda esa fauna escrita entre líneas aparece la locura que en cada ojo fabrica su propio cuento que contarle de noche la bestia de la caverna que esta dentro del pecho descansando placidamente.

domingo, 6 de octubre de 2013

Vida de perro, noche de gato.

Es una poesía que se vive dentro del pecho
como una segunda piel que recubre los pulmones
sin métrica ni rima pero con el ritmo en los pies
no te dice nada nuevo tampoco pero
te lleva a todas partes donde ya estuvieres
o estabas a punto de llegar en el futuro.

Se siente en la piel en contacto con el vello
que no es la hermosura en absoluto
sino eso que te une al mundo
con corrientes eléctricas
y que sabe más
de ti que ninguno.

Caminante ya conoces el resto
y sin un mal gesto
que pueda ofenderte sobrevive la sonrisa
acuchillada en su espalda por la irónica
bañada de sarcasmo
y que no ría el día al llegar el ocaso.

Que no es sino el parvulario de los gatos
esos que maúllan a la luna aunque se esconda
para no sonrojarse con todos los pecados
cometidos si ella estuviera al alcance de estos
y los otros o de cualquiera
que haya estado enamorado.

No hay respuestas escondidas entre líneas
ni renglones a modo de lingotes fabricando barreras
que pueda utilizarse para guardar algo valioso
hay lengua para acicalarse quizás
y el lema de la real academia de las letras
limpia, fija y da esplendor.

Pues de todos es conocido
que la mayoría de los gatos no dejan huella
a no ser que se tenga buen olfato
para encontrarla
y leer en la mirada
el destino que cada noche depara
y se produce de madrugada.

viernes, 4 de octubre de 2013

El gato de la montaña rusa.

El gato de la montaña rusa quiere parar
porque esta cansado de subir y bajar
como una marea eterna de almíbar
que unos días esta dulce como el ámbar
y otras te deja sin poder siquiera respirar.

Ese condenado gato ha gastado ya nueve
de sus siete vidas y aunque cada vez muere
vuelve a resucitar con mucha más hambre
y mucha menos vida dentro de su sangre,
prosigue porque echar raíces no quiere.

Maúlla, araña y muerde para que nadie
se acerque teniéndole piedad y se lo quede
porque no esta echa su vida para pesebre
donde transcurra cada día con su noche
y de esta manera no tener un reproche.

Continua inmortal como el rey del relieve
pues conoce cada curva y cada peaje
del camino entre el cielo y el infierno.
Guarda la plata para el temido barquero
y la miel para los Ángeles de terciopelo.

Salta desde lo más alto y se precipita
contra el suelo con tremenda violencia
dispersando sus sesos de su cabeza
entrañas y vísceras dibujan la estampa
despierta, ríe y llora la siguiente mañana.

El bosque de los deseos.

Hoja tras hoja viste su cuarto como cualquier otoño
sólo que en su caso lo practica durante todo el año
llenando las esquinas hasta convertirlas en un ovalo
fabricando con sueños e historias un hermoso mundo
de palabras brotadas entre esas cuatro paredes y el techo.

Después construye árboles devolviendo a la celulosa
hasta su anterior forma mezclándola con algo de tinta
y bastante más proporción de la reducción de locura
que en esa casa se destila temprano desde la madrugada
dando al fin una arboleda de ejemplares llenos de fruta.

A pesar de ser un firmamento proyectado sobre el yeso
con sus constelaciones y sus nebulosas todo un universo
sin su sol y sin su luna por allí no pasa siquiera el tiempo
condenando su bosque de cartón piedra al mísero olvido
que junto a la guadaña de la muerte espera a su ocaso.

jueves, 3 de octubre de 2013

J. J.



 

Aún recuerdo la primera vez que te escuche
y como se revolvieron mis tripas con tu arte
esa voz que podría hasta librarte de la muerte
pero tu descansas en todas y ninguna parte
para no conocer mañana nunca ni el presente.

Amargo tormento el no haber podido conocerte
porque tenias el tono para mi corazón sangrante
ya que mientras tu me cantas en la ducha no late
dejando que sea el agua y de ti mi propio deleite
para que al día siguiente viva en mi tu simiente.

miércoles, 2 de octubre de 2013

Marchando.



Dicen que si no lo intentas nunca pasará. Así que te pones a ello para no ser otra vez quien aguarda en la barrera. Desde allí sólo salpica la sangre y por mucho que veas, y aprendas simplemente resta salir a fuera a intentarlo por tus propios medios.

Lleva tanto tiempo metido en un bunker que le cuesta horrores despegar todo ese polvo sedimentado capa a capa durante décadas. Es la hora de poner en práctica todas esas horas de observación. Las extremidades le pesan como si fuesen anclas adheridas a las paredes de la cueva, pero la intención es como un látigo que le hostiga por dentro hasta que sus músculos rompen la quietud y  se mueven lentos como un planeta pero tan poderosos como ellos hasta que fracturan los anclajes que les mantenían presos.

Despierta el jinete de su cautiverio. El fuego comienza a forjarse dentro de sus pupilas hasta que el conjunto se yergue de nuevo sobre sus piernas y sus brazos se adecuan de nuevo al movimiento desentumeciendo sin duda hasta un alma aprisionada entre pecho y espalda. El combate se fragua al fondo… suenan los metales y las lenguas de fuego. Hoy no quedará nada que no haya sido inmaculado por el efecto sanador del fuego. Un cuarto de siglo manteniendo a la bestia bajo el control que aportan las cadenas, para por fin soltarla hasta que empiece la nueva era.

Bestia inmunda sin piedad ni arrepentimiento, conteniendo dentro la sabiduría concentrada entre los pestañeos proferidos por su petrificada mirada que durante tanto estuvo contemplando sin mediar acción alguna. Ahora libre ajusta el traqueteo de sus huesos devueltos a la inercia del que no conoce la palabra stop. Sonríe de nuevo conocedor que no se retomará la paz hasta la madrugada del siguiente día donde las tropas de ambos bandos van a descansar después de la paliza apocalíptica que se retomará a cada atardecer hasta que el domingo baje Dios y reparta las nuevas tablas.

Entonces ya será imposible devolver al pasado nada porque no hay nada que pueda detener a alguien cuyo sueño se trata de seguir bailando hasta el final le pese a quien le pese con la fe del que tiene la razón y las herramientas necesarias para que imposible sea el calificativo denotado a su captura y confinamiento.
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