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miércoles, 16 de diciembre de 2009

Paradoja entre la Zorra y la Loba.


No somos más que mamíferos en zoo destartalado. Cada animal a su “libre” albedrío que cada vez es controlado en mayor medida para no perder el equilibrio del vaso de agua.

Un segundo esta todo dentro… y después a continuación se vierte fuera.

Miro a la loba y ella aúlla alegre por la atención mientras con la lengua hace remolinos afilando sus colmillos para el banquete. La Zorra en cambio me mira cauta y sagaz anotando dígitos en la calculadora que guarda en el bolso. Se cree inteligente pero anda todo el día en la encima de la parra sin saber que las uvas cuelgan por la gravedad del asunto.

Y es que unas y otras no se distinguen en la oscuridad.

Me encuentro con sus ojos caminando en mi contra. Penetran mi alma como dagas de fuego que me hace sudar. Sus pasos sentencian mi condena con el traqueteo de sus tacones resonando sobre mi conciencia. Giro la ruleta de la velocidad hasta reducirla a un cuarto. Y todo adquiere la velocidad de la cámara lenta que dibuja su figura a marca de agua sobre los recuerdos de mi memoria.

Ocurre en un segundo y todo desaparece… alguien se empeña en poner las cosas a tiempo real y se estropea la toma mandando al cuerno el rodaje. Ella pasa y yo me quedo con la incógnita. ¿Zorra o Loba?

Ya nada volverá a ser igual desde que en mis libros se introdujeron astutas entre sus páginas, silenciosas como una serpiente y proliferas como los ratones. Cuando quise darme cuenta dormía con Felix Rodríguez de la Fuente y no me enteraba.

Tiene guasa el asunto de que ya me lo decía mi padre. Que viene el lobo… que viene el lobo… y no se equivocaba en sus vaticinios salvo en el sexo. Y desde entonces todo esta por igual de confuso. Llegados a este punto como a otro cualquiera tenemos que situarnos.

Lo llamaremos punto 0. Donde todo y nada es posible… No ignoramos nada, pero tampoco lo usamos como hipótesis de deducción a lo absurdo. Ni siquiera por el punto medio, porque sinceramente estamos en mitad de absolutamente ninguna parte. Pero eso si… estamos preparados.

Saco la libreta y comienzo a anotar datos. La longitud de la falda es inapreciable, así que la tacho mentalmente y busco otro parámetro. El maquillaje oculta por igual sus intenciones frente al espejo y mirando el cubata vacío que esta en la barra y que antes me pertenecía como sus anteriores hermanos me hacen desestimarlo también.

La tendencia de la moda me complica el estudio por lo que decido desnudar a todas las muestras que andan por ahí danzando. Y en un momento me encuentro en mitad de una orgía de perfumes que atontan los sentidos y que para no fiarme de su artificialidad privo al experimento del estudio de las feromonas. A pesar de que he perdido el olfato agudizo la vista para captar los más sutiles movimientos.
Cualquiera imperceptible que decante la balanza a un lado u otro por reacción. Confió en que todo este en condiciones estándar. Pongo 23º y 1 atmósfera para impresionar un poco. Despejo las variables para integrarlas en la ecuación y después derivar todo este asunto para que todo vuelva a estar por igual. Pero sintetizado… porque tanto destilar ha dado su ejemplo y paso a preguntar a las paredes del aseo cualquier duda que pueda surgir.

Me equivoco de puerta y acabo en el servicio opuesto donde todas me saludan con usa magnifica sonrisa o eso creo. Todo sucede rápido y no guardo constancia alguna en la investigación por lo que no deseo dejar más nota que una estúpida sonrisa pintada en mi cara y una lista de números de teléfono.

Vuelvo a entrar en la habitación y todo queda reducido a una formula que salvara al mundo de la duda existencial. Que no es otra que la afirmación que no se vende la piel del oso antes de cazarlo y por supuesto hay mucho disfraz por ahí suelto. Saco la calculadora y aplico la formula que despeja el resultado. La respuesta para saber distinguir perfectamente al enemigo es… muerdes o eres mordido.

El mundo en guerra.


La navidad llega con aburridos anuncios y sus odiosos villancicos le siguen acompañando un año más. A algún bastardo se le ocurrió que con tanto calor y amabilidad se sentiría menos el efecto del frío. Pero se olvido de guardarse sus ideas en esa caja que sirve primero para avivar el fuego. Y ahora todos pagamos por sus brillantes ideas empapadas en hipocresía reconcentrada.

Medio mundo se muere de hambre y nosotros ni siquiera nos preocupamos en pleno frenesí del capitalismo. Cumpliendo no una idiotez… sino dos… creer y ser creídos. Cuando todo en sí no es mas que un simple engaño alimentado durante siglos con la absurda leyenda de los reyes magos tan famosos en la Biblia. Pero es que Papa Noel no es mucho mejor en la otra versión de la moneda…

Así que andamos perdidos en mitad de una guerra inútil para dejarnos en casa mientras la nieve se acumula fuera, porque sino tendríamos que ir a comprar a la farmacia cualquiera de los remedios contra el resfriado. Porque ya somos autentico ganado… el día que me saquen una esquiladora, pienso vaciar un maldito cargador entero de mi pistola en mitad de la diana que será el corazón del desafortunado.


Pero mientras prefiero disfrutar del invierno, porque al nacer en el infierno… adoro cosas tan insustanciales como no sentir los dedos por llevar jugando un rato con la nieve… o que la nariz chorree… la verdad es que no se la cambiaria a los del norte de Europa… sencillamente porque ellos han dejado de ser niños para convertirse en adultos hastiados de la blanca presencia.

Es como si la nieve fuese mierda para los monos que están acostumbrados a ellas… así que disfruto lanzándome excrementos con todos los personajes que se cruzan en mis líneas y haciendo figuras que jamás lograrán hablar, mientras paso de puntillas por la casa de mis conocidos para evitar las inútiles felicitaciones de navidad.

He instalado una barricada de afiladas estacas alrededor de la chimenea e instalado trincheras delante de la puerta. Nadie que no este invitado será bien recibido en mi casa y por supuesto he sembrado de minas el jardín para que todos los niños que intentan sacar el aguinaldo a base de canciones terminen como pintura impresionista en mi portal.

No es que odie estas fechas… solo es que no las entiendo, porque tanta ignorancia las sigue regando con champán y pagando por unas fechas normales el doble y el triple de su precio real. Eso es lo que me descoloca y nunca he pretendido salir de ese estado. Y es que en la ausencia de todo se consigue el primer paso de la cadena. Que es empezar sin basura en la cabeza.

Me dedico a vaciar bolsa a bolsa mi azotea mientras el fresco beso del hielo hace cortes secos en la piel de mis labios como un hábil cirujano jugando a pintar paralelas con un bisturí. Doy una calada más y me siento en el sofá de mi sala de mando a esperar a que todo empiece a destruirse como cada año. Las campanadas han comenzado la cuenta atrás y los más afortunados han reservado asiento predilecto en las puertas del infierno. Yo por mi parte… sigo de vacaciones.

No pienso salir de mi cuarto hasta estar preparado. Repaso mentalmente mi plan maestro cuando algo me saca de mi trance. Los gritos agónicos de los niños llorando mientras palpan el suelo en busca de sus piernas me produce una sonrisa de saber. Que esta ya aquí la navidad en las puertas.

Tengo un Dalí escurriéndose por mi fachada y trozos de Basquiat salpicando en césped en forma de concha. Los gritos de los restantes suenan a la deliciosa melodía que hizo que Beethoven se cortase su oreja. Doy un sorbo prolongado al café y salgo al recibidor escoba en mano. Hay que limpiar el desastre para que vuelva a tener lugar.

Feliz falsedad… sin abetos que mueren para ser esqueletos al año siguiente, ni deseos que se incumplen a la primera semana. La cruda realidad salpicando las ventanas que aun muestran sus rebajas frente a la crisis. Y como no… la gente sin dudas que no se dignan en preguntarse porque todo sigue igual de mal.

viernes, 11 de diciembre de 2009

Juramento Hipocrático.


Siempre he estado aquí para nada, he cambiado mi cuerpo por uno hecho a base de humo de nuestras caladas. Volverse insustancial hasta que nada pueda a esclavizarme a ningún sitio con nombre modesto y buenas intenciones. Me juego las cadenas a la carta mas alta y las pierdo ante a un jugador de rostro desconocido. Me despido de ellas en silencio mientras que aliviado dejo que otro cargue con mi pasado.

Quedo absuelto en el último momento en que la moneda decide que mi cautiverio ha sido cancelado como la caducidad de las tarjetas de crédito. Espero que el cajero se trague un trozo grande de vida y sin cemento sobre mis zapatos volver a flotar. Rebusco en mi espalda algún pedazo de mis alas, pero el tiempo las ha erosionado hasta no dejar siquiera vestigio alguno.

A pesar de todo me arrojo por la terraza del ático como una colilla a medio consumir. Me prendo en la caída de nuevo como un cometa que sabe que va a estrellarse contra el suelo… me vuelvo ceniza antes de impactar y junto al polvo voy a posarme a otra parte donde nadie me diga que no puedo estar.

Estoy cansado de pensar en el resto de las personas que no hacen lo mas mínimo por cambiar ni un ápice sus existencias. Se desgastan capa a capa sin poner trabas ni pedir explicaciones. Son una manada de borregos pusilánimes que aceptan con estoicismo lo que acontece a sus pisadas. Piensan que estaba todo escrito, pero en casa del herrero cuchara de palo.

Vuelvo a quererme a mi mismo otra vez. He cancelado todos mis contratos y dejado las ventanas abiertas para que el aire sea el único dueño de mis pulmones. No necesito nada más que mi sombra y el silencio de la soledad. He decidido que ya basta de lamentarse por sucesos que nunca ocurrirán porque en este punto el equilibrio hace imposible que la ecuación balancee por sus propios medios hacia el resultado escogido.

No es natural permanecer al margen de las cosas. El fluido de la entropía hace posible un mar de posibilidades que bullen junto al caos del desorden que se instaló entre las sabanas de mi cama. Vivo en una isla en mitad de un océano. No hay nada más que agua de mar salpicando sin remedio las atribulaciones que con las que pesca como cebo mi alma.

Tengo una buena caña de pescar y suficientes bolas de nácar para utilizarlas a modo de señuelo con todos los pescados sin memoria que no me reconocerán entre los carteles de se busca. He cambiado tantas veces de cuerpo que he olvidado de como me llamaba. Por lo que me decidido por regresar para que alguien me llame señor X. y firmar los documentos con una cruz.

Puede que ya no haya salvación para mí, pero ni siquiera recuerdo haberla pedido. Tiro los dados para que el futuro me vaticine una aventura de las de antaño. Tengo mi chaqueta de cuero y he fabricado un puente hacia algún continente con todos los sueños que acorchaban mi noches de insomnio. Salgo de mi burbuja por un sendero insonorizado para que el agua no cargue con sus murmullos acuáticos las pisadas de mi presente.

No merecías atarte a mis talones sencillamente porque te di la libertad de no volver a caer en las trampas de los hombres. No es justo para un pez quedarse colgado de un anzuelo anónimo. Pero al menos en la conclusión de la partida los tanteos de los marcadores han quedado en empate. Al final la justicia ha brillado tenuemente a modo de despedida en silencio. Los dos sabíamos que no podíamos coexistir con el futuro sin crear heridas que nadie pudiese sanar.

Somos el ejército oscuro del placer y no hacemos prisioneros. Te di la oportunidad de empezar desde cero sin volver a cargar tus espaldas con el lastre de mis labios suavizando la historia de las caricias de seda marcándose tanto como las cicatrices de ácido sobre la conciencia.

No soy el dueño de ninguno de los problemas que no aparezcan en el propio enunciado de mi examen de evaluación. Contesto a las preguntas de forma organizada sin saltarme ni un solo punto. A la pregunta de que es lo que más he echado de menos en la vida. Mi respuesta ha sido a ti, lo único que no he conseguido lograr en la historia de los relatos.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Alquimia destilada.




Repica el pasado a un ritmo unísono que se va acelerando… viene pegado detrás de nosotros acechando para darte un mordisco cuando te tropieces de nuevo con algo ya conocido. Esquivo los malos recuerdos con los ojos tapados para no volver a verlos… soy un ciego con la mano alargada palpando el destino que esta por llegar.

Reconozco las cosas por su textura y no suelo fallar. Las malas experiencias son demasiado áridas para que no sienta su sequedad a metros de distancia. Son pozos de arena movedizas camufladas perfectamente con la realidad. El que las creo se pasó una vida entera exprimiendo su obra hasta lograrlo y a día de hoy, es peor fiarse de la vista que del olfato.

El estilo es no quedarse parado cuando todo hace aguas. Cada día nos volvemos mejores… eso debe de rezar algún optimista religioso cuando hace siglos que los que dejamos de pensar en figuras de madera y metal descubrimos que todo va a peor.

Se pierden los demás a pesar de que sus GPS funcionan a la toda velocidad, echan la culpa a las obras y la mala cobertura mientras esperan tomándose un café a que alguien pueda ayudarles. Suelto una sonrisa para que todo lo que me rodea no me sea desconocido. Vuela entonces al lado de mí tocando el violín para que la vida sea mas alegre junto a ella.

Los días se pliegan uno tras otro como las paginas de los calendarios de las oficinas. Debajo de mis pies los nombres de la semana van fundiéndose al tiempo que sigo bailando sin perder el ritmo del compás de las espirales que va dibujando un ser incapaz de completar un ciclo de cualquier circunferencia por no caer en la reincidencia.

El mundo sigue siendo un juego de niños todas las mañanas. Ellos siguen sonriendo mientras toman el desayuno antes de ir a clase… los adultos con sus ajeteadras vidas de cafés matutinos y periódicos a media jornada, perdieron la esencia de la felicidad cuando se hicieron mayores de edad. Es la supuesta evolución que se presupone a la madurez… Maldita estupidez vendida a precio de oro por algún necio que perdió su infancia entre las pilas de papeles que se le amontonaban en el escritorio.


Extraviaron en algún lado de sus laboriosas existencias lo que les hacia sentirse completos y ahora los que pueden se conforman con esas sutiles delicias cuando nadie les ve… algunos no llegaran a ver los 20 y otros han olvidado lo que eran… Una verdadera lastima perder antes de haber podido siquiera empezar… o haber dejado de participar porque pensaban que ya todo acababa de terminar.

La pena es un arpa desolada tocándose sola en la oscuridad de un salón abandonado… Me acerco a ella y la acaricio para que las flores aparezcan por todo su cuerpo salpicado como una primavera oportunista que se acerca al sol que mas calienta.

Bailo por el tablero de ajedrez mientras ella toca sus mejores notas de acompañamiento a mis pisadas sobre el mármol reluciente… patinan las pesadillas para acabar escondidas debajo de las faldas de las mesas en espera de morder las pantorrillas de los incautos que se acercan demasiado a ellas.

Una burbuja viene a mi encuentro y me pide cortésmente que desaparezcamos. Me despido de la soledad y arrojo un beso con espinas a la chica de la música. Lo manipula con cuidado mientras come del dulce interior. Su sonrisa me recuerda a la mía pero con más inocencia. Me despido con una reverencia antes de que la habitación quede en silencio. Apago la luz y el polvo vuelve a posarse sobre mis pasos para borrar mi presencia.

Somos fantasmas de carne y hueso caminando por una existencia de atrezo que no nos pertenece. El necio sigue cogiendo todas las cosas bonitas que brillan delante de sus pupilas. Acapara y reúne perturbadamente como un pastor celoso de su ganado. Las va metiendo en su saquito de terciopelo.

El mundo se ríe a carcajadas mientras mis pies de hormiguita recorren su panza redonda de felicidad absoluta… Los dos sabemos que el polvo se lo llevara todo para esparcirlo mas tarde en otro lado. Suelo el aire mis bolsillos porque nada de lo que hay dentro me pertenecía antes de haber nacido. Sigo manteniéndome en los límites de la percepción aburrido de una existencia absurda de pretensiones sin sentido de los que hablan sin decir nada.

En la tierra de los viejos las historias de los que ponen el punto y final tienen mas sentido porque tienen el fundamento decantado por el juego de un alquimista demenciado que sabia como concretar las cosas con un solo deseo.

Cierro los ojos y me dejo llevar a la tienda de los tebeos que olían a paginas amarillentas y abandonadas, allí todo Dios puede sentirse un hombre extraordinario viajando sin rumbo por el país de las maravillas. Abro la portada y las viñetas me llevan ordenadamente en un mar de bocadillos con sus palabras como único ingrediente sobre el fondo blanco de los ojos se abren para empezar a soñar con los designios que vertieron sobre sus almohadas.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Recargando...


Puesta a punto… la maquinaria engrasada comienza a rugir entre sus múltiples engranajes, las piezas vuelven a encajar como en un puzzle infinito y el miedo se ha quedado abandonado en la esquina del último burdel que vestía de lujo sus humillantes paredes pintadas en negro.

La letras laten solas impulsadas por notas eléctricas de las manos de un ángel de pelo largo y barba rizada, nadie pretende que esta noche deje de latir en su existencia y bailando con la chaqueta de cuero las horas pasan mas lentas montadas sobre el vidrio de los espejos que no llegan a reflejar su paso.

La luna sonríe desde las alturas encantada de que su hijo vuelva a poseer las horas donde la luz no brilla sino es invitada. Unos duermen y él sencillamente permanece despierto para ver las cosas que otros se perderán. Sueños de cómodas almohadas de plumas y colchas aterciopeladas llevándote artificialmente al seno de los recuerdos de tu infancia.

Salta la pista y la coge al vuelo para que no escape a ninguna parte. Le han estado buscando por todos los rincones perdidos que solo las ratas estarían dispuestas a colonizar… Nadie te encontraba porque directamente no preguntaban donde estabas.

Los ojos siguen estando en la cara pero ahora solo sirven de fachada. Se han olvidado de sus funciones camuflados tras tanta información irrelevante que el instinto ha sido cambiado por la subscripción a un canal de noticias. La gente masca sus platos sentados en sus sillones sin que nada de lo que allí aparezca pueda importarles en absoluto.

Despiertan las leyendas de sus tumbas ensangrentadas. Esta noche se levantaran tantos héroes como villanos para acabar en una guerra de lunáticos. Las palabras hierven en furia colérica y solo los mejores músicos saben tocar esas notas tan agudas. Los gatos ven el espectáculo desde sus balcones al vacío. Maúllan rajando el cielo con sus lastimeras llamadas en busca del amor despechado y celoso.

Caen las estrellas desde el horizonte marcando el firmamento con líneas de trazas que no hacen esperar un buen amanecer. El destino parece calcinado la niebla permita que podamos visualizarlo. De todas formas abre el paquete con la ilusión de un niño pequeño el día de navidad. La sonrisa permanece mientras su vida se va a la basura con el ruido de las esperanzas rompiéndose como cristales.

El demonio toca otra canción con su guitarra nefasta y los espíritus van a ocupar sus lugares, el día florece al fondo por el este y mientras el circo continúa su deambular siguiendo el rastro de la luna que dibuja una parábola descendente al mundo de los infiernos.

Cuando el primer madrugador despierte, será demasiado tarde para entrar en la cama… las sirenas llaman desde la profundidad del océano para que las musas de plástico que maquillan sus existencias con polvos insustanciales acaben desapareciendo bajo el justo algodón de la realidad del mañana.

Las monedas ruedan por la superficie de la barra para pagar las consumiciones, las historias llegan para acompañar la solitaria existencia del que duerme sin cerrar los ojos. Susurran desde el vientre de la noche de los tiempos los sucesos que ocurrieron cuando nadie podía contemplarlos. Lo hacen bajito para que nadie pueda escucharlas, por desgracia cuando las brujas salen todo queda en el más completo y concentrado silencio. Sólo suena el tiempo narrando los sucesos que han pasado y están por venir en una gramola infinita que gira en un ciclo de espirales recurrentes.

martes, 17 de noviembre de 2009

Hielo


Se pasaba las noches aullando a la luna, lo hacia bien, incluso se le podía adjudicar un extraño estilo personal. En ese tiempo su edad no sobrepasaba la de un buen Oporto. A pesar de todo ya había probado todas las drogas que su boca o cualquier otra decente hubiese probado a lo largo de la vida. Por lo que habiendo caminado por infinidad de senderos tenia el conocimiento suficiente como para poder discernir lo que era real y no.

Su nombre había sido confundido con el de su leyenda y cuando quiso darse cuenta ni el recordaba cual era… La verdad, es que no le importaba demasiado porque no era persona que husmease entre sus inicios pues su lema no era otro que: Soy lo que ves… y a primer vistazo siempre engañaba.

Hielo era como le llamaban… no sin razones, porque todo nombre tiene una gran historia que contar a sus espaldas, pero en su caso puede que el conjunto de ellas pudieran valer como el guión previo de un bestseller y su humildad precisamente era algo de lo que huía de eso. Por lo que al final un bosquejo de opciones eran las más usadas.

Unos decían que su mirada transparente y el color de su iris eran los precursores de su sobrenombre… otros en cambio lo basaban en la frialdad de sus movimientos y la presuposición de que no tenia corazón… había versiones aun mas destartaladas que asumían que dicha afirmación venía a consecuencia de un accidente de avión y que a raíz de ese incidente usaba marcapasos.

Después de todo como toda leyenda que se precie estaba en continua expansión junto al dato relevante de que nadie le había visto sin camiseta y lo demás simplemente había sido una fantasía dilatada en el tiempo de engrosé y ensalzamiento. Tras años de relatos yo le había conocido. Como toda figura representativa añadía sus amistades con cuenta gotas, algunos comentaban que había que opositar par poder entrar en su casa. Aunque no dejaban de ser rumores.

Pero yo le conocí de casualidad. Estaba fumando tranquilamente escondido del mundo en uno de esos lugares que sin ser inaccesibles tienen su dificultad suficiente para llegar y para rizar la situación parece que él eligió el mismo sitio para descansar de la fama. Era una especie de acantilado rodeado por pinos de un parque forestal cercano a la ciudad. Llevaba tiempo formado parte de nuestras escapadas por separado y hasta ese momento no le había dado por juntarnos.

Pidió permiso para sentarse y acto seguido lo hizo… Sin lugar a dudas no dejo mucho tiempo para mi contestación ya fuese positiva o negativa, en vez de ello se arriesgo y cayó como un saco de piedras a mi lado. Una vez allí era demasiado tarde para cualquier respuesta así que obviando los comienzos me pase por encima las presentaciones y ya que íbamos a ocupar el mismo lugar durante un tiempo en común decidí ser amable. Le pase mi colilla a lo que acepto con una sonrisa.

Muy buena… si señor.

Sonreí aliviado y añadí una etiqueta a forma de remarca inconsciente… Es mía, de mi propia cosecha. Nos reímos a carcajadas mientras el humo tomaba su particular camino de suicidio. Se inmolaba para después caer al vacío desparramado en cualquier dirección. Aquella tarde nadie pensó en nada que no estuviese ya en el lugar.

Quizás no estuviese preparado para conocerle, pero si para aceptarle tal y como era. No me costo aprender que era un tipo normal con una leyenda tan grande que le precedía varias manzanas por delante. Antes de llegar todo el mundo le estaba esperando, pero yo al menos tarde en contestarle la primera vez.

Puede que fuese ignorancia, o puede que no… mas no nos importa demasiado porque en ese lugar los dos éramos un par de extraños al pie de la montaña. Tan sólo dos personas con los pies colgando cansados de andar toda la semana. No teníamos nada mejor que hacer que perdernos a nosotros mismos en el bosque para encontrar algún sentido a nuestras pisadas y al final del camino solo nos quedaba. Unas cuantas cervezas y mucho humo que modelar desde las entrañas.

A simple vista no parecía importante pero no era el comienzo de nada. Simplemente aprendimos a que no se puede controlar todo aunque así se pretenda. Y que en algunos desconocidos hallas una parte que con otros no puedes expresar libremente.
No somos grandes amigos, pero no necesitamos pronunciar nuestros nombres a principio de conversación. Nos servía con la mirada, yo le encontré huyendo del mundo y él a mí esperando. No nos hizo falta presentarnos porque entonces ni siquiera nos importaba… solo queríamos oír al aire susurrar entre el hueco de las rocas mientras volábamos a ninguna parte sin que nadie nos molestara.

Fuga de ideas.


Un zumbido eléctrico casi imperceptible es el precursor de que todo empiece de nuevo, pensaba que estaría más tiempo separado de mis palabras, pero el embalse ha terminado por llenarse hasta su copa y ahora ya es imposible ponerle limites a un ejercito que ha ido posicionándose a su amor y voluntad en sus puestos de combate.

Ahora estoy perdido frente a una avalancha de gotas que vienen en forma de tromba y como siempre ando en ausencia de paraguas. El chaparrón es catastrófico y he tomado la decisión final de abrir las compuertas de par en par. Un cilindro de rugiente agua trae a Neptuno montado sobre sus caballos blancos con su tridente apuntándome.

Rebusco entre el charco de adjetivos que se ha formado debajo de mis pies calados y encuentro impenetrable en el justo momento en que las chispas saltan como rayos al chocar su arma contra mi antebrazo al desnudo. Su cara se vuelve duda pero la corriente le lleva lejos precipitándose violenta mientras avanza por el lecho vacío del río de mi infancia.

Ya le veré más tarde…

Las puertas del caos han sido abiertas y todas las historias que guardaba en esa caja sin sentido han terminado por ver la luz… Van liándola allí donde acaban, salpicándolo todo con sus absurdos sucesos. Sopeso durante un rato las opciones y decido dejarlas en paz… son demasiado pequeñas para que puedan causar daño personal alguno, seguramente produzcan daños materiales por una buena cuantía y de diversa consideración… pero como no saben hablar nadie podrá adjudicármelos a mi y por supuesto no creo que las consigan capturar, o por lo menos con vida.

Sigo tachando las historias que puedo dejar en libertad sin peligro a los demás y hasta ese momento ya he cazado a un par de novelas negras que andaban con orden de captura. Las he guardado en un cubo de cristal y me he puesto a buscar a ella.

Bueno antes he terminado por arreglar el desbarajuste de la presa con unos cuantos refuerzos como contención... He programado una regulación diaria del caudal mediante una liberación controlada y he añadido unos cuantos filtros para que no salga mas que las partículas ínfimas e inofensivas. Y tras organizar el universo he seguido el rastro de sus pasos.

Se a donde va, incluso puedo olerla mientras que ella sigue ajena a mi presencia. Demasiados años ignorando mi existencia han producido un efecto pantalla que me salva de su atención. Tardo en encontrarla unas páginas más adelante en las que por el camino sigo cazando pequeñas escorias que devueltas al mundo podrían haberlo sumido en un delicioso infierno de perversión y lujuria. Y con el planeta respirando aliviado ya puedo cumplir mi tarea antes de volver a perderme.

Me sitúo ante ella y su soplido suena bastante aburrido e insustancial… Se coloca al frente observando cada uno de los cambios que se han producido en mi aspecto, le extrañan algunos más que otros mientras que en su cara se dibujan las sensaciones que estas le producen. En verdad ella es un libro abierto gracias a una gran expresividad desbordante que la convertiría en una mala jugadora de póquer… No sabe ocultar y quizás sea su extraña sinceridad la que haga que cansado de esperar su evaluación me aparte a un lado.

Ladea su cabeza sorprendida por la reacción y ahora con el paso abierto decide proseguir con su deambular… no quiere discutir… y yo tampoco. Así que la veo caminar por un escenario de recuerdos inventados.

Espera un instante!!!… una palabras que disparadas suenan decididas entre mis labios.

Se gira al borde de las dudas mientras prepara la mejor de sus miradas para fulminarme…

La miro atentamente y susurro la sentencia:
Tú ya no existes… y ella se disuelve al instante como una estela de humo que se precipita concentrándose en un único punto.

Recojo su persona convertida en una figurilla de onix negro con forma de leona. Su rugido son ráfagas de brillo surcando la superficie pulida. Sonrío como un niño mientras dejo precipitarse de nuevo la estatua entre el hueco de mis dedos y disfruto viéndola estallar en pedazos desiguales e imperfectos.

El viento se la lleva en forma de polvo que se esfuma detrás de una esquina. Regreso silbando tranquilamente hasta el inicio de todo. Puede que no lo sea… pero al menos parece un buen comienzo donde escribir con letras grandes y rojas Salida. Lo que ha sucedido nadie desea cambiarlo porque llegar aquí ha tenido su gracia y he disfrutado por el camino. Aunque ahora es un punto medio, un iceberg en el centro de un mar en calma que he conseguido después de la tormenta.

Neptuno vuelve y me pide disculpas con sus majestuosos modales… sonrío y fumamos tranquilamente flotando en dirección a donde nos lleve la corriente. Con la emoción de la aventura perdemos en norte y cuando el equilibrio regresa, cambiamos palabras por acciones y medallitas de guerra por ilusiones. Entonces seguimos adelante en este ciclo que nunca se cansa de dar vueltas sobre un eje imaginario. No por nada en especial, tan sólo porque sino perdemos el enlace directo a otros mundos paralelos.

No dejamos de ser una historia escrito en un papel dentro de una botella, con la única función de cortar algo que pueda acabar con el silencio o puede que simplemente para pasar una vida entera surcando el mar en busca de las palabras adecuadas que decir cuando alguien abra el pergamino de su conciencia.

domingo, 15 de noviembre de 2009

Azar cruzado


A veces la vida se convierte en una empalizada difícil de escalar… el alambre de espino de su corona te atraviesan como una manada de furiosas avispas de piscina. Todo es divertido cuando el dolor deja de fluir en su goteo por las venas… ya entonces se ha secado y la irresponsabilidad ha ocupado su lugar con un torrente de adrenalina sin control alguno.

No importan los golpes, ni siquiera las heridas… son tan naturales como la vida misma y por ello son objeto de devoción y respeto. A cada una se le asocia la perdida de un ladrillo del umbral… he gastado tantos que la ausencia de temor ha terminado por mudarse a mi cuarto. No trae maletas, así que no puedo echarle de ningún sitio, porque ni siquiera usa la puerta.

Mi sombra ha terminado por abandonarme finalmente. Se agarro a la primera chica que me cruce por la mañana y la última vez que me encontré con ella… no tenia intención alguna de volver a mi lado. Lleva una vida plena y feliz como asaltante de la oscuridad y no pretende abandonar sus costumbres.

Ahora soy solo yo y mis problemas, no tengo sombra y el juicio debió perderse cuando repartieron las muelas en el purgatorio. No me importa ser menos que otra gente, porque desde mi lado todos parecen mas pequeños con su una sombra que crece dependiendo de la luz. Al menos yo sigo siendo yo cuando no queda nada encendido. No soy alérgico siquiera a la silenciosa soledad. Ella no habla, pero sabe escuchar.

Permanezco despierto hasta que pierdo la conciencia, la verdad es que no se puede extraviar algo que no te pertenece así que simplemente desaparezco sin dejar huella… soy solo una quimera de un autor dubitativo que no sabe donde poner el punto final. Por lo que mi historia parece queso lleno de agujeros sin ningún razonamiento a parte del que guían el impulso de mis pies.

Vuelve el viento a sonar y llevarme a mis múltiples destinos. Se siente ignorado porque la gente ha dejado de escuchar su mensaje lleno de predicciones. Ya no miran al cielo porque es más cómodo ver el telediario y leer las temperaturas… la mujer de la tele se mueve bien y viste con alegres colores. Pero el aire sigue vistiendo de luto en espera a comenzar el entierro de la sardina que contiene su mundo lata.

Unos viven y otros mueren en una partida de risk a nivel mundial… muy pocos tienen dados y los que carecen de ellos caen en primera fila con las preguntas sin terminar de formarse en la superficie de sus temblorosos labios. No tienen idea del porque, pero las cosas suceden solas sin que ellos puedan remediarlo.

Demasiados Dioses con zapatillas de estar en casa porque han olvidado a andar descalzos sobre sus pesadillas… toman café en tazas humeantes para no caen en los sueños y visten con desgracia las paredes de su absurda existencia como peones de ajedrez. Se creen buenos por poder jugar, pero los reyes realmente los utilizan de escudos humanos con sus trajes planchados y sus corbatas a juego.

Me rió a carcajadas desde mi sofá mientras la jarra de te va calentando la habitación con su vapor afrutado flotando sobre canela… Algunos sueñan ser los dueños de sus vidas y lo que rodean… otros deciden cuidar lo poco que queda sano para que no termine por romper el delicado equilibrio del ecosistema. No dejamos de ser los observadores de una ecuación que se presupone imperfecta, pero que en realidad nos engloba dentro de sus variables. La ecuación siempre tendrá resultados tanto como si se tacha nuestro resultado o no… porque somos un valor infinitesimal que cree superior por saber usar la inteligencia.

Cuando realmente no somos mas que la efímera energía de la metamorfosis que cambia de forma a cada chasquido de la guadaña de un eterno niño que siega el césped de su jardín creyéndose el amo del mundo.

La moneda baila en mientras cae por los susurros del invisible viento. Gira como una pluma que se precipita desde el cielo hasta golpear como una gota la tranquila quietud de una balsa de agua que se llama existencia.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Ciudad Real


El cuarto sigue siendo el mismo… No ha cambiado nada desde el día que lo deje. No ha pasado el tiempo y la verdad es que podría haber sido ayer. Pero los años de ausencia le han sentado bien. Cierro los ojos y caigo por una espiral descendente de recuerdos adheridos a la superficie de la pintura. Puedes palparlos mientras revives esa escena, o cualquiera de las que llenan la habitación.

Sigo teniendo quince años cuando despierto en las mañanas de mi antigua ciudad. La casa no huele a tabaco, incluso mi alcoba la única donde se puede fumar… va a clases de desintoxicación entre mis múltiples y caóticos viajes.

Abro la puerta y me recibe mi infancia con la sonrisa pintada con acuarelas… el calor hace el resto y en el infierno de mi niñez ardemos todos entre las historias de humo que pasan a mi lado. En la ciudad entera los termómetros han acabado por desistir en la subida de las temperaturas y el mercurio ha terminado por ponerse en huelga frente a la crisis del sector.

En el barrio mueren y resucitan constantemente edificios que sustituyen a los antiguos y cada vez que vuelvo alguien tiene que ponerme al día de los sucesos… la vida continua día a día a pesar de mi ausencia. Pero en casa permanece todo estancado.

La cocina sigue despertándome con su desayuno de olores que se cuelan flotando desde el patio interior… y el sol mañanero es el mensajero del viento mientras se cuela por las rendijas de la persiana. Las mañanas huelen a mar a pesar de no existir la playa. El fuego viene después y se instala en todos los tejados cuando las doce son acuchilladas por las manecillas del reloj… No hay testigos que sobrevivan al interrogatorio y cuando suena la hora de comer el desierto se instala entre los espacios que quedan entre las esquinas. Los coches evitan derretir sus ruedas de mantequilla, por lo que prefieren dormir la siesta aparcados entre las sombras de la calle.

A pesar de que sigo creciendo… para mi todo sigue igual. Incluso ahora creo que ha empezado a mejorar, los cambios comen los recuerdos a cucharadas soperas y ahora la ciudad se ha olvidado de los pasos que deje marcados de tanto transitar sus aceras… mi nombre se pierde entre el rumor de las leyendas y mi nueva cara es una novedad entre la gente que me confundió entre sus propios relatos.

No me importa ser un árbol desconocido que sigue teniendo sus raíces escondidas bajo el asfalto. Muchos nuevos piensan que no pertenezco a esa tierra, pero la verdad se escurre entre la realidad y se escapa entre las profundidades de una ciudad que va despertándose del sueño de los infiernos.

No he dejado de ser yo en ningún momento, solo que cambie el pasado por una historia escrita en mi piel a base de puntos de sutura, las marcas quedan y el tiempo se encarga amablemente de borrar las señales de mi presencia. No me importa, ni siquiera hago esfuerzo alguno en remediarlo. Ayer quizás es demasiado tarde, pero lo que me importa no ha dejado de estar en mi presente diario.

Puede que haya cambiado, esta claro que el tiempo no perdona mis pecados, pero hasta que la postrera muerte llegue a pararme, se que sucederán tantos relatos que acabaré convirtiéndome en un libro de papel y tinta y mi energía será entonces quien marque las pautas de mi camino. Mañana será un nuevo día y lo que venga saldrá del sombrero de un mago con una sonrisa enorme y buenas intenciones. La suerte es una moneda que aun gira en el aire antes de tocar suelo. Las cartas son buenas y salvo yo nadie puede ver mi mano. Los puntos de hoy serán vestigio del futuro y cuando se sequen volverán a pertenecer al pasado.

Ahora es el aquí y el momento dejara de existir cuando a mi me apetezca. Mi ciudad sigue dándome la bienvenida con los brazos abiertos. La memoria de los muertos es finita… todos son unos zombis que no recuerdan mi cara cortada… soñaba con ser Dios y he acabado por convertirme en el personaje de un libro sin titulo. No me importa… al final escogí ser solo palabras.

domingo, 8 de noviembre de 2009

Bon appétit


Volvemos a reunirnos los reyes del mundo en torno a una hoguera… lo hacemos en las sombras donde nadie que no sea un elegido pueda molestarnos o entretenernos con sus historias. Somos una raza que manejamos nuestros asuntos en forma de condena que llevar a cuestas y poca gente puede bailar a nuestro ritmo sin perder la cabeza en el intento.

Suena la siguiente canción y el plan comienza a urdirse entre los fuegos… el tiempo es un caimán hambriento y conforme el sol va dibujando su parábola en el cielo, nuestra esperanza de escapar sin luchar se va perdiendo. Aunque no nos importa; adoramos la pasión del momento. La adrenalina como carburante y la ausencia de dolor el único credo.

Sangre y sudor… son la insignia que rezan nuestras paredes… arriba el mundo se desarrolla con normalidad, las cosas suceden en su orden natural y lo mecánico sigue comportándose bajo las leyes físicas establecidas. En cambio en las entrañas de la guarida todo va a la inversa… modificamos las reglas y las sometemos a nuestra propia voluntad. Lo que es negro puede convertirse en blanco y sus grandes proezas para nosotros son reseñas escritas en una servilleta.

Ellos disfrutan y nosotros lo hacemos también a nuestra manera… Su mundo se para en ese momento en que se bajan de sus ajetreadas vidas para disfrutar de esos sencillos placeres, nosotros en cambio brillamos, porque pasamos el día entero esperando a ese instante sublime en que todos los sentidos funcionen como uno solo y todo tenga sentido. A pesar de que nos separe tan solo una pared en el fondo no deja de ser un abismo. Ellos dominan el mundo fuera y nosotros lo hacemos dentro. Por muy buenos que sean haciendo dinero, no deja de suponer solo eso y no merece ningún talento.

En cambio en nuestra casa… vendemos ilusión y compramos de esa forma un hueco entre las estrellas, uno no muy grande porque no nos gusta llamar la atención, pero si uno modesto donde podamos manejar los hilos de nuestras propias marionetas. La función esta empezada y todos juegan a la sillita al ritmo de la música que tocamos en el concierto… ponemos la guinda al pastel y gran parte de este a su vez.

No nos molesta ir en contra del tiempo, nuestra religión es una marca de sangre que se pierde entre nuestros cuchillos. Pero la cuenta continua en su avance mientras que elaboramos un complejo plan para conquistar el planeta entero desde el mismísimo infierno.

Sonríen y beben ajenos a lo que se cuece a pocos pasos de sus historias doradas… se felicitan y charlan por un éxito tan efímero igual al de la basura que llenara los contenedores al día siguiente. Sus vivencias no dejan de parecerse a la grafica de la bolsa en los últimos cien años… algunas ganancias y muchas perdidas… los picos caen a plomo cuando las cosas no salen bien… En cambio en el averno el equilibrio nos mantiene sobre la cuerda floja un día si y al otro también.

Abajo nos esperan los cuchillos y todos los objetos afilados apuntándonos con sus aristas en espera a que de un traspié acabemos allí ensartadazos. Las jornadas tan parecidas como los monótonos repartos y tan solo cuando estas al final de la semana te relajas y piensas que es Domingo y todo Dios puede librar. Los lunes el ciclo destructivo vuelve a comenzar. Pero nuestras victimas han reservado plaza sin ni siquiera pestañear. Son tristes corderos rumiadores de sociedad. Sus ojos muestran indiferencia y en los nuestros brillan los fuegos de nuestra cocina.

Un paso más y sus sentimientos se confunden entre los sabores que chisporrotean en sus paladares como gotas de pura vida. Sus infancias se disuelven frente a la verticalidad de los platos que degustaran hasta que sus ocupadas vidas terminen por consumir el recuerdo de su estancia. Nosotros seguiremos reinando en la sombras, porque sencillamente. Si saliésemos de ellas dominaríamos el mundo repleto de borregos sin iniciativa.

La lucha esta perdida porque en sus absurdas existencias escogieron triunfar en vez de soñar con sus vidas escogidas por su voluntad… cambiaron sus sueños y objetivos por metas remuneradas y exitosas… vendieron sus ideales para vestirse con primeras marcas y aparentar cosas que no son. Se pudren en sus solitarias experiencias porque dejaron de pelear por sus corazonadas y así amoldarse al lamentable ejército de los hombres con sangre de horchata.

No levantan la cabeza porque excepto unos pocos todos tienen un superior que les cortara las alas para así evitar su avance. Pobres esclavos de sus salarios que no lograran aprender que tan solo somos lo que hacemos. Así de sencillo. Unos malgastan sus miserables vidas mientras que los demonios disfrutamos de nuestro trabajo.

miércoles, 28 de octubre de 2009

La reducción de los líquidos


Se escurre el tiempo por las paredes de ladrillo, lo hace pausadamente como si le fuese la vida el ello. Va conquistando uno a uno todos los senderos que forman entre sí sus laberintos de cemento. Cuando llegue al sótano será tarde pero mientras tanto aun quedan unos cuantos bailes por hacer, y todavía tengo alguna cerveza que pueda prestarme un par de alas de espuma.

La música suena acuática desde el fondo de la caracola que hace las veces de gramola mientras flota por el espacio. Lanzo una estrella más al vacío que termina incrustada como un meteorito en la superficie de la tierra. Bola perdida!! Grito mientras el perro invisible se prepara para de nuevo intentar coger al vuelo el siguiente objeto que pueda lanzarle… Una naranja termina exprimida entre sus dientes mientras de un trago engullo el zumo evitando que se oxide.

Los días suceden como una fila de fichas mudas enfermas de sarampión. Reptan por la vida enroscándose en las esquinas, pero al final de toda serpiente hay un niño con una sonrisa de perlas y no demasiadas buenas intenciones. Inevitablemente acaba por tocar el final de la cadena y todo se viene encima… la avalancha se derrumba como una cremallera que va dejando al descubierto el pie que cubre su bota. Cuando el polvo vuelve a posarse delicado como un velo, ya es demasiado tarde para decir que no.

Los pasos resbalan sobre el suelo de granito cuando van envueltos en sus suaves notas… el mundo se mece como un barco en plena tempestad y la realidad no deja de zarandearse en mitad de un cóctel de sensaciones. Las mejores están escondidas al fondo del vaso, pero como todo tiene truco, y nunca se acaba por vaciarse… puedes ser un fenómeno bebiendo, pero la magia tiene mas aguante que tu.

Al final cuando estas muerto descubres que realmente solamente había que romper el cristal para recoger el premio. Entonces ya no hay vuelta atrás y viajas sin dirección ni destino en un mar de recuerdos humedecidos en nostalgia. Mascas chicle, pero tus mandíbulas rechinan a la arena del parvulario y no lo puedes evitar… intentas buscar explicación pero todos los puntos de información han sido clausurados. Por lo que terminas como siempre perdido en ninguna parte y con las cuestiones bailando como indios junto a la hoguera.

Asaltan las dudas, pero aun te quedan fuerzas para esquivar los problemas que no son cosa tuya. Pierdes el pie enredado en un agujero de canicas y caes al suelo como un saco de yeso. Te viertes como un globo de agua con un sonido apagado para después perder la conciencia… cuando vuelves en si, estas llorando como un bebe en la cuna. A veces cuando me caigo espero no tener que volver tan atrás… acto seguido me levanto y me sacudo todo lo que pudiera sobrarme.

Sonrío y pienso que no es tan malo. Que siempre podría haber ocurrido algo peor. Agarro un bloc de notas y apunto todas las respuestas que pueda contestar en ese momento. Doy un paso y luego otro después… conozco el camino y también sus agujeros, puede que me caiga otra vez o quizás ya haya terminado con los descensos. Al final nada deja de ser una apuesta a la carta más alta con la banca. Reluce el As de picas sobre el prado de césped y el crupier se echa las manos a la cabeza.

Esta mañana todo estaba perdido y al caer el sol, puedes alegrarte por el resultado del día. Mantienes las dos piernas intactas y tienes suficientes monedas para pedir otra cerveza. La música suena al fondo y te acercas patinando sobre las lágrimas de los que no lo han conseguido. Miro la pared y aun queda para que se termine el laberinto. Suena la noche de los cuchillos largos de sus satánicas majestades.

Me ajusto la chaqueta de cuero y de un paso meto mis botas en la pista de baile. Cuando salga el sol puede que sea tarde, pero hasta entonces no voy a dejar ninguna canción con vida. Salto sobre ellas como un gato y las desgasto arañándolas hasta que llega la siguiente. La luna sonríe en el cielo y yo aun guardo un par de estrellas en el bolsillo para cuando todo termine y no tenga ningún sitio a donde ir.

Las lanzo y desaparezco camino a otro lugar donde los ángeles que caigan no tengan porque estar malditos. Saco otra carta y la suerte me acompaña a un lugar mejor donde el sonido nunca deja de ser armónico y la gente ve a las personas por lo que son y no como simples animales. Del cielo llueve un dulce licor y acabo por sumergirme en un sueño arrullado por el murmullo del tiempo que no deja de gotear.

miércoles, 21 de octubre de 2009

Réquiem por tus recuerdos.


Tanto tiempo esperando este momento… evitándolo y posponiéndolo hasta no estar seguro de ello. Injusta condena que envenenaste mis pensamientos. Y donde pensaba que no habría ningún miedo… estabas tú agazapada con una sonrisa de niña buena y un cuchillo en la mano izquierda.

Pero se que no vas a hacerme daño, no eres capaz de ello. Porque la decisión esta tomada… es simple porque sencillamente ya no tienes utilidad alguna, incluso si lo pienso detenidamente no recuerdo la ultima vez que la tuviste. Así que directamente no me sirves, y aunque hayas resistido a favor del tiempo. A todo cerdo le llega su San Martín y yo no pienso seguir arrastrando estas cadenas que no valen ni su peso en oro.

Sal… no tengas miedo, yo no voy a hacerte nada… Ni siquiera te guardo rencor por lo que hiciste o dejaste de hacer en tus diversos caminos nocturnos que iban desde el funambulismo al salto de cama. Me alegro por tu propia conducta destructiva. Espero que te vaya bien y sigas con ella como has hecho hasta entonces.

Yo me bajo… no quiero tener mas minas con mi nombre esperando a que reaparezcas llenando de duda mis pasos. No pienso volver a tener más miedo de algo que no puede morderte desde el pasado. Lo que fue, fue… y no hay mas vuelta de tuerca.

He llevado una vida entera auto separándome de la sensación más maravillosa del mundo, y aunque parezca mentira… esta es sin tu presencia adornándolo. Se acabaron tus días de tiranía reinando en mis recuerdos. Tu veneno se ha vuelto inerte y ya no vale siquiera como suero.

No voy a dejar que sobrevivas a esto… no te mereces esta vez ni piedad, ni lastima, ni pena. Tu misma has ido hilando los hilos de la soga con la que te has ahorcado. Y yo no voy a bajarte de la viga, porque directamente no eres mi problema. Entonces… la solución que la busque otro porque yo me he jubilado.

Me da igual que llores o patalees… no pienso escucharte, por mí como si saltas al vacío y te dejas la cabeza por el camino salpicando la fachada. No te deseo mal alguno. Pero te he dicho te quiero mientras te clavaba tu propio cuchillo en pecho en mis recuerdos.

Puedes estar lo viva que quieras en la realidad… eso es cosa tuya como el resto del camino que puedas llegar a elegir. Pero yo me niego a seguir tu estela confundida. Como te he dicho… Soy libre. Y no cualquier tipo… sino de verdad. El juez ha denegado tu recurso y a mi me han absuelto. Han condenado a lapidación a tu antiguo veneno y los leucocitos se han encargado de ello.

El silencio se ha vuelto mas dulce desde que estas ausente y ya no tengo ningún miedo. Ahora por fin ya sólo me queda mi vida sin ti. Por supuesto me he deshecho de todo lo que te recordaba que tampoco era demasiado. Un asesino llamado Amnesia hará el resto en cuanto pague por sus servicios la modesta cantidad de una botella de absenta. Se ha la merecido y ahora solo me queda unos cuantos chupitos de duende para cumplir su sentencia.

Busco la cucharilla y dejo que el almíbar de azúcar con la bestia ardiendo se caramelice y haga que el trago sea suave como la brisa. En cuanto termine… todo se habrá acabado. Lo escuchas?... es el final con su punto. Uno que nadie podrá liberar porque el pasado pesa mucho menos en recuerdos que en un papel ya firmado.

Adiós veneno… encantado, porque aunque suene raro… es lo bueno de las despedidas que no vuelven a suceder jamás.

martes, 13 de octubre de 2009

Soñar despiertos.


Las palabras se quedan en la puerta esperando… aguardan a que vuelvan a dejarlas pasar a todas ellas, sin ninguna reserva… sin mirar el carné. Libres como lo han sido siempre desde que algún loco le dio por abrir una caja que no debía porque no sabía siquiera leer lo que ponía.

Da igual… la caja se ha abierto y ahora todo lo que se guardaba dentro se ha escapado y no hay forma de volverlo a guardar… ni siquiera hay quien pretende hacerlo para no quedarse mudo en el intento.

Las maquinas funcionan a pleno rendimiento y la imprenta ha vuelto a asesinar con sus letras todas las hojas que pasan por ella… La verdad es que es un caos delicioso y exuberante lleno de historias aun sin formar.

El verbo se hizo carne y le dio por quedarse… ahora no hay remedio porque un fallo nos puede juzgar a todos con la misma moneda y las fábulas quedan en otros mundos sin escaleras de mano. Nadie puede evitar que las novelas se abran paso con sus cientos de aventuras saltando de renglón a renglón.

No me importa ya ni que los poemas pierdan su rima y su estructura… les veo sangrando y gritando de dolor abandonados a su suerte en cualquier esquina. La revolución de de las lenguas escritas ha comenzado y los oradores vemos nuestro fin inscrito en piedra como epitafio.

No hay lagrimas… sólo alegría porque pocos podrán contener la furia de las palabras asesinas regadas con ira y rabia a partes iguales… el odio sigue enraizando profundo y a algunas vocales la gente ha dejado de quererlas por miedo a su venganza sangrienta.

La u es el enemigo de todos por su mortal embestida y no es un miura si quiera ni tiene rabo… pero viene primera montada en la muerte y su sola mención le da poder enfrentada a cualquier espejo que veas en el camino.

Me gusta este reino de locura enganchada a un diccionario que va perdiendo sus términos como quien olvida su memoria… va su ritmo desmoronándose como una torre hecha con cilindros de cartón cuando comienza a llover. Todo acabara en un sumidero de la ciudad atascándose por las tuberías que unas rejas ponían fuera del alcance.

Pero el agua no entiende de lenguajes porque es universal… moja a todos por igual y deja la realidad limpia e impoluta como querría para sí la real academia. Sueños utópicos perdidos en la penumbra de un callejón poco iluminado.

Antes morada de la luz de los hijos de la noche. Cuando se narraban los cuentos a media luz sin necesidad de vender nada llenando las aceras de anuncios sin sentido ni lugar. Prefería sin duda que las letras fuesen a su propio albedrío colocándose unas con otras sin importar la causa sino el producto final.

Cuando destilábamos la noche gota a gota para elaborar el mejor aguardiente que ningún humano pudiese probar sin querer repetir… y ahora miro a los borrachos ebrios de vulgares palabras sacadas de la chistera de un mago manco que no sabe ni donde esta. Y me río con ganas… por no decir a carcajadas… porque hemos terminado sembrando de esperpento nuestra sublime historia.

Pido a las palabras que regresen a su casa… la que abandonaron para irse fuera de una caja sin sentido que no debió ser abierta. No por nada… sino para no derramar nuestra insana enajenación en el mundo donde sus habitantes no coman de su imaginación particular.

Echo de menos sentarme a oler la literatura como debe de ser cocinada… con cuidado y el cariño del que sabe que ningún plato sale a la mesa sin que este preparado… no es personal, sólo sucede que a veces nos olvidamos de preguntar si se debe o no hacerlo porque estamos demasiado ensimismados en nuestro ombligo.

Quiero que los relatos sigan desarrollándose en una ciudad sin ley llena de gatos y que de noche viste sus mejores galas… me gusta su tranquilidad porque tienen tantas puertas como deseos puedan cumplirse. Pero en el país de las maravillas… solo hay que cumplir una regla dejar todo como estaba antes de salir.

Yo he dejado escapar las letras y no me arrepiento de ello porque una vez alguien me dijo que nunca me quedase callado y yo y mis letras somos muy felices llevando la contraria a un mundo que se empeña en mostrarse sin que nadie le haya invitado.

Es el doble significado de las cosas que flotan porque tienen miedo a hundirse… y a pesar de ser un personaje no dejo de ver en el esperpento la risa amarga de los que trataron de domar las letras y quedaron encerrados en sus propias jaulas sin ningún cartel para que nadie pueda abrir el candado por equivocación.

Los mismos fallos no se repiten en el mundo donde la luna es la morada de todos los dementes que cambiaron el soñar dormidos lo que sus ojos podrían encontrar despiertos. Y es que no quiero llenar de basura el mundo de los espejos donde cada reflejo es un cuento para los que dejaron de estar perdidos en su propia imaginación.

lunes, 12 de octubre de 2009

Carrera a muerte



Avanzo rápido como el viento… realizo las maniobras como si llevase una vida haciendo eso y no me extraña para nada… por una vez llego tarde y ahora es el momento en el que puedo recortar distancias.

Me ciño a una trazada casi perfecta que hace que las gomas de mis neumáticos se agarren firmemente al asfalto… se adhieren de tal forma que en cada giro del volante un penetrante chirrido patina sobre mis dientes… Pero todo esta estudiado al mínimo detalle.

Tengo dibujado el recorrido a fuego sobre mi piel… se donde hacer cada cosa para cumplir a tiempo mi destino y la ultima vez que mire la velocidad la manilla había dejado de moverse aplastada contra el fin del cuenta kilómetros. El freno no existe… es el invento absurdo de los que pierden el control.

La carretera me acoge con los brazos abiertos al entrar derrapando en la autovía. Se extiende delante una alfombra solitaria con ausencia de obstáculos. Piso a fondo el acelerador hasta que el pedal cruje al llegar al tope.

El motor parece que va a explotar en cualquier momento. Ruge con la voz de cien dragones enfurecidos… va al limite de sus posibilidades cuando me vuelvo como un suspiro sobre la negra lengua del infierno.

Me esta esperando en algún lado de esta maldita carretera, hoy es el día final y he mandado a los ángeles a recoger mis pedazos con escoba y recogedor cuando me estrelle, pero hasta ese instante no quiero testigos, ni siquiera salvadores.

Estoy irremisiblemente perdido a mi suerte y no pretendo quedarme a mitad de la carrera por ningún motivo. He batido todos los records posibles desde que inicie el trayecto hasta ahora mismo. Vuelo pegado al suelo para así no tener que usar siquiera las alas de mi conciencia...

El coche es la extensión de mi cuerpo y pese a ser una coraza muy delicada, estrujo un poco más sus posibilidades hasta que encuentro el lugar. Viene marcada por una cruz y sobre ella esta la muerte esperando con su guadaña sutilmente colocada sobre su hombro. El coche patina… después todo se vuelve confuso en una maraña metal y dolor mezclado con sangre.

Cierro los ojos y dejo que el destino suceda por si solo. Un arco en abanico sesga mi vida en el justo momento en que paso por delante de la guadaña. Todo termina con un corte limpio antes de que choque con la mediana y salte al carril contrario.

Me precipito al vacío de un terraplén descuidado… a mi paso la maleza se abre para dejarme reposar en paz en medio del sembrado. La muerte da paso a la vida y los ángeles intentan comenzar a recoger mis pedazos cuando los demonios llegan a reclamar su trozo del pastel.

Me incorporo sangrando como una fuente que no da a basto. Desalojo los cristales sacudiendo la cabeza hasta que los tímpanos me devuelven al universo del sonoro y intento colocarme una sonrisa entre los huecos que mis dientes han dejado.

La muerte se agacha a recoger su trofeo cuando introduzco una nueva vida de gato en mi sesera, como una moneda flamante… la recuperación es total y quedo tan nuevo como el día de mi nacimiento. Su macabra calavera inyecta sus ojos en sangre y me maldice en todos sus idiomas… me río a carcajadas porque al final aunque sea pasto de sus gusanos me he burlado de ella un buen rato.

Esa noche duermo feliz como un niño pequeño… pellizco los trozos de sueño y me deslizo por ellos gateando sin miedos con los ojos bien abiertos. No quiero perderme nada desde el principio porque la vida es como una película. Cuando más te gusta llega el final.

Labrando libertad


Estaba cansado de ver como el mundo se atrincheraba detrás de sus fronteras… cada país luchaba por si mismo egoístamente en una globalización que era de pega así que me propuse destruir el precario sistema apoyado en palillos.

Los que estaba abajo sufrían mientras que desde arriba los demás vivían placidamente en sus burbujas especularías… y eso no me parecía justo… la verdad es que ni siquiera tenia un sentido que se pudiese justificar… por mucho que dijesen estaban equivocados es sus pesquisas.

Cuando cayo la noche en el hemisferio norte comenzó mi trabajo y como un buen ladrón agarre mis herramientas y a la velocidad del pensamiento fui borrando una a una las barreras que limitaban a la tierra con unas márgenes divisorias que no existían en si y que se habían regado durante años y siglos con la sangre de sus habitantes y vecinos.

Creo que ya era hora de que esos limites ya estaban lo suficientemente amortizados y ya no tenían sentido ya que lo que distanciaban eran a personas exactamente igual a un lado y otro. Comencé por Rusia avanzando hacia España arrasándolo todo… iba metiendo todas las aduanas y vallados… en una mochila negra que lo devoraba todo por igual...

En los lugares donde los accidentes naturales marcaban el comienzo de un sitio y el final de otro, fueron desplazados al libre albedrío de donde ellos quisieran ir… cuando salte a África… hice lo mismo hasta la zona donde el ecuador cambiaba el tiempo… seguí por el sur de Asia mientras que los niños iban corriendo tras mi estela chillando y dando gritos de alegría.

Robaba de un lado y colocaba en otro… la verdad es que lo que hacía permanecería en secreto hasta la luz del nuevo día… Volé hasta norte América y confundí las marcas que establecían sus diferentes estados montando el caos en sus pensamientos arcaicos… a los canadienses les devolví Alaska y a sus abetos les otorgue los limites de la región de los lagos… en cambio a los mexicanos les deje libertad total arrancando las desgracias de su vida.

Riéndome del mundo hice vomitar a mi mochila un puente de hierro macizo que unía a la gran nación con Cuba… dejando que los balseros dejasen de perder la vida en el viaje a lo imposible… seguí bajando y devolví a la madre tierra lo que le pertenecía borrando con selvas todos los limites que el hombre le había dado por pintar en su absurda historia de conquista.

Repoblé el amazonas y elimine todas las huellas que la industria había echo en su macabro avance tecnológico por lo que arranque todas las fabricas que arrojaban hilos de humo al cielo y cuando acabo el mundo por amanecer por el este…

Yo ya había terminado. Y conforme se fue despertando el mundo se encontraron perdidos sin sus separaciones y sus confines… yo andaba como un ciudadano del mundo sin pasaporte con la única seguridad que mi sonrisa era igual a un lado y al otro del espejo.

A partir de ahora tendrán que volver a reconstruir su mundo y sus lindes… a su voluntad pero en todo el revuelo montado y todo lo modificado tardaría mucho tiempo hasta que lo volviesen a realizar.

Lo que se nos dio yo lo modifico a mi antojo porque no somos mas que la misma carne y hueso con diferentes historias… y como todo hijo de vecino lo real es la mezcla de todas ellas…

Me tumbe y disfrute porque aunque fuese por un momento todos nos sentimos igual de libres con todo el sistema desbaratado y las montañas de naipes colocadas en un montón infinito que se confundía con el cielo.

En un instante todos nos convertimos en la misma especie animal… con los pies en la tierra y el cielo de nuestras cabezas… en una extensa babel que se expandía en todas las direcciones yo me declaraba como el liberador de las ideas que se quedaban atrapada en las alambradas.

Con las luces del nuevo amanecer el mundo se reducía a una bola amable con todas las posibilidades porque sin tramites ni burocracias la dirección de los caminos posibles se convertía en un sistema de progresiones sin limitaciones.

viernes, 9 de octubre de 2009

Bailando hasta el fin de los dias.


La vida te seduce con su especial encanto, con el conjunto de sus sutilezas… algunas imperceptibles por lo que es importante que en el trayecto tengáis los ojos bien abiertos… estarás rodeado de soldados escondido bajo las papeleras, dispuestos a detenerte si aprendes demasiado. Porque toda ley es tan flexible como seas capaz de realizar bajo tus manos.

Puedes convertir todo en arcilla con el tiempo necesario… ese conocimiento llega cuando aprendes a escuchar… a oír al mundo contarte sus secretos en la intimidad, en ese instante en que has perdido todo y lo único que te queda es un contrato que nunca has firmado.

Entonces eres testigo de que los secretos pueden convertir a la imaginación en un genio sin limites que convierta en realidad los deseos ocultos dentro de tu ser. Y una vez has empezado tienes que continuar.

Lo que al principio es dulce termina siendo amargo y al final cuando todo se cree que seguirá igual vuelve el dulzor reconfortarte de lo que ya conocías antes. La realidad en si es un baile de espejos colocados a distintas alturas.

Pero por esa sencilla razón sigues bailando… lo haces porque se te da bien seguir la música con tus pasos. No deja de ser matemáticas como muchas de las cosas que mueven el mundo. Los números son sencillos, no mienten… y eso es lo que lo convierten en los mejores amigos de los lunáticos que juegan a las ecuaciones invertidas.

Me gusta sentir el aroma de las cosas que se están haciendo, su historia desarrollándose hasta el punto donde las pupilas queden clavadas. La música entra tan fuerte como una tormenta y entonces… Si. Comprendes que esa imagen estaba rodada para ti. Esperando a que todo se ejecutase como una cadena elaborada. Como una mina escondida bajo las alfombras de tu casa a punto de estallar en el momento que pases por encima.

Ahora todo esta en marcha y su parada es tan improbable como que te toque la maquina tragaperras de la estación principal… demasiadas manos y aun mas incertidumbres porque el hombre del fondo es el único que sabrá cuando es el momento. No es que sea más inteligente que el resto sino que lleva todo el día contemplando a su presa.

Suenan el caer de las monedas como una catarata llena de latas vacías… pero esa no es tu historia aunque seas un personaje del escenario… puedes interactuar pero desprecias el gasto de tiempo. Así que continúa el viaje de la locura. No puedes apearte porque esa belleza te embelesa aunque sea una amante tan cruel como la vida misma.

Pasas por un campo de zarzas… todo esta oscuro y te vas arañando conforme te quedas enredado al fondo hay luz así que prosigues avanzando con el dolor dando besos sobre la piel, el alma se queda enganchada y la perderás seguramente. Aunque eso ya no te importa aunque te quedes vacío a donde vas no la necesitas porque jamás volverás a andar con zapatos por la tierra fría.

No hay primavera sin invierno y la verdad es que estas cansado de sentir el aliento de los barrotes de la cárcel y de sus molestos carceleros… esa presión no va contigo y tu extraña forma de sentir la libertad… no pretendes ser capturado para terminar siendo una oveja con grilletes.

Y cuando piensas que todo esta perdido llega la luz como una chispa que enciende todas las posibilidades al alcance, acabas explotando como una bola de fuego helado que arrasa con las dificultades que te habían apresado y evitaban tu felicidad… esa que siempre conociste como un regalo humilde que te dio aquel hombre simpático porque escogiste no coger su dinero.

Sigues usándola, pero a veces te pierdes con el papeleo… demasiadas cuestiones y problemas sin resolver, pero no sufras porque ahora estas dentro. Has tardado mucho en llegar y aun más en aprender a seguir los pasos. Pero felicidades porque has conseguido llegar a donde pocos lo han logrado.

No eres más especial que la mayoría, no te engañes, porque todos podrían realizar lo mismo si se lo propusieran. Pero lo que te diferencia es que aprendiste a mirar y a razonar sin pensar, sin someterlo al juicio que te dieron en la educación de pega que da el estado.

Lo hiciste con libros que venían de fuera, que iban contra lo natural… seguiste avanzando por un camino aun mas jodido de lo que debería ser normal, pero la cosas realmente importantes entran mejor en la compañía de la sangre y a pesar del dolor completaste la prueba. Lo mejor es que extraviaste todo lo que te habían dado con una sonrisa en la cara y nada en los bolsillos… y eso es lo que realmente enriquece a una persona.

Pero ahora no te quedes en las puertas sino que sigue experimentando la sensación de satisfacción total y de que podrías controlar hasta el mundo si te lo tomaras en serio porque no hay que parar de correr para que la muerte no te siga los pasos.

Suena de nuevo la música rugiendo para decirme que esta escrito que me verías en tu película… he pasado mucho tiempo apareciendo sin que te des cuenta de que todos los personajes tienen importancia en la historia. No es porque no digan nada… sino porque podrían hacerlo si parases a oírlos.

¿Y entonces tu que haces?

Nada… yo sigo bailando solo en mi bola de luz… aquí nada es lo que parece y yo mismo me he encargado de arrancar todas las voces de mis personajes de carne y hueso para que nadie pueda romper el hechizo de las voces de sirena.

Saben bailar y también divertirse… lo único que me diferencia de ellos es mi sonrisa, viene y va con las mareas de la vida, pero a ellos se las pinte bonitas para que nada pudiese borrársela porque a pesar de la ausencia de todo saben que es el mejor lugar donde refugiarse.

Están a salvo de todos los puñales que se clavaran por la espalda, de las envidias y los comentarios a hurtadillas… de todo las vilezas disfrazadas de amistad de unos seres egocéntricos y solitarios. Porque no aprendieron ni aprenderán que todo esta relacionado en un circulo cerrado del que da todo sin esperar nada a cambio.

miércoles, 7 de octubre de 2009

Buenos días señor jefe.


Despierto y miro a la gravedad a los ojos… he vuelto a quedarme colgado en la luna y no pienso siquiera en buscar alguna manera de bajar… hay mala combinación y se tardaría mucho así que prefiero pasar el día aquí viendo al mundo girar debajo de mis pies.

Hace tiempo que no subía… tanto como las noches con libertad que se han perdido en el olvido. No se echan en falta o puede que demasiado, pero la cuestión es que ya no puedo escaparme todas las noches como hacia cuando era gato callejero… Me toca guardar reposo para que al día siguiente pueda ejercer mis labores.

Cuales no lo se… pero aquí arriba no hay cobertura así que espero que los del trabajo hagan una buena quiniela sobre mi desaparición para mañana… al menos así será divertido volver y ver quien es el que se le ha podido ocurrir que estuviese en la luna.

Esta claro que a mi jefe le dará un infarto mi sinceridad y puede que tanta le sirva para escribir un buen informe sobre mi demencia y las múltiples ausencias que según a mi parecer son justificadas.

Pero que sabe un hombre que no hace nada mas que dar ordenes, porque si lo hace puede que tuviese que gritarse a si mismo por su incompetencia. Así que sencillamente decide hacer su papel y nada más que su papel evitándose pillarse los dedos con algo que pudiese arrancárselos de un bocado.

No comprende que hay gente que si puede ir a la luna… y es mas… la razón de que no fui a trabajar la anterior vez porque no recordé que era lunes… me parece tan digna como las lamentables historias que se prodigan en la empresa por los retrasos de 30 min… para mi es mas fácil decir lo que estaban haciendo. Quedarse dormidos.

Pero parece que es trabajar para alguien y todo el mundo tiene un escritor en potencia todos los días a primera hora… después la fantasía muere y la imaginación vuelve a meterse en una caja con más cerrojos que llaves en el bolsillo.

No es raro… pero no quiero que me metan en el mismo saco que a los troleros… porque ni a mi ni a pinocho nos hace ninguna gracia. Porque a ambos nos crecen cosas por causa de la mentira… Por lo que tratamos de no hacerlo la mayoría de las veces.

Este no es el caso que nos incumbe… y es que si estoy en la luna, sin cobertura ni Internet… como demonios piensan que podré comunicarme, no soy omnipresente como a mi me encantaría… yo no lucho contra las fatalidades del destino… sino que me uno a ellas para celebrar un día de libertad con omisión de deberes.

Y no es omisión si en verdad no lo puedes realizar, por lo que dejo que todos mis problemas caigan como globos de agua lanzados a plomo desde una azotea. Me gusta ver como revientan y resulta increiblemente simpático cuando salpicas a más de uno. También he abandonado todas las cosas que aquí arriba no tienen valor.

He extraviado deliberadamente el reloj para que nadie pueda decir que sabía la hora que era… ¿los informes que tenía que entregar sin falta?

Esos han sido quemados y es que claro, era cuestión de vida o muerte que encendiese una hoguera por lo que en el fondo debería ser un aliciente para ellos haberme salvado de la congelación.

Y en fin… he repartido mis dudas como si fueran caramelos precipitándose al vació… seguro que alguno al final del día termina naufragando en algún mar sin nombre sin saber como ha llegado allí.

Pero yo… pienso no hacer nada… es mas… ni siquiera quiero pensar… voy a tumbarme en la fina arena de plata y dejar que todo de vueltas sin ningún control establecido… voy a ver a las nubes hacer una historia de mimos y como no… esperar a Goliat para jugar al lanzamiento de piedra hasta que no pueda mas.

En verdad no he perdido el ultimo transporte a la tierra… sino que lo he obviado… bastante tengo con que me crean la verdad como para no inventarme parte de la historia… y es que… a todo el mundo se le escapa una oportunidad para ir a casa.

El asunto es que mientras que la dificultad de volver al planeta sea suficientemente superior al incumplimiento de mis deberes. Estoy a salvo, porque bien sabe Dios que el que este libre del pecado tire la primera piedra.

Lo se porque Dios esta a mi lado sentado con una cerveza… y los dos nos hemos reído bastante al ver a mi jefe salir de la casa de su amante sin que su mujer sepa donde había pasado la noche.

Ahora mi argumento se estrella contra el muro de sus falacias… él lo sabe y mi reloj también… no falla, a las 7:45 estaba corriendo hacia su coche para no llegar tarde. Así que habiendo estado presente y teniendo suficientes pruebas que limitan su inocencia… a ver si tiene narices como pinocho a decirme que no es verdad lo que digo.

Vuelvo mullido un montón de arena que me servirá como almohada improvisada. Dios me da la enhorabuena por haber ganado antes de jugar la partida… me da un abrazo y se va a reírse de algún desgraciado que piensa que esta loco porque escucha voces.

Y es que hasta Dios tiene un raro sentido del humor los jueves por la mañana… Menos mal que llega el viernes y entre excusas y acusaciones preveo que lo del asunto del informe podrá escurrirse hasta el lunes que viene.

Sonrío alegremente porque desde aquí arriba se ven todos los fallos que la gravedad disimula abajo. Y es que nadie puede decir que no tengas unos ojos que te observen, porque el secreto de todo es saber donde y cuando se produce una buena historia que contar.

Solo hay que abrir bien los ojos y dejar que caiga en la trampa. La paciencia del cazador de gamusinos se ve recompensada cuando captura idiotas con un cazamariposas buscando lo imposible… y es que no hay persona mas simple que hace las cosas sin preguntarse el porque.

Mañana simplemente diré… Me ausente del trabajo, no por problemas personales y mucho menos de la salud. La cosa es que me quede aislado en la luna y tú no estabas ahí ni en tu propia casa para poder comprobarlo.

martes, 6 de octubre de 2009

El viaje de Nemesis


Ha concluido el tiempo de espera. El capullo se ha fragmentado para devolver al mundo algo que no era lo que entro… He cambiado sustancialmente en estos días de letargo obligado… desapareciendo del mundo real, masticando lo que quedaba de mi humanidad adquirida.

Ya no quedan rastros de nada de lo que adquirí al caer del cielo… solo quedan mis pasos erráticos señalados con fuego. Es hora de volver a casa a terminar lo que había empezado hace quizás demasiado. Pero al final de la partida las cartas se ponen sobre la mesa para levantar las más variadas sorpresas.

Acaricio a Nemesis y le agarro con fuerza contra mi pecho… se ha acabado el tiempo en la tierra y el agua ya no es lugar para esconderse. Recuerdo nuestra historia y salgo fuera de mi pequeña prisión de cristal blindado. Vuelvo a ser libre y me desprendo de lo que me amarraba con hilos invisibles.

No voy a ser un Jesucristo clavado a ninguna pared… por lo que rompo las reglas por última vez y acuchillo el disfraz que me sacaba de la realidad. La carcasa se abre como un nido de seda y aparece lo que había latente en su interior. Llegados el momento adecuado hay que vestir lo que la naturaleza nos entrego. Así que ingreso de nuevo al activo de las filas de los Ángeles.

Mi descubrimiento ha hecho que salten todas las alarmas de cualquiera de los reinos… el hijo perdido ha regresado declarando su posición. Y lo que parece una buena noticia no es más que la primera de las consecuencias del retorno.

Porque ahora todos los ángeles vengativos querrán coger la parte del pastel que Dios entrego por mi cabeza. Y es que he olvidado contaros que mi exilio del cielo fue casi provocado por mi mismo y mi temperamento. Yo era un buen ángel vengador… es mas era de los mejores… bastante obediente aunque muy impulsivo por lo que día si y al otro también tenia que cumplir castigos por mis múltiples desobediencias…

Así que harto del rígido control y la normativa vigente… me fui con mi estoicismo de ahí para caer a la tierra y adquirir forma humana por un tiempo indefinido. Pase una buena temporada viviendo a mi antojo con ese supuesto libre albedrío que le dio Dios a su ganado y que gastan malversándolo sin saber utilizarlo.

Por lo que decidí ejercer mi labor de justicia a mi manera convergiéndome en una leyenda entre los asesinos a sueldo. Nadie conocía mi rostro y nunca quedaban pruebas que adjudicarme… lo bueno es que se me daba bien mi trabajo y realmente lo hacia genial… era feliz planeándolo y disfrutaba desarrollando metódica de mis pasos y por supuesto celebrando que todo hubiese tenido una ejecución perfecta.

Disfrutaba con mi tarea de equilibrar constantemente las fuerzas entre el bien y el mal mediante la elección de una serie de blancos inscritos en una lista efectuada por alguien superior que por fin he acabado de concretar.

Tanto arriba… como abajo he seguido al mismo hombre tras la cortina. No era otro que Dios tratando de que siguiese cumpliendo sus deseos y ahora que he descubierto su plan para matarme… esta jodido… porque el asesino de Dios irónicamente será su sicario preferido. Mala suerte por ser mi jefe porque mi sobrenombre será su sepultura.

Desplegó mis alas pegadas a mi cuerpo tanto tiempo. No recordaba el placer que experimentaba al sentir el aire rozando mis plumas que tras tanto tiempo ocultas se han vuelto azabaches con cada venganza… y ahora son tan negras como la garganta del infierno que me asiste.

Ahora llegaran cientos de ángeles de alas blancas para apresarme… apuesto a que seguro que encuentro unas cuantas grises de mis ex compañeros arcángeles y por supuesto algunas negras aleteando para cobrarse mi cabeza saltándose todas las normas establecidas.

No voy a esperarles… me niego a dilatar mas el momento de mi vendetta trasladada en el tiempo… ahora es el momento y tengo que ir al lugar donde me esperan… Agarro a Nemesis por la culata con firmeza… introduzco el dedo en el gatillo y lo aprieto por ultima vez… el sonido es soberbio y el proyectil avanza como una flecha hacia su victima.

¿Quién?

Uno de los lacayos humanos que creía que podría sorprenderme con sus patosos pasos detrás de la puerta del garaje… La bala penetra la puerta de hierro y pone funesto fin a la tentativa de acribillarme con su fusil de asalto tras abrir la puerta de una patada.

La bala entra y después sale para estamparse con el hormigón de la antesala del ascensor. Su vida se desmorona sin llegar a comprender que es lo que le ha abatido. Incomprensión en unas pupilas dilatas que han recibido un impacto entre ceja y ceja.

Mala suerte para los que no tienen valor para declarar sus intenciones de antemano. La sinceridad le cuesta la vida y tras su última presa devuelvo a mi pistola su apariencia real…

El fuego ruge contento de volver a verme tal como soy. Flamígero baila sobre la hoja de la espada de la venganza que Dios me entrego para ejercer tal labor. Hacia años que no sostenía la empuñadura labrada en oro con mis iniciales y me adapto reconciliándome a su peso en la palma de la mano… siento su familiar calidez a mi tacto porque es un regalo que a posteriori temple yo mismo en las fraguas del infierno para aumentar su poder ilimitado.

La espada del castigo y el tormento eterno… Nemesis para mi por ser lo que queda detrás de la mismísima muerte… y ahora los dos hijos perdidos y buscados vuelven a entregar toda la venganza impuesta por los años de servicio encubierto.

Deseo subir como un foco de fuego y mi espada me recubre de su candoroso resplandor mientras asciendo dejando un agujero en el cielo con una estela plateada a mi paso. No tengo la mas mínima intención de frenar hasta que llegue a mi destino y una multitud de ángeles sin dos dedos de frente se estampan conmigo en mi avance.

Salen despedidos como bolas de un billar… para suerte de ellos ilesos de mí espada… solo quiero cumplir mi función y el resto es inocente… me escurro entre sus torpes ataques y esquivo las defensas que están lanzando para protegerse…

Intentan capturarme algunos con vida supongo que por respeto… otros van a matar y algunos de ellos han encontrado su propia muerte… no por mi, sino por sus armas clavadas en sus gargantas a conciencia.

Nemesis solo desea la sangre de Dios y el resto no son lo suficientemente adecuados para estar a la altura de merecerse ser exterminado por una espada que es leyenda en las alturas. Prosigo mi camino un poco mas deprisa… están aprendiendo de sus errores y no me apetece retrasarme.

El fuego termina por rodearme por completo… las plumas arden en los extremos con tonos rojizos vivos por la combustión del aire… la velocidad me afila junto a la espada y los dos nos volvemos una sola cosa… la venganza personificada.

El tiempo se vuelve curvo justo antes de que la luz acabe por pararse en su avance junto a mí… todo se ralentiza hasta el extremo de que congelado queda atrás de mis pasos… Mentalizo mi deseo y visualizo el objetivo sonriendo antes de acertar sobre el… atravieso su pecho de lado a lado arrasando con su contenido y desperdigándolo por la totalidad del universo.

Su energía se desparrama como un manantial de agua que lo anega todo con su inmensidad y yo dejo de arder calmado con el sosiego del líquido que apaga mi sed de venganza. Mis ojos no guardan odio alguno tras su muerte… le deseo un buen viaje y desaparece inundándolo todo de una recarga de energía positiva.

Por fin el viejo hace algo bien… me sacudo del hollín con un par de aleteos que dejan a la vista unas alas completamente doradas… Nemesis ha apagado el fuego de la rabia y ahora áurea brilla con vida propia… los deseos se cumplen cuando tienen que hacerlo.

A Dios le costara recomponerse de nuevo unos siglos y así tendré tiempo suficiente para investigar por todo el universo. Coloco la espada sobre mi espalda y salimos volando con dirección a ninguna parte.

Los ángeles se apartan porque aun habiendo sido el asesino de Dios al cuadrado nadie soportaba su divina gracia sin sal… por lo que me respetan por haber sido capaz de llevar a cabo lo que debía hacer sin piedad. Ahora soy un héroe caído… incluso por un segundo a Dios se le ilumino la cara de volver a encontrarse con mi sonrisa.

De todos es sabido que no le hizo tanta gracia su final… pero a veces no es el mejor guionista el que escribe su final sino su personaje estrella… Por consecuente estrellado me piro a otro lugar. Tengo un mundo entero que contemplar y ahora siento la paz que me calma.

Todo estaba escrito desde que al viejo le dio por darme una espada… ahora cumplo sus mandatos y dejare a la justicia que se realice por si sola. El karma a sus asuntos y yo a los míos. Nemesis y yo desaparecemos en una bola de luz blanca quizás solo seamos una esfera corpuscular mas.

Pero todo puede cambiar de nuevo… no hay mayores designios de los que puedan entrar en una botella de cristal… ahora solamente queda escuchar al silencio que por fin ha sido liberado de su cautiverio de mutismo bajo las palabras de Dios.

Habla claro en susurros de viento… es el narrador de cualquier historia que se regase con talento y con humildad… le gusta escuchar nuestros pensamientos y ahora podrá volver a realizar sus sueños. Dejar de ser el silencio.

domingo, 4 de octubre de 2009

Viajeros del tiempo


Duerme la bestia reposando su eterno descansar… Ya no tiene prisa por irse a ninguna parte, sencillamente porque es el último de su especie y no tiene otra cosa mejor que hacer que pasar una efímera eternidad dejando que la brisa marina erosione su pétrea piel.

Abre su ojo para mirarme con la curiosidad del que encuentra algo que no reconoce pero que siente que esta ahí observando. Me siento delante de su pupila irisada y dejo que me contemple con parsimonia… yo tampoco tengo demasiadas cosas que hacer. Ando buscando respuestas con un detector de metales. Pero las buenas andan enterradas muy al fondo y estoy demasiado vago para cavar tanto.

Así que me tumbo a su lado… sin darle demasiada importancia y sin que a él le moleste. Me sigue estudiando de arriba a bajo… creo que tiene preguntas avanzando como agua entre la piedra. Pero no tengo gana alguna de importunarle.

Para cuando quiero darme cuenta ando sumergido en una burbuja en mitad de la noche de los tiempos… voy a la deriva sin que nadie pueda salvarme. Soy un naufrago perdido y abandonado con un dragón de piedra que duerme el sueño de los que acabaron por conformarse con la situación.

Pero algo arde debajo de ese montón de escombros que se ha ido acumulando encima. Todo comienza con la dejadez del hastío… un no me importa con un esta bien colgado como etiqueta… ¿y después?

Después te despiertas sepultado bajo toneladas de sedimentos que algún idiota llamado tiempo le ha dado por dejar abandonados encima de ti. Y eso ya es ineludible… cuando te quieres dar cuenta es demasiado tarde para casi todo lo que no sea no hacer nada.

Pero estoy harto... Harto del conformismo… de un pesimismo diluido en la mitad del vaso de agua. Es un señor de aire y permanece anclado a la tierra sin que nadie pueda remediarlo.

Me acerco a su ojo y comprende que me estaba esperando. Teníamos que llegar a ese momento porque sencillamente estábamos destinado a ello. Él por esperarme y yo por encontrarle. Ahora todo estaba en place. Y nada podría evitarlo.

Le hable de la historia… de mi vida… de cómo andaban las cosas desde que el había decidido dormir… Todo le interesaba porque tenía mil y una preguntas aguardando dentro de su garganta. Y de lo que empezó siendo una voz de piedra rugosa acabo por convertirse en un manantial delicado y suave que fluía sin miedo a derramarse.

Pasamos días, incluso semanas dilatando ese momento de conocimiento poniéndonos a punto… Por el día respondía a sus preguntas, por la noche en cambio nos dábamos baños relajados en el agua que le rodeaba mientras contestaba a todas mis cuestiones atravesadas en lo profundo de mis pensamientos.

La energía era tan especial que no necesitábamos si quiera alimentarnos de nada que no fuesen palabras. Desayunábamos cientos de poemas bañados en vino dulce y canela… Para almorzar en cambio preferíamos una prosa burbujeante con aguardiente de hierbas y cigarros aderezados… pero cuando caía la noche y la luna nos iluminaba desde el faro de su casa. Cenábamos teatro y nos repartíamos los papeles de la obra a partes iguales.
Y así pasaba ese extraño periodo… y siguió pasando porque a pesar de ser de distintas especies cuando estábamos juntos éramos la misma cosa con distinto formato… adorábamos las palabras y él era el mejor conversador que jamás había encontrado.

El transcurso de los siguientes meses sucedió en un amplio lapso que naturalmente fue desarrollándose sin que ni dos diésemos cuenta… el tiempo fue magnánimo conmigo manteniéndome en perfecto estado. Y siguió la rueda girando tranquilamente porque ya no había vasos, ni artificios…. Tan sólo estábamos nosotros dos luchando a pecho descubierto con las estaciones que caían como las hojas del otoño de los lamentos.

Y llegado el día oportuno dejamos toda existencia fútil y desesperada… rompimos la capa de piedra que nos mantenía como presos aletargados de nuestras palabras y decidimos salir a ver el mundo de nuevo con los bolsillos repletos de información importante y necesaria para comprender el funcionamiento de todo.

Abrió sus alas y desaparecimos por el horizonte… Comenzamos siendo dos desconocidos y ahora simplemente éramos la misma persona translocada en el tiempo… Sus ojos reconocieron mi curiosidad desde el primer momento y fue por ello que me gane su férrea amistad.

Los dos estábamos solos y luego no quedaron deseos de otra compañía que la que podemos entregarnos sin esperar nada a cambio. Eso es lo tiene una buena amistad… intervalos iguales de palabras aderezadas con silencio a rachas.

Al final nos perdimos en el seno de las épocas… yo era lo que el esperaba y él lo que estaba buscando… asesinamos cada uno a la soledad del otro y cuando no quedo nada mas que hacer en la tierra… nos volvimos etéreos y desaparecimos en busca de todas las estrellas sobre las que habíamos trazado nuestras líneas del camino.

Siguen preguntándose porque el dragón dejo su lugar y porque nos fuimos a otro lado… no comprenderían que la respuesta viene sola detrás de la pregunta si sabes escuchar… solo se precisa relajación y olvidarse de todo lo que no afecte a ese momento y lugar.

Vaciamos nuestros lastres y esperamos con anhelo que no cayesen sobre nadie… porque no queríamos para los demás dar lo que nos sobraba y nos mantenían anclados a un conformismo arraigado. Era el instante en que el tiempo se condenso en una pelota y nos abrió la puerta del abanico de realidades disponibles. Nos dio una llave a cada uno y se quedo con nuestros cuerpos como fianza.

Permanecemos ahí pero solo es una presencia de cartón piedra… nuestras cabezas están en otro lugar desde que comprendimos que no hace falta moverse para ir a otra parte… viajábamos a la velocidad del pensamiento por todos los lugares que a cualquiera de los dos se nos pudiese ocurrir.

Éramos felices porque en al fin y al cabo decidimos vivir nuestras existencia a nuestra manera… porque realmente dejamos de caminar por las eras del hombre desde nuestro nacimiento y porque en esencia éramos sólo eso… el eterno deambular de las conciencias en un ciclo infinito de conocimiento desbordante.

Unos mueres y otros sobreviven porque en realidad todo queda bajo la suerte de un lanzamiento de moneda subyugado a nuestra voluntad. Cada uno elige su destino y lo adorna con todas las florituras que caen en los sacos de nuestra imaginación.
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