Seguidores

domingo, 28 de junio de 2009

Espuma de mar


Ya ha llegado el verano con sus amaneceres tempranos… los cielos azul celeste dándonos los buenos días con aromas de playa y mar flotando sobre un aire seco de humedad.

Vuelven las golondrinas para llenar el firmamento de aviones sin motor… sus graznidos se cuelgan de los aleros de los tejados y traen consigo la arquitectura del barro de los botijos. Oigo el mar rompiendo las olas contra los edificios que rodean la ciudad… un lamento marino me susurra que me espera para acogerme en su seno. Sonrío por la proposición indecente y cambio de canción para entrar bailando en una de las avenidas principales.

Todos duermen y las calles están vacías para aquellos que no encuentran descanso. Los magnolios me prestan parte del aroma efímero de sus blancas flores… las veo salpicar el verde prado de sus ramas saludando amables con sus pétalos al ritmo de las brisas matutinas.

El infierno comienza a arder debajo del asfalto para llenarlo todo de la agonía de sentirse una barra de mantequilla sobre una plancha al rojo vivo… sisean los pies cuando la piel se sale del borde de las sandalias.


Suplicas por el aire y una ráfaga viene a socorrerte… las hojas se ríen frotándose entre ellas mientras contemplas una obra de teatro a escala natural. El atrezo de cartón piedra es tan realista que nadie podría asegurar que no se trataba de una verdadera una ciudad.

Se que es una ciudad, pero siempre me siento en ella un extraño de vacaciones de verano... sin prisas para llegar a ninguna parte… y con un destino desconocido a cada vuelta de la esquina. Cuando cae la noche los nombres caen en el fondo de sus carteras para perderse con sus historias allí donde ningún desconocido pueda llegar a humear.

Todos tienen vidas brillantes cuando se viaja fuera de casa… el pasado se queda en una maleta olvidada deliberadamente junto al fondo de armario. Y entonces es cuando no hay cadenas que se puedan arrastrar.

Respiro hondo y el mar vuelve a mi… el sol esta comenzando a asomarse y yo intento desesperadamente de encontrar una sombra donde cobijarme de mi propio verano. Tengo un par de libros en la mochila y una botella de agua de frío cristal que se llena sola.

Busco un lugar que no encuentro porque nunca he estado allí… mis pies se extravían en tantas direcciones que cuando vuelvo a reunirlos ya no hablan el mismo idioma… el mar acaba por encontrarme en mitad de Madrid y la resaca me chupa hasta dentro de su seno.

Me parto de risa por la ironía mientras las olas rompen contra mi pecho arrastrándome mar adentro… el viento grita pidiendo socorro en mitad de una tormenta de verano y los rayos iluminan mi hundimiento haciéndolo bonito con sus truenos… me desprendo de todas las cosas que me sobran y me ahogan… después acabo finalmente por desnudarme y sentir la inmensidad que me rodea… la red del mar continua tragándome hasta el fondo y yo termino por regalar las ultimas de mis burbujas a un simpático delfín curioso.

Se marcha jugueteando con ellas por medio de su morro… choca y las va dirigiendo como un pastor con su rebaño… a cambio he conseguido una guía de eventos y un par de cartas oceanográficas.

Por fin consigo encontrarme… me estiro lentamente hasta que me vuelvo fluido como el agua… me muevo a la velocidad del pensamiento sin necesidad de nadar… las paredes de mis pulmones se han pegado y ya no necesito respirar… Todos mis problemas no pesan nada ahí abajo y una suave relajación ingrávida me mantiene aletargado.

Tengo un océano de oscuridad esperando a ser contemplado con mis ojos de gato… los peces hacen cola para ser devorados… Pruebo una ración de pez payaso en un lecho de algas con un sabor para morirse de risa y a la vez de placer. Creo que después de todo pasare unas buenas vacaciones abandonado como un naufrago en el fondo del mar.

Los peces no tienen mucha memoria y hay poca conversación… pero se respira una calma salada que cicatriza todas las heridas de mi cuerpo y de mi alma… No me importa que la vida prosiga en la tierra porque debajo del mar todos los pensamientos irreales terminan por salir a flote en la superficie.

Es una manera extraña de conseguir separar lo que aun vale de la paja… aunque ya lo necesitaba… me estaba ahogando y ya no podía respirar… necesitaba cambiar de aires y volver a los inicios.

Me dejo llevar mientras la luna sonríe en el firmamento estrellado… quedan un par de meses para que pueda emerger preparado para volver al infierno… tengo que desprenderme de las cosas que me mantienen a flote. Ahora aprecio más una buena ancla que un gran yate. Desde abajo estas a salvo de todos los problemas que sin importancia no caen por gravedad…

Y la verdad es que comienza a gustarme seguir las corrientes…Cierro los ojos y me dejo llevar… no importa a donde me lleven porque en la libertad del mar el tiempo no pasa sino fluye… y tranquilamente me mezclo con las calidez de las mareas en busca de una sirena.

martes, 23 de junio de 2009

La noche de San Juan


Era ya tarde para que los niños siguiesen en la playa… los llantos se habían apagado con la llegada de la hora de las brujas y los mas activos hacia tiempo que habían sido llevados a sus camas. Lo único que quedaba eran adultos tirados por la playa… alrededor de las fogatas… hablando… riendo… durmiendo o amándose… en fin… lo que cada uno de ellos hubiese perdido en la purificación del alma de la noche de San Juan.

Particularmente para mi era la mejor noche de la tierra… a pesar que el efecto mágico conllevaba un efecto dañino para los demonios y demás hijos de la oscuridad… disfrutábamos de una noche en la que el infierno se instalaba en la tierra.

La noche ocasionaba una acción sanadora sobre nuestras pieles como el agua oxigenada sobre las heridas… solo que lo nuestro era natural y por ello recibíamos un escozor térmico al estar expuestos a la magia de sus llamas.

Todos acababan limpios y aliviados de sus pecados y nosotros andábamos cazando pecados tenebrosos entre hoguera y hoguera… Realmente aquello era como estar en casa… si cerrabas los ojos podías sentir los gritos… los rugidos de las bestias… el crepitar de la piel de los hombres de lava y si afinabas la visión… vislumbrabas a los demonios lobos atacando azarosamente a los aterrados pecadores novicios.

Yo me encontraba a muchos kilómetros sobre la superficie, pero no podía evitar echarla de menos recurrentemente, porque allí… junto al calor de las llamas eternas y del tormento mas inhumano que pueda practicarse durante una condena. Aquello era lo que mi cuerpo sentía como suyo.

Recuerdo el primer día que acabe irremisiblemente en la tierra… todo era insoportable… el frío… la ausencia de dolor continuo… incluso los gritos y los lamentos se habían maquillado de un uniforme ruido que lo inundaba todo con sus aberrantes notas disonantes.

El tiempo fue pasando y yo me encontraba como un extranjero en tierra de nadie. Lamentaba haber terminado allí por mis ansias de escalar en la jerarquía demoníaca. Había conservado mis poderes, pero uno en especial… era el que me hacia que el regreso fuera imposible.

La capacidad de regenerarme de los daños sufridos me clasificaba como inmortal y salvo un par de poderosos de todos los reinos, los cuales tenían la capacidad de sustraerme toda la energía hasta convertirme en un montón de nada.

Toda la experiencia de estar vivo se resumía a un caos sin sentido… sin propósitos ni metas… me dedique a merodear con mi nostalgia por todos los desiertos, volcanes, tierras yermas y devastadas, paramos donde la vida ni se aventuraría a establecer algo que fuese duradero.

A pesar de todo yo seguía andando y por lo tanto sufriendo hasta que llego un día como hoy… Entre el 23 y el 24 encontré un reducto de salvación… un halo de esperanza… puesto que en ese instante entre ambos intervalos… todos podíamos salir a la calle…

Los humanos a divertirse y olvidarse de sus males incendiándolos en las piras funerarias… y nosotros controlando la naturaleza de esos males hasta encontrar las victimas más siniestras y alimentarnos con ellas…

Total… en una noche así nadie se daría cuenta. Es por tanto que en esta noche… Los demonios salimos a danzar en las hogueras… como en las noches de los tiempos en el infierno… capturando almas corruptas y sin control sobre ellas… enseñar a que todo mal… tiene un mal superior al que acatar…

Los pobre humanos no saben que con las hogueras despiertan a todos los demonios que buscando la semejanza con nuestro antiguo hogar… bailamos, bebemos y besamos en la noche del solsticio de verano…

Todo porque será el único momento en el año en que podemos sentirnos nosotros mismos en un mundo rodeado de extraños… ellos no comprenden al fuego… nosotros lo llevamos escrito en la piel… sabemos lo que dicen sus llamaradas… sus calidos susurros ardientes… sus flamígeras visiones… Le miro a los ojos y el fuego eterno y candoroso me sonríe con complicidad.

Deseo encontrar a mi victima y el humo se introduce por mi nariz hasta que en el cerebro se dibuja la cara de dos personas que están sentadas entorno a mi hoguera. Dialogan con otra pareja y toman bebidas adulteradas… son unos hábiles estafadores que roban a sus victimas y algunas las matan… tienen una larga lista de almas condenadas a sus espaldas…

Por fin un objetivo digno de capturar en una noche tan especial. Algunos de los de estaban acechándolos al verme en escena desaparecen prestos antes de que pueda identificarles.

Al final acaban siendo cedidos a mi voluntad… Mala fortuna para ellos… buena para mí. Pasado un rato la amable pareja acompaña a los lavabos a los imprudentes afectados. Y les roban todo antes de que puedan darse cuenta. El yace con un golpe en la nuca… ella entre lagrimas da todo lo que le queda para que les dejen en paz.

Paso tambaleándome aferrado a la fe inútil de una botella de whisky. Ellos se miran sonrientes… dos pájaros de un tiro… vienen corriendo a mi encuentro y me prometen mas de la bebida de la que pueda beber…

Les ofrezco un billete de 100€ que no tardan en aceptar… se alegran ilusionados por su buenaventura… a cambio les pido que me lleven a la playa para ver las estrellas reflejadas en el agua.

La oscuridad es total en ausencia de luna… ellos me acompañan hasta la playa y andamos por la orilla hasta que llegados a un momento no hay nadie alrededor. Él saca una navaja grande del bolsillo y me la pasa por delante del cuello aprisionándome entre el filo y su cuerpo. Me ordena que suelte todos los objetos de los bolsillos si aprecio mi vida.

Suelto la primera de las cosas, que no es ni más ni menos que un acumulador de almas… en apariencia una piedra dorada como el oro… pero sin su valor material como tal. En cambio su valor real… se pierde en una parábola creciente junto al infinito. Después cae la cartera y el móvil… Un paquete de tabaco y su compañero el mechero. Pero el siguiente objeto que tardo en sacar no les hace tanta gracia… ella chilla sorprendida y el soltándome avanza un par de pasos hacia atrás. En el suelo hay una mano humana con el índice extendido. Para mi no es mas que un útil de mi trabajo… un detector de mentiras.

Me miran extrañados antes de que agarre por los pies a cada uno volteándolos bocabajo. Les sacudo como dos pececitos recién pescados e indefensos… Ellos gritan pero desde el lugar que me llevaron no pueden oírles.

Me introduzco lentamente en el agua. Esta congelada como puñales de hielo que se clavan en mi piel… sigo avanzando hasta que no hago pie y continuo andando por el fondo… ellos intentan zafarse junto a las burbujas que exhalan alterados… no camino mucho mas allá… a cien metros de la costa ato sus piernas a la cadena de la bolla de señalización.

Enredo sus extremidades con la red y lo dejo todo como si hubiese sido un accidente. Recuerdo sus vidas escaparse junto al agónico sentimiento de asfixiarse sin remedio. Disfruto de sus almas aderezadas con la muerte de un sinfín de ellas. Saben a gloria… las devoro poquito a poquito mordisqueando su sufrimiento… su dolor… a pesar de que el cuerpo ya ha muerto… le queda el experimentado por su alma… aun mas intenso si cabe.

Ofrezco un trozo que me queda sin mordisquear a un demonio que me mira con las manos vacías… sonríe y prendemos fuego a una fogata recién creada.

Bailamos para la sonrisa incipiente de la luna bajo el brillo de las estrellas… agotamos la noche hasta que saludamos al día… y volvemos a sentirnos fuera del mundo. A veces consigo quedarme parado y sentir como soy uno con el mundo… Acto seguido llegan las ganas de aniquilar y destruir a la gente que pudiendo se empeñan en hacer las cosas mal.

Sonrío porque mi justicia es tan salvaje que pagan justos por pecadores… pero aun así… es justicia y por lo cual no entiende de clases… ecuánime con todas las partes… si me ves aparecer corre… porque aunque ya no sea San Juan… sigo jugando al póquer viéndote las cartas… puedes perder… o puedes perder… lo importante es que no apuestes la vida en ello.

domingo, 21 de junio de 2009

La fuente mágica.


Yolanda era una chica como otra cualquiera… sonreía sin parar mientras consumía libros enteros en sus paseos por Barcelona… No era de allí de nacimiento, sino de algún pueblo pequeño escondido de la zona de la rioja… llevaba su tierra como vino tinto por sus venas… pero había olvidado como volver a otra casa que no fuera en la que ahora vivía.

Cambio un destino por otro en un cruce de cartas en una partida de póquer. Ganó una vida y perdido sus recuerdos… no todos pero si la mayoría, pero no había una noche en la semana que ella no recordase sus paseos por los bosques una vez caído el otoño con el sonido de las hojas crepitando secas en un manto de rojos, amarillos y marrones que hacían de sus escapadas al campo la delicia de los soñadores o puede que algún cuento de su abuela.

Y ella no había dejado de soñar, únicamente lo había aparcado… solo que ahora le gustaba el mar más que la montaña y una vez piso el mediterráneo en las costas catalanas. No pudo volver a sacarse la sal de las entrañas. Y es que esa ciudad que la había acogido con los brazos abiertos se había transformado poco a poco en su propio hogar.

Le gustaba mezclase con las gentes por las ramblas, pero ese no era su destino de hoy… sino que era otro distinto en esa mañana. Había pasado toda la noche recordando una historia que su abuela le contó una noche de invierno. Y no era otra que la del príncipe Rana.

A Yolanda le encantaba que su abuela Marisa le contase cuentos antes de irse a la cama… porque sencillamente era una labor a la que estaba destinada pues desde que fue madre por primera vez, se dedicó a recopilar tomos de cuentos para que cada noche sus hijos tuvieran una historia distinta antes de irse a la cama.

Y con la sabiduría que le daban sus 75 años y sus cinco hijos a las espaldas… siempre que la abuela dormía en casa prometía a sus nietos gratas experiencias. Pero a dia de hoy recordaba el cuento como si no hubieran pasado 20 años desde aquel instante…

Una vida entera que le permitía aun oír la voz arrugada de su abuela sosegando un colchón de sueños para que la pequeña chiquilla durmiese con los angelitos. Pues la cosa es que esa historia se le había aparecido en sueños en una de esas húmedas noches en las que las sabanas se pegan a la piel como una calcamonía… vueltas y más vueltas y Marisa narrando la historia del apuesto príncipe.

En fin que al despertarse después de haberse vuelvo a quedar dormida le asaltaba profundamente una duda existencial. ¿El amor verdadero era acaso una rana?

La historia a grandes rasgos, puesto que a ella no se de daba tan bien contar cuentos como su abuela… trataba de una princesa que harta de buscar el amor verdadero y no encontrarlo por ninguna parte se volvió loca… basaba su vida en la recopilación de datos de que era el amor y que debía experimentar al encontrar a la media naranja… y también le asaltaban las dudas de sobre cuanto duraría… o como seria de puro.

Consulto una bruja y jugando con su destino… le pidió a cambio de la posibilidad que nunca fuese feliz si no lograba comprender a su amado… que confinara a su príncipe deseado y perfecto en una forma que ella pudiera descubrir sin lugar a dudas.

La bruja que por hacer la vida peor a alguien no titubeo ni un segundo y consultando a los hilos del destino transformo al que el tiempo depararía a la princesa como su marido. Y lo convirtió en una rana especial… una peculiar y de exclusiva existencia… tenia la piel muy verde y la lengua violeta… sus ojos eran azules y en la cabeza le puso un par de cuernos colorados. En fin… le dio el dibujo de cómo sería y donde encontrarla.

Y la mujer paso un año buscándola hasta que la encontró… pero una vez hallada… no supo que hacer con ella… porque le daba mucho reparo hacer nada a su amado que pudiera perjudicarle, ya que según la bruja no contaría con ninguna herramienta que no fuera descubrirlo por ella misma y nunca se digno a dale el mismísimo beso que le sacaría de la condena por ella impuesta por el repelús que le daba.

La princesa murió infeliz y sola, mientras que el principie termino siendo feliz por tener una charca verdaderamente magnifica llena de alimento donde nada pudiera molestarle o hacer mal alguno y murió de viejo cuando mueren las ranas sin descubrir nunca si era un príncipe o una simple rana.

La moraleja según su abuela era que una vez encontrado al amor verdadero… solamente hay que dejarse llevar… porque sino acabas perdida sin saber que hacer con el corazón lleno de dudas.

Así que Yolanda esa mañana se puso sus zapatillas cómodas de andar y se fue a pasear por Barcelona, en su deambular pensaba en todos los príncipes rana que habían pasado por su vida… y como todos la habían decepcionado estrepitosamente, pues una rana no lo es tanto si destiñe bajo el agua de una ducha, aun así tenia dudas de que aquel sueño pudiera llevarle a alguna parte…

Por lo que visitó la plaza de España y bajo por la av. Maria cristina hasta llegar a la fuente magia de Montjuïc. Una fuente en la que se hacen juegos de luces y agua… realmente un espectáculo delicioso de noche, pero una simple fuente circular de agua de día. Pero esta vez… el sitio tenia un aura especial… escuchaba un ruido proveniente de la charca… un ligero croar… y hacia el fue caminando despacio… pero cuando llego no encontró nada.

Salvo una dulce sensación de haber seguido sus instintos hasta aquel lugar… se sentó allí con los pies dentro de la fuente a escuchar sus pensamientos… cuando buscando por la superficie del agua encontró el reflejo de un chico de su edad al otro lado… El también la estaba mirando a ella y en el cruce de miradas soltaron chispas que hicieron sonrojarse ambas mejillas…

Todo parecía mentira y en verdad estaba ocurriendo… aquel chico tenia los ojos azules y en su camiseta violeta tenia una rana muy verde con cuernos de color rojo… se acerco corriendo a él y respiro el aroma a flores que le acompañaba… su sonrisa no se borro cuando el paso media naranja que acababa de pelar.

Pasaron el día besándose como dos adolescentes por todas las esquinas… con la manos cogidas sin soltarse como los niños que nunca habían dejado de correr alegres por el campo… después comieron todas las cosas que les encantaban para conocer a sus respectivos estómagos… coincidiendo en tantos platos que se acabaron peleándose por los mejor bocados de sus sabores preferidos entre risas y abrazos…

La música que llevaban sus pies eran las mismas melodías desde habitaciones diferentes… tenían que acercarse demasiado para que no se confundieran sus propios pasos, pero no les importaba nada, agarrados con sus brazos el aire solamente oxigenaba la mezcla dándoles mas intensidad… así que seguían bailando pegados el uno al otro cuando la noche caía detrás del sol.

Nunca dejo de besarle porque no quería que se transformara otra vez en un sapo pudiéndole perder en la amnesia de los recuerdos… y es que una fuente mágica solo lo es cuando los que la están viendo desean encontrar lo mismo por separado... Ella nunca volvió a tener dudas de los cuentos de su abuela no se pudiesen hacer realidad si así lo deseaba. Y comenzó a recuperarlos a trozos de gominota y pastel desde las historias de su infancia

Porque sabia que Marisa con su pelo blanco como la luna… tenía mas de meiga que de bruja… por lo que se paso la vida entera cumpliendo los sueños que su abuela le había destinado desde su mas tierna infancia junto al príncipe rana.

sábado, 20 de junio de 2009

Encuentros inesperados


Te estaba esperando… tarde o temprano sabría que volverías a aparecer, no es que estuviese escrito en ningún sitio. Tan solo tenia la sensación de que ocurriría y casualmente así ha sucedido.

Dirán que estabas equivocado, que la selección de los pasos que seguiste… eran incorrectos y por ello la posición donde te encuentras era de prever. Te enseñaran formulas y cálculos que estarán escritos hasta los márgenes llenando plantillas transparentes y folios por un extensión que devastaría cualquier bosque de árboles.

Antes de que puedas encontrarte, estarás perdido entre montañas de información redundante que no te llevara a buen término por lo que acabaras naufragando en un mar de papel y tinta del que después no podrás escapar.

Se hacen llamar tus amigos, algunos lo son… otros son farsantes disfrazados con buenos disfraces interpretando un papel que te es desconocido. ¿Lo notas no?

Esa sensación extraña que te pone el bello erizado cuando sientes que las cosas no marchan bien… caer por una montaña rusa con la incertidumbre de que los frenos puedan pararlo todo en el caso de que las cosas se tuerzan demasiado.

Tienes una inútil fe agarrada a la palanca del freno y el cerebro repleto de preguntas sin respuesta empujando para salir cada una la primera. La presión es inaudita y el mundo podría reventar en cualquier momento como una olla express destrozándolo todo con la abundante metralla de metal irregular.

Los fragmentos diminutos serán como proyectiles de escopeta y los más grandes sesgaran familias enteras antes de acabar incrustadas en alguna pared a bastante profundidad. Aun así… algunos de los que irán a verte querrán subir la temperatura. En tu mano esta que lo consigan o no.

Todo se pone peor antes de mejorar… se que duele y empeorará… la impotencia… los nervios… la incertidumbre… sentirse extraviado y solo. No sabes quien puede ayudarte y quien no. Las variables que pueden fallar, incluso ya no estas seguro ni de ti mismo.

Te has vuelto dubitativo y desconfiado. No te quedan esperanzas guardadas en un saco de polvitos atado al pantalón con un cordón dorado. Las paredes son demasiado verticales para subir escalando y no ves el fondo… y eso te genera aun más miedo. La caída puede ser muy dolorosa… incluso mortal.

Pero lo bueno de las caídas es que una vez tocas fondo… no puedes caer mas bajo… sino subir. Ascender cada tramo encontrando respuesta a cada una de las preguntas que se formulan. Poner calma en el alboroto de tu sesera… Exigir que por una vez las cosas sucedan como debería estar escrito.

Escoge la pregunta perfecta. Esa que te haga que todo se equilibre de nuevo. Hasta eso es posible si mantienes la cabeza fría en el verano que acaba de comenzar.

El calor es insufrible, pero felicidades porque naciste en el infierno y allí todo arde un poco más antes de sofocarse. Esto para ti son unas simples vacaciones en un rincón paradisíaco del planeta. Puede que acabes en el desierto buscando una respuesta entre toda su extensión volumétrica de arena. Pero nada puede detener el avance de tus pasos.
Siéntete uno con el mundo. Respira hondo y rebusca la chispa que lo revolucionara todo. Ellos te están buscando para crearte confusión, pero ahora estas preparado para recibirles como debe de ser.

Vuelve a encontrar esa canción que te hacia sentir especial y ese sabor que te transportaba a otros lugares donde nunca habías estado, esa ilusión abandonada en un cajón olvidado. Captura todos los olores y aromas de las flores surcando las calidas brisas del día… y saborea las que sean mas frescas por la noche. Vive de puntillas como cuando dejaste de hacer ruido al correr por las aceras entre un rebaño de seres controlados por la sin razón del que no escucha su voz interior.

Regresa al camino que estabas siguiendo porque esa legión de desdichas no pegan con el color de tus pensamientos… ni siquiera van a juego contigo. Estas a mucha distancia de que cualquier de esos problemas vayan a chocar contra ti, porque sencillamente cuando estas en marcha tus bailan una canción en armonía con la naturaleza. Fluyes como el agua que lo inunda todo con una sonrisa de jazmines y cacao.

Te estaba esperando, hasta que te oí llegar… llegaste dudando si era yo el que tenias delante. Que no se trataba de ningún espejo que te hablase desde tus alucinaciones. Soy de carne y hueso y vengo a felicitarte desde otro punto paralelo a tu realidad.

Vengo a contarte que si sigues actuando con empeño, todo terminara por salir tarde o temprano, porque llevas una vida corriendo a un ritmo elevado y el cansancio hasta este instante ha sido admisible junto a las consecuencias. Nadie dijo que fuese a ser fácil ni rápido. Resistes bien y no pierdes el ánimo.

Te jodieron la vida y seguiste adelante. Pisabas minas escondidas en los charcos para que los niños no fuesen malos y las salvaste todas regenerando los miembros amputados. Todos pensaban que no podría pasar, pero tú lamías tus heridas con las lenguas de todas las lagartijas que cazabas reptando y como era de esperar... fue un éxito.

No te rindes aunque termines llorando. Estamos muy orgullosos de que sigas avanzando. Todos te dirán que pares y descanses para que puedas centrarte y pararte a pensar. Yo te insto a que ahora que has respirado por primera vez… cojas las riendas de tu conciencia y llegues a la meta que habías escogido. Porque el fin espera en una de esas esquinas cuando todo suena como es debido.

jueves, 18 de junio de 2009

Punto y aparte


Abro la diminuta cápsula y un siseo imperceptible susurra el secreto que contenía dentro… un vapor que oscila entre en verde y la transparencia sale perezoso de su interior. Pasa a mi lado sin decir nada… agacho la cabeza para parecer aun más sumiso: Ese gesto probablemente me salva la vida sin saberlo.

Sale por la ventana mientras un suspiro atravesado a conciencia en el fondo de mi garganta se exhala intenso y continuado… una gota de sudor se precipita contra el suelo de mármol… se deshace junto a la estela del gas… burbujeando antes de desaparecer.

Ese gas no es sino un virus de diseño… un gas bioquímica que se enlaza junto a los puentes de hidrogeno del agua y produce el mismo compuesto casi espontáneamente… en fin… He soltado la cabeza de la hidra… pero es que su cápsula tenia nombre… y cualquier cosa que tiene un nombre misterioso es objeto de la curiosidad.

Los gatos somos así… no entendemos eso de que la curiosidad mató al gato… porque con muy mala suerte al menos dispondrás de cinco vidas mas en la recamara de la pistola.

Vuelvo a ponerme las gafas de sol y salgo de nuevo a tomar el aire… es espectáculo es soberbio… la estela que va dejando el gas es prodigiosa ya que ese biocompuesto es como un alimento concentrado para las plantas y al igual que una droga potencia el crecimiento instantáneo de las celdillas de celulosa, por lo cual la vegetación crece desmesurada mientras por muy irónico que suene…

Las inofensivas e indefensas plantas conquistan silenciosamente la ciudad y sus edificios… una legión interminable de plantas que van reptando y anegándolo todo con sus ramas y sus raíces… los rizomas de algunas flores se han convertido en autenticas tuberías que han terminado por aflorar a la superficie y llenarlo todo de una orgía de colores y formas…

Allí donde mirases… hay un vergel… incluso debajo del agua… las algas y en si todos los microorganismos con clorofila están experimentando lo que dentro del laboratorio llamábamos en secreto el proyecto Adán. Un compuesto inestable apartado de la investigación ya que a nuestra compañía lo ultimo que le interesaba en ese momento era desarrollar algo tan inútil y peligroso.

Nos pasábamos la vida patentando formulas de carburantes incluso habíamos compactado material biológico para someterlo a diferentes curvas de presión y temperatura para conseguir alcoholes naturales en previsión a que el petróleo dejase algún día de ser una fuente de riqueza.

Estaba harto de ese maldito trabajo… de las corbatas y las estúpidas sonrisas del Gerente y el encargado del laboratorio… los cuales no hacían mayor cosa que tomar café y deambular por los pasillos haciéndose los interesantes. Cada uno con su deportivo quemaba el mundo entre acelerones y frenazos producidos por sus torpes pies de pato.

En fin… la cápsula estaba prohibida al personal… pero ya no lo esta… El joven Adán anda revolucionando el mundo y tras una hora ya es patente que se puede respirar un aire mas oxigenando… las aguas tienen un azul mas intenso e incluso algunos asmáticos andan dando saltos sonrientes y lanzando sus inhaladores de broncodilatadores al aire… ya que según parece que el libertino compuesto también ha modificado la presencia de polen de las plantas… ya que al multiplicar su factor de crecimiento la floración es mas rápida y el polen mas húmedo por lo que no flota en el ambiente.

Y decían que era una mala idea. Saco una cuartilla con el nombre de proyecto Ceres en la cabecera… anoto un par de reseñas sobre el principio activo y las cualidades del producto… la doblo y la introduzco dentro de un sobre que deposito en un buzón cubierto de enredaderas… No se si llegara a destino… pero al menos quedara constancia.

Los coches que quedan en la calle están volcados o descansan encima de troncos tan gordos como carreteras… parece que el petróleo ha perdido la partida contra la verde naturaleza. El porche del encargado es ahora un macetero de un aloe vera gigante… cuanto ha crecido mi pequeña amiguita. Sonrió mientras los dos capullos se maldicen intentando averiguar quien ha sido el que ha extraído el experimento de las cápsulas. Yo guardo unas cuantas de ellas en mi bolsillo trasero.

Nos vamos a hacer un picnic…!!! Dicen que hay una pradera de césped increíble en el antiguo parque…

Muchos de la plantilla abandonan sus batas sobre las sillas de la entrada y se dan por despedidos… se tardaran años en habilitar un sistema que confine el crecimiento incontrolado de la vegetación mientras tendremos vacaciones… hasta entonces la tecnología tan avanzada no servirá de nada porque la vegetación ha anegado todo lo que no anda en sumergido en sombras…

Pasamos la tarde rodando ladera abajo como autenticas croquetas. Respiro aliviado porque he terminado con dos cosas de un solo plumazo… el efecto invernadero tiene los días contados… y por fin respiro un aire repleto de aromas de todos los olores.

Comienza la nueva vida sin que podamos olvidar que las plantas mueven el mundo a pesar de que tengan las raíces enterradas. El caos se abre paso… es lo decía mi madre cuando entraba dando estadazos a las lianas de mi alcoba al día siguiente…

Me acaricia la cabeza mientras en silencio reconoce que todo esta mas bonito pintado de verde. Ahora que vuelva a cagarla el hombre como quiera. Pero esta mano la ha ganado la señora Gea. Una guerra silenciosa y sin ninguna victima… los soldados huyen mientras sus acorazados son engullidos por el follaje de las enredaderas.

Ver para creer… porque desde algún lado del cielo Mendel se frota las manos con un buen plato de guisantes con jamón de su propia cosecha. Delicados y puros… como es Adán andando desnudo para vestir al mundo de un freso tapiz de hojas verdes como la malaquita.

miércoles, 17 de junio de 2009

Hablemos...


¿Sabes que a veces tengo unas terribles ganas de hablar contigo?

Tener cualquier tipo de conversación continuada, un dialogo y no un monologo de los míos… saltar entre conversaciones y perdernos el uno al otro en la mitad del camino, expoliar tus exposiciones con interrupciones oportunas… en fin… ser dos personas normales

No se porque somos incapaces, aunque básicamente es por mi extraña manera de vivir la vida… soy incapaz de amoldarme a la realidad que se respira en el mundo… la abandone hace mucho tiempo… salí de esa pecera porque en un momento de la vida… encontré la puerta mágica y no la deje pasar.

Agarre la oportunidad y deje atrás todas las cosas que no me servían para nada… metí lo que necesitaba en una mochila y cambie de mundo para no poder regresar jamás… fue una apuesta arriesgada que al final salio bien… pero las perdidas fueron incalculables.

Pero todo se resume a una simple cuestión de estadística pura y dura… de todos los que encuentran la puerta… al menos uno consigue cruzarla… el secreto era no darle la espalda porque si lo haces… desaparece y no la puedes volver a encontrar… o tal vez si, pero ya no esta escrito…

Abrí la puerta… y di un paso… el aire pesaba un mundo entero y me aplastaba en el avance… pero aguante… rebusque algo de acopio en mis bolsillos y continué con la creencia firme del que camina sin miedo.

No podía haber nada peor que aquello… una realidad plausible, pero no creíble… una tabulación rígida de normas sin sentido… de reglamentaciones para convertir a la masa en una persona estandarizada y regida por algún tipo de juicio o responsabilidad.

La ausencia de las muelas del tormento me habían dado el resultado de la incognita… y yo me fui de mi mundo para acabar en el siguiente… Algunos nunca dejan sus ciudades porque piensan que en otras peceras no podrían sobrevivir… yo asalto peceras porque se que lo único que diferencia a la pecera un día y otro es el contenido del oxigeno y los minerales del agua… hasta que se cambia en al menos un 20% de su volumen.

Decidí contemplar todas las peceras del mundo… sumergirme en sus aguas y vivir entre sus peces… recordar cada recodo y su vegetación… los aromas y los sabores… y hacer un sin fin de imágenes en prevención de la amnesia y posteriormente olvidar los recuerdos.

Perdí quizás lo mas importante de todo y que hasta ese momento no había echado de menos… poder comunicarme entre mundos… deje el mío para venir al tuyo… y en el camino me olvide que en la misma pecera no se entienden las palabras… porque el eco choca contra las paredes y las convierte en un murmullo poco interesante.

En cambio entre mundos… la voz es nítida… un ida sin regreso posible… un viaje sin destino y como tal era excitante… burbujeaba y brillaba como una pepita de oro.

No se en que punto de la distancia se cortó la comunicación… llego el vacío y la incapacidad de poder sentarnos a hablar tranquilamente… seguíamos siendo las mismas personas… sólo cambiaba la ciudad…

Extravié lo que nos hacia especiales aplastándolo con mi falta de control y el juicio inexistente… cruce la puerta y gane un fantástico premio como recompensa a la vida llevada… pero en el cambio desapareció lo que regaba mi cerebro por las noches de luna llena… tu voz dorada contándome historias sin sentido… pero no sin importancia.

Esos minutos o instantes áureos daban un brillo estelar a cualquier sentencia que pudieran expresar nuestros cuerpos… nos convertíamos en estrellas… pero ahora los dos brillamos por separado… pero a menos intensidad… el intereses se escabullo entre niebla por las callejas y los altos edificios…

Me siento naufrago de cien peceras… aliviado porque sobrevivo a todas las fatalidades que causan el sonido de tus tacones en mi conciencia… y sigo teniendo suerte porque la vida me tendió un camino de baldosas amarillas para encontrar afortunadamente todas las puertas entre mundos.

Vuelve…

Tengo algo que contarte porque las noches se quedan en silencio si no escucho tus palabras… no te pido el cielo… ni siquiera el nombre de una estrella… sólo necesito escuchar los susurros de tus pensamientos para poder volver a dormir una noche… una exclusiva noche en que no me quede absolutamente nada que decirte.

martes, 16 de junio de 2009

Vidas enfrentadas


Ella me asegura que me quiere… sus lagrimas caen sin remedio por sus mejillas porque nadie puede evitar que las mentiras duelan en algún sitio perdido del cuerpo mientras la ultima letra de su amor cae por su boca queda irremisiblemente condenada a mi conocimiento de la verdad absoluta.

Sus gimoteos cesan después de unos minutos… intenta inútilmente enroscarse bajo mis brazos pero no lo consigue… me zafo a la derecha y su figura se desploma como un edificio demolido por cargas en sus cimientos… al llegar al suelo sus ojos buscan el significado oculto de mis movimientos.

Descubre mis pupilas clavadas en ella sin ningún remordimiento. En ese mismo momento la asaltan demasiadas preguntas entre las que escoger una… su desafortunada habilidad innata de equivocarse hace elegir la más estúpida de ellas…

¿Tu me quieres?...

Y el silencio entra en escena como contestación en suspensión a la negativa evidente… Sus lagrimas regresan mas poderosas que nunca y ya no por sentirse impotente de contar la verdad… sino por la rabia acumulada de haber tenido que fingir por nada.

La realidad se ha hecho patente a lo largo de los días… con el reguero de las semanas y el incesante goteo de los meses que esta extraña relación había mantenido latentes. La verdad no era más que una prostituta vestida de luto esquivando las miradas lascivas de los hombres que madrugaban demasiado para ir a sus trabajos.

Yo la sabía… ella también, pero por alguna remota razón oculta al entendimiento los dos habíamos prolongado esa monótona rutina a pesar de saber que no llevaba a ningún puerto.

Aun así ella se maldecía desde el suelo por haber luchado por algo que no merecía la pena… la verdad de sus palabras brotaba cristalinas de su boca que derramaba pestes sobre todos los aspectos de mi persona.

Cuando el alubión de críticas destructivas concluyó… el silencio volvía a escena con un cartel anunciando el segundo round y una bandeja con dos limonadas bien frescas, tanto como la sonrisa afilada que vestía en mi cara.

El calor era insoportable en esa habitación… nuestros odios habían caldeado el ambiente hasta convertirlo en el mismísimo infierno que se regia en nuestras caóticas vidas… ella intentó sonreír mientras bebía del dulzor del limón pero no tenia fuerzas siquiera.

La ayude a levantarse del suelo para después depositarla con mimo en el sofá del salón… con el cuidado de quien transporta a un recién nacido fui recostando hasta que el sillón recibió por completo la entrega… seguía siendo aquella chica preciosa del final de la barra pero en algún instante de la historia la magia se había dispersado y solo quedaban las dos realidades lidiando por sobrevivir a costa de la otra.

La mire y ella me devolvió la mirada… nos quedamos en silencio reconstruyendo los recuerdos y descartando nuestros malos momentos… cuando habíamos llenado la mesa de ellos, los arrojamos dentro de un cubo de metal y les prendimos fuego… el humo era relajante y su color negro llevaba consigo esencias de vinagres y mala leche fermentada. Ardió durante toda la noche pero ninguna palabra más alcanzo a escucharse… repartimos los buenos momentos a partes iguales… a los míos les saque una copia y los guarde dentro de mi cartera en ese bolsillo inútil que no se mira… devolví los originales y asintiendo pedí cortésmente que los aceptase.

Entre lagrimas agarró esos buenos momentos y junto a los suyos los metió en un libro con las hojas en blanco para que ellos mismos escribiesen nuestra historia a modo de cuento para niños.

Salí de aquella habitación con los primeros rayos del sol… el fuego se había apagado y un fino hilo continuaba bamboleándose desde las ascuas candentes… Cuando cerré la puerta de mi antigua casa… la onda terminó de agotar los rescoldos y el humo se esfumó como si nunca hubiese existido nunca.

No nos volvimos a encontrar jamás porque nuestros pasos estaban a mil kilómetros en direcciones opuestas… nada regresaría al punto de inicio y era demasiado tarde para dar la vuelta a atrás… Ese cuento se convirtió en un bestseller porque algún idiota decidió hacer una buena crítica de algo que catalogo como el verdadero amor del siglo XXI.

Supongo que los dos nos reímos mucho al conocer esa misma noticia… cobramos los derechos a partes iguales por un hijo que no llego a nacer… aunque los dos sabemos que ese amor era solo una palabra que enmascaraba a la soledad de dos personas que vivían en la misma casa pero en mundos distintos.

Realmente el amor solo brillo un sólo segundo que fue lo que tardamos en manchar lo sincero con la mentira arcaica de decir un te quiero sin fundamentos empíricos… un experimento frustrado de intentar ser algo que se perdió junto a la inocencia de un niño al que partieron el corazón una noche de invierno bajo la luna llena.

lunes, 15 de junio de 2009

Bocetos inacabados


Imagina un mundo ideal… píntalo… dibujando cada uno de sus detalles… incluye los mas ínfimos y que queden grabados con minúsculos trazos… cuando todo se mezcle y se convierta en el boceto de tu paraíso… coge una goma de borrar y acaba con todo… deja la niebla de su pasado perfecto en forma de marca de agua y dibuja una cosa que pueda ser mas plausible.

Agarro mi lápiz y dibujo un mundo sobre otro y como a su vez es demasiado bueno para hacerse realidad vuelvo a confinarlo en el olvido y entonces el folio de papel ya no es blanco impoluto y en vez de eso es un mar de distintas aguas utópicas sin ningún continente que pudiera albergarlas.

Sin desesperarme fui uniendo gotas como en los dibujos de une y colorea y lo que allí surgió era un mundo a mitad del camino de la realidad y la fantasía… una existencia frágil como el cristal y muy sensible a las corrientes negativas de autoridad y ansias de poder.

Edificios de hormigón con muros anchos y frescos que guarden el silencio entre sus paredes… detalles brillantes por todos los rincones… un mundo de burbujas sonrientes dedicadas a los ojos de los niños y los soñadores que nunca crecieron lo suficiente. Una ciudad donde bajarse del estrés irracional de la vida social y diaria.

Estaba embelesado caminando por calles que aun ni siquiera estaban pintadas… saludando a la gente por sus nombres con palabras amables acompañando las conversaciones flores en todas las esquinas. Un lugar donde perderse de la mano del tiempo y quedarse allí en el silencio de los lugares donde el tiempo no transcurre entre ninguno de sus tic tacs… una ciudad de gatos con su propia historia escrita en el monumento de la plaza… un atril de madera que no era sino una escalera de caracol al aire… que rotaba en su eje.

Una urbe salida de la nada y que no estaba en ningún sitio al que se pudiera ir con cualquier medio de transporte convencional… estaba disfrutando de una vuelta por sus calles recónditas cuando el frasco de la tinta cayo sobre el papel y la riada me alcanzo de lleno haciéndome rodar por la pendiente como un calamar rebozado por sus propios pensamientos.

Recupere la compostura y me di una ducha de alcohol de quemar… cuando estuve bien limpio acerque una cerilla y todo ardió… Salí de mi mundo tosiendo humo y sacudiéndome los restos de hollín y ceniza… el mundo había ardido… y ni siquiera quedaba rastro de tinta alguna… un leve borrón apelmazado sobre la mesa… y un reguero de tinta fresca que había caído desde una de las patas de la mesa para filtrarse entre las tablas del suelo.

Brinde por el efímero mundo de los sueños y arroje el resto de sus recuerdos junto a la bebida por el esófago… acabaría por olvidarse tarde o temprano… volví a la rutina destructiva de los días espejo… de las ideas sublimadas por el calor del infierno de verano… por las duchas inútiles que acaban antes de haber empezado.

Regrese a la realidad sin un lugar donde perderse sin extraviarse… y cuando todo estaba ya dado por perdido encontré el sendero de la tinta que aquel día huyó del fuego… liquida ella había ido arrastrándose por el suelo hasta germinar en algún sitio fértil… se había alejado de las principales ciudades y los núcleos de luminosidad suficiente para no ver las estrellas… no había tampoco carreteras y la única manera que había de llegar era por una vía de montaña que era casi intransitable por un medio de transporte que no fuese el animal… Se retiró hasta un valle olvidado entre cimas de montaña… un lugar con el clima dentro de una burbuja aclimatada por el deseo de sus habitantes.

Llegue caminando tras un fin de semana de fiesta… deje los zapatos en el puente de la entrada y disfrute del césped que había salido exuberante por todos los rincones… los olores a flores fabricaban una ensalada infinita de tonos dulzones y la mezcolanza de aromas de los frutales te hacían vivir en una macedonia nacida de todos los árboles de la calle…

Viví allí tanto tiempo que el mundo se olvido de mi y mi nombre se convirtió en el arrullo de los manantiales… por lo que acabe transformándome en un edificio de piedra de techos altos y ventanas amplias… las mimosas dentro de patio iluminaban de dorado el agua de una fuente que caía en una cascada desde una de las paredes hasta un estanque repleto de peces de agua dulce… la masía estaba situada en una manzana salpicada de granados y ciruelos… la muerte allí no era sino el grano de arena para una vida siguiente.

Con los años una aldea escondida se fue generando poco a poco… un mundo perfecto donde las necesidades básicas estaban totalmente satisfechas y tan solo era imprescindible el autocultivo de la propia existencia.

martes, 9 de junio de 2009

El cuenco de leche


Licuo mi silencio con la lluvia que resbala sobre mi… recojo el agua en un cuenco y dejo que el sol de la mañana siguiente haga su efecto. Recojo el silencio en polvo y lo uso para aderezar un ungüento de hierbas que cicatricen mis heridas…

Las desinfecto hasta que las burbujas se llevan a un sitio mejor lo malo que hay en el veneno de mi piel… las froto con delicadeza una a una como un gato que lame sus heridas… una vez todas estas brillantes y pulcras unto el aceite con una bola de algodón… las hierbas penetran junto al alcohol bajo la dermis y comienzan su labor cicatrizante y el silencio se encarga de acallar el dolor de la mezcla.

Horas después solo quedan las marcas dibujadas sobre su superficie, unas líneas marrones que narran una historia de sangre. Vuelvo a las andadas y sigo trepando por los muros a curiosear que se encuentra al otro lado… esquivo los cristales metiéndolos entre mis dedos… maniobro con el cuidado de un funambulista experimentado… cada posición viene dictada al milímetro y no hay textura que las huellas de mis dedos no sean capaces de acariciar para agarrarse.

A media altura de los rascacielos de cristal la ciudad me silban sus canciones de viento cortante… los edificios ponen la letra y yo presencio el concierto… voy cambiando constantemente de canción y de estructura… cuando llego a la zona de las embajadas la música se vuelve internacional y las cámaras buscan algo que nunca estuvo allí para ser grabado… zafo todas las medidas de seguridad y rebusco entre las historias nacionales en suelo extranjero.

En algunas tierras las gobernantas acostumbradas a mis visitas nocturnas dejan cuencos de leche en sus balcones para que sacie mi sed sin hacer ruido en sus habitaciones… salgo de allí con los objetos brillantes y pequeños que relucen en la oscuridad de la noche… sus dueños se olvidan de su existencia en el pasado y yo recupero fragmentos de la historia de los pasos de los hombres.

Llego a la guarida y me cambio de piel… dejo la que me sobra junto a la puerta de la entrada y disfruto de la brisa nocturna recorriendo la buhardilla donde mis pasos se pierden, me estiro en el sofá y la noche me acaricia para que guarde reposo en el amanecer que hiere el firmamento, los días se funden en una escala de grises que forman bullicio y algarabía entre las luces de mi camino. Cuando sale el sol el mundo se pone en funcionamiento y yo simplemente me introduzco en las camas calientes de los que abandonan sus sueños para ejercer sus vidas laborales.

Un banquete sin fin de ensoñaciones a medio roer y digerir… un muestrario de camas a punto de enfriarse y olvidar los relatos que en ellas se acontecieron… me deslizo entre todas las camas que sus dueños abandonaron con la resignación del que hace las cosas sin desearlas.

Recojo todos los fragmentos sin diluir y los mezclo con leche en un cuenco de porcelana. Bebo y me sumerjo en el reposo del silencio del edificio que duerme de día porque salvo mi presencia todos sus inquilinos pasan la vida en sus trabajos. Justo descanso del que sabe ser el único que duerme junto a Morpheo cuando todos se van de su reino para dejarlo vacío y desierto.

lunes, 8 de junio de 2009

La recompensa de los cazadores


Azazel es el último demonio de mi lista de cazador. Es un talentoso salteador de cuerpos que transfiere su deidad maligna mediante el tacto. Su aroma me conduce por las estrechas callejuelas de Malasaña… cuando me encuentro con el cara a cara al cruzar una esquina… nuestros ojos se cuentan el resto de la historia al chocar las miradas de fuego entre si. Reconoce a Nemesis debajo de la solapa de mi chaqueta y de un salto comienza una huida en dirección a la plaza mas concurrida de esos momentos.

En la estampida se topa contra unos cuantos borrachos a los que escudriño al pasar junto a ellos sin que haya transferencia alguna… Azazel sigue corriendo y salta al interior de una plaza llena de jóvenes… Mi cuerpo choca violentamente contra la primera hilera de personas y tira al suelo a tres de ellas… sus compañeros me empujan con grandes voces… un puñetazo directo a la nariz del mas grande de ellos silencia al resto del tumulto. Ayudo a levantarse a los tres caídos y al gigante sangrante le digo que guarde silencio mientras intenta recordar de donde ha venido el puñetazo.

Sus amigos se retiran cuando me abro paso entre ellos en busca de Azazel… el cuerpo antiguo esta tumbado en el suelo bocabajo echo un guiñapo Vuelvo a olfatear el ambiente y encuentro un trazo firme de su esencia deslizándose entre las calles del fondo… Saco a Nemesis y el resto de la gente que cuchicheaba se aparta de golpe quedando yo únicamente en el centro de la plaza… de un par de zancadas vuelvo a coger carrera y de un salto me encaramo en lo alto del tejado de un edificio de cinco alturas… abajo la gente se queda con las incógnitas de lo sucedido y el alcohol vuelve a sumirles en la amnesia del momento.

Avanzo a un ritmo de vértigo sin levantar sospecha alguna deslizándome entre las antenas y las azoteas de teja… Corro a su lado por encima de el… sin que nada pueda descubrirme… me quedo en cuclillas cuando el decide hacer un cambio de cuerpo… la chica rubia cae al suelo echa añicos mientras se ajusta la piel de un rudo motorista con chaqueta de cuero… Enciende la Harley y quema es asfalto con un chirriar cerúleo de goma quemada… Vuelvo a volar entre las cúpulas de los edificios mientras que el atraviesa la ciudad pensando que esta a salvo del cazador de escorias.

Apunto y acariciando el gatillo revientando el brazo derecho del motorista que tras el impacto cae al suelo moto incluida y patina hasta frenarse de golpe con un turismo plateado… El casco se desintegra en sus dos mitades como una cáscara de huevo… su melena se desparrama sobre el asfalto húmedo y queda como un bello ángel caído llegado del infierno… caigo sobre un coche y sus lunas estallan bajo mi peso… su estructura se convierte en un acordeón… y el demonio recula con su único brazo reptando por el suelo hasta apoyar su espalda contra la puerta de otro vehículo.

Mi sonrisa se tensa en el momento justo que un demonio sombra me agarra por el cuello en una maniobra de aprisionamiento que hace que Nemesis caiga al suelo… Intento zafarme dando un salto hacia atrás cuando noto que mi espalda se incrusta en el hormigón del edificio… el demonio sombra lo ha esquivado y ahora delante de mi mantiene sus férreos brazos aprisionando mi cuello entre sus manos… La saliva baja en un hilo fino mientras que el motorista se levanta a recoger la pistola del suelo… Acciona el martillo y el tambor gira una posición… el clic señala que la bala de el alveolo esta cargada… acaricia el gatillo en el precioso momento que mi pierna eleva a la sombra colocándola entre yo y la pistola… una bocanada de fuego arrasa la figura de sombra convirtiéndola en humo… Un cabezazo directo entre los ojos sienta al motorista de culo…

Recojo la pipa y un guardia me pide que la deposite sobre el suelo… su compañero rápidamente me apunta con su automática de 9mm… giro el tambor mientras me increpan de nuevo esta vez con la advertencia de que dispararan si continuo sin obedecer… mi cuadriceps se tensa como un resorte y estalla sobre mi pie impulsándome en un salto vertical… en el ascenso el índice golpea secamente el gatillo y el retroceso me ayuda a ascender en horizontal mientras compruebo como el cuerpo de Azazel se consume entre las llamas del infierno.

Los policías abren fuego sobre sus cabezas pero yo ya estoy demasiado lejos de esos dos humanos que se empeñan en taladrar el firmamento nocturno de plomo sin destino alguno.

El cielo se abre y un ángel vengador recoge la lista de almas… Chequea las victimas y me rechista por el empleo de la fuerza bruta en alguno de los casos resueltos. Inyecta el premio directamente en mi cuello con una aguja de oro… Mis sentidos se potencian hasta el extremo de que escucho los pensamientos del mismísimo ser alado. Mis músculos se hinchan y aparecen sobre ellos marcas longitudinales como los de un tigre de bengala… El vengador sonríe y dice que son daños colaterales… acaricio las líneas y de un tiro arranco la sonrisa de la cara… sus labios se pegan entre ellos en una masa de tensa piel… Contesto a su desquiciada pregunta con una aseveración de que debería pensar de quien se ríe y de quien no.

En el cielo le reconstruirán la boca nueva… pero abajo en la tierra un demonio atigrado es demasiado evidente para pasar desapercibido… Decido emigrar a la selva subido a en una nube de tormenta… me desplazo a la velocidad de la luz encaramado con las uñas al lomo de los rayos… cuando llego a mi nuevo hogar… me precipito en uno hasta partir por la mitad un árbol centenario…

Se escuchan los rugidos de las bestias milenarias al percibir mi presencia… saben que ha llegado el cazador y tiene nuevos nombres con una lista de pecados que solventar… Escojo uno entre todos ellos y Sammael piensa cuentas vidas le quitare antes de que comience a sopesar si le sale rentable ser el Acoso de la Resurrección.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...