Seguidores

lunes, 14 de marzo de 2011

Gulliver


Cada día se suman más cicatrices a su historia, se incluyen sin parar señales de guerra sobre su formado pecho, marca a marca va cubriendo su piel de manchas oscuras como un leopardo. Aunque desde pequeño siempre quiso ser un tigre, pero el periodo de crisis los deseos que se cumplen lo hacen equivocados y no hay nadie que pida cuentas ni al rey, ni a un funcionario del estado. Suceden los días como un desfile de soldados. A cada paso un destino se aleja y otro queda por el contrario más cerca.

Se encuentra detenido en mitad de un cruce de caminos y el hito que contiene las indicaciones esta tendido, desplomado en el suelo. Husmea las marcas que el tiempo ha ocasionado en el monolito y busca el musgo para determinar el norte y contrastarlo así con la dirección del sol que ya ha empezado a caer. Gira la piedra hasta que casa por completo en el socavón que ha quedado en el suelo.

Y vuelve al camino sin mas demora que la satisfacción por el trabajo bien hecho. Pero antes de continuar. Hace una pausa y por una vez hace memoria. Desde el principio… sin coger atajos, ni saltarse las partes duras y difíciles. Acaricia su piel mientras cuenta las hendiduras y boquetes… recuerda los malos momentos, tratando de encontrar los buenos que al no producir daño no aparecen por ninguna parte. Sube desde los pies hacia la cabeza. Contando los escalones de piedra y metal a lo largo de las distintas alturas reflejadas en sus espinillas.

Prosigue con sus rodillas y las marcas de abrasión que muestran las caídas y el tiempo que se paso arrastrándose, pidiendo clemencia por cosas que nunca sucedieron y que por desgracia no ocurrirán, porque a destiempo ya carecen de sentido. El pasado esta bien en su sitio, porque una vez que cicatriza ya no duelen esos recuerdos como el primer día.

Así que sigue subiendo trepando por su vida y cuenta las marcas de las estrías y de los arañazos… de los golpes y del cuero blandido. De sus errores de la infancia bandeando su espalda y sus mejillas. Sus posaderas y cualquier sitio que quedase sin la protección de sus brazos encogidos.

Cuando dejo de doler el dolor. Ya no quedaban más que sonrisas para el resto de la existencia. Y decidió ser feliz y los puntos siguieron cayendo con un siniestro amor reposado… como copos de nieve que calmaban las gotas de sangre cosiendo la piel. Las agujas ya no parecían tan punzantes y el hilo surcando los bordes dejó de ser como una serpiente entrando al revés por un agujero, para volverse agua cerrando las heridas. Y fueron muchas e incontables las que salpicaron sus aventuras…

Y muchas más las que sanaron solas con láminas de aloe vera, cortadas a bisturí hasta convertirse en papel mojado. Recuerda el olor cicatrizante y la paz gloriosa que albergaban cuando se usaban para las quemaduras.

Rememora el espíritu de los felinos y observa sus brazos cruzados por un haz de líneas finas y gruesas. Palpa las marcas profundas causadas por el ácido que corroía las que permanecían abiertas. Pero ya entonces el dolor era una palabra casi al final de la 3ª letra del diccionario. Sabía invocarla, sosegarla y curarla.

En su primer cuarto de siglo había logrado acumular tantos puntos y marcas que podría viajar al fin del mundo sin hacer paradas ni escalas. Pero antes de continuar tiene que terminar la lectura de su historia. El pecho esconde una gran ausencia sangrante que un pecho fornido esconde oculto en sus entrañas mientras que subiendo el cuello encuentra todos los zafarranchos que se hizo en la cara.

Apesadumbrado prefiere comenzar por la parte posterior de la cabeza y pasan entre sus dedos en un segundo sus fracasos entre los 5 y los 10 años… después un alto en las hazañas significativo hasta volver a la batalla. Destrozándose la cara contra las murallas ó asaltando barrancos sin temer la violenta llegada contra el suelo. Volando y dando vueltas de campana. Hasta que el niño que quería ser tigre… se convirtió en leopardo.

Y de todos es sabido que todos los gatos son pardos por la noche… pero sus marcas se funden con las sombras como si fuera una pantera. El silencio es el movimiento de sus piernas que pisan sin hacer ruido para no despertar el sueño de los que pensándose justos duermen placidamente en sus camas hasta en las noches de luna llena.

Elige el destino… escoge la vida. Baja su dedo por el borde de su mandíbula hasta llegar a su boca. Roza con cariño su labio mientras que vuelve a sentir esos dientes afilados mordiendo su carne. Sujetándolo firmemente mientras tiraba de su parte inferior. Mordisqueándolo levemente mientras sustraía a tirones su alma. Sin prisas ni artificios, pausadamente disfrutando de la momentánea bajada de guardia.

Para después marcharse… y no dejarme juicio ni nada. Y el pequeño gran hombre empieza a llorar derrumbándose de rodillas. Echa de menos esa sonrisa afilada y el sentimiento que ella ejercía en su presencia, que era como ver florecer el jardín de sus alegrías, pero de ese momento ya no queda vestigio de haber sucedido entre tanta locura acontecida.

Seca sus lágrimas y lame el resultado en el envés de su palma. Tan salado como siempre comenta intentando con dignidad hacer brillar su desbordante simpatía… Ahora que lo ha recordado todo. Guarda lo que realmente le sobra en un saco y lo abandona allí a su suerte.

Puede que logre alcanzar su sueño, pero necesita soltar todo el lastre que le mantiene los pies en el suelo. Volará tarde o temprano. No tiene prisas… pone rumbo a su primer destino. Apagar el infierno en llamas. Sonríe porque se enfrenta con las llamas cara a cara.

El leopardo se vuelve centauro y de nuevo comienzan sus hazañas… las marcas acabarán transformándole en una montaña de carne bandeada. Desconoce si acabará convirtiéndose en un tigre como al principio deseaba.

Recuerda lo que era se un caballo. La libertad de trotar por las mañanas… y seguir haciéndolo con un sol del demonio abrasándole durante horas la espalda sin ni siquiera buscar una sombra donde cobijarse. Corriendo para librarse por fin… de la pesada carga que sus padres depositaban en forma de problemas cada madrugada. Acabará siendo algo, que cuando termine el camino, no será mas que el proyecto definitivo para lograr la piel de un autentico lagarto

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...