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lunes, 3 de septiembre de 2012

On va Walu!

Sigue siendo feliz hasta que ya no le encuentres sentido a las lágrimas, invéntate cada día hasta que encuentres la formula perfecta para que a las bases del ayer, hoy y mañana sepan igual pero con sutiles tonos diferentes.

Él continua como le deje, siendo alocado y desinhibido, ganándose a todo el que le mira a los ojos como siempre tendría que ocurrir. Ya no le molesta dormir sin mi a su vera, con la edad se olvido de sus pesadillas si alguna vez las hubo y sin ya el eterno hombre del sofá decora sus días con la alegría que puebla la vida de un perro libre en Eivissa.

No necesita ya ni collares ni bozales porque el campo es su casa y la alberca su piscina. Gasta sus días como un agricultor cultiva su vida, paseándose entre sus plantas para ver como todo va conforme al clima. Ladra lo justo porque no le gusta molestar a nadie, pero protege a su familia como si su vida hubiese sido forjada para ese propósito. Pero cada vez que voy aunque hayan pasado años, me recibe igual. Me mira… ladea la cabeza y viene corriendo para subirse encima y chuparme preguntándome que tal estoy, donde he estado y porque narices no he ido.

No conoce la palabra venganza ni guarda rencor por mis ausencias, simplemente me disfruta mientras dure mi estancia como cualquier hermano hace con su estilo. Aunque cuando estoy siempre me busca para saber que aún no me he ido. Pero no le importa que mi vida este a un mar distancia. Cuando estoy en su casa, yo soy suyo… y así lo demuestra acaparando mi tacto y gruñendo a los otros perros para que únicamente sea él quien se quede mis mimos.

Y le echo de menos… me falta su aliento y su pétrea amistad alimentada con noches de insomnio en las que él era el reemplazo suficiente para que la soledad no susurrase historias al odio. Prefería su morro intentando darme un beso y su voluntad blindada a todos mis rechazos. Le encanta mi barba, rascarse la cabeza con ella y cuando ya ha terminado chuparme la cara entera de un lengüetazo a modo de compensación. En eso somos muy parecidos… Si tuviese que decir que decir que echo en falta de la isla, no podría olvidarme al trío Totti, Leo y Miguelito… aunque todos saben que es a Walu quien se lleva la mayoría de los recuerdos y es que la amistad es un bien preciado, pero lo que te brinda un perro simplemente va más allá del vinculo.

5 comentarios:

  1. Pero sí, ainss, también tuve que sacrificar mi compañía perruna cuando volé del nido paterno, se hace duro, pocas lealtades se comparan a la un perro.

    Y aunque se muy feliz en el vergel de la foto, se acordará de ti, al menos cuando llueva.

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    Respuestas
    1. Jajaja no creo que ni cuando llueva, supongo que sólo cuando se aburre por la noche y todos duermen

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