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domingo, 27 de septiembre de 2009

Nemesis, la voz de los muertos.


Llego un mensaje al busca… Sabía lo que era pero esta vez a diferencia de las demás veces la lista concluía. Por lo que a la luz de los conocimientos tan sólo estaba dándole algo más de tiempo a mi última victima.

No se si se lo merecía porque para mí… ese detalle era tan insignificante que en una lista de prioridades acabaría cerca del último punto. Su ficha estaría colocada en los archivos de la compañía con la clave que me enviaban.

Bese a Nemesis antes de depositarla de nuevo en la mesa… me había pillado lustrando a mi único amigo, adecentándolo para su ultimo baile con las estrellas… porque era así… yo soy… o mas bien comienzo a ser era uno de los sicarios de una empresa caza recompensas.

Realmente éramos un equipo de gente al margen de la ley que sin estar vinculados a ningún organismo internacional conseguíamos infiltrarnos en cualquier lado por muy dura que fuese la burocracia.

Un grupo desorganizado que tenía sedes en los principales países desarrollados. Mi sección?... esa aun es información confidencial. Solo mi pistola y yo, sabemos a quien servimos y lo hacemos con diligencia y sin demasiadas preguntas.

Leo el mensaje y meto la clave en el ordenador. Aparece mi foto y después la luz se marcha en un sonoro chasquido que hace que se caigan los plomos y la corriente desaparezca de todos los sitios.

Cuerpo a tierra y la mesa convirtiéndose en un improvisado parapeto que me cubre hasta mi dorado amigo… ruedo por encima del hombro mientras la ventana de mi derecha se hace añicos para dejar en el salón de mi casa frente a mi a un tipo enorme de al menos unos 120 kg que no parece muy amistoso con su rifle.

Le miro a los ojos justo cuando acciona su cargador apuntándome sin más… Por mi parte pienso que es un descortés y tiene una gran falta de respeto… por lo que mientras giro esquivando la ráfaga de perdigones que quedan incrustados en mi sofá… recojo con la mano una esfera de piedra a modo de pisapapeles…

Resuena el cargador de nuevo y a continuación como los huesos de su nariz se fracturan frente al impacto salvaje de un bolazo que le manda directamente por donde había entrado.

No me gustan las visitas, ni que intenten joderme… agarro a Nemesis por la culata cuando dos tipos entran a la vez reventando la puerta de casa… Disparo como quien cose a balazos al mayor hijo de perra del mundo… alternando un blanco a otro… de sus bocas manan sangre mientras arrojo los casquillos de mi revolver al suelo con un repicar de campanas celestiales.

Mi pistola sonríe ardiendo en deseos y yo también para complacerle… arranco las palabras del único que ha quedado moribundo… después le vuelo la cabeza para que comprenda que no se debe de atentar contra un cazador.

Salgo por la puerta y desaparezco tras el umbral de la casa de enfrente. Cierro la puerta tras de mi mientras escucho como la segunda oleada entra como elefante en cacharrería en mi antiguo hogar. Abro la trampilla y desciendo a la casa de abajo… sigo haciéndolo sin mayor demora hasta llegar al sótano del garaje.

Me encanta haber planeado mi vida con un pesimismo tan soberbio que me haga salirme con la mía aunque me hayan intentado jugar una mala pasada. Mando un ultimo mensaje a mi ex jefe diciéndole que voy a ir a por el… y que no se preocupe porque por mi puede pasar un buen día.

Ruedo debajo de un turismo para deslizar la rejilla que me lleva a un pequeño zulo compuesto por una tenue luz… un colchón con manta y una nevera con agua y barras energéticas. Coloco a mi amigo el cual me acaba de volver a salvar encima de la nevera.

Escucho los pasos de mis perseguidores durante media hora mas… buscando como locos algo que ya se ha perdido… no quieren fallar porque les costara la vida. No llegan a comprender que su existencia se debe a que no han tenido más oportunidades mientras que yo estuviese en plantilla.

Yo vivo y ellos mueren, porque no todo esta en matar… sino en el talento de un asesino. Todo el mundo puede matar a otro… el secreto es que solo unos pocos sabemos elegir como y con que hacer lo que mas nos gusta. Acaricio el tambor mientras entono en voz baja una sencilla letanía.

Doy a cada bala que duerme en su interior el nombre de mi victima… cada una impactara en un sitio… su lugar adecuado. Extraigo de debajo de la cama una Beretta automática en tonos plateados. Le inserto un cargador y cojo tres mas por si las moscas. Me tumbo en la cama y cierro los ojos.

Visualizo a mi victima y le dibujo una diana… cruzo mis dedos encima del pecho y me deslizo a un dulce sueño de venganza… no hay prisa… ahora comienza el placer. Olvido mi pasado… extraigo de el toda la basura que no me servirá mientras planeo paso a paso el plan de acción.

Pasan las horas y cuando todo esta masticado me sumerjo en un placentero sueño… cuando despierte acabare mi trabajo… ahora solo queda esperar… la paciencia s tumba a mi lado y me abraza… El silencio llega por fin y todo queda en calma.

Dentro de un par de días despertaré y al final del día habrá unas cuantas ratas menos en la ciudad. El tiempo es el mejor amigo de un asesino… para nosotros no pasa… sino que en verdad nos acerca a nuestro próximo destino.

El muere y yo sobrevivo, no habrá jubilación… simplemente justicia.

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