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lunes, 28 de septiembre de 2009

Tic tac


Todavía es muy pronto para ponerme a evaluar las perdidas… Todo parece ir bien, pero las cosas no funcionarán así siempre. La pregunta no es muy complicada analizando el tema. La respuesta en cambio… sembrará más controversia si cabe.

¿Cuándo sabré las cosas que he olvidado sino puedo recordarlas?

El planteamiento es sencillo a la par de absurdo… a pesar de todo… para mi y mis vueltas de campana es una cuestión bastante idónea. Recuerdo cosas que otros hubiesen olvidado con el tiempo… datos de interés científico llevados en la memoria a pesar de haber abandonado esos lugares.

Cosas del pasado que marcaron en algo mi vida o el camino… esencias y olores… todo lo que parecía precisar estaba ahí, esperando a que preguntase por ellos en objetos perdidos, porque en si lo necesitaba para llevar mi vida tal y como era antes de confundir el cielo y el suelo unas cuantas veces.

En ese momento en el que el ruido te engulle y después te vomita en silencio, sangrando y dolorido… te olvidas de cosas… no recuerdo si estaba dormido, tengo datos… pero me falta rellenar las casillas.

De todas formas algún día espero terminar el cuadro, pero eso no tiene importancia porque de un golpe a otro hay demasiadas variables para que sucedan igual… puedo obviarlo y si nunca vuelvo a experimentarlo, jamás sabré lo que ocurrió si lo hubiese vivido.

Serían otras circunstancias… otro momento y aunque al revivirlo puedan doler igual… es otro perro distinto el que te esta mordiendo y robando otra vida de gato. Rebusco en el bolsillo hasta que con el tacto palpo las que me quedan disponibles.

Respiro aliviado sabiendo que algo mejor puede ocurrirme de nuevo… algunos tendrían miedo. Inconsciente de mí siento la estúpida curiosidad del que le hace ilusión sobrevivir de nuevo.

Tacho con el rotulador la quinta vida y me pongo a disfrutarla como si hubiese estrenado un traje nuevo que acabare por manchar… es inevitable y puede que incluso sea porque me gusta que suceda así, porque cuando alguien con la suficiente experiencia levantaría el pie del acelerador, a me gusta apretar un poco mas… no tengo miedo a lo que ocurrirá si encima es otro el que conduce.

Yo se donde y con quien estoy… recuerdo sus caras y también sus historias… no siento haber sufrido de nuevo otro suceso que acabase por marcar aun mas las huellas del tiempo sobre mi.

Para mi el tiempo es un gato con las uñas muy afiladas que va capa a capa desnudándome hasta la mortalidad. Todo llega y no tengo mucha preocupación en la espera. Gota a gota vivo las vidas que me quedan con la misma intensidad de cuando gaste la primera.

Es mas creo que he cogido hasta un nefasto ritmo de condena espontánea. Lo saboreo porque es un toque de atención sobre la brevedad del tiempo. Un recordatorio doloroso de lo que se gana y lo que se pierde y que todo continua cambiando y evolucionando.

No sufro porque es de las cosas que olvide en el fondo del armario de mi primera casa… lo abandone cansado del profundo dolor que me daba el desconocimiento de las causas. Y allí continúa mientras que sigo caminando por muchos golpes que se empeñe en darme la vida.

Meto una moneda y la canción suena en la gramola… las notas son conocidas y la voz me lleva a otros lugares y otras épocas. Nado en la inmensidad de una memoria que no recuerdo haber ganado o perdido. Tan solo espero mecido en las suaves olas en que las cosas vuelvan a colocarse en su sitio. No se hasta que punto son buenas o malas las incognitas.

Quiero no tener que pensar si perdí algo en el accidente que no volveré a encontrar… cruzo los dedos y suplico que me vuelvan a suceder todas las cosas buenas que sucedieron a lo largo de mi vida… para asegurarme de que no perdí nada por el camino… y las malas me da igual si están o se han ido.

Tengo una lista de las peores para no volver a repetirlas… pero creo que la he perdido.

Comienzo de 0 sin hacerme a la idea de cómo esta el saldo de mi cuenta. Acaricio el 5 que tiene el contorno de una S extraña… Sonrío porque es un buen número hasta sin rima y me froto porque en la cuenta atrás… tan solo he comenzado desde el principio.

3 comentarios:

  1. Los recuerdos en el tiempo olvidados pueden hacer de ti una entelequia infinita, diferenciándote de por sí del resto de la humanidad. Como si hubieses logrado salir de la cueva platónica.
    A mi me encantaría decir que no tengo miedo, si es que conduce otro, pero la valentía nunca ha sido mi punto fuerte a pesar las habladurías.
    Me alegró mucho tu comentario, fuiste el único en comprender lo que quería decir.
    Gracias ^^

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  2. gracias por tu comentario en poetas,agradezco de verdad,un abrazo, escriba
    lidia-la escriba perenne
    www.deloquenosehabla.blogspot.com
    te seguire!

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