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Es cribe, no pienses… encuentra la velocidad y síguela hasta que te cueste la vida o el último aliento, a medias no queremos nada. Comparte tus pensamientos con los demás como si fuera una cascada que nunca se seca, porque otros se pasan el día vertiendo caudal de nuevo dentro de ella.

Encuentra el sonido y sigue bailando junto a las letras esa canción cuya música conoces pero olvidaste la letra. Escucha a ese trozo del cerebro que te cuenta cosas despacito y en voz baja, cosas que sólo conocéis vosotros. Esa subconciencia escondida en una esquina y que ya no te deja descansar. Fue una temeridad aquel acto irresponsable de prolongar tus sueños a la realidad, fuiste sancionado por ese crimen surrealista y alocado y desde entonces los del cielo te la tienen jugada con las entregas nocturnas.

Tus paquetes nunca llegan a su destino, pero te llueven hondonadas de problemas casi a diario, por suerte aun conservas esa maldita costumbre de esquivar lo que hace daño al contacto y terminas las jornadas con el tanteo a cero dentro tu cama. Nunca pierdes, pero tampoco ganas… porque por tu capricho indecente te condenaron al exilio del sueño y el descanso. Te mantienes fuera por dignidad y ese orgullo que evita que te arrastres ni te atiborres de pastillas para presentarte en mitad de la fiesta sin tener invitación.

En cambio siempre guarda una sorpresa, mira al cielo y un rayo cruza el firmamento, él ya sabe que le están observando y les sonríe de nuevo apresurándose en su siguiente movimiento. Saca su ordenador y en el cielo las nubes se empiezan a juntar arremolinadamente. Comienza a oler a tormenta así que decide darse todavía más prisa. Le están encontrando y eso suele acarrear una gran serie de desastres.

La humedad huele en el aire y el bello de sus manos empieza a erizarse… la cosa esta demasiado cargada piensa mientras se mete entre su biblioteca buscando el texto adecuado. Hurga y escarba entre sus palabras encontrando la correcta. Busca el brillo que le indique que ha llegado al sitio indicado. Lee rápido y asimila aún mas… pasa páginas como quien ve pasar un tren a toda velocidad en medio del anden, parece que vas a volar, pero los pies aun están anclados al suelo… las líneas se han vuelto difusas y avanzan como las continuas que atraviesan la calzada.

El rugido empieza a formarse sobre su cabeza y en esos momentos en que no anda bajo techo sabe que eso es un peligro, tanto o más que meterse en la cama de ella, pero normalmente los rayos hacen mas daño que las verdades pronunciadas ligeras de ropa. Puede que le caigan un par de hostias, pero ni tiene intención de ir a la iglesia y mucho menos de quedarse a ver a que huelen los rayos, si a azufre o a pimienta, sabe que escuecen y mejor no quedarse a probar suerte en esa lotería, porque curiosamente a él siempre le toca el premio gordo.

El texto empieza a iluminarse y su nombre sale a la palestra… sigue el rastro de su estela… sabe donde le lleva, donde tantas veces ha estado y tantas otras le esperan. Se carga de ánimo justo cuando una ráfaga eléctrica comienza a caer sobre su cabeza. Respira fuerte, piensa en ella y salta dentro de su pantalla en el momento justo de que todo se reduzca a un montón de piezas fundidas y carbonizadas que humeando sueltan chispas.

Al otro lado cae sobre la cama semidesnudo y soltando hilos de calor cuyo origen proceden de su piel canela… Sonríe y ella no se extraña de volver a encontrarlo…

Te dije que no volvieras… es lo primero que cae de su boca como saludo de bienvenida.

- Lo se, `pero casi me cazan… me he escapado de milagro, no lograba encontrar la palabra puente que me ayudara con el salto.

Odio que me uses para esto, porque siempre acabas en mi cama…

- Es cierto, pero no puedo evitarlo, necesito recordar algo muy bueno y leerlo con palabras, para poder meterme dentro y escapar de donde estaba.

No puedes seguir haciendo esto, empiezo a estar cansada… siempre acabas en mi cuarto con cualquier excusa mala y ligero de ropa. Este mes ya van cuatro las hazañas…

- Lo siento… no puedo evitarlo, las noches son muy largas sin tus sonrisas desperdigadas por toda la casa, echo de menos el olor de tu piel y tu recoger tu ropa del suelo de toda la casa por la mañana.

Nunca entenderé porque haces eso.

- Porque es la única manera de saber que no es un sueño, quizás sea esa la causa de que me volviera un insomne de carrera de terror. Puede que nunca pudiese volver a dormir sin que estuvieses en mi alcoba.

-

Claro… y por eso precisamente acabas siempre dentro de mi cama.

- Cariño si pudiera extraerte de tu casa de alguna manera y traerte a la mía por el mismo camino, sabes de seguro que de buen agrado lo haría…

Por supuesto… y ahora me dirás que tienes frío y miedo, y que si te dejo meterte un rato conmigo sabiendo que enseguida te marcharas sin pensarlo.

- No esta vez… vengo echando humo y te aseguro que ni por nada del mundo conseguirán sacarme de tu cama. No has mirado el cielo, han declarado tormenta y acabo de perder el ordenador en mi último salto. Me da que tendré que quedarme un tiempo… uno de esos en los que el reloj deja de escucharse hasta que llegue la mañana y salga el sol.

- Puede que entonces amainen los rayos y pueda asomar la cabeza. Pero yo no me haría demasiadas ilusiones de ello… acabo de perder tu historia entera y ahora tengo que recordarla.

Ummm… ¿parece muy conveniente en estos momentos esa estrategia no?

- Puede que si o puede que no… yo no tengo ni idea, sólo se que de alguna manera siempre consigo aparecer aquí aunque tu me lo impidas. Sólo cierro los ojos y al abrirlos estoy de nuevo delante tuya y ya no se que pensar. Creo que soy tu sueño y por eso ya no puedo descansar. ¿Quieres que me vaya?

No, esta noche quédate… soy yo esta vez la que tengo frío, mañana ya veremos que nos inventamos, mientras a ti te queden palabras yo mantendré abiertas las orejas.

La foto de hoy, pertenece a:

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