Esqueletos y Diablitos...

(Foto de Ste_peg): http://www.fotolog.com/ste_peg

Suena el despertador y comienza su tarea sorpresa. Hoy toca componer el rompecabezas y por primera vez a su conciencia le hace ilusión volver a ver su esqueleto. Sale de su cuerpo y contempla como se cae inerte sobre la cama. Lo tiende con cuidado colocándolo en medio y comienza su trabajo.

Quita la piel con cuidado y esmero, después extrae músculo a músculo hasta que deja la carcasa que forma el hueso… Dibuja los pasos importantes para no olvidar como iban después y ganar una partida por fin al dichoso Murphy, el no dijo nada sobre cuerpos. Los saca y los coloca a los lados de la cama sobre la alfombra. Cuando ha descubierto lo suficiente, efectúa el siguiente paso necesario… se concentra y mezcla dos realidades en una de dos planos. Traspasa todo el cableado que forman los nervios y venas a un plano y los gira 90º sobre el eje del corazón que no cambia de sitio, dejando ese espacio vital formado por corazón y pulmones sin manipular. Prosigue con el proyecto sin más demora.

Retira los músculos restantes cuidando extremadamente los de las extremidades. Deja por supuesto olvidada la cabeza por eso de que es tan complicada que ni él sabe sobre ello. “A veces no se ni lo que pienso” ríe entre dientes contemplando el cuerpo. Extrae las vísceras durante largo tiempo, disfrutando con detalle cuantos gigantes caben dentro. Limpia los riñones con la ayuda de agua con vinagre y mima su hígado acariciándolo con precaución de no deteriorarlo. Limpia el hueco que ha logrado y vuelve a ponerlo todo dentro.

Después comprueba uno a uno los huesos, observándolos con lupa y luz negra. Sella las fracturas y fisuras con calcio fresco. Lo seca con calor y tras completar todo el cuerpo metódicamente y reajustar alineando las articulaciones los tobillos, las rodillas y el hombro izquierdo. Comienza a recomponer músculo a músculo hasta recuperar todos los movimientos. Cuando llega al punto medio devuelve las venas a su sitio colocándolas de nuevo en el mismo plano y antes de terminar de cerrar hace una purga a los pulmones inyectándoles aire desde dentro con una aguja.

Primero hace que la cabeza caiga a un lado de la cama, consigue de esta manera sencilla que el polvo y el hollín caigan como una cascada seca a cada suflada de aire que le da al comprensor. Extrae las gomas y mete la manguera abriendo el grifo… el agua tarda unos minutos que parecen interminables en salir nuevamente cristalina, años de polución siguen su curso por el sumidero, cierra el agua y mete de nuevo aire para secar los conductos. Quita la aguja y sella el agujero con un grano de sal, para que al menos por un día le escueza respirar, por los viejos tiempos.

Retoma el puzzle de los músculos completándolo casi un día después, a marchas forzadas pone la piel lo mejor que puede… a su parecer su obra maestra… ninguna cama fue tan bien echa como ese cuerpo, arremete los bordes en las costuras y parece como nuevo.

Antes de acostarse va corriendo a tirar el cubo de la fregona con sus recuerdos ahumados, mete el cuerpo debajo del edredón y pone el despertador en la hora de nuevo, nunca se acuerda del día en que vive, creerá que ha dormido un día entero por la falta de sueño. Salta dentro haciendo un doble mortal terminado en plancha y pone una magnifica sonrisa de satisfacción en su rostro.

Suena el maldito despertador de nuevo, pero hoy se sienta genial, descansado como nuevo… se estira como un gato escuchando como crujen los huesos ensamblándose en su espalda y nota como los músculos se alargan como una goma recién estrenada. Incluso el aire huele distinto, aunque extraño parece que a ahumado, pero que importa esta como recién estrenado. Salta de la cama y se cae de bruces contra la alfombra. Que raro, normalmente lo clava, pero se ha estrellado contra la pared. Demasiado ímpetu quizás, o el cuarto ha encogido. Sonríe extrañado.