Seguidores

lunes, 12 de octubre de 2009

Carrera a muerte



Avanzo rápido como el viento… realizo las maniobras como si llevase una vida haciendo eso y no me extraña para nada… por una vez llego tarde y ahora es el momento en el que puedo recortar distancias.

Me ciño a una trazada casi perfecta que hace que las gomas de mis neumáticos se agarren firmemente al asfalto… se adhieren de tal forma que en cada giro del volante un penetrante chirrido patina sobre mis dientes… Pero todo esta estudiado al mínimo detalle.

Tengo dibujado el recorrido a fuego sobre mi piel… se donde hacer cada cosa para cumplir a tiempo mi destino y la ultima vez que mire la velocidad la manilla había dejado de moverse aplastada contra el fin del cuenta kilómetros. El freno no existe… es el invento absurdo de los que pierden el control.

La carretera me acoge con los brazos abiertos al entrar derrapando en la autovía. Se extiende delante una alfombra solitaria con ausencia de obstáculos. Piso a fondo el acelerador hasta que el pedal cruje al llegar al tope.

El motor parece que va a explotar en cualquier momento. Ruge con la voz de cien dragones enfurecidos… va al limite de sus posibilidades cuando me vuelvo como un suspiro sobre la negra lengua del infierno.

Me esta esperando en algún lado de esta maldita carretera, hoy es el día final y he mandado a los ángeles a recoger mis pedazos con escoba y recogedor cuando me estrelle, pero hasta ese instante no quiero testigos, ni siquiera salvadores.

Estoy irremisiblemente perdido a mi suerte y no pretendo quedarme a mitad de la carrera por ningún motivo. He batido todos los records posibles desde que inicie el trayecto hasta ahora mismo. Vuelo pegado al suelo para así no tener que usar siquiera las alas de mi conciencia...

El coche es la extensión de mi cuerpo y pese a ser una coraza muy delicada, estrujo un poco más sus posibilidades hasta que encuentro el lugar. Viene marcada por una cruz y sobre ella esta la muerte esperando con su guadaña sutilmente colocada sobre su hombro. El coche patina… después todo se vuelve confuso en una maraña metal y dolor mezclado con sangre.

Cierro los ojos y dejo que el destino suceda por si solo. Un arco en abanico sesga mi vida en el justo momento en que paso por delante de la guadaña. Todo termina con un corte limpio antes de que choque con la mediana y salte al carril contrario.

Me precipito al vacío de un terraplén descuidado… a mi paso la maleza se abre para dejarme reposar en paz en medio del sembrado. La muerte da paso a la vida y los ángeles intentan comenzar a recoger mis pedazos cuando los demonios llegan a reclamar su trozo del pastel.

Me incorporo sangrando como una fuente que no da a basto. Desalojo los cristales sacudiendo la cabeza hasta que los tímpanos me devuelven al universo del sonoro y intento colocarme una sonrisa entre los huecos que mis dientes han dejado.

La muerte se agacha a recoger su trofeo cuando introduzco una nueva vida de gato en mi sesera, como una moneda flamante… la recuperación es total y quedo tan nuevo como el día de mi nacimiento. Su macabra calavera inyecta sus ojos en sangre y me maldice en todos sus idiomas… me río a carcajadas porque al final aunque sea pasto de sus gusanos me he burlado de ella un buen rato.

Esa noche duermo feliz como un niño pequeño… pellizco los trozos de sueño y me deslizo por ellos gateando sin miedos con los ojos bien abiertos. No quiero perderme nada desde el principio porque la vida es como una película. Cuando más te gusta llega el final.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...