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viernes, 19 de abril de 2013

Ready...



Saco el revolver y empiezo a cargar bala a bala. Hoy despierto aquí pero dormiré en mi casa, en la de toda mi vida. Mañana será un gran día pues todos los hermanos nos reuniremos alrededor de la hoguera, a beber nuevos tiempos y quemar los recuerdos que nos sobren. Siempre falta alguien, ahora más que nunca pero de alguna forma todo saldrá bien.

Esta claro que en el jardín de Dios lo que no faltará son las mejores de sus bestias, algunas con piernas, otras con patas y las demás no saben o no contestan. No importa en la parcela del sonido hay algo que no sobra, ni personas ni historia. Así que la tropa empieza a emigrar poco a poco rumbo al inicio de todo, a ese lugar donde hemos pasado media infancia viendo como cambiaban los tiempos.

Los más inquietos ya estamos listos tachando desde nuestra atalaya los segundos que falten hasta el inicio de una salvación tan irreal y efímera como un sueño, pero igual de confortable. Nuestra era sólo cultiva buenos recuerdos en ese lugar donde alguna vez hemos logrado despegar el cuerpo del alma, sembrándola de nuestros propios cuerpos hasta fusionarnos lentamente con ella. Los árboles nos reconocen y arriba el Dios del Infierno caldeara nuestra piel hasta otorgarnos la piel del lagarto.

Vuelven a su campamento los soldados, cada uno con sus cicatrices y heridas a recomponernos todos juntos, como una gran familia de monos se cuidan entre ellos. Uno provee, otro cocina… unos miran, algunos escuchan y el resto cuenta, o baila o simplemente alegra el encuentro. Hasta los perros dicen algo a través de sus pupilas. Allí las salamandras opinan subidas seguras a los techos, eliminando todo bicho que no tenga invitación.

Me visto en Madrid para bajar en Ciudad Real y olvidarme de quien soy para ser quien era, porque al contrario no me dejarían pasar. Saco mi sonrisa ajustándomela de nuevo, pantalones cortos y camiseta, son mis los únicos complementos junto a mis zapatillas, escojo las más equilibradas entre tierra y asfalto para no perder agarre. Y me olvido el parte del cerebro y casi todas las obligaciones, también lo que no necesite para pasar un buen día y mejor mañana. El lunes ya llegará vomitando con su aburrido despertador hasta entonces prometo estar fuera de cobertura.

1 comentario:

  1. Pues parece un buen viaje... no hay nada como reencontrarse.
    Un besote

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