Seguidores

miércoles, 4 de mayo de 2011

La condena de Diógenes.

Ser como era… sencillamente era una enfermedad autoinmune. Desde pequeño se juro que nunca sería como su padre y aunque en parte fuera cierto a pesar de todo terminó cometiendo los mismos errores… o parecidos… o razonadamente similares. Los actos no importaban, ni siquiera el cuando ni el donde… tampoco el porque. Sólo importaban los fallos y sus malditas comparaciones.

Algo que es como un cáncer que te invade por dentro y que no tiene cura… no por nada… si no porque no hay forma de diagnosticar algo que no se puede ver, por la simple razón de que sólo estaba dentro de su cabeza. Pero el ácido que le corroía por dentro iba más allá.

La envidia le hendía los ojos hasta clavarlos a las amígdalas en medio del cerebro… y mucho peor estaba el resto, al poseer una fabulosa incapacidad de perdonar al enorgullecerse y vanagloriarse de recordar todos los malos momentos, en vez de dejarlos en paz descansando en el pasado.

Aunque como no hay dos sin tres… y en su caso la serie continua en forma de parábola ascendente… a cada nuevo síntoma un nivel menos como persona… hasta convertirlo en un sincero instinto tan puro como el de un animal… Una palabra buena disfrazando un despropósito completamente demencial.

No quería ser como su progenitor, pero en su defecto se había transformado en algo aun peor. Bueno… quizás eso fuese exagerar algo que le venía cosido a ras de piel e imposible de operar con bisturí, ya que estando tan extendido… podría significar lo que sería pelar una manzana. Y él nunca se dejaría tocar un ombligo tan bonito como el suyo…

Lo curioso es que de algo tan jodidamente siniestro como los mismos fallos estructurales pero distinto campo de ejecución había salido algo positivo… y es que huyendo de sus recuerdos, encontró una especie de bondad gratuita e innata que iba regalando junto a sus múltiples abrazos tan calidos como una primavera tras un invierno duro… o sembrando sonrisas como quien planta pipas para los nuevos girasoles…

De algo destinado a no funcionar y corromperse estancándose en un agujero abandonado en la oscuridad… había logrado sobrevivir una rara pasión por viajar y ver mundo… llegando a sustituir sus viejas creencias inamovibles, por una versión más actualizada se sus experiencias contrastadas. Tan sólo tuvo que quitarse la miga ajena de su ojo y de alguna forma exponencial dejo de llevar el peso del mundo sobre sus hombros hasta que incluso llego a flotar.

Su imaginación seguía siendo una sartén con mantequilla y granos de maíz en mitad del fuego… El calor siempre le hacia brillar como una estrella en luna nueva. Siempre había sido el hijo del fuego y aunque no tuviese la familia que quería y deseaba… siempre la tuvo consigo para lo bueno, lo malo y lo peor. Al menos tenía una y cuando aprendió a ser agradecido lo supo de alguna manera desde dentro de su ser.

Lo que le oprimía el pecho desapareció como cuando comprendes el funcionamiento a algo que te resultaba mágico e inalcanzable. Quizás hubiese fallado en su hipótesis sobre eso de ser como su padre… Pero de alguna forma era extrañamente feliz, porque en ese punto de la historia ya conocía esa frase de que nadie es perfecto y en efecto… él no era nadie. Era él mismo y aunque no entendiese muchas cosas en una realidad tan trastornada como un viaje al centro de la tierra.

Una vez asimiló aquello que le hacía caer en el maldito error de la recurrencia, comenzó a escalar hábilmente como siempre… esta vez no tenía prisa, su vida era un traje que le sentaba genial. La humildad no era tan soberbia como la prepotencia ni la arrogancia, pero después no se sentía tan mal ni solitario… el amor era cien veces mejor que el odio, porque con sangre corriendo por las venas… quizás se pudiese salvar.

Al fin y al cabo todo era posible… De un mal palo… habían surgido dos buenas astillas.

El viejo tampoco lo había hecho tan fatal como aprecia en un principio… puede que hubiese errado en la forma de impartir su enseñanza. Pero en comparación con su propia familia… en su árbol aun quedaban ramas vivas que brotaban en primavera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...