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viernes, 6 de marzo de 2009

Próxima estación... Primavera


Salgo a la calle y la noche se abre como una flor tropical teñida de rojo, todavía queda un leve resplandor del sol entre las nubes de tormenta. Una ráfaga de lluvia mas tarde me encontré de bruces con un aroma intenso a primavera. Fresco y aromático, delicioso… un viaje de verde recorrido con paradas en la mezcolanza del dulzor de las flores que están por llegar.

Aspiro fuerte y pongo un esparadrapo en mi boca para evitar que salga de ahí… y así quitar hoja a hoja de una margarita prematura hasta que llegue por fin la siguiente estación naciente.

Guardo mis manos en los bolsillos mientras camino sin prisa ni pausa hasta llegar a mi destino. Un paseo agradable con el techado de los árboles aún sin yemas que mostrar. El viento sigue soplando helados susurros que se enredan entre mi pelo. La música resuena fuerte y hace un par de canciones el vals de Amelia me hizo caminar de puntillas por la calle mas abarrotadas de Madrid… Las notas fluían y yo me escurría culebreando entre las personas que asombradas contemplaban como aprovechaba los pequeños huecos para avanzar entre el agobio de las miradas.

Sonriendo salí de la muchedumbre sin haber sacado siquiera las manos de los bolsillos y tras pasar esa avenida el paseo volvía a ser un transcurrir goteante de personas que se contaban con los dedos de la mano.

El cielo ya se había tornado un manto oscuro moteado de estrellas, que aunque no pudiese ver sabia que estaban ahí, esperando a que las mirase para guiñarme un ojo y mantener mis pasos fuera del sendero perdido. La luna estaba parcialmente oculta por una densa nube blanca que parecía guardarla de mi mirada, pero nadie había puesto barreras a mi bella musa… y subida a algún sitio miraba por encima hasta encontrarse con mis ojos absorbiéndola por dos agujeros negros para después pasarme media noche pellizcando trocitos de su sabroso queso.

Llegue cuando todo ya había comenzado. La música estaba puesta a un volumen aceptablemente alegre y cuando entre en el cuarto acristalado los demás hijos de las esencias ya estaban con su cerveza en la mano.

Tras una ronda rápida de abrazos con besos en el cuello alguien me tiro una que hábilmente agarre quitando la chapa con la primera arista metálica que encontré en mi camino. Alguien dijo: Te he echado de menos… Otro dijo que yo nunca había salido de allí… me mire en el espejo y volví a recordar a la luna. Un deseo me estremeció recordando sus curvas redondas.

Al llegar a la realidad el momento había pasado y todos volvían a sonreír dispersos entre sus historias. Quizás fuesen ya demasiado bebidos para un pensamiento tan astringente. Saque el paquete de tabaco ofreciendo una ronda a los presentes. Unos si y otros no… como el revolver de un suicida paranoico… Un par de caladas después intentaba subirme al tren de la euforia.

Prosiguieron el desfile de las bebidas… De todos los sabores y colores y de nuevo regrese a la cerveza hasta que perdí la cuenta de las que llevaba. Mire a mi alrededor y busque cuantos supervivientes quedaban concientes. Fui descartándolos uno a uno con los dedos hasta que solo permanecimos atentos un par de nosotros.

Cuando el sol volvió a salir ya era muy tarde para los sueños de muchos de ellos. Me puse la chaqueta y me aventuré a buscar la primavera. Sabía que no era fácil encontrarla… y mi condición zigzagueante no mejoraba las circunstancias.

Señale un frondoso árbol de mi memoria y fui a su encuentro. Las calles se torcían con el incipiente sol que afloraba. De nuevo sentí el aroma fresco de las flores y con mi olfato rastree las últimas calles antes de llegar a mi objetivo.

Me desplome en el suelo como un saco de ideas vacío y permanecí en esa posición hasta que la sombra acabó por devorarme debajo de ella. Recuerdo que alguien sopló un diente de león que desafiaba el viento matinal al lado mío y me fui volando detrás de la luna llena.

Puede que no hubiese salido nunca de allí, pero nadie ponía precio a mis fantasías.

3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Sin duda es la estación del año, que gusta más a la mayoría de la gente. Este relato te mete de lleno en ella, te hace sentirla e incluso oler sus esencias y esa imagen del final, "diente de león" es muy buena.

    saludos.

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  3. Hola querido amigo...jejejeje
    Disculpa por la confusión...jejeje

    Que bella entrada...
    La primavera llega llena de color aunque un poco frio...
    Deseo que la primavera de tu vida sea siempre llenar de color y que tenga buen exito en todo que lo hagas.
    Un buen fin de semana...

    Un gusto leerte!

    Felicitaciones por el premio te lo mereces, aún que tengas pocos textos aqui, vale por la intensidad de ellos.

    Besotes

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