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sábado, 9 de febrero de 2013

Sempre amb tu



Estoy casi seguro que llego diez años tarde a esta reflexión y por mucho que digan que el tiempo es una cifra, en nuestro caso se parece más a la distancia que se amplia el atlántico cada año. Si esperamos un poco más, los eternos enemigos de USA y Rusia, acabaran dándose la mano en Bering de nuevo. Pero tú y yo seguiremos tan repudiados como siempre.

Es una pena igualable al hambre del mundo. En el tercero ellos se mueren de hambre y yo en el primero lo hice por ti, o lo hago, o que se yo… porque desde hace una década ni siquiera se reconocer mis propios sentimientos.

Una planta puede sentir, mas quizás no sepa sentir algo por los demás. Yo era bueno entonces creando sentimientos en la acera opuesta a la mía. Me pasaba el día lanzando cartas de amor en dirección contraria, la mayoría eran buenas y dedicadas a su receptor. Iba poco a poco desarmando al otro bando. Esquilmando sus defensas, reduciendo su protección como si fueran capas de una cebolla enorme.

Todo iba bien… hasta que me enamore de ti. Entonces me olvide de todo, de ser un casanova sin llegar a serlo porque cuando apareciste tú, se borro el resto de mi historia en una clase de memoria selectiva y todas esas líneas que estaban abiertas se cerraron tras años de incomunicación. Se secaron mis raíces, mis hojas y el tallo también. Mi savia quedo latiendo viva a pesar de estar congelada en un invierno del que no salí jamás.

Y resulta frustrante que el siempre contigo, acabase siendo la peor de las condenas que se puedan aplicar a un libertino caballo sin herraduras. El proyecto de adquirir un corazón humano con su amor y esas cosas fue desmantelado durante la guerra fría que a ojos del mundo se ha acabado, pero que en nuestro caso es la cruel realidad palpable y palpitante que nos rodea.

Dicen que un corazón se cría desde de la cuna, se requiere verter sobre el ternura y cariño en su infancia y adolescencia para que en su edad madura ya este preparado para sentir esa palabra llamada amor con todas sus letras. Yo llegue tarde a esa enseñanza puede que por mi o puede que por unos progenitores que no lo supieron hacer mejor.

De pequeño soñaba con el amor y lo busque en cada palabra y cada línea de los incontables libros que iban desde los más bonitos poemas hasta las más increíbles novelas. Devore tomos e historias hasta hacerlas mías, y se puede decir que fui un hábil buscador de la verdad, igual que esos aventureros que van tras el Santo Grial… a diferencia de ellos yo era más modesto porque me conformaba con los tópicos de la felicidad y el amor. Pero quizás ellos hayan logrado mucho más en sus hazañas y no es que no sea feliz con mi propio argumento. Sino que bien y tarde comencé, y mal y pronto termine contigo en mi historia.

Puede que como buscador haya sido un fraude, que a mi edad no sepa lo que significa el amor por muchas bonitas palabras que mi carnosa boca sepa susurrar. Por otra parte, durante mi aprendizaje adquirí la destreza del saber esperar. Y aunque tenga que dar la vuelta a la vida entera para de alguna manera volver a coincidir contigo en ese punto. No me olvidaría de decirte a la cara todo lo que siento. Que aunque es poco es tan puro como el destilado de mis esencias y que todavía nadie ha abierto, la guardo al lado de una botella de Tokay que envejece junto a la mía, dicen que puede durar 150 años.

Sinceramente no creo que aguante tanto y al final acabe abriéndola sin ti a la orilla de mi ocaso, porque sólo yo sabré que brindo en tu habitual ausencia y en la siguiente aventura de alguna forma ya no empiezo de cero. Al menos sabré como actuar a pesar de que el Grial cambie de forma. Lo otro que aprendí en esta vida fue a desarrollar el olfato y a lo largo de este tiempo hice mi más brillante hallazgo y es que aun puedo encontrarte de esta manera si tu me dejas.

2 comentarios:

  1. Voy buscando lo que quiero,
    averiguando, a mi manera,
    que no me gustan los maderos
    ni la gente con banderas,
    ni la Virgen María,
    ninguna ideología;
    pero si sirve de algo,
    yo pido libertad para los pigmeos,
    que me dan aunque no los veo.

    Agua. Si vienen a por mí, tú dame el agua.
    Mientras, intentaré, a la vida, negociar
    lo que tengo, lo que tú ya sabes...
    lo que guardo bajo siete llaves.

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    Respuestas
    1. Nunca fue bueno guardar el corazon bajo siete llaves, porque estas salvando a los unicos que algún dia pueden condenarte. Porque no hay cerradura que un pigmeo no pueda abrir con sus dedos pequeños.

      Aún asi, el agua siempre cairá del cielo para ser ofrecida y sino siempre habrá una botella con liquido al alcance de la mano :D.

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