Piensa el reflejo del espejo que es igual que tu... pero se olvida de que él no tiene libertad para salir del otro lado de la pared. El tío sonríe a la par... y calca gramo a gramo la esencia de tu persona. Pero no tiene idea de los datos... de las fechas o tan siquiera de los sucesos.
Se sorprende cada mañana al ponerte delante con unas marcas que el día anterior no estaban. Puede pensar lo que quiera... porque en verdad no tiene un ápice de importancia lo que diga. Le haces un corte de mangas que imita totalmente indignado.
Entonces la llamo a ella... que se acerca cariñosamente con su impresionante conjunto de ropa interior en tonos violetas... se cuelga del cuello y comienza a repartir dulces besos desperdigados por toda mi piel...mi reflejo por fin sonríe al otro lado con su copia perfecta imitándolo todo. Le fabrico un guiño que devuelve algo sonrojado, pero con un tono amable. Le deseo buen día y me marcho donde ella quiera llevarme. La sigo enganchado de un anzuelo con su sedal...
Se sube a la cama y yo la acompaño por el mismo camino... Pienso durante un segundo en el espejo, sonrío y me lamento brevemente de su pobre suerte. Al menos hoy pasará un buen día. La derribo con un beso a quemarropa que la deja tendida sobre la cama.
Borro sus recuerdos lentamente con lentas pasadas de lengua, hasta que pierde la razón. Escalo por su cuerpo hasta alcanzar sus ojos. Me asomo en ellos para contemplar mi reflejo en sus preciosos estanques de agua marina y me sumerjo en una historia escrita a cuatro manos.
Nos olvidamos del tiempo, porque en el presente solo importa lo que suceda aquí y ahora.
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