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martes, 21 de abril de 2009

Sé lo que deseas muñeca de goma...


Lo se porque lo siento en mi piel... quieres llevarme a lo mas recóndito de tu ser, pero a tu ritmo... lo se porque lo huelo en el ambiente, es un aroma dulce a pasión regada con cariño. La suavidad de las plumas con el tacto del guante de acero cuando el calor se haga tan insoportable que el metal se vuelva liquido frío entre la verdad de la existencia.

Es un manual breve pero profundo como un suspiro prolongado con la intensidad de una larga longitud de onda que suena como un látigo en la espalda de la conciencia. Golpes duros de la realidad en la ausencia de tu regazo, de las lágrimas de felicidad que caen por tu mejilla al sentir el gozo estallando sordamente en el pozo de tus humedades.

Soy un trozo de goma al que atarse en mitad de una tempestad amorosa. Esperando con alivio la promesa de la calma. Un falso trozo de carne que iconiza los deseos mas naturales y lascivos de tus fantasías… tu memoria recuerda al cuerpo escogido y yo inútilmente intento dar placer a tus deseos. No tengo conciencia sólo sigo tus hábiles pasos por los relieves de tu figura de reina de corazones.

No tengo más prisas que tus propios dedos descubriendo el objeto de tus anhelos debajo de un trozo de seda. Una imagen que se renueva con el albor de cada mañana. Y se representa con la llegada del anochecer junto al ocaso. Un pecado repetido sistemáticamente cada vez que tu memoria se tope con otro pura sangre en la pradera regada con gotas de plata precipitadas en forma de lluvia de estrellas fugaces.

Y el fuego quema muy dentro desde el infierno y trato no sin fundirme en el fondo de tu alma da dar una muerte digna a mi persona, poniendo forma y cuerpo presente a lo que se soñó por la madrugada. Eres un caballo olvidando la libertad del mundo para condenarte a sólo recordar el sabor del agua de un estanque apartado donde se puede leer el futuro entre los gemidos de una noche tan ardiente.

Que el cielo se despertó aun oscuro por el rescoldo de las ascuas escupiendo un humo negro como los ojos de las miradas entrecruzadas. Un fuego cruzado y a quemarropa que no se puede evitar sentir las embestidas de los susurros que atraviesan el tímpano.

Y yo me volveré un juguete sucio y abandonado cuando los caballos se vuelvan a juntar en la habitación del rey de la montaña, para correr hacia un futuro cruzado por un punto que no es sino el comienzo del siguiente deseo.

Quizás algo más fuerte… como una carne sangrante en el menú de la carta. Algo picante con una salsa de queso… O algo suave como un pescado hervido en un lecho de hierba y relleno con el cuidado de una bechamel delicada…. Como postre quizás me convierta en algo tan dulce como las fresas con nata rodando por tus curvas hasta caer en el pozo del deseo donde acabo recurrentemente todas las mañanas en que nadie ha dejado un juguete al lado de tu cama.

Todo vuelve a suceder cuando el infierno llega a tu casa y deseo te susurra que vuelvas a ser suya. Entonces bajo de mi estantería y pienso como un soldado olvidado en una pecera. Me pongo firme embutido en un uniforme de plástico. Me dispongo para la acción santiguándome sin brazos para vencer al demonio que habita en el fondo de la contienda.

Cuando termine fumare el humo de la victoria a tu lado en la cama, esperando a que alguien me de vida como a pinocho y entonces no contar mas mentiras excepto cuando me lo pidas deliciosamente al oído.

Susurrador de historias duras como la vida en un trozo de látex que no es mas que el mero servidor de todas las muñecas que alguien dejo perdidas en una cama sin nombre ni dirección conocida.

Deseas que aparezcan las flores de tu primavera para regarlas con el agua de mis labios hasta que salgan los frutos en el próximo verano.

4 comentarios:

  1. Para acompañar como vino oporto y agua para Bukowsky...

    http://www.youtube.com/watch?v=plA_vveYCpY
    http://www.youtube.com/watch?v=QlJUWquVUqw

    Bebed y bebed hasta que os convirtais en peces dentro de un acuario hierviendo por el fuego de la primavera. No todas las musicas suenan con el mismo movimiento.

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  2. Llevo un buen rato permitendome el lujo de saborar este menú tan suculento y apetitoso. Por mi cuenta añadí café con vainilla mezclado con ese humo e intentando imaginar, las embestidas de los susurros, la estrellas fugaces estallando en humedades y empapandome de la libertad que da ser juguete de tus palabras.

    La lascivia tiene memoria...

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  3. El oporto es mi debilidad. Me convierto en lo que soy.

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  4. Primo!!! hace tiempo que miro tu blog.... pero nunca entiendo tus palabras.... ¿seremos de universos paralelos?.... gracias por tus palabras.... seguiré leyendote, igual algún día termino de descubrirte....
    Un abrazo de tarde de verano.

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