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lunes, 12 de diciembre de 2011

Continuará.


Masca la tensión como si fuera cemento que entre sus dientes vuelve granos de arena. Rechina y sigue moviendo su mandíbula, rumiando cual vaca terca que se empeña en alimentarse del simple aire. No tiene miedo… ni siquiera ante el corredor de la muerte, del que nadie nunca vuelve. Ni siquiera tiembla, tan solo mastica y deja volar su imaginación. El resto del mundo se tapa los oídos porque la fricción del marfil les repugna, él en cambio sonríe abiertamente para que el sonido lo envuelva todo como una atmósfera sellada.

Falta un día, uno exclusivamente, con sus pesadas horas, sus desquiciados minutos y sus fugaces segundos… sabe donde esta el fin, donde se acaba el camino y se convierte en infierno. Roza su espalda con las yemas de los dedos buscando algo que aun no tiene, allí donde los ángeles las llevan. No es el momento adecuado, pero tiene curiosidad por lo que se esconde detrás de la puerta de no pasar. Sus cuentas están en paz y a pesar de haber gastado un año en el intento, sabe que a la próxima estará preparado.

Aun le faltan demasiadas piezas para estar completo. Para ser lo que necesita, pero el tiempo se le ha pasado volando y únicamente tiene la mitad de las cosas completadas. La gente dice que los años marchan lentos y en fila, él en cambio nunca supo controlar el transcurso del tiempo, para lo que unos es un río en su caso se convierte en sucesión de cataratas. A veces fluye tranquilo, el resto no.

Sigue sin arrepentirse y aunque ya sabe su condena, se siente feliz… absurdamente contento porque ahora sabe más que cuando empezó todo esto. Cierra un ciclo, como aquel que clausura un cuento. Satisfecho de si mismo a pesar de que tras la puerta no haya nada que su propia sentencia. En el fondo de todo ha pasado unas magnificas vacaciones del mundo y la circunstancia del patíbulo, no es más que una consecuencia de todo lo vivido.

La moneda gira en el aire y el intentará hacerlo francamente bien, independientemente de lo que aguarde, esta orgulloso de su viaje, tarde o temprano los deseos se cumplen y a su vez conoce el principio de la energía. Quizás a la siguiente consiga la cantidad suficiente para realizar la alquimia y que el resultado sea lo que se busca. Todavía le quedan suficientes años para intentarlo de nuevo. Toca comenzar desde cero.

Subir trepando desde el infierno al cielo, esta vez… todo será mas sencillo, ha estado construyendo un nuevo cuerpo, siguiendo al pie de la letra el código técnico… pero no ha terminado su proyecto a tiempo. La próxima vez… ni siquiera necesitará la moneda, sólo un par de alas.

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