Seguidores

jueves, 7 de julio de 2011

Y el 8 eterno se completa

Todo sucede por un porque, algo prefijado que ni siquiera queda en nuestras manos. A veces localizas pistas que seguir, un antecedente que investigar. Pero rara vez encuentras una explicación más plausible que la simple suerte o el sencillo azar. Todo ocurre por una extraña razón. Que a pesar de que analices durante minutos, horas… ó incluso años enteros, puede que nunca se logre alcanzar una verdad absoluta.

Un porque con lógica y tanto contenido que a su lado la historia del mundo o hasta de la Biblia fuese un cuento chino… Aunque la idea pueda ser tan deseable como un Iceberg en medio del desierto. No deja de ser un espejismo del asfalto en mitad de la ciudad en pleno verano.

A veces sucede…

Otras tantas no.

Aun así, de vez en cuando la realidad se funde con lo escrito y lo escrito, se vuelve realidad. Eso no quiere decir que lo que yo escribo suceda ni que lo escrito haya ocurrido… Sencillamente existen los cruces de líneas, como las ocasiones que pueda colgarse un sistema operativo en un segundo en el mundo. No depende de una variable únicamente.

Si no que son tantas… que sólo a partir de los mil pies del suelo, puedes encontrarle sentido. Igual que las figuras de Nazca o que la estructura de las ciudades mayas desde el cielo. Lo mismo ocurre con las pirámides y otros cientos de ejemplos, que demuestran que los piezas de los rompecabezas, se ven más claras contra más lejos o con más amplitud abarques el problema.

Por lo que nos deja a los terrestres, una multitud de dilemas, como el interminable que si… y que no. o el ambiguo hacer caso a una intuición o en cambio escoger cuestionarse con ese pesado y si el resto del tiempo. La cuestión llegados a este punto es:

Que importa… y que no es más que una mera distracción.

Y buscas humo… y no encuentras nada. Al contrario, otras veces anhelas hallar la respuesta y no hay más que niebla en mitad de cualquier mes del año que lleve o no la r dentro de su nombre.

El engranaje sigue funcionando, ¿o todo se para si tu te bajas del carro antes de llegar al destino?.

Nada es lo que parece, pero mientras dure la memoria… quedan todavía historias y mientras haya papel… sobrevivirán los libros y Fahrenheit 451 nunca tendrá futuro.

Pero ella… Ella siempre aparece, aunque todo vaya bien… incluso cuando todo va fatal. No sabe de momentos, ni tampoco de llamar. Odia la tecnología y los teléfonos, por supuesto ni siquiera tiene ordenador, tampoco televisión. Vive encerrada entre los renglones de sus libros que se pierden por las estanterías en el techo de su alcoba, a pesar de que tengo que reconocer… que si alguien me preguntase de que color es la bóveda de ese cuarto.

Diría que de estrellas y que los días buenos, tiene lunas llenas…

También comentaría que debe de beber de la inmortalidad de sus autores favoritos y que eso la mantiene eternamente joven y bella. Ya que han pasado años y que sigue igual, como uno de mis libros de mi mesilla, pero mejor aun, porque el tiempo se ha olvidado de ella, que vive en la paradoja de que su piel sigue siendo dorada como los campos de trigo y su boca deliciosa como los de amapolas.

Que estoy encantado de haberme cruzado con ella, por otro cruce de líneas… y que ese ocho eterno que nos une… es mejor que cualquier siete tachado por desdicha. Porque al final todo esta escrito y sucede por un algo. Y no me arrepiento de nada, porque ella en el fondo es la sangre de mi tinta. Sin conocer el dolor, no se podía escribir con la pluma mojando en las heridas. Y a eso, nadie puede robarle su puesto de musa.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...