Cuando era pequeño no buscaba más que a una tía normal que
le quisiera… pero fue creciendo y tuvo que buscar algo más coherente con esa época.
Buscaba a una belleza escultural digna de las cariatides de Grecia, con una
dulce voz que fuera como el canto de una sirena y unos ojos que quitasen la
respiración para que tuviera por fin una excusa para que alguien le besará
aunque le estuviesen intentando reanimar.
Pero la suerte no le terminaba por llegar al menos no de la
forma esperada. En un par de años consiguió a unas cuantas arpías de uñas
largas y otras tantas quimeras de lengua bífida, unos cuantos orcos y troles
dignos del señor de los anillos que te dejaban sin aliento hasta que encontró
por fin una sirena, que para más sorna no era más que una pescadilla de pura
espina. Después hubo un tiempo que no le fue mal buscando… una psicóloga psicópata
y una escritora posesiva fueron sus parejas que menos le marcaron. Por ejemplo
la chica de los ojos de Medusa casi le convierte el corazón en piedra cuando le
hablo de casarse al tercer día.
Salió huyendo y se escondió en el bosque. Durante una larga
temporada nos aseguraba que mantenía relaciones sexuales con lo que el decía
una ninfa. Nosotros conocíamos la verdad de esa ninfomanía que ejercía la prostitución
en el parque que quedaba a los bajos del bosque. Cierto es que no nos importaba
esa extraña afición suya a los mundos paralelos porque cuando tomabas unas
cervezas en su compañía al menos nunca te aburrías.
Luego llego la hecatombe. A la puta la detuvieron por no se
que delito y en su abandono sexual, creo que invocó algún tipo de súcubo que le
consolase, pero suponemos que es otra zumbada que colocar en su vitrina
personal. La chica esta muy buena, pero esta como una regadera con exceso de
fugas. Ahora viven los dos en el bosque, él dice que es un fauno y ella hace de
su mascota. En fin la felicidad es una cosa que se encuentra. Hasta los
guardias forestales ya ni les molestan. Simplemente les reparten chalecos
reflectantes cuando empieza la temporada de monterías. Ellos tampoco quieren
problemas.
Buscas una chica normal que te quiera y a veces no consigues
más que una zoológico entero de despropósitos que te desean porque las chicas
buenas escogen a otro tipo que no eres tú. Puedes conformarte y acabar en un
bosque medio desnudo y del todo colgado, o joderte y luchar por la causa de
todos esos que frente a una lluvia de negativas terminan por encontrar la
formula perfecta para ligar o al menos intentarlo sin parecer inseguros. Los
otros siempre tendrán un carisma especial, la cara bonita, una mayoría de edad
o mucha pasta para compensar cualquier defecto.
Aunque la única cosa que realmente importa ya sea en las fantasías
o en la realidad es encontrar a aquella persona que te entienda con la mirada y
que la mayoría de las veces las palabras no sean necesarias. Diría que buscaba
una amazona medio hechicera preciosa como la luna y profunda como el océano que
iluminara su camino dándole sentido a su existencia, pero en su lugar encontró
una bruja lunática que estaba como una puta cabra bailando en un barreño en
mitad del mar. En su caso la propiedad conmutativa no le servía de nada, pero
tampoco creo que alguien que viviera en un lugar como ese necesitase las matemáticas
como un mecanismo de ayuda.
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