Se esta acabando el verano y todo sigue como al empezar, la película
no avanza hacia ninguna parte, la escena sigue anclada, casi congelada hasta el
fondo. Nada transcurre… tan sólo pasa el tiempo y continúa de la misma manera.
Absurdamente indiferente.
Un embarazo después y las cosas no han mejorado, el que vive
al otro lado del espejo continúa pareciéndose extrañamente a mí. Tiene calcadas
hasta las expresiones pero seguro que hasta el llega a final de mes sin
preocupaciones, al otro lado de la realidad los morteros siguen lloviendo sin
parar. Por la mañana sonríes si alrededor de la cama ha florecido un bunker
porque al menos a la noche siguiente, tendrás un techo donde guarecerte.
La batalla prosigue, pero ya han dejado de disparar balas
porque la guerra en estos días es demasiado cara, ahora los contendientes lo
basan todo en un enfrentamiento mediático y los opositores de ambos bandos
siguen vomitando idioteces para el deleite de los tertulianos.
España sigue igual…
Como siempre.
Hace más de medio siglo que su rumbo no va a ninguna parte,
al igual que el ciclo de las mareas el poder viene y va sin dejar más mella que
la huella que hacen en las arcas del estado. A mayor sonrisa, más sinvergüenza.
A los de este año ya les están dando estopa por adelantado. A veces poner la
tele es como retroceder hacia el pasado, el único deporte realmente español
sigue siendo el cotilleo por cualquier esquina, a los más barriobajeros les
pagan más que a muchos ingenieros con carrera..
Así van las cosas… desde ese monigote llamado Aznar.
Al menos él ha terminado aprendiendo idiomas y ante el fin
del mantenimiento… se ha montado una universidad donde impartir las clases de
cómo robar sin perder la compostura ni dejar señales. Porque en verdad todo ex
alto cargo que sigue limpio, es que era demasiado listo para que le pillasen
con las manos en los bolsillos.
El cuento de Alibaba ya no se tiene en cuenta más que a los
ladrones, que actualmente se podrían enumerar hasta casi rozar el infinito
tanto por un lado como por el otro. Dicen que es una hipérbole… Pero tan solo
es una mentira como un monumento. A los mejores tratos casi nadie esta
invitado, pero sus consecuencias salpican a todos los que estuvieran mirando, o
sin mirar… En fin, cada noche una historia para no acabar irremediablemente en
la cama. Los mejores relatos están aún por llegar. Dicen que estamos saliendo
de la crisis pero sin conocer lo que es el paro, todavía no he pasado de tener
tres cifras en mi cuenta corriente.
Congelado en el presente, cuento los días que me quedan del
futuro para de alguna manera celebrar cuando ya no me quede nada por lo que
brindar. Antes todo terminaba con y fueron felices y comieron perdices. Ahora
con un simple y fueron felices porque comieron, creo que sería colofón
suficiente para demasiadas historias agridulces tirando a amargas.