Como otro año cualquiera junio cierra sin grandes lujos ni
artificios. El fuego vuelve a asolar las calles tanto de día como de noche, y
ya no hay calma para las bestias que viven en el interior. Se rozan
constantemente con las paredes y sus pellejos de metal, andan causando estragos
por las entrañas.
En este mes, los idiotas florecen… y lo hacen por todas las
esquinas, gente que no merece su vida levanta la cabeza quizás más de lo que
debieran… arriesgándose a que alguien menos dado a la piedad se la cercene de
una pasada. Algunos tienen poco respeto por el trabajo de otros… otros no
tienen nada, y son esos mismos seres por llamarlos de una forma más o menos benévola
quienes andan colmando el vaso de agua.
Algún día me olvido de la contención y le arranco a alguien
su puta cabeza. Respirar no vale de nada cuando después de crear algo durante
un tiempo, viene otro y lo jode en un segundo, te mira con cara de estúpido y
te dice, si no ha pasado nada…
Es para saltar por la ventana cogerle del cuello y acto
seguido incrustarle su mierda de cráneo contra los baldosines blancos de la
cocina.
Y no lo haces… y no es porque sea un asesinato, ni que este
penado con la cárcel, tampoco por la indemnización de la familia restante, ni
por lo que dirán de ti al día siguiente.
No lo haces, por la sencilla razón que después de estar un día
entero currando como un desalmado… evitas tener que limpiar toda esa mierda que
le salga al tipo de la cabeza.
Me queda un día para tachar esta basura de mes y comenzar
con el siete de mi alegría… espero que bajen algo las temperaturas aunque
ciertamente dudo que vaya a ocurrir, no lo digo por que afecte… tras una
adolescencia en el infierno, el calor excesivo no es algo que me atormente,
pero… como me siga hirviendo la sangre, cualquier día de estos me convierten en
un arma blanca.
Por supuesto mis cuchillos seguirán esperando en la tabla,
ninguno de ellos se merecen mancharse con la sangre de todos esos inútiles que
sin saber su posición en la vida, siguen tratando de levantar la cabeza por
encima del muro sin saber que al otro lado, lo que les espera es lo peor que
nunca vivió en sus pesadillas.