No fue Perseo, o todavía ni siquiera el tiempo quien mato a
Medusa… en verdad fue su propia curiosidad la que la condeno a ser una estatua
de piedra cedida entre museos que desconocen su real procedencia. Nadie sabe lo
que ocurrió a ciencia cierta, salvo que fue un simple espejo como el usado por
la mala de Blancanieves la causa de sus males.
Debió ser por eso de la edad y la feminidad asociada pero sucede
que se miro en un espejo y ella misma se volvió de piedra logrando el sueño
eterno de cualquier mujer de carne y hueso, la inmortalidad imperecedera.
Se olvido de una sola cosa por el camino, el movimiento.
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