Se acabaron las buenas noticias, ya no quedan mas de esas…
algunos dicen que se han extinguido bajo el peso de la cruda realidad y otros que
tenga precaución porque hay un niño que va pinchando burbujas con la ayuda de un
alfiler. Cualquiera de las dos vertientes van en contra mía para variar y cada
vez me quedan menos escondrijos donde encontrarme un poco seguro y llamarlo
hogar.
No existe futuro para aquel que no tiene un objetivo definido
en la vida, comenta mascullando… tras de esto me clava un cuchillo en la
espalda y le intercambia la posición al siguiente sublevado del motín…
Eres buen tío de verdad, pero no te necesitamos por ahora. -
dice mientras clava otro justo al lado.
Y así siguen ronda a ronda mientras mi tronco empieza a
parecerse un muestrario de cuchillos. Cada uno una casa… todos de un
inmejorable filo.
A veces me gustaría darme por vencido y darle al botón de
apagar. Pero la vida es tan puta que se encargo de maquillar excelentemente ese
sitio y ya es casi imposible de encontrar. Nueva York ha dejado de ser una opción
viable a ponerse en la cola. Han deportando a mi jefe del país hasta que se
solucione su visado. Sobre el mío, no quiero ni preguntar porque sencillamente
lo veo tan poco plausible como ganar la Green Card en su sorteo anual.
Todas las cosas se ponen de punta y yo sigo sin empezar a
temblar. Aun mantengo firme esa jodida virtud de no preocuparme por nada del
mundo… Me importa una mierda tener los bolsillos vacíos y que mi nombre no
aparezca a pie de pagina de ninguna carta de restaurante. Por supuesto me suda
la polla aceite de trufa negra ser tan sincero que mis jefes me consideren
alguien conflictivo, porque cuando necesitan ganar una guerra bien que cuentan
conmigo.
Me sigue sin causar pena la panda de matados que dicen ser
humanos cuando ni siquiera ganarían a una ameba puesta hasta las cejas de crack
pues tal su parsimonia que la sangre se les congela de su lento procesar. En
cambio la mía hierve a diario manteniéndome caliente en camiseta de manga corta
en mitad del invierno. Y es que me da igual que todo hijo de vecino se sienta
superior a mi porque llevan mas tiempo desempeñando no se que puesto por encima
de mi en eso llamado antigüedad.
En cambio si se que a la pregunta de has sido feliz en tu
vida. Tengo mil y una historias buenas que contar… y por supuesto no me
arrepiento de ninguna de ellas.
Se que no llegaré a ser un escritor decente aunque me muera
de sobredosis sobre un charco inmenso de esperma. Ni tampoco importante ni a
pesar de que fuera primera pagina de titular con algún morboso enunciado del
tipo, le estalla la cabeza igual que un tintero de vidrio salpicando la
estancia de ríos de tinta. Porque de alguna forma macabra saldría en otro
lugar. Desgraciado muere sin ser capaz de dejar una coherente nota de suicidio.
Así entre tantos avatares que sonrío y me rasco la espalda
mientras las heridas se cierran sobre los cuchillos, devorando el acero porque
por suerte ya no necesito ni comer lentejas de esas que te comes o las dejas.
Cuando me pregunten el secreto… les mirare extrañado y les preguntare ¿Qué? No
por nada… solo es que a veces me olvido de por donde iba, no donde estaba.
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