Introduzco otra cuenta en mi saco del futuro sin fecha de
caducidad. La dejo allí inerte hasta que la consecución tenga en su objetivo a
su presa y hago que la bestia se duerma de nuevo dentro de mí sin llegar a
escapar. Aún no es el momento de dejarla salir. Nadie se merece conocer a la
otra parte que vive dentro de mí y que consume exclusivamente silencio y dolor.
Cuando muera, entonces ya podré empezar a sacar una a una
las piezas que olvide aposta en ese sitio que no debía mirar mientras que me
quedase un halito de vida. Es una pena, pero hacerlo ahora sólo me privaría de
libertad en cambio enfrentado a la balanza de efecto/satisfacción es innegable
de que en ese momento, por fin podría decir que se ha hecho justicia y yo tendría
que dejar de contenerme.
En el infierno tendré una lista de espera digna del demonio
de la sonrisa que soy. Todos aquellos que me ofendieron en su momento pagarán
con creces su osadía, porque parece que la inteligencia escasea conforme más
avanzo en mi historia. Pero no es culpa mía que existan subnormales incapaces
de pensar sin antes meterse un dedo en el culo para después olérselo mientras
se formulan dudas sobre su procedencia.
Ya ni me quedan ganas de reírme de los que sufren la pena de
no dar más de si en cualquiera de las direcciones en conflicto. De tontos esta
lleno el mundo, pero sin duda mi saco esta lleno de personajes dignos de
eliminar. La tierra no se merece unas huellas tan insignificantes, sólo falta
tiempo, el que sea, una vez aprendes a esperar, llega un momento en que la
excelencia brilla y tú ya tienes el culo pelado de tanto aguantar a soplamindas
sin juicio ni razonamiento.
Esta claro que todo hombre piensa que a cojones los suyos,
pero también es cierto que ellos ni se imaginan con el tipo de persona con la
que están jugando. Prometí no dar guerra y el dolor vuelve a llamar a mi puerta
de madrugada. Algún día sin duda, estarán delante en un lugar donde las reglas
no existen y por supuesto nadie me privará de hacer lo que mejor se me da.
Causar dolor a otros. Ese día quizás sonría de nuevo como un niño mientras
ejecuto cada venganza multiplicándola por el infinito de mi condena. Quizás me
haga un sitio en el infierno, uno de esos a los que se le tiene respeto cuando
se esta de cuerpo presente.
Tendré que dejar de pegar a objetos inanimados más duros que
yo, para por fin, empezar a moldear la carne tal y como mi padre me enseño como
si yo fuera barro. Todas sus enseñanzas tendrán utilidad y yo no me lamentare
de haber ocasionado ningún mal. Entonces será cuando lo malo estará bien visto
y todas las mierdas que yo me comí en soledad masticando en silencio, tengan su
recompensa soñada.
Cuando baje, de mi bolsa, sólo quedaré yo en pie. Ahora, sólo
me toca aguantar el tirón hasta que llegue el tren que me lleve a mi destino
sin transbordos. No tengo piedad, remordimientos o algo que me haga recapacitar
para quitarles importancia. En su día firmaron su propia sentencia en una hoja
invisible para ellos. Si hay alguien que se reirá más que el resto, será el último,
y ese pienso ser yo. Porque tarde o temprano mis vidas de gato se agotarán y
vendrá el mismísimo diablo a recogerme en persona y llevarme a ese lugar
diseñado para la gente como yo.
Ojalá hubiese nacido en la edad media, porque en mi crudo
presente, tengo que soportar la carga de una bolsa que a lo largo del tiempo se
ha ido llenando de escombros y basura sin mayor talento que respirar. La ironía
es un traje de largo escondido bajo el desgastado pijama rayado de un preso
condenado a cadena perpetua. Algún día saldrá a la luz y entonces puede ser que
ser tarde como para darse cuenta que sólo mi madre tiene la capacidad de reírse
de mí sin que las consecuencias vengan escritas o no en una etiqueta atada al dedo gordo de un
fiambre que aun se piensa en la flor de la vida, siempre son de sopesar.
Soltar lastre es lo mejor en la vida. El odio y el querer vengarse es lo que hace que no podamos seguir adelante.
ResponderEliminarSal de la basura y vive hacia adelante cual caballo alado.
Por suerte mi amnesia diaria hace que vacie la papelera cuando me voy a la cama, pero como buen reciclador. Tengo una lista de objetos que procesar.
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