Cada día que muere renace otra oportunidad,
Y así continúa sin que muchos puedan hacer algo por
cambiarlo. Los sueños a veces se cumplen y otras no, es su naturaleza… al igual
que hay quien duerme y quien lo intenta.
Otros días miras el calendario y sonríes por que alguien ha
estado jugando con los números hasta encontrar la combinación adecuada. La
suerte se destila a grandes temperaturas y según dice el hombre del tiempo el miércoles
hará la suficiente como para ganar millones, pero como también suele
equivocarse tampoco me lo tomare al pie de la letra por precaución.
Mi padre de seguro ganará un año más que tampoco es tan malo
si lo cuentas como si fueras del equipo local. Yo si logro llegar a salvo desde
la barbacoa de Benjamín estaría encantado.
Últimamente las cosas cambian demasiado deprisa, es como si
alguien estuviera calentando las cosas por debajo con un soplete para acelerar
los procesos. Todas las mañanas compruebo el estado de las suelas de mis
zapatillas para no andar desprevenido porque ahora me tomo todo un poco más
tranquilo, no por nada en especial sino por mimetismo a mi situación de parado.
Aunque por el día estoy que no paro quieto… a veces hay que
frenar para ver las cosas con más perspectiva antes de volver a acelerar.
Pruebo recetas nuevas y ajusto las viejas. Luego disfruto del día porque
octubre esta a la vuelta de la esquina y de seguro no tendré tanta suerte de
estar sin trabajo mucho más tiempo. En verano salvo los buenos demonios pocos
aguantan mucho en una cocina.
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