Y ya van tres los que las vacaciones se esfuman más allá del
horizonte plausible en un abrir y cerrar de ojos. Suerte es no conocer más de
una semana de paro, desgracia trabajar en el infierno otro verano más sin vía
de escape.
Dicen muchas cosas del trabajo, pero pocos han probado la
religión del fuego y el acero o quieren hacerlo en su plenitud. Todos lo ven
desde sus sofás en sus casas con el aire acondicionado puesto. Cenan tranquilos
y cuchichean sobre los contendientes. Pero pocos gastan mucho más de media hora
en preparar sus platos y eso que son ellos mismos los que reciben el premio de
su esfuerzo.
¿Qué se le va a hacer?
Reúno las ganas con la ayuda de la aspiradora mientras en la
cocina saco el filo a los cuchillos para después limpiarlos y meterlos en su
confortable maletín. Mañana vuelven a una antigua casa donde ya han estado.
Sueñan con tocar la melodía de las mañanas en las que ganar gloria y quizás un
trocito más de experiencia hasta rozar una estrella.
Trabajo a destajo, ese es mi negocio. Cuando la marabunta
suena invocan mi nombre, toca de nuevo recoger las tempestades que algún Dios
lanzo sin pensar en mi tiempo libre, y no seré yo quien rechace un trato con el
demonio no vaya a ser que no vuelva a llamarme. Así que heme aquí, frente al patíbulo
con una sonrisa. Listo para morir por una cuenta que no es la mía ni tampoco me
pertenece.
Otro mercenario más en un mundo de ladrones y asesinos. Un
artista que hace de la destrucción algo creativo… y que mientras no haya guerra
que le necesite, guarda la paz dando su filo y su vida a quien merezca mejores
batallas… pues como a un suicida al que la muerte llama, quien reclama mi dolor
y mis placeres es el fuego y su flama.
Porque a pesar de ser un Ronin si casa ni amo, sigo siendo
el dueño de mis elecciones por duras que sean y cuesten, ya que vengo de la
mancha profunda y allí la palabra se mantiene por mucho infierno que este fuera
esperando a la salida. Nacidos en la meseta aprendimos a sobrevivir como las
lagartijas aunque el sol ardiese fuera, eso no se olvida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario