Cinco balas en el cargador
y el frío suelo bajo los pies,
desnudo, el alma se deshace
se transforma en negro humo
y escapa de la habitación.
Y el metal sobre la sien,
he de morir para renacer,
desprenderme de este traje
hecho de antiguos pellejos
de lo que fui, de lo que soy,
de lo que he sido
de lo que he hecho.
Apretaré el gatillo
y la verdad brotará
sin filtros desde mi cerebro.
Dije que tomaría el control
¿y ahora no hay huevos?
Lo dije y lo haré
oprimiré el gatillo de la realidad
abriendo los ojos de par en par
antes de nacer de nuevo.
Y cuando las campanas de la iglesia
toquen el redoble a muerto
no hallarán cadáver que velar,
sólo un niño, recién nacido
que lo intenta de nuevo.
Poema cedido por: Mylilith
Excelente. Muy libre, y muy real. Sin tonterías
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