Suena a película de salvamento marítimo o a vigilante de
muralla. Pero en verdad podría ser cualquiera que se cruzase contigo por la
calle. No necesitas ser un armario empotrado de 2x2 ni siquiera saber artes
marciales o alguna técnica mixta.
Únicamente necesitas no conocer el final de nada, ni
siquiera del cansancio. Es algo que nadie practica no por nada, ya que no es disciplina olímpica. Es la materialización
eterna de permanecer, de subsistir donde nadie ve agradable permanecer. Ni
siquiera tiene asociado un lugar, ni un número mínimo ni tampoco máximo, es obvio que todo se
controla mejor contra menos dedos de la mano necesites.
Pero también existen pastores que manejan más de lo que se podría
controlar… lleva mucho tiempo lograrlo pero nada es imposible, solo es ausencia
de habilidad. Y como todo la práctica lleva a hacerlo posible. Siempre habrá quien lo tenga de forma innata. Aunque a fin de
cuentas, en la vida todo es ponerse a hacerlo.
Así que la próxima vez que alguien te lleve a casa a rastras…
te eche una mano cuando ya alguien tiene el agua al cuello o tan siquiera
cuando la soledad te arrincona en cualquier esquina tratándote como un trapo usado.
Mira al lado y di gracias… o simplemente sonríe porque siempre hay alguien al
otro lado, sin importar el donde o el cuándo. No tiene importancia el porqué,
tan solo su presencia.
Eso es algo de lo que saben los amigos y los camaradas. Los
padres hábiles tienen experiencia, pero los abuelos… esos sí que saben todos
los secretos, porque en eso de esperar, tienen décadas de estudios avanzados.
De alguna manera yo sigo continuando el legado familiar.
Guardo… aún no sé qué, ni a quien, ni porque… quizás sean las letras, o puede
que los sueños de los que duermen las madrugadas. Durante años… cuide
una guardería repleta de adultos cuando salíamos de fiesta, ahora a una legión
de niños que están a mi cargo en el trabajo.
Quizás todo se reduzca al respeto. A cuidar las cosas que se
te dan y por supuesto las que haces. A esmerarse en los detalles, no por fama y
menos por reconocimiento. Puede que simplemente sea que el tiempo que le
dedicas es suficiente esfuerzo al hacer algo. Y que nada que se haga con
desgana o con demasiadas prisas será algo que se acerque a la perfección.
Pero no olvides guardar algo, por sencillo que sea… darle
continuidad y acordarte que tienes que seguir con ello por mucho tiempo que le
hayas dedicado ya o te quede por hacerlo. Hazlo y no dudes. No es una profesión
muy poco remunerada… pero nunca te morderá cuando vayas a la cama a
descansar. Y a veces esa es la mayor fortuna que alguien
de la calle pueda manejar.
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