Llueve tanto que las calles polvorientas
se han borrado quedando impolutas
sin rastro de huellas ni tampoco pisadas
y el cielo ha apagado todos los fuegos
que desde tiempo venían ardiendo
dentro y fuera de muchas personas.
El aire huele a mojado y las platas
respiran aliviadas todo empapadas
y ya no hay prisa por las calles
fundidas como los cuadros de Dalí
cuando el sol cae perpendicular
a la caricias que tu no me dabas.
Mañana tan sólo será un recuerdo
vaporoso de una alucinación de
desierto que se extiende como gas
a través de esta pequeña/gran manzana
que es Madrid y sus preciosas
y espontáneas cascadas urbanas.
se han borrado quedando impolutas
sin rastro de huellas ni tampoco pisadas
y el cielo ha apagado todos los fuegos
que desde tiempo venían ardiendo
dentro y fuera de muchas personas.
El aire huele a mojado y las platas
respiran aliviadas todo empapadas
y ya no hay prisa por las calles
fundidas como los cuadros de Dalí
cuando el sol cae perpendicular
a la caricias que tu no me dabas.
Mañana tan sólo será un recuerdo
vaporoso de una alucinación de
desierto que se extiende como gas
a través de esta pequeña/gran manzana
que es Madrid y sus preciosas
y espontáneas cascadas urbanas.
Hasta dentro de la nube de gases que cubre Madrid, hay cascadas improvisadas.
ResponderEliminarSiempre puede haber una cascada en cualquier sitio :D
ResponderEliminarKe envidia, akí no llueve desde hace más de medio año :(
ResponderEliminarJajaja, pues aqui nos estan cayendo unas que no veas...
Eliminar