Espaciando las letras

Siempre he escuchado el cuento de Pedro y el lobo…

casi todas era mi padre el que me lo narraba

otro de sus clásicos era del cántaro y la fuente

la verdad es que eran de los poco que me contaba

pero a pesar de que debería sabérmelos de memoria

nunca he aprendido a tener cuidado con el tiempo

serán la pasión por las prisas…

ó será el café… ¿Qué mas da?

Pero al final todo llega

eso dicen de hasta la muerte

aunque a mi me viene en forma de examen

el primero de todos… con fecha el 27 de septiembre

así que comienza el circo y ya todos tienen que

ir a sus puestos… o hacer algo que vaya con el asunto

lo peor en estos casos… es quedarse bloqueado.

Toca hacer lo del elefante y la hormiguita…

o lo de la hormiga y la cigarra…

puede que...

sea mejor parar de tocar las narices

diciendo que viene el lobo

y zanjar el estudio de reacciones

frente a las voces de alarma

por supuesto también

lo de llevar cantaros de agua constantemente a la fuente

para dejar de hacer estadísticas

de desgaste de material.

Es el momento para ponerse en serio

y dejar de intentar pasar el tiempo

ya casi no queda, pero queda el suficiente

para que Pedro monte una buena alambrada

y se deje de excusas inventadas

también la chica de la fuente

para comprarse una garrafa

bueno, lo importante es hacer algo

pero que vaya con el momento.

Todos los cuentos saben esperar

a que los niños del mundo los cojan

de donde quiera que estén guardados

y usar las moralejas para un buen uso

como estar preparado

para lo que venga.

Mientras tanto… como cualquier hombre

que solo sabe hacer una cosa a la vez

pauso un poco todo lo que no lleve

fuego en sus letras.