Seguidores

domingo, 30 de junio de 2013

Nubia.

Entonces llego a casa ella
a llenar de vida la pecera
tímida como una sombra
y más lista que la luna.

Pues en su primera hora
capturó sola su comida
asaltando hasta la cadena
para convertirse en reina

Pensaban que macho era
pero sólo era una mentira
porque él ahora es ella…
la asesina de la caverna.

sábado, 29 de junio de 2013

Se va escondiendo la luna.



Sólo queda una semana, ni mucho ni poco… justo lo necesario para aguantar del tirón. Dicen que las ganas se van perdiendo con el tiempo, pero por si las moscas las he guardado en formol para que lleguen intactas al viernes. No prometo pasármelo bien, en cambio pienso pasármelo de puta madre, porque hace demasiados años, que no nos juntábamos tan buen plantel para un evento de tales circunstancias.

No se si seremos unos extranjeros al lugar que vamos, pero al menos seremos un buen puñado de manchegos buscando un fin de semana pleno. Supongo que esponjados en alcohol, ninguna herida que no sea lo suficientemente profunda vaya a doler porque en buena compañía sobran hasta los enemigos.

El reloj cuenta su particular funeral porque cuando llegue el día escogido puede que se arrepienta de volver a juntar a esta manada de mamados que formamos los elegidos, pues no seremos ni los más guapos ni tampoco los más famosos, pero al menos tenemos al menos tres o cuatro vínculos que nos convierten en una autentica piara escogida no para dar pate ni jamones, sino ser un equipo donde ninguna pieza es innecesaria para lograr conseguir cualquier objetivo que se proponga.

Una única semana y tardaremos varias en volver a recoger todos los fragmentos que dejaremos desperdigados por media España. Se huele ya en el ambiente el humo y se escuchan los tintineos de los hielos en las copas amenizando noches de alcohol y alegría sabiéndose que la familia prepara el concierto como cualquiera del grupo. Entrenando para que el cuerpo este en condiciones para que brillen de nuevo las estrellas en el firmamento, algunas fugaces, otras errantes, sin olvidarse de las viejas ni las jóvenes enanas dignas del infierno.

viernes, 28 de junio de 2013

Lluvia de noches.



Te creías Dios desde tu balcón lanzando globos de agua a los transeúntes que deambulan en la oscuridad y fuiste a dar por desgracia con la horma de tu zapato, porque desde que tuviste la desgracia de lanzar el primero ya estabas condenada… Esa fue una gran equivocación, la siguiente escoger un mal objetivo y en tu imprudencia continuar tus fechorías tras haber sido descubierta.

Esos son demasiados despropósitos para una noche cualquiera, pero la venganza es un plato que conocemos todos y más si has estado en cuarto frío. Nadie te contó las contras de las acciones, ni tampoco la prudencia guió tus pasos tras el desatino inicial.

Pensaba la princesa fumadora que había ganado la batalla desde la seguridad de su fortaleza inexpugnable, pero la moraleja es que sabe más el diablo por viejo que por diablo… así que mañana cuando se despierte después de una larga noche y salga a dar una vuelta descubrirá lo que cuesta tomarle el pelo a alguien de madrugada, porque quien ofende, que sepa al menos aguantar la reacción desencadenada.

miércoles, 26 de junio de 2013

Fantasías épicas.



Cuando era pequeño no buscaba más que a una tía normal que le quisiera… pero fue creciendo y tuvo que buscar algo más coherente con esa época. Buscaba a una belleza escultural digna de las cariatides de Grecia, con una dulce voz que fuera como el canto de una sirena y unos ojos que quitasen la respiración para que tuviera por fin una excusa para que alguien le besará aunque le estuviesen intentando reanimar.

Pero la suerte no le terminaba por llegar al menos no de la forma esperada. En un par de años consiguió a unas cuantas arpías de uñas largas y otras tantas quimeras de lengua bífida, unos cuantos orcos y troles dignos del señor de los anillos que te dejaban sin aliento hasta que encontró por fin una sirena, que para más sorna no era más que una pescadilla de pura espina. Después hubo un tiempo que no le fue mal buscando… una psicóloga psicópata y una escritora posesiva fueron sus parejas que menos le marcaron. Por ejemplo la chica de los ojos de Medusa casi le convierte el corazón en piedra cuando le hablo de casarse al tercer día.

Salió huyendo y se escondió en el bosque. Durante una larga temporada nos aseguraba que mantenía relaciones sexuales con lo que el decía una ninfa. Nosotros conocíamos la verdad de esa ninfomanía que ejercía la prostitución en el parque que quedaba a los bajos del bosque. Cierto es que no nos importaba esa extraña afición suya a los mundos paralelos porque cuando tomabas unas cervezas en su compañía al menos nunca te aburrías.

Luego llego la hecatombe. A la puta la detuvieron por no se que delito y en su abandono sexual, creo que invocó algún tipo de súcubo que le consolase, pero suponemos que es otra zumbada que colocar en su vitrina personal. La chica esta muy buena, pero esta como una regadera con exceso de fugas. Ahora viven los dos en el bosque, él dice que es un fauno y ella hace de su mascota. En fin la felicidad es una cosa que se encuentra. Hasta los guardias forestales ya ni les molestan. Simplemente les reparten chalecos reflectantes cuando empieza la temporada de monterías. Ellos tampoco quieren problemas.

Buscas una chica normal que te quiera y a veces no consigues más que una zoológico entero de despropósitos que te desean porque las chicas buenas escogen a otro tipo que no eres tú. Puedes conformarte y acabar en un bosque medio desnudo y del todo colgado, o joderte y luchar por la causa de todos esos que frente a una lluvia de negativas terminan por encontrar la formula perfecta para ligar o al menos intentarlo sin parecer inseguros. Los otros siempre tendrán un carisma especial, la cara bonita, una mayoría de edad o mucha pasta para compensar cualquier defecto.

Aunque la única cosa que realmente importa ya sea en las fantasías o en la realidad es encontrar a aquella persona que te entienda con la mirada y que la mayoría de las veces las palabras no sean necesarias. Diría que buscaba una amazona medio hechicera preciosa como la luna y profunda como el océano que iluminara su camino dándole sentido a su existencia, pero en su lugar encontró una bruja lunática que estaba como una puta cabra bailando en un barreño en mitad del mar. En su caso la propiedad conmutativa no le servía de nada, pero tampoco creo que alguien que viviera en un lugar como ese necesitase las matemáticas como un mecanismo de ayuda.

domingo, 23 de junio de 2013

El tren.



Coloca sus días en fila india y afila su espada, cuando llega otro lo pone en su lugar y sigue con su labor de frotar el acero contra la piedra, lleva años haciéndolo y todavía continua con el miedo de no hacerlo bien muy a su pesar. Busca el filo perfecto, aquel capaz de cortar algo de forma tan limpia de que si juntas de nuevo los pedazos se vuelvan a unir sin dejar ni marca.

Teóricamente se puede hacer con materiales orgánicos, pero en su afán por la superación piensa lograrlo con el resto de objetos. Todo lo que no tenga utilidad pasará por la quilla, remediar el daño será algo más complicado de deliberar sin duda alguna. No pierde ni un ápice de sus esperanzas mientras continua con su monótona función a lo largo de la hoja.

Saca el filo mientras su bello se eriza y los dientes se encajan entre ellos como si fueran cepos para lobos. Pule cada gramo mientras escucha al metal como quien sintoniza una emisora. Algunas pasadas la voz suena cristalina como la nota de un violín… otras tantas se enturbia y tiene que darle la vuelta y seguir por el otro lado hasta igualar las ondas. Cuando el concierto empiece, piensa talar todos los días desde ese momento en adelante y en el instante que alguno se quebré sin llegar a partirse, volver de nuevo a preparar la siguiente oleada de combates.

Repasa y escucha como afina su instrumento, ese que duerme el sueño de los justos porque no hay ninguna guerra cerca. Lleva tanto tiempo en la paz, que la sangre que vivía en los poros de su filo ya ni huele a matanza y las migas que llora, ni siquiera tiñen el agua. Duerme como un niño que tacharía meses enteros sin salir de la cama porque su sed se apago con su último duelo. Entonces guarda la calma debajo de la cama pero a la bestia la lleva encima, enclaustrada dentro de la prisión de sus costillas.

El día que vuelva, ella vendrá volando atraída por un alma tan impía como un imán eléctrico. A más rabia, antes llegará y cuando lo haga no quedará títere con cabeza. Odia las cuerdas tanto o más que las cadenas, cree que la libertad es una mentira disfrazada. Oye la memoria de las refriegas resonando en el interior, siente su silueta estremecerse a cada pasada, estilizándose como las cuchillas de afeitar, empieza a cortarse el aliento en el ambiente y los pelos huyen al posible afeitado. Envaina a su chica y la deja descansar, mientras piensa en el placer de sesgar los días como quien tacha los días del almanaque, lo visualiza y sonríe como un niño que sueña en estrenar sus zapatillas nuevas.

jueves, 20 de junio de 2013

La otra familia vecina…



En un lugar de La Mancha, la Pocilga era nombrada… no por lo guarros que eran, sino por la mierda que llevaban.

Ese es el eslogan de nuestra familia de amigos que nos juntamos una vez en nuestra adolescencia y a día de hoy continuamos cada uno en un sitio y con su vida, pero sin olvidar de donde venimos ni quienes éramos porque aún no tenemos repudiados, tan sólo exiliados y viajeros.

Hace ya casi dos años que despedimos a nuestro último soltero, ahora nos reunimos de nuevo los catorce antiguos más un par de nuevas promesas que reclutaron cuando me vine a la gran ciudad. No pasa el tiempo por encima de ninguno de nosotros, todavía vestimos nuestros nombres y de lo que éramos a lo que somos sólo ha cambiado el argumento, la trama sigue siendo idéntica a la de antaño porque todos nos conocemos por adelantado.

Nuestras raíces siguen incrustadas en la tierra arcillosa de Ciudad Real y aún mantengo el sabor de su dura agua alcalina anclado en la memoria. De nuevo la pocilga se reúne a despedir a dos de nosotros sin soltarles la mano hasta el altar. Nos enfundaremos las faldas escocesas y tomaremos rumbo a Cordoba y sus calores a perdernos en el campo a hacer de las nuestras. El dorado whisky espera apaciguado a que vayamos a presentar batalla, incluso tenemos tropa para el temido bourbon.

No faltará bebida ni comida en nuestra mesa, eso ni dudarlo… siempre hemos sido buenos con las listas de papel y por supuesto con lo de no quedarse cortos de nada, no vaya a ser que nos falte de algo en mitad de la fiesta.

En fin, ya quedan dos semanas para que o se acabe el mundo o saquemos algo positivo de este. Al final siempre quedará el amor que nos une, sin que la sangre que corra por las venas no sea la misma, pero por orígenes sean similares. No es que seamos racistas, pero pocos locos viven su vida en el infierno sin llevar demonio escrito sobre la piel y menos cuando a las doce de la mañana no sople el viento en el horno a 40º.

No somos los mejores, simplemente intentamos serlo… a veces lo conseguimos y las otras tantas nos quedamos por el camino, pero eso si. Encantados de habernos visto al menos. Muchos podrán contar cien historias de mi mismo mas ellos, son los únicos que podrían escribir el prologo de mi novela y las cien primera páginas. Nadie de los de ahora, saben realmente de donde vengo únicamente elucubran con la posibilidad de que me haya escapado de algún sanatorio mental.

Los de allí dirían que pertenecía a la atalaya… y no a su “hospital” sino a su parque forestal que tanto tiempo me tuvo entre sus pinos en la búsqueda quizás de la noche perfecta. Pero en verdad hasta el más tonto sabe que es en la calle olivo donde se fraguó media vida, la otra mitad sigue siendo una incógnita a desentrañar.

Si algo he aprendido con el transcurso del tiempo es que mientras mueras con las botas puestas, no habrá mejor fiesta que pasarla con tu familia y más si tu propio hermano es uno más del grupo bien sea de tu sangre o de la del que este a tu lado. Cada uno es la historia de quien le riegue los pies y mientras que no vuelva la terrible sequía que nos asoló la infancia, solo las lagartijas siguen bailando bajo el sol del mediodía en La Mancha.

martes, 18 de junio de 2013

Anuncios sucios.



Se vende corazón destartalado
dentro de su envoltorio original
el órgano nunca ha sido usado
siempre navego dentro del mal
ni siquiera vio la luz del ocaso.

Su dueño esta harto que se pueda
malograr un pedazo que esta sano
salvo mil remiendos de hilo de seda
y tener cien trozos de cristal dentro
no lo da por perdido por ser peculiar.

Su precio es un mordisco a convenir
para su colección de almas en un saco
él la perdió también en solo un abrir
y cerrar de ojos prendida de un beso
que quiso recuperar y no pudo repetir.

sábado, 15 de junio de 2013

Tiempo de tormenta.


Precipita el dolor desde el cielo
igual que el plasma sanguíneo
pulsa las teclas de la medula
mientras abajo la marioneta
se disloca del todo indefensa.

Siembra semillas bajo la piel
al poco recogerá tempestades
no tiene prisa con una cosecha
tan abundante como el planeta
y muy extendida va esa plaga.

Cuando los árboles del odio
crezcan tanto que tapen al sol
se iniciará la tercera guerra
tan parecida a las anteriores
única y diferente a las demás.

Andamos remendando al mundo
con parches de hielo, papel y tinta
pero no sobrevivirá a mucho más
de drenar sangre ya esta cansada
hasta armas tiene la madre tierra

viernes, 14 de junio de 2013

Vías en la piel.



La vida sigue sorprendiéndote a diario desde los lugares más remotos e inverosímiles. Puedes hacer algo mil veces y a la siguiente ocurrir algo inesperado que te cambie lo cotidiano. Caen las estrellas y la sangre anda salpicando hasta los rincones insospechados de la ciudad. Dejando un reguero que cuenta la historia en primera persona.

Todos los objetos cuentan algo de ellos, también les ocurre a las personas. Las cosas inanimadas suelen hablar mucho menos dando si cabe más relevancia a la imaginación a la hora de abordarlos, los animados en cambio dan menos margen a la observación porque no andan mucho tiempo parados en el mismo sitio sin hacer nada salvo contadas ocasiones.

Podría decirse que por aquel entonces tenía más semejanzas con un muñeco de trapo que con los seres humanos a los que pertenecía. Había sido tantas veces zurcido y reparado que hasta las suturas eran como poemas tatuados en su piel. Él intentaba por todos los medios de abandonar esos malos hábitos, y a veces lo conseguía pero aunque lo intentaba, a veces las consecuencias llegaban solas.

Puede que fuese porque tenía la palabra inquieto cosida a la planta de los pies, o que estuviese siempre en lugares propensos a los accidentes, pero no le importaba, la vida era como una partida de cartas, nadie ganaba sin participar cual fuese el juego. Apostaba y el resultado venía en forma de respuesta como la mayoría de las leyes de Newton. Murphy también solía acudir a las mismas veladas. Sigue teniendo tanta suerte como vidas de gato le restan en su saco. Esquivas rápido pero no lo suficiente, masculla sangrando de nuevo.

Las gotas caen ensuciando el suelo con su historia carmesí. Avanza conforme te acompaña al siguiente sitio. Atenta llama la atención tan silenciosa como la soledad. No te abandona… simplemente permanece contigo hasta el final. Dicen que el combustible del cuerpo, la prueba del crimen y la soga del ejecutor. Pero no veas lo que mancha allá por donde vas te sigue dejando miguitas para saber el origen de la verdad. Por muchas historias que puedas contar, ella es la única que guarda silencio objetivamente sin acusar al culpable ni desenmascarar lo ocurrido a nadie que no estuviese presente.

martes, 11 de junio de 2013

El pluscasiperfecto.



Es el pretérito que viene asociado a su persona, si de algo es notorio sería de tener una conjugación verbal propia independiente del tiempo donde viva porque su vida esta fabricada con retazos de lo que fue y de lo que podía haber sido a modo de collage. Sólo un historiador discerniría entre la maraña de hilos la trama original, los demás sucumbirían irremediablemente como los saqueadores de tumbas inexpertos en alguna pirámide egipcia.

Se especializó en nada porque dentro de su absurda cabeza eso significaba a su vez que lo englobaba todo parafraseando a Sócrates pero sin la humildad que debería tener. Nunca llevaba a término algo iniciado de forma espontánea, eso aumentaba sin duda su alarmante índice de éxitos sobre los fracasos acontecidos. Una burda burla más a su sarcástica existencia a todos ojos fantástica que a su vez no dejaba de ser banal y sin sentido.

Habiendo dejado de practicar estaba sumido en un punto medio clavado en mitad de una marisma en bajamar sabiéndose a salvo de tener el agua al cuello por muy picada que estuviese la siguiente pleamar, pero sin ningún pretexto por sacar los pies del fango y echar raíces en un lugar más apropiado. No buscaba convertirse en un buen árbol que entregase sus frutos a quienes quisieran recogerlos… simplemente buscaba vivir en paz con el universo.

Nada le costaba lo suficiente como para desanimarle, al contrario cada cosa le llevaba a un desafío por el que superarse. Los objetivos de su vida se habían transformado con el tiempo en trofeos y medallas que guardaban el polvo en las paredes de su vieja habitación de su infancia. Siempre podías contar con el cuando requerías su ayuda y él para variar rechazaba cualquier propuesta en sentido contrario. Tenía una testarudez a prueba de bombas, pero ninguna intención de poner su nombre en una etiqueta debajo de una hazaña lograda.

Sus mejores momentos vivían en su cabeza, junto quizás a los peores de su historia y todos ellos cosidos con sucesos indemostrables que contaba con la naturalidad que tiene aquello que es real. La vida podía ser un cuento y a la vez un libro de aventuras, los sucesos se recalibraban cada instante que fuera necesario para que el aburrimiento no le alcanzara jamás. Le gustaba la mecánica que no entendía sobre calificaciones, para el las cosas funcionaban correctamente o no lo hacían. Por lo que entre realizado y no había materializado un abismo palpable.

Lo irónico es que sin dejar nada a medias nunca las llevaba al límite gracias a una falsa moderación ni las concluía perfectamente para librarse de las consecuencias, en un partido de baloncesto sería el Dios de las asistencias y a la vez el peor anotador con la mejor proporción. La paradoja no tenía misterios dentro de una caja de espejos… cuando un problema caía directamente a sus manos nunca lo apartaba sin más. Era bueno esquivando, pero no dejando atrás. Lo cogía y lo observaba como un niño, después de un rato rompía ese odioso silencio fabricando un monologo disparatado o silbando sencillamente alguna estrofa que le entretuviese.

Conseguía hacer las cosas casi siempre justo antes de tiempo. Puede que hubiese perdido pelo por ello o quizás fuera que fuese parte de su destino. No se arrepentía de lo bueno ni de lo malo acontecido. La memoria era lo único objetivo que le quedaba tras una existencia paralela parecida a la de un fantasma. Su leyenda era un murmullo inteligible que goteaba por el tiempo, ni muy conocido para considerarse un rumor… ni algo que pasar por alto cuando escuchabas fragmentos desparramados.

Hubiese sido mejor no empezar en esto de la vida solía repetir de vez en cuando, pero en verdad luego se corregía alegando que hubiera sido entonces demasiado aburrido estar tanto tiempo en silencio ya fuese en el infierno o en el mismísimo cielo.

lunes, 10 de junio de 2013

El ejecutor.



Deseaba por todos los medios que él no volviera a formar parte de su vida, lo encerró dentro de una cárcel forrada con alambre de espino confiando en que no se escapara, pero no tuvo en mente que nadie le ayudara desde fuera.

Uno mismo puede contener sus bestias porque las conoce a fondo, porque estuvieran ahí desde el principio ó sencillamente surgieron durante su mandato a raíz de alguna circunstancia especial. El ejecutor es de este último grupo, nacido del mismo odio irracional a los demás… es el apéndice de un cúmulo de rabia comida y bien masticada que reposa en sus entrañas sin la posibilidad de ser expulsada para el bien de los que comparten su vida.

Prefería ser aquel tipo alegre y simpático que salio de la mitad mancha y que de alguna forma sigue siéndolo cuando esta rodeado de una buena familia porque se siente a salvo y puede quitarse las toneladas de armadura que suele llevar por si las moscas. Pero al igual que no se puede tener todo lo que se quiere, no se pueda evitar que un ejercito de monos sin líder abrieran la puerta desde el umbral de su estúpida curiosidad. Y entonces lo que era paz y alegría para su portador.

Se vuelve denso como el silencio y el ambiente se carga de electricidad palpitante que se nota en el filo de los cuchillos. Las chispas saltan y la alegría se mustia como un vegetal cerca de los fogones. La vida sigue existiendo porque de alguna forma tiende a sobrevivir pero los extras se suprimimen para no malgastar energía en vano. No le importa que salga, lo que ocurra sigue sin incumbirle, allá ellos y sus vidas mientras no le salpiquen porque no piensa gastar ni un ápice de su tiempo en devolver a esa bestia a su redil.

Dentro de una cocina él sabe lo que se cuece, sabe ser preciso y contundente. No necesita regar los oídos con falsos halagos ni hacer habitables la mísera cantidad de nueve horas cuando donde el nació llegaban casi a las diecisiete. No precisa ni pausas ni artificios para coger aire, vive en el eterno patíbulo de la soga en el cuello salvo que él mismo es el que tira de la palanca así que su existencia esta determinada por el tiempo que requiere ejercer esa labor. Cuando se canse simplemente se ira porque su vida vale mucho más de lo que ese sitio pueda significar.

Aunque mientras siga presente no habrá bromas ni perderá el tiempo en aliviar el aburrimiento ajeno, por supuesto se termina también eso de ayudar a nadie que no lleve sus zapatos puesto que las funciones están repartidas y ejemplo de no gastar tiempo lo calca a diario. La clave es ir más rápido, si no puedes seguir el ritmo llora porque se la pela pero no te pongas a hacerlo a su paso, no vaya a arrollarte sin quererlo.

Desde que empezó la caída cada vez hay menos estrellas y un elenco de agujeros negros ocupan sus lugares pensando que brillan cuando la verdad es que lo único que acarrean es la llegada de problemas mas no le importa, desde su mullida cabeza disfruta del espectáculo mientras el otro lleva los mandos y ejecuta su labor como hace un buen marinero que lleva la sal en sus venas y el fuego en la mirada.

domingo, 9 de junio de 2013

Jailhouse Rock



De nuevo deportado a los reinos de la noche, volverán mis pupilas dilatadas a gobernar en la oscuridad del vacío que me retorna a casa de madrugada, cuando sólo los gatos y los viejos demonios deambulan las grandes calles abandonadas por la vida cotidiana. Quizás el sueño de los justos sólo fue un espejismo de un verano anticipado donde la soledad se reía conocedora del futuro que me esperaba detrás de la esquina. Ella que nunca ha sido capaz de dejarme a solas sigue maquillando mis días de ironía al alba cada mañana.

Se acabaron los días buenos de tardes soleadas porque dentro de mi cárcel de porcelana sólo brillan los fluorescentes y todas aquellas puñaladas que se dan por la espalda sin previo aviso. Pero con el tiempo aprendí que hasta las mareas pendientes de un ciclo eterno son capaces de cambiar dependiendo de las condiciones meteorológicas.

Antes no me quejaba de mi fortuna y ahora tampoco es el momento de empezar a hacerlo. Respira profundo y acepta el destino es la mejor religión un domingo por la mañana cuando abres la semana y descubres que alguien ha puesto un desafío en el buzón de entrada, porque aquellos que no aguantan los cambios son los primeros que desaparecen en la llamada evolución y no va a ser la primera putada que te hagan en la desastrosa historia que caracteriza tu vida.

Abre el armario del vestidor y cambia los trajes poniendo en la barra el de hormiguita trabajadora y sacando de su funda el pellejo de un gato negro raído por la desgracia. Salta dentro y le queda como un guante a pesar de llevar ya tiempo colgado de una percha y dejado al abandono.

Sabía que volverías… maúlla el traje.

-         Y yo que estarías aquí esperando.

Todas las noches saben a música de concierto con salitre y traen asociadas el aterciopelado sudor que viste los infiernos. Sonríe pensando que ya no necesitará un café por la mañana al levantarse y no porque no le guste el sabor de una noche brillando en una taza de desayuno, sino por la sensación de estar agarrado debajo de la cornisa de un rascacielos sin haberlo deseado.

El día menos pensado cambio de trabajo le cosuela repetirse sabiendo que no todos los años están repletos de suerte y aún no se ha puesto a prepararse para ese cambio, lo mantiene en formol en las tareas pendientes mientras se prepara en el presente para lo inminente. Saca sus zapatos de baile y deja las botas de seguridad aparcadas en el fondo del zapatero, cuando vives en la noche hay que evitar llevar algo parecido a dos ataúdes envainando los pies. No es por no ser cenizo, sino porque necesitas los pies de gatos tan ágiles como se pueda para solventar todos los obstáculos que puedan aparecer en una noche cualquiera.

jueves, 6 de junio de 2013

Historias sin final.



Hace tiempo que no pisaba estas sombrías horas, puede que demasiado para mi propio gusto, pero las cosas cambian y pocas quedan en el mismo punto. Encontré el sueño donde no esperaba que estuviese, lo hice cuando dormí el corazón en vez de intentarlo vanamente con la cabeza. El hallazgo fue tan agradable como reencontrarse con alguien que no veías hace mucho y que de alguna forma desconocida echabas en falta como un trozo de aliento.

El insomne que vivía dentro de mi no murió, simplemente se mudo a otro lugar cansado de pintar cada noche de blanco las paredes de la misma habitación hasta que quedó in más, encerrado dentro de una carcasa plástica que adormecía el cuerpo hasta privarlo de dolor.

Cuando deje de buscar, ciertamente llego la solución una noche cualquiera… una de esas de las que todavía estreno en el silencio que acompaña la soledad quebrada solamente por el sonido de un teclado porque la música y el ruido sirven de uniforme para el resto del día. Incluso no recordaba lo que significaba presenciar cada amanecer sin antes haber bailado hasta el alba. Ella se fue y volvieron las viejas costumbres que realizaba en anteriores partidas a la actual.

Siempre he sido más duro conmigo mismo que con los demás, era como una doctrina que seguir para sentirse quizás más culpable pero de una extraña manera mejor, eso debe de ser por la simbiosis con el sadomasoquismo que pinta con nubes un cielo totalmente celeste. La mejora es posible si hay empeño en conseguirlo sin que nada ni nadie pueda frenar el ascenso a la montaña sin dueño ni nombre. Con el sueño ocurría de idéntica manera.

Me he pasado los últimos años haciendo muescas a las patas de gallo que se forman cuando me sonrío demasiado. Concentraba el tiempo al igual que se hace con un caldo, sumándole rato a fuego lento hasta lograr la densidad deseada. A mis casi treinta he ganado unos cuantos más a base de horas extra con nocturnidad y alevosía pero a pesar de todo frente al espejo, sigo asemejando no tener más de una veintena tanto mental como físicamente hablando.

Continuo siendo un taladro con la palabra, sólo que ahora suele ir más en el formato oral que en el escrito… causa de ello es que en los ratos ociosos o de desplazamiento los pase el momento pulsando teclas invisibles siempre que puedo. Toco el piano de los lunáticos que pisaron la luna sin la necesidad de usar un cohete y que rechazan la posibilidad de un viaje a Marte por la ausencia de billete de vuelta porque ya esta cansado de traer la sandalias llenas de tierra de sus excursiones por la vial Láctea.

Ni siquiera los de la renfe le piden siquiera el billete y las compañías aereas tampoco por la gran acumulación de puntos que duermen dentro de su tarjeta de visita. No por nada, sino porque lleva turista tatuado directamente en la frente y a nadie le gusta arruinar el viaje a otra persona en mitad de unas vacaciones que no tienen final aparente por ningún lado. Vive y viaja cada día a un sitio nuevo que su mente dibuja y sus ojos buscan hasta encontrarlo. Gasta un día para después arrojarlo a la papelera en forma de pelota. La suerte es un amuleto que sin miedo a la replica no hay opción posible de que las cosas queden sepultadas.

martes, 4 de junio de 2013

El paradigma de la estrella.



Quiere y no puede es su triste y penosa realidad, piensa en su ombligo como centro de giro de la galaxia pero en verdad el sumidero es ciertamente la única hélice que acompaña a su vida junto a lo que sucede cuando tira de la cadena tras hacer sus necesidades. No hay un motor que le impulse dentro de su pecho. Copiar es el verdadero talento del que no tiene imaginación suficiente para sentir la inspiración acariciándole la espalda.

Se salta todos los pasos previos creyendo que en su iluminación esta la clave de la sabiduría desconociendo todavía que recorrer el camino es el que te lleva a ese lugar y no todos los atajos que puedan susurrarte o ocurrirse en lo que dura un cigarro. Le falta el toque precursor de la chispa que le ayudará a convertirse en la leyenda que le dará su nombre.

Pero el problema es que aunque uno puede hacerse a si mismo, algunas cosas tienen que realizarse como en la pastelería paso a paso y las cantidades exactas que le asemejan con la química. Además necesitas muchas otras variables que condicionan el producto final.

Presiones tan elevadas que partirían el espinazo hasta un rinoceronte o temperaturas superiores a las de un verano tórrido mezcla de noches llenas de pasión y escasa ropa con el beso de las brasas de un fuego de roble. También requiere mucho insomnio y por supuesto de estar muerto para gran parte del mundo entero… porque en el infierno el tiempo ya no importa, ni siquiera la vida personal. El único requisito imprescindible es la ferviente servidumbre al señor oscuro.

Nadie puede ponerse una corona de laurel sin haber corrido antes, ni beber las mieles del éxito por leer unos manuales de uso escritos por alguien que no eres tú. El callo es la autentica respuesta a cualquier plegaria anexa a la búsqueda de la excelencia a cualquier disciplina y lo que nunca me callaré es cuando alguien con menos sentido intente imponerme el silencio como replica a la ausencia de respuesta ante cualquier pregunta conocida.

La humildad del marinero que escucha al patrón es muy importante, porque luego te estrellas por no tener ni idea y sólo él es el que entona la mía culpa sin echarle la culpa al de al lado o buscarla en algo que no sea su persona. Hasta que no te den un barco que este a tu nombre presta atención y quizás aprendas algo que alguien que no se asusta frente a las inclemencias del tiempo porque lleva una vida viviendo en plena batalla y sabe sobrevivir cada combate encontrando un buen sistema apropiado sin sufrir un infarto, desmayarse o si quiera despeinarse.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...