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domingo, 29 de julio de 2012

Perdonen las molestias, estamos arreglando el servidor.

Llevo mucho tiempo parado en el mismo sitio como el tono de una llamada en espera. Sigo siendo ese chico, aunque de niño ya no quede nada conforme en el pasado estaba, al igual que un caldo he ido cogiendo distintos sabores hasta el lugar que me encuentro, pero en esencia sigo siendo el mismo que llego a Madrid hace ocho años. Como en la quiniela he acertado muchos pronósticos y fallado otros cuantos para como siempre no ganar lo que quería, aunque en cierta manera, permanezco en esa línea después de todo que delimita los beneficios de las perdidas.

He perdido la noción del cuando y el tiempo ha dejado de ser algo que llegue a preocuparme, sigo madurando de alguna forma mientras lo aprendido va tomando forma en mi vida. Pero de alguna manera, tengo que continuar… tanto he estado esperando en la misma pantalla, que he llegado a adquirir la experiencia suficiente, comparable a la que se obtiene unos cuantos niveles de donde me encuentro, pero nunca me ha dado por llegar hasta allí.

Simplemente prefería pasear por donde me era conocido o familiar…Siempre lejos de casa, pero no lo suficiente para llegar de un salto directo a la diana. Pero yo en cambio… me he parado demasiado en este punto, ahora debo de volver a correr aunque ya no tenga tiempo para ello. Y así huir de mi propia persona hasta avanzar hasta la siguiente posada. Una en la que quiera pasar el siguiente tramo…

No consigo poner de acuerdo a mi pasado y a mi presente. Vidas y horarios totalmente opuestos pero al menos ahora hay libertad y las reglas y normas quedaron abandonadas en un baúl donde no debieron salir quizás. Ahora es el momento de escribir unas nuevas, destinar algo de mi escaso margen de maniobras a hacer algo que a mi antiguo dueño le encantaba y que por una vez yo, puedo hacer presente. A él le encantaba correr y a mí siempre me gusto la noche… así que por una vez volveré a usar la alquimia de dar energía sin esperar nada a cambio.

Se acabó esperar, hay que sacar el tiempo de donde no lo haya y volver a crear un vínculo entre bestia y amo porque es el momento de empezar antes de que vuelva a cambiar el clima de dirección… Retomar viejas costumbres y devolver lo prestado para así dar algo nuevo en el futuro.

Como siempre suena raro, pero escribiéndolo de alguna forma consigo que yo mismo lo comprenda y a veces logras que lo que este en el papel se parezca a lo que se ve tras la ventana, otras parece un cuadro surrealista pintado con oleos… pero la intención es practicar hasta que todo sea natural, de forma espontánea y sin esfuerzo. Ahora es cuando tengo que utilizar toda esa energía que llevo acumulando tras una eternidad de insomnio en encontrar de nuevo la voluntad de la carrera. En esta no hay libros, ni profesores. Se aprende empezándola y sin parar hasta terminarla cuando sea necesario.

Para cambiar de estado… tendré que gastar mucha energía por descontado, pero con concentrar toda esa que ando dispersando sin darle ningún uso más apropiado, creo que podré salir adelante con los primeros pagos. Por lo que debo anunciar que habrá corte en el suministro de abastecimiento próximamente, pero bueno, dejo la despensa llena y este es vuestro lugar. Eso sí, del que lo haya encontrado, yo me voy a correr, pero no seáis mal pensados, de eso que se hace con las piernas y que trata de ir de a, a b y vuelta de nuevo al punto de partida… Bueno hoy no, que ya es demasiado tarde y no quiero parecer ningún enajenado.

Supongo que en los días buenos me pasaré a dejar algo por escrito. Mientras seguro que encontrareis que hacer, yo tan sólo me retiraré como la lluvia y permaneceré escondido para traer una tormenta de vez en cuando. Pero seguro que vengo de vez en cuando por no cumplir el mal habito de empezar algo y dejar otra cosa abandonada. Por cierto… puede que la próxima entrada sea una receta (o puede que sea otra rallada), para las nuevas promesas de las cocinas o también para algunas más veteranas. En fin… que Dios reparta suerte que yo ya llevo mi ración en los bolsillos. Nos vemos de vez en cuando... Mientras tanto… disfruten con la música de fondo y hojeando viejos diarios.

O pueden escoger la opción de salir a dar una vuelta, siempre serán recibidos con los brazos abiertos, si no prometo poner un oso amaestrado en la puerta para que los vaya dando en mi ausencia. Ya se sabe que la prisión tiene unos horarios muy estrictos, por suerte me dejan las noches para mi libre uso y disfrute así que… que se cuide esta ciudad de mi desgaste diario, y añadirle unas decenas de kilómetros semanales más y otras tantas zapatillas de menos.

Ahora que me las pagan por bailar en las cocinas, creo que es el momento de dar algo a cambio a mi persona. No es que no os aprecie, simplemente es que me llaman en otro lado. Espera… ahora vuelvo. Dejo puesta la música mientras regreso enseguida.

Ah! No suelo decirlo, pero gracias por venir… que paséis un buen día y feliz estancia.

viernes, 27 de julio de 2012

Semper Gabrielle











Llevaba una vida aguantando las líneas de su mano
aceptando las tantas consecuencias de sus acciones
aguardando a su juicio con la conciencia sin pecado.
Pero fueron muchas y terribles todas las tentaciones
que el diablo le dio moviendo como serpiente el rabo,
como sólo una sonrisa inocente como la suya hubiese
aunque todo lo demás este corrompido hasta el tuétano
Él la obsequio a su edad con el más puro placer presente
retornar su belleza de adolescencia y el don de crear deseo
y quedo allí, esperando con sus esperanzas tan inquietantes
que el tiempo paso, sin darse cuenta que el demonio le robó
el alma y su vida entera por pretender ser joven otro instante.

jueves, 26 de julio de 2012

Tormentas de verano.

Llueve tanto que las calles polvorientas
se han borrado quedando impolutas
sin rastro de huellas ni tampoco pisadas
y el cielo ha apagado todos los fuegos
que desde tiempo venían ardiendo
dentro y fuera de muchas personas.

El aire huele a mojado y las platas
respiran aliviadas todo empapadas
y ya no hay prisa por las calles
fundidas como los cuadros de Dalí
cuando el sol cae perpendicular
a la caricias que tu no me dabas.

Mañana tan sólo será un recuerdo
vaporoso de una alucinación de
desierto que se extiende como gas
a través de esta pequeña/gran manzana
que es Madrid y sus preciosas
y espontáneas cascadas urbanas.


miércoles, 25 de julio de 2012

El error, siempre acaba por llegar.

Si fuese la lotería, no me importaría que me tocara más a menudo, pero para algo tan extraño como implica la palabra error… resulta que aparece demasiado. Y es que nada se salva y hasta las maquinas más sencillas pueden imprimir con los símbolos básicos que forman un 8 digital, saben escribir un fallo de alguna manera.

La verdad es que la historia se remonta demasiado si giras la cabeza y enumeras las ocasiones en las que el desacierto ha llegado a tu vida en cualquier momento y ciudad… muchas veces viene acompañado de un pitidito estridente, pero todo depende del aparato.

Todo empieza con unos padres continuamente corrigiendo todos tus yerros… que para ellos son equivocaciones y para ti, simple estadística avanzada de prueba y error, luego llegan enseguida las faltas de los profesores con sus castigos y en cuanto consigues tu primera calculadora científica, esa palabra viene a inscribirse en tu vocabulario habitual… después con los ordenadores estaba casi cantado.

No es en absoluto porque no entienda de informática, si no por la experiencia en formateos y de que nada finito consigue llegar al final de sus días en perfecto estado sin causar antes un problema, o varios… o en fin como la normalidad muchos. Si encima practicas lenguaje de programación… aprendes que hay errores normales y bucles… y que te pueden decir de muchas maneras tonto, que si no encuentras el fallo… va a seguir estando mal.

Ahora, tengo una vitro que anda bien cuando quiere y a su modo cuando se calienta y ¿por que no?. Ahora también tengo un jefe que se equivoca y en mi usual afición de dar sin recibir nada a cambio, se le ha ocurrido la genial idea de darle una vuelta más a la tuerca y pedirme algo extra. Y si fuese tiempo puede que se lo diese… Pero nunca me han gustado las tareas de llevarse uno a su casa, por eso escogí la cocina, porque cuando sales de ella, no tienes que volver a pensar en el trabajo… por lo mismo siempre he esquivado todos los liderazgos, que conllevasen un papeleo más administrativo que un simple control de inventario.

Pero como decía mi padre, ante la vicio de pedir esta la virtud de no dar… y si soy el mejor haciendo la comida de la familia, es por el amor y los años que he tardado en perfeccionar mis propias recetas económicas. Ese arte no se puede pedir, porque se tarda mucho tiempo en perfeccionar y lo siento mucho, pero no tengo mucho tiempo como para explicar cuanto amor, tiempo y esfuerzo pongo en esos platos que siempre me felicitan, porque sencillamente es mi secreto.

No puedo poner en tu absurdo manual, que necesito música que tenga guitarras eléctricas para funcionar… que aunque uso lo recortes de los vegetales destinados al servicio, así como del pescado y la carne. Si le pones el suficiente amor y cuidado, consigues un plato exquisito a bajo coste. Que los ingredientes que añado a modo de condimentación dependen de mi estado de animo y que básicamente cocino lo que a mi me apetece cada día, tal y como si lo hiciera en mi casa.

Así que pídeme, que te cambie una bombilla, que te monte una estantería o que lave la cocina entera… por supuesto no te olvides de exigirme que me ponga tu uniforme ni que llegue y me vaya a mi hora… o que simplemente cure a los heridos, firme a los proveedores, coloque el inventario o le de un manguerazo de vez en cuando a la terraza de atrás del local. De que todo este a su hora e higiénicamente correcto, que intente no cortarme los dedos, ni quemarme en demasía. Ni tampoco de sonreír aunque mis listas lleven 15 min de retraso en mi propio planning y tenga que salir de apoyo a la barra principal con cosas cocinándose en la otra cocina. O de sacar la basura o abrir el local.

Pero olvídate de mis recetas porque si bien en mi contrato aparezco sin estudios habiendo cursado demasiadas cosas durante mucho tiempo. La experiencia se lleva con los años y mis secretos valen mucho más dinero del que me puedas dar y lo peor es que no se venden. Puedes descubrirlos y anotarlos… puedes intentar reproducirlo y por supuesto lograr un desaguisado imperfecto. Porque el orden de las matemáticas no se explica si no lo has practicado y no es que sea único, pero he bailado con los mejores funambulistas de sacar tiempo de donde no lo hay corriendo más rápido que el viento, pero he colocado cada cosa sobre los principios del álgebra y sus matrices y las normas del cálculo.

Mis recetas se han convertido en formulas para un exloco de las matemáticas que dejo la ingeniería porque no sería capaz de pasar ocho horas sentado con corbata en su respectiva silla delante de un ordenador. La composición de mis comidas se basa en la pura química mezclada con un corrupto índice de durezas donde el diamante fue sustituido por la zanahoria y el nabo… y el yeso por sal maldon o un simple ajo en el caso del sofrito. Por supuesto no puedo explicar porque un poco de canela mejora el estofado o el pedro ximenez resucita la vida de un pisto o cualquier plato que lleve asociado la acidez del tomate. Porque mis platos con vino salen tan ricos viene de que soy manchego criando en su tierra hasta que se fue de casa por propio pie.

Tampoco necesitas la explicación de porque el kirsch y la lima realzan el sabor del coulisse de frutos rojos… o porque hago cosas que yo sólo hago. Pero aunque te escribiese el maldito manual, las cifras son lo importante, las recetas de los clientes a no ser mías van medidas y yo las elaboro respecto a pesos ejecutándolas al milímetro… en cambio las mías las conozco a ojo y mi muñeca sabe echar las cantidades… el olfato me dice que le falta de esto y aquello y la lengua hasta que no sonríe necesita algo más. Puedo escribirte lo que quieras sobre lo que opino de tu encargo… pero sólo serán palabras, puesto que lo que se yo, vive en mi cerebro y en ningún lado firme yo que cediera mis datos. Presto mi cuerpo el tiempo que sea justo y necesario, pero para cocinar lo que yo como a diario debes practicar durante 15 años al menos, si no… ya puedes ir empezando.

Mi recomendación es que menos pedir y dar más… que si no la balanza se inclina demasiado de mi lado y todos mis amigos saben, que yo soy de los que saltan del barco cuando quiere, no soy una rata, pero sigo pensando que el trabajo en el infierno, sigue estando mal remunerado.

lunes, 23 de julio de 2012

Justicia divina.

Cuando bajo Dios, yo ya le estaba esperando con la baraja en la mano, preparado para empezar. Sonriendo me dijo: ¿Con quien te crees que vas a jugar chaval?

Así que chasqueando los dedos una baraja sin desprecintar vino volando hacia nosotros. La verdad es que todo comenzaba de forma brillante y con un adversario como él no era poco estar precavido. Pero no había ni rastro de miedo en mis bolsillos y aunque mi amigo me había  comentado que aquel tipo si sabia apostar, con un gesto bien puesto, le dije que no era lo mismo apostar y jugar… y que la suerte es una balanza algo egoísta y pocas manos acaban en empate.

Nos sentamos en una mesa, él enfrente mía y entre nosotros una encantadora diablesa igual de bella que de peligrosa que repartía las cartas con una habilidad sobrehumana. En las manos buenas me guiñaba un ojo picadamente mientras tocaba mi pierna con su pie descalzo, las malas simplemente ella era la mejor cosa que mirar durante la partida. A Dios no le gustaba mi falta de atención hacia su persona y disculpándome le contaba que no le consideraba tan importante como para estar mirándole todo el rato.

En la vida siempre hay mejores cosas que hacer que atender a alguien por quien no estas ni meramente interesado. Supongo que su propia perdición era jugar contra ateos demasiado agnósticos como para impresionarse con un aura radiante ni con sus alargadas manos. La verdad es que sólo me sorprendería si lanzase rayos por los ojos y fuego por el culo, porque eso le convertiría quizás en algo más humano, por lo que si la perfección existía en esa mesa, sin duda era ella y no él, el que llevaba la voz cantante.

Tras unas partidas desequilibrantes quedamos a la par en fichas y para no dilatarlo demasiado decidimos apostarlo todo… en un ataque de locura decidí incluir mi alma en las ganancias y por no quedarse atrás él hizo lo mismo. Nuestra preciosa crupier repartió las cartas quemando siempre la primera de cada mano, yo ni las levante del tapete preguntándole algo así como que si los leones cazaban en la sabana, a lo que respondió extrañado.

Claro…

Y no hay nada cosa que me joda más en la vida de que alguien no sepa hasta el detalle más ínfimo de su trabajo… nunca hay nada tan claro, porque en toda partida de dos, siempre hay demasiadas variables incontrolables…

Cazan lo que pueden… hubiese estado más acertado, porque no es lo mismo saber que conocer y llegados a ese punto ya todo estaba predestinado. Levante mis cartas ganándole por descontando.

Regale su alma a mi despampanante vecina que me prometió que sería su amo…

Sonreí haciéndola ruborizarse, para después dejarla que me besara metiendo su lengua hasta la garganta para degustar lo último que había tomado y se despidió en una cortina de humo llevándose tan preciado presente.

Me coloque de nuevo el alma como quien se ajusta la correa del reloj tras haberla cerrado y me levante muy digno recogiendo las fichas del prado verde del terciopelo. Le tire unas monedas y lo deje allí fusilado con cara de no creerse lo que había pasado. Por supuesto todo Dios pierde los papeles de vez en cuando y no repetiré la sarta de blasfemias que escuche de su propia boca sagrada.

Pero a veces pasa que las cosas no son lo que parecen y nunca es tarde para aprender una lección a tiempo. No apuestes aquello que temas perder porque en cierta manera, perderás lo mismo dos veces y una es por adelantado. Así que en ocasiones sólo importa guardar lo preciado donde una mala elección pueda hacerte perder la cabeza porque hasta los leones temen el hilarante sonido de las risas de las hienas.

jueves, 19 de julio de 2012

Cosas de la vida.

Siempre he sido de cuchillo y cuchara… porque el tenedor era más cosa de demonios y Neptunos que de personas con ángel viviendo dentro de su nombre. A pesar de todo lo uso de vez en cuando porque mi pasión siempre será la carne sangrante aunque la mayoría de las cosas que puedes disfrutar lentamente vienen en formato de cuchara.

Últimamente también me gustan mucho los palillos chinos, pero es por no hacerlo todo tan sencillo, porque sinceramente la cuchara ha forjado muchos vagos como yo ó también una legión de yonkies de esos que terminas por cruzarte de calle cuando se escurren por la acera en dirección opuesta hacia ti mientras su dosis baja siseándole por las venas.

Y es que desde que mi prima Blanca me hizo su movimiento magistral del uso correcto de una cuchara. Que no es más que:
Taca! Y a comer…

Siempre ha tenido una asociación especial a mi persona sin importar su tamaño ni material. Lo mismo me pone una cucharilla para algunas cosas delicadas como cucharón mientras doy vueltas a los guisos en la cocina. Tampoco discrimino a las paletas a pesar de su escaso volumen en la cabeza… aunque si se trata de beber, podrían darse muchas situaciones diversas por la que terminar bebiendo de un cacillo.

Pero en verdad, yo siempre tendré mi cuchara favorita, como ya la tenía mi abuelo… se vino conmigo de un restaurante, donde la empleaba solamente para batir la carne del tartar con su vinagreta… cuando me fui, prefirió acompañarme en vez de quedarse aburrida en un cajón. Porque sabe que siempre que tengo que hacer algo que me guste aparece ella con su sonrisa de oreja a oreja.

Ahora se ha dedicado a vaciar medias sandías. Siempre comienza arrancándoles el corazón y salpicándolo todo, hasta que da con el blanco de los huesos que esconden sus entrañas. Le gusta escarbar como un perro lo haría si dispusiera de un terreno donde ejercitar su libertad, así que presupongo que ella le da filo a su dentadura hasta convertirse en un cucharillo. Pues no hay cuchara que no se le parezca a su dueño… porque aunque todos comamos a diario, cada cual lo hace a su manera.

miércoles, 18 de julio de 2012

Ampliando horizontes.

Y es que llevo tiempo dándole vueltas al coco, de que necesito incorporar algo nuevo a mi existencia, cambiar de aires y porque no…  también de lugar.

Sólo recuerdo que era miércoles y cuando me desperté cerca de la plaza de la Reina, me dolía terriblemente la cabeza y piaba sin cesar. Menuda resaca que tengo que no me salen mas que ruidos de la garganta sin poder pronunciar palabra alguna.

Aún así prometo no volver a irme de fiesta después de comer porque parece ser que ponen garrafón porque de la ostia ni me acuerdo, pero despertarme y ver el careto de un humano preguntándome que si estaba bien, le corta el ciego a cualquiera. Por lo que… Que le den a los terráqueos que yo me vuelvo al cielo en cuanto me remitan el pasaporte a mi nueva dirección… desde mi azotea veo lo que han puesto en vez del antiguo Windsor… quizás me pille una repisita con vistas en algún recoveco de la torre de cristal, aunque un agujero como el que tengo ahora, es difícil de encontrar en este barrio.

A mi llámame Agustín y si es para comer, mejor aún, que ahora que me emancipé… mendigo para subsistir.

martes, 17 de julio de 2012

Revelaciones de un esclavo.

Siento comunicar, que yo ya no soy un simple humano. Evidentemente eso no me da las pretensiones suficientes para considerarme ningún Dios TodoPoderOso, pero a su vez me separa de la raza de los inmaculados, de los biológicamente sanos cuyos contenedores siguen impolutos años después de comenzar su propia partida.

Tampoco soy un monstruo, o al menos no considerarme completamente. Mis padres tuvieron la elección de fabricarme por el método convencional de la reproducción natural, aunque de haber sabido de que acabaría como la mezcla entre Frankestein y cualquier ciborg de un manga cualquiera, quizás se lo habrían pensando abordando el tema desde un principio más empresarial evaluando costes/beneficios.

Eso no quiere decir que ya no me sienta otro ser vivo más, sencillamente no me considero un puro… si no un híbrido evolucionado para mejorar su potencial. A la gente le sigue repugnando el dolor (bueno llegado a este punto los masocas y yo bailamos en la misma liga) pero al final con la experiencia llegas a clasificar cada daño en una escala que con el tiempo se ha expandido tanto. Que el último peldaño hay que trepar mucho para que el problema causante pueda alcanzarlo.

Aunque si sirve de consuelo sigo sangrando como los demás… pero cicatrizando rápidamente y necesito de aire, agua y alimentos para sobrevivir en la cadena, a veces puedo considerarme un depredador aspex otras una bacteria poco evolucionada. Siempre depende desde la posición desde que se aborde el sistema y de sus circunstancias, pero a pesar de todo sigo conservando la sonrisa original, la que me venía de nacimiento y alguna cosa más que oculto a los demás esclavos de las fábricas donde he trabajado.

Esa información podría convertirme directamente en la cabeza de la revolución de maquinas contra humanos y ese discúlpenme es un peso que no estoy dispuesto a cargar, sencillamente dos razones, porque no me interesa y porque eso no va conmigo… Yo no soy el líder de nada que no lleve mi nombre en su reverso y por lo tanto mi estilo de combate es la complicada guerra de guerrillas, donde se ataca provocando el mayor daño posible y acto seguido se desaparece como si no hubiese ocurrido nada que no sea la destrucción vigente.

Aún así, mañana por la mañana me enfundaré de nuevo el traje de trabajo y disimularé en mi puesto sin parecer demasiado especial. Seré eficiente pero sin alcanzar el máximo potencial porque nunca hay que sobrepasar los limites humanos. Hay una ley termodinámica que dicta que no existe la bomba de frío/calor que sea perfecta desarrollando el 100% de su efectividad. Puede que no sea bueno romper las normas naturales y todo ese rollo moral conservacionista.

A pesar de todo la superación se basa en el principio opuesto. Por lo que en ocasiones apreto el acelerador a fondo y justo antes de llegar a la meta con su record correspondiente tiro del freno de mano y llego con el tiempo estimado porque en ese momento antes de la victoria, a veces hay que saber disfrutar de la realidad y después elegir si secundarla y ser especial ó por el contrario ser uno más… a veces es bueno sentirse normal para variar.

domingo, 15 de julio de 2012

Las tres gracias.

Vivo en ese momento de calma que precede a la guerra
sin ninguna prisa añadida, pero tampoco mucha demora
aguardo estoicamente afilando mi dagas hasta su medula
sus cortes deben de ser dignos de una batalla legendaria
cualquier victima debe recordar de los alfileres su danza
cuando el filo sesga hasta la raíz con una sencilla pasada
para que la victoria no tenga rastro de dolor, odio ni pena
tan sólo la certeza verdadera de haber presenciado la vida
y que en la muerte resida la justicia ciega que contempla
el karma y su circulo tan perfecto como una gota de agua.

miércoles, 11 de julio de 2012

A lo Cid Campeador.


Nunca se dio por vencido, ni perdió sus anhelos sustituyéndolos por algo más apropiado, su ruina era su deseo y aunque el resultado fuese una derrota estrepitosa, portaba su armadura de gala y se lanzaba el primero al combate seguro de que al menos su ejemplo insuflaría un halito de esperanza a quien le estuviese observando.

Era tan feo que únicamente le miraban una vez a la cara porque dos sería digno de masoquismo, pero a él a esa edad ya no le importaba ni incomodar, ni sentirse un renegado desertor de cualquier patria… porque sencillamente vestía sus días con modestia y la humildad de quien guarda un tesoro debajo de la fachada como los que enterraron las obras de arte lapidándolas durante la guerra.

A esas alturas ya no le quedaba miedo, ni vergüenza porque en su infancia había gastado ambas a partes iguales en cada rechazo, en cada no que a sabiendas tenía siempre por adelantado, pero ni una soga de acero trenzado atada al cuello cuando caminaba por el alambre minaba sus esperanzas de conquistar a la ella, la única persona que una vez le había sonreído de forma natural, sin ser forzada, ni tampoco causada por simple piedad.

La verdad es que decirle lo que sentía a la chica más guapa de esa poblada ciudad era como lanzarse a un suicidio voluntario con los carrillos llenos de pastillas al igual que hace una ardilla glotona, pero lo peor de todo no era el intentarlo, sino encajar con dignidad cada guantazo que significaba otra negativa en una larga lista que empezaba a asemejarse a la lista de niños con la que papa Noel trabajaba por navidad.

A pesar de todo… si la entereza era una virtud asociada al acero, su compostura entonces era tan férrea como los cimientos de la torre Eiffel en plena hora punta de visitas una primavera cualquiera, porque sentía tal amor por si mismo y por ella que nada podía tumbarle el orgullo ni la dignidad de volver sólo el camino andado hasta su siguiente rechazo, pero como decían los guapos, mejor solos que mal acompañados, así que se sentía tan bello como el mejor de los picassos.

Y no fue hasta ese momento que en preciso instante que fue a abrir la boca el mundo quiso comérselo tragándose sus pies de un bocado y sacando fuerza de la flaqueza tomo impulso hacia delante con tan mala fortuna de quedar a un palmo de la boca de su amada y ya viéndose perdido se acercó un poco robándole el beso más tierno y lleno de amor que nadie jamás le hubiese ofrecido.

La chica dio un paso hacia atrás sonrojada dejando escurrir una sonrisa entre sus labios aun turbados, a lo que él simplemente dijo:

Yo sólo venía para presentarme, pero no se que me ha pasado. La verdad es que me voy mucho más contento de lo que había llegado, nunca me hubiese creído que fuese tan fácil besar a alguien sin pensárselo, pero ya que tu nombre debe de ser algo parecido a Afrodita me voy satisfecho por al menos haberlo intentado. Yo me llamo Giussepe por si quieres saberlo y ya me largo sin molestar demasiado por donde he venido…

- Yo ya conocía tu nombre… Mi nombre es Irene, encantada de que por fin te hayas presentado.

lunes, 9 de julio de 2012

Buenas tardes, que paséis un buen día.

Se que últimamente he desaparecido, pero tan sólo de forma metafórica, nada de volverme de gas o un espectro vagante. Sucede que no tengo demasiado tiempo, salvo para leer un poco y nada más, por supuesto sigo siendo insomne y durmiendo poco aunque también es comprensible que en las largas noches de verano intente estar lo menos posible en casa, pudiendo estar tomando el fresco por la calle o en cualquier lugar cuyo mínimo de personas alrededor sea al menos de una unidad.

Ayer volví a partirme la cabeza, pero esta vez fue una contusión sin su debido par de puntos asociado, el dolor nunca llegó porque en su defecto todos los que estábamos nos reímos de un resbalón tan desafortunado por ir descalzo en suelo mojado, un chichón y una cicatriz más pasan desapercibidos en mi cuenta personal, por tanto con borrón y cuenta nueva hoy comenzaba otro día más con sus sorpresas camufladas entre el atrezo de la ciudad y ya que hay que trabajar,  no por voluntad… sino tal vez por parecer un miembro necesario en el engranaje de la llamada sociedad.

Sobre mi cabeza, sigue estando bien, gracias, aun sigue colocada estratégicamente encima del cuello y sobre el contenido debo informar que como mucho en el accidente se vieron involucradas un grupo reducido de neuronas que en caso de haberse perdido, son factibles y despreciables como daño colateral en un problema sobre comparación de durezas entre mi cráneo y el suelo.

La memoria?. Bien… gracias, si me acuerdo prometo comentarle algo, y del pasado, sigue todo allí dentro, sobre la colocación debería hacer otro texto que posiblemente no vaya a recordar, pero como en toda caja de palillos, lo importante es el número y que este todo dentro. Así que algo tan nimio del orden en un conjunto donde predomina el caos llega a ser redundante.

Cuando encuentre otro hueco, dejaré algo mejor colgado, o bueno, quizás lo deje sin ahorcarlo porque al final la posada parecerá un secadero de mojama y la verdad es que a veces compensa apilar una cosa sobre otra para ganar con la verticalidad algo que expandido ocupa mayor volumen. Pero bueno, como dije ya será otro día cuando me encargue de eso de la clasificación. Hoy sencillamente he decidido pasar el día volando para que la gravedad no me dolor de cabeza y por ahora esta funcionando. Para acabar resta volver al infierno para bailar un concierto hasta que las doce lleguen para concederme un indulto momentáneo que se prologue hasta el fin de semana, que este, lo libro.

Sin más, ni menos que declarar me despido no sin daros el pésame de que siguiendo la extendida religión digna de plagas que reza la oración de: “Bicho malo nunca muere”, debo informaros de que sigo vivo y coleando… e intacto salvo algún daño digno de chapa y pintura, nos vemos otro día, cuando sea y como sea. Se que a nadie le interesará pero sigo recordando que c=299792458 m/s, por lo que sigo teniendo la capacidad de utilizar el cerebro de alguna manera extraña, supongo que podré continuar un día más por lo que os deseo que hasta la próxima vez que nos veamos buena suerte.

miércoles, 4 de julio de 2012

Anhelos de un pirómano.

Adoro el verano porque me hace sentir como en casa, es la época del año que todos disfrutan pero nunca del todo porque lo llenan de pegas. La gente se ha acomodado junto a la tecnología y ya no saben vivir sin sus móviles o sin el aire acondicionado. De donde yo vengo… la temperatura no se mide en los termómetros por los grados centígrados, sino por horas de duración.

La meseta, esta algo más elevada que el resto de la península salvo contadas excepciones, pero eso hace que el aire no corra por ella, si no que la rodee por los costados, en las ciudades no hay túneles de viento como ocurre en Madrid y la escasa altura de sus edificaciones cuyo numero normal es de cuatro plantas, en ciertos intervalos horarios hace que la sombra, se convierta en el autentico oro negro de la región.

A pesar de todo, eso nos da una piel de lagarto por naturaleza y hace que se pueda disfrutar de cualquier ciudad. Ahora en esta metrópoli siempre hay dos lados opuestos y durante varios meses al año me convierto en unos de los pocos de la otra acera. Esta la acera fresca y la del infierno por la que transitan demonios y otros seres fantásticos que logran no fundir sus pies con el suelo, quedándose estancados mientras que su cuerpo se seca bajo el calor de un Lorenzo que yo siempre llame por su verdadero nombre, Helios.

Así que, es en este periodo estival, disfruto de mi ciudad actual porque por ello le viene de casta al galgo y entonces es cuando soy el perro verde atigrado que se desliza por la autopista que queda vacía de cualquier gente que no tenga suicida escrito en el reverso de su carné de identidad. Aunque de todas formas en Madrid hay más humedad, por ello sigo echando de menos que la simple acción de respirar te queme los pulmones tal y como lo haría la ultima calada que incinera el filtro de un cigarro.

Lo peor de todo… es que soy incapaz de soportar el frío artificial de los climatizadores y es que cuando aprendes que cada cosa tiene su momento, no modificas el sistema para que todo lleve su ciclo natural… odio llegar a resfriarme en verano porque a alguien le de por convertir su cueva en una gruta polar. Hay muchos tipos de personas, tantas como huellas digitales ó caras. Pero a los signos de fuego nacidos en mitad de un averno terrestre tan ardiente como caminar sobre brasas sin el titulo de fakir. Nos gusta consumir las cosas sin ingredientes extraños ni conservantes. Porque al fin y al cabo, el invierno es más largo aquí que en la mancha y cuando el sol se aleja algunos nos quedamos irremisiblemente desamparados.

martes, 3 de julio de 2012

Hoy toca… libranza.

La libertad es una simple palabra
si no se experimenta en realidad
a flor de piel como una caricia,
sentida en cada átomo y célula.
Porque hasta que no llega el día
en que libras y trabajar no toca.
La cárcel a diario toda la semana
viste barrotes de cristal y celulosa
y el uniforme te cambia la vida
a otra cosa que no eres en verdad.

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