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miércoles, 27 de junio de 2012

Ace of Ases.

Juega todas las partidas con la fe de ganar y la confianza de poder hacerlo, tiene escondido a su rey dentro de una torre a sabiendas que allí dentro nadie que no tenga un barril de gasolina puede hacerle ningún mal. Las paredes de su muralla son tan gruesas como los pilares de las autovías… tal despropósito de blindaje nunca fue por miedo ya que de eso ni tenia, simplemente porque cada año le gustaba dar una capa más para afianzar las grietas que pudiera causar el tiempo.

Por mucho que sus defensas sean formidables, no tienen nada que envidiar de su ataque. Sus caballos son mundialmente conocidos y normalmente son los más nombrados en las encuestas de fin de batalla. En el ranking de las cosas que dan más miedo hace años que sustituyeron a la misma muerte, porque ella al menos te da la paz… en cambio ellos te pisotean y te dejan ahí tirado sin acabar con tu sufrimiento. Y es que es comprensible, porque no quieren quedarse atrás de sus competidores y amigos.

La reina morbosa con sus medias de rejilla, ha causado tantos infartos que últimamente debe de llevar un cartel colgado al igual que el tabaco advirtiendo de que es perjudicial para la salud, y es que es justificable ya que con el rey encerrado, ella va donde quiere y cuando lo desea, siempre acompañada de sus fieles escoltas que están a medio paso entre Bud Spencer y Terence Hill y la pareja de Samuel L Jackson y Travolta en pulp fiction porque de alguna forma rara siempre van cruzados. A ellos no les importa y a mi tampoco.

Son gente de esa con la que sales de fiesta y sabes que no habrá ningún problema en el horizonte que te lleve hasta el próximo amanecer. Te puedes olvidar de todo e ir a tu bola, porque ya se encargarán ellos de ganar la partida sin causarte demasiados problemas. Las bajas a veces son necesarias pero ellos nunca abandonarán a ningún amigo por muy difícil que estén las circunstancias, sencillamente se sacrificarán antes de ver caer a cualquiera de su misma sangre.

Cuando salgo a jugar con los otros niños, me olvido de que el mundo tienes sus peligros, para nosotros todo es aterciopelado y recubierto de mullida goma para que nada pueda dañarnos. La suerte a veces es como la justicia, se obtiene reduciéndolo todo a fuego muy lento hasta que el resultado es como un elixir de Peter Pan para los que salen de trabajar al siguiente día.

martes, 26 de junio de 2012

Mañana por la mañana sin falta.

Y no fue hasta años más tarde cuando recordé algo que la hizo especial. Sucede que fue la primera chica que me llevo a su propia cama la misma noche en que la conocí… para dormir la escasa hora y media que me quedaba antes de entrar a trabajar de nuevo.

lunes, 25 de junio de 2012

Playas de piedra.

Tan sólo somos la arena de la humanidad
fragmentos desmoronados de una verdad
cierta y tangible como lo es la realidad.

Dueños del mundo tomamos la potestad
del planeta y también de la libertad
frente a los animales superioridad
aunque cierto es que no tienen necesidad
de trabajar para vivir en sociedad.

La materialización de inutilidad
caminando ignorantes en la oscuridad
sin sentir la tierra ni su polaridad

sábado, 23 de junio de 2012

Mi mundo en una pecera.

Tú siempre serás mi niña pequeña
aunque los años caigan en cascada
porque por la noche en casa ella espera
con su traje de látex bien despierta
y una gran sonrisa al verme en la puerta.

Prometo estar contigo a tu verita
y no haya comida en este planeta
que darte con mucho mimo yo pueda
pues para ti soy como Dios y sol
todo junto en una misma persona.

Adoro tu figura estilizada
y tus oscuros ojos color sombra
pues hasta en mi soledad me acompaña
cada madrugada que hay en mi vida
así siempre hasta mañana sin falta.

No puedo pedir más nada que quiera
que verte como sales en mi búsqueda
y así volverme tan tierno como un flan
con doble de caramelo y vainilla
delicado cual velo es tu caricia.

Coge mi mano y vamos a la Luna
donde el tiempo, hace que ya ni pasa
y duermen todos los sueños que nunca
tendré. Ni tendrás porque esta historia
es imposible por la diferencia
entre tu naturaleza y la mía.

jueves, 21 de junio de 2012

Los pinos ya no visten los cementerios.

Seca tus mejillas de tanta lágrima inútil
y sonríe como si te fuera la vida en ello
porque ninguna existencia es más fútil
que la que anda de puntillas el camino.

Olvida normas, todas las reglas y cuando
amanezca el sol por la ventana alégrate
porque tendrás hasta el nuevo ocaso
para resarcir cualquier daño aún vigente.

miércoles, 20 de junio de 2012

Mejor sentado.

Nunca deja de ser primavera si abres bien los ojos cuando miras al mundo, no necesitas ser un niño para maravillarte por las cosas sencillas ni tampoco precisas de una sabiduría afortunada para saber que personas como Rajoy son gilipollas por la ausencia de algo que no sea mierda en su cerebro.

A menudo he estado perdido en el mundo y ella o su ausencia ha sido el vinculo que me hacía regresar de nuevo a la cruda realidad, ahora que vuelvo al infierno ya sólo me queda que los demonios me retornen el poder de nuevo para gobernar el mundo desde un trono de fuego. Sigo siendo quien viste mi piel por la mañana y continúa andando un destino que no desearía ni a amigos ni a enemigos. Sigo siendo yo con nombre y apellidos aunque a veces me encantaría salirme de mi cuerpo y mandar a mi recipiente a saldar las cuentas que otros me imponen para parecer más humano.

Pero sigo viendo cosas en las que algunos no se fijarían, ciclistas con bombonas de butano atadas a la bici mediante un palo atado a unas rueditas o gaviotas que roban una caballa sustrayéndola del primer puesto de un mercado cubierto y atestado de personas. Por supuesto también soy ese que encuentra diferencias en las simetrías y encuentra mensajes escondidos en las señales de tráfico de otra ciudad cualquiera.

Lo que se escapa de lo normal yo lo capturo y lo guardo en mi memoria, aunque hace años que deje de intentar almacenar lo que muchos profesores creían que necesitaría para que en el futuro se me pudiera llamar persona de provecho. Lo que para ellos era importante al parecer no lo era tanto, porque gastaban su tiempo en repetir la lección como papagayos para al final acabar como estamos en el presente.

Jodidos y desamparados, porque la gente no se fabrica en ninguna cadena de montaje, sino que se forjan desde la cuna dando pasos que evolucionan junto a los años. No necesito cámaras de televisión que inmortalicen mi vida, ni justificar mis acciones delante de la audiencia que me critica. Tampoco airear mis asuntos propios a bombo y platillo mientras lleno mis bolsillos de monedas que a otros le sobra vaciando a su vez mi interior de cualquier alma que tuviera o hubiese tenido.

En el fondo me la pela que marginados acaben forrándose a costa del sudor de sus maltratadotes menos cualificados dignas de carne de cañón, ni por supuesto ser el esperpento de un país sin siquiera saber hablar como debería hablar un hombre en un estrado. Mi madre me hacia reproducir el sonido de una motocicleta cuando la r de mi lengua sonaba un poco raro, pero a diferencia de otros parece que dentro de lo que cabe mi educación sirvió de algo aunque no saque beneficio de mi inteligencia salvo por una astucia que hace estar blindado ante cualquier contingencia.

Ahora que ingreso de nuevo en el patíbulo echare de menos tener tiempo para enriquecerme leyendo o encontrando los pequeños placeres que la vida da como racimos de uvas escondidos entre las hojas de una jungla que a veces es demasiado espesa como para caminar con ella sin encontrarse complicaciones. Pero mientras tenga mis cuchillos, sabré relajarme en la celda cortando el tiempo hasta que la campana me salve de otra agotadora jornada laboral. Puede que cumpla los sueños de gente que nunca acabaré de conocer antes de culminar los míos propios a pesar de ser un insomne al que la cama escupe con los ojos abiertos.

Las noches de verano son como pasear por un incendio con una garrafa de aceite atada a las costillas, a pesar de todo allí me siento como en casa porque hace demasiado que el dolor se volvió una reseña olvidada en el diccionario y el calor algo que me acompaña por dentro. Cuando todo se vaya a la mierda y ni las personas con estudios logren usar su conocimiento para sobrevivir, pienso brillar como siempre he hecho porque hasta una luciérnaga alumbra en la más profunda oscuridad, porque de entre todos los bichos el que no borra su sonrisa ante la adversidad es el único suicida que sigue afilando sus cuchillas mientras rasura el pelo de sus muñecas para comprobar el estado efectivo del filo.

miércoles, 13 de junio de 2012

La negación de la verdad.

Mientras sigas odiando, no sabrás lo que es el amor… es una triste realidad y los que lo han probado alguna vez, saben su amargo sabor. El corazón no deja de ser un recipiente que puede contener mucho de una cosa, pero si metes dos a la vez, no dejas de reducir una en función de la otra.

Es duro perdonar al que te causo dolor sin importar su color o el tipo. Cuando el daño llega, los sentidos se eclipsan alterando la realidad y el discernimiento. El dolor es una urna sellada en el interior del cuerpo. Es fácil de llenar pero cuesta el triple dejarla como estaba. Por recordar el dolor, perdonar al que lo infringió y lo más importante si cabe perdonarse a uno mismo por sentir odio en vez de amor.

Las guerra en el primer mundo hace años que se acabaron pero sigue existiendo el odio a todas las alturas del problema, perdurándose entre generaciones se perpetua lo que el padre entrega al hijo y el hijo corrompe antes de volver a entregar. Convirtiéndose en algo más parecido a una huella genética que un legado que entregar a la siguiente generación. Y si continúa ciclo a ciclo.

Es una pena que olvidemos cosas importantes y algo tan insustancial persista porque en la urna esta llena de maldad. Es cierto que es un combustible que nunca se agota y que nos hace levantarnos una vez y otra con la misma energía erronea, pero no es nuestra, es una prestada de un sitio que no debería existir. Nadie guarda una manzana podrida dentro de la nevera, en su defecto se tira a la basura o se arroja en la tierra que se usará para abonar.

Pero otros tienen a almacenar todo ese dolor y alimentarse en la soledad… su depresión les lleva a nadar en esa urna que vista desde los propios ojos es taimada y cristalina, pero desde fuera en la objetividad es purulenta y peligrosa, como beber agua estancada o nadar en arenas movedizas. Cuando algo va mal, tendemos a refugiarnos en nuestra armadura, en vez de pedir ayuda que sería lo más normal.

La lastima es que la asertividad se ha ido perdiendo conforme ha avanzado el tiempo, te relacionas con las personas que están a tu alrededor y cuando el número aumenta sin cesar dices basta y te quedas con una porción controlable de la sociedad rechazando la existencia del resto. La ignorancia hace lo demás estancando la evolución natural bajo la involución que genera el miedo y la inseguridad y así vagamos por un mundo entre sombras en vez de buscar la verdadera luz que aporta la felicidad, esa que no se compra ni se manipula y que la única manera de encontrarla es no perdiendo la fe en las personas.

No hay ninguna religión que diga lo contrario, pero hay demasiadas monoteístas. Unas y otras se distinguen por sus actos y los que hicieron sus ancestros, pero no hay diferencia entre las personas… simplemente somos nosotros quienes crean un problema que no tiene lógica y nos ahogamos en la misma mierda por una sencilla razón. Nunca tendremos el valor de romper la urna para escapar del odio y la demás basura que nos sobra. Inténtalo, puede que entonces sepas la verdad y escuches al mundo dejar de sufrir inútilmente.

martes, 12 de junio de 2012

Mc. Dólar.

Nunca le gustaron los bancos, supongo que eso es algo demasiado normal como para tomarlo por un síntoma de su enfermedad. Lo especial de su caso es que guarda su dinero debajo del colchón de su cama… Por lo que tras una vida laboral extensa, allí tiene muchos miles en billetes pequeños, ya que según opina crean sueños mucho más ligeros.

Duerme como los niños sin preocuparse de tener ahí todo su capital, sus sueños saben a gominotas y vuelan como una bandada de pájaros que flota por el cielo en dirección contraría al ocaso. Su mente se aleja, pero su cuerpo se queda allí custodiando su secreto… No necesita que nadie le robe, ni tampoco que alguien use algo suyo para enriquecerse. Los intereses esconden a una piraña sádica debajo de su brillante superficie a su humilde parecer.

La economía se derrumba porque su sistema capitalista siempre fue endémico, necesitaba constantemente transfusiones e inversiones que paliaban pero no solucionaban nada. Mientras que la gente normal… sufría, los de arriban sonreían por sus jubilaciones doradas a consta de los demás sueldos de sus empleados y mascotas.

¿Que hace falta inyección de crédito?

Dádselo… opinaba Satanás mientras se frotaba las manos gestando lo que a posteriori sería una crisis mundial.

No le importaba que todo estúpido tuviese su casa o un coche, si con ello conseguían aparentar ser felices escondiéndose de la realidad de sus vidas fracasadas. No importaba si no sabías contar, o si era tan inconsciente de que nunca devolvería la cantidad. Ellos presionaban una tecla y algo que no existía aparecía en ese lugar. Eran como hechiceros, perpetuando las historias de magia. Pero en verdad no eran más que verdugos que sonreían ampliamente mientras se lavaban las manos. Ya no hay oro que supla los trillones de billetes que vuelan por el aire, su valor no es más que papel que mojado se degrada igual que los cuerpos en putrefacción.

En cambio él echa de menos los billetes de los rumanos, porque estaban plastificados. A pesar de todo no nada en el pasado y colocando sus fajos a modo de somier descansa placidamente el sueño de los justos. Tiene lo que necesita y el resto lo acumula como un enfermo de Diógenes hace con su basura, sólo que él no deja de ser muy organizado. De vez en cuando se encuentra con billetes impregnados en coca, otras billetes firmados… el dinero es una corriente viva que muta de mano en mano. A pesar de todo le encanta su colchón económico. Porque si algún día el sistema colapsa, no tendrá que levantarse apresuradamente bien temprano para ir corriendo al banco. Simplemente se dará media vuelta para continuar durmiendo y dirá, esto ya lo sabía yo.

viernes, 8 de junio de 2012

El abuelo Estaban.

Siempre fue un señor que iba a su propio aire, caminando horquillado por su edad, fumaba la vida a grandes caladas que intercalaba junto a las de un puro siempre pegado a su boca. Cuando le prohibieron seguir fumando, sencillamente dejo… de ir al medico. Llevaba una vida con ello, siempre podía cambiarlo a la siguiente, aunque tendría que recordarlo o apuntarlo y salvo sus asuntos, no solía encargarse de otros.

Sus gafas siempre me dijeron quien era, tenían grabadas la meseta en las lentes como si él sólo viera un cuadro o una escena, hablaban tanto de su persona casi tanto como las arrugas de su cara o su barba que cual lija grisácea crecía abundante en su piel morena. Aunque no le gustaba darle besos a los hombres, pero siempre le quedaban algunos para la familia.

Vestía su mono azul, porque eso le definía y así no manchaba la ropa de la tierra rojiza que surcaba por sus venas junto al sabor de su tabaco. Le encantaban las bodas aunque el no se casara porque como su señora ya no abundaban y porque siempre le podía tocar algún habano. A pesar de todo siguió a pies juntillas y como los hierbajos que dieron nombre a sus ajadas manos nunca evito resistirse a ser arrancado y fue por ello que nunca creció demasiado manteniéndose aferrado a la tierra por sus raices.

Si se pudiera medirse la energía de las personas, el debió ser el pionero de la fotovoltaica, porque siguió incombustible hiciera sol o tormenta. Siempre en las trincheras pues escribió su historia por cada palmo de tierra que tuvo a su cargo. Su apretón de mano era tan férreo como el metal de su azadón desgastado. Nunca estuvo sólo porque de alguna manera el mismo se sentía acompañado y cuando deseaba soledad la buscaba, haciendo su vida a su manera.

Si mujer fue la que me daba rodajas de chorizo agarrado a su delantal a escondidas de los mayores, él fue sin duda el primer House de mi vida, con su bastón de campo y sus zapatillas gastadas.

martes, 5 de junio de 2012

Mordina. Mitad mono, mitad sardina.

Sigue dentro por alguna parte, no puedes verlo, ni tocarlo, pero casi puedes sentirlo cuando se mueve. Las sensaciones se leen… o se experimentan, no aparecen por nada, salvo en honrosas excepciones. Permanece dentro escondida sin que nadie la pueda encontrar, no atiende al contestador, ni acepta las llamadas entrantes. Su silencio es como un entrecot sangrante que te espera en la mesilla de noche junto al despertador cada mañana. Puedes mirarlo, cortarlo con un cuchillo y notarlo. Dicen que es invisible, pero hasta tiene localización espacial, le gusta quedarse sentado en el hueco que deja los músculos del cuello al unirse con la espalda. Dice que detrás de mi las vistas son perfectas.

Está allí, sin decir nada, sólo suspira de vez en cuando a sabiendas que si tuvieras un ojo en el cogote, ella estaría tapándolo para que no pudieras contemplarla. Su incertidumbre tiene valores enteros y sus variables siguen su recorrido a rajatabla. El control es un niño que juega con su tortuga en una pecera de plástico. Todas las opciones están limitadas a la voluntad del amo. La presa, sólo gasta el tiempo que le queda por condena. Y ella sabe de eso, tiene dos masters y un doctorado. La hubiesen condecorado con un premio Nóbel, si no se hubiese tirado a la mitad de los miembros del jurado. Pero para pasar la semana, le gusta volver a descansar a su parcela de mi cuello.

Los collares nunca le gustaron, al igual que una amazona, le gusta montar a su caballo agarrándolo de las crines, susurrarle directamente las instrucciones al oído y dirigirle cambiando la presión ejercida con las piernas a modo de cizalla. Ni siquiera le gustan las fustas, prefiere clavar las uñas y agarrar la carne tal y como haría un león. Arrancando las fuerzas de una victima eterna que adora el masoquismo de dormir con el enemigo, sin que su vida importe más que el gasto de quitarla. Cierra los ojos, pero no logra soñar porque ni con el descanso cesa de oírla encaramada a su oreja con las pupilas dilatadas.

Respirándole directamente al oído. Acariciando su tímpano con una voz a media distancia entre el orgasmo y el quejido. Igual que el peldaño de una escalera que tras una vida en común acabas por dejar de hacerle caso.

Pero continua a mi lado como la sombra a cada persona, folla con mi soledad a mis espaldas para que yo no sienta tristeza. Gime y grita mientras me moja la columna haciendo sus canciones mías como cuando escuchábamos a Héroes del Silencio. Se masturba suspirando mi nombre cuando entramos en los ascensores que tienen muchos espejos. Le excita que intente mirarla, y disfruta mucho más mientras giro buscando algo que nunca encuentro, al igual que hacen los perros con su cola, sólo que ellos tienen más flexibilidad.

Cuando acabo exhausto y derrumbado por el suelo, se descuelga deslizándose fresca cual hielo por el cuello. Me mira a los ojos profundamente y me da un largo beso que sabe a las caricias de un jardín de flores exóticas. Después vuelve a montarme, a sabiendas que ni siquiera podré evitarlo. Soy su caballo y ella mi heroína. El mundo de las drogas es tan surrealista como un viejo vestido con uniforme de colegio regalando pastillas. Pero evitarlo a su vez es como decirle no a un condenado a muerte, muy duro y sin ninguna posibilidad.

viernes, 1 de junio de 2012

Adiós querida.

Se relame el labio mientras culmina la preparación de sus planes, el momento que tanto temía ha llegado y es ahora cuando tiene que entrar en acción. Las consecuencias serán terribles como la peor de las guerras en el planeta más devastado e inhóspito que su conciencia pueda llegar a elucubrar. Uno como el sol sería su salvación porque al menos allí todo duraría unas milésimas de segundo, pero en un planeta tipo desértico le pega más a la escena.

Su misión es matar a su bestia y aunque en principio parece tan sencillo como asesinarse a si mismo, en el fondo él quiere seguir con vida y eso va en oposición a la implantación de la solución más sencilla. Así que tendrá que lidiar con una situación tan complicada como plantear una estrategia complicada como que el enemigo vaya a saber por adelantado todos tus movimientos, incluso puede que algo antes porque no hay que olvidar su instinto de supervivencia.

Por ello allí se encuentra, sentado en su sofá en postura pensativa, reflexionando sobre todo pero sin darle la menor importancia a nada para que sus sentimientos no despierten a su temido inquilino. Quiere hacerlo bien para evitar repercusiones… con la meticulosidad de las cosas bien urdidas y sin huecos por donde pueda fastidiarse el asunto. Sabe que tiene que ser rápido, recuerda lo poco que le gustaban los espadradapos pegados directamente a la piel… siente la dermis estirarse hasta los limites hasta que una vez liberada vuelve rápida a pegarse otra vez a la dolorida carne. Sonríe porque todo eso básicamente es una miseria nimia comparado a exterminar una bestia que con el tiempo ha llegado a extenderse como un jodido cáncer cuya metástasis ha corrompido casi todo el cuerpo. En su caso le quedan libres las extremidades ya que su huésped habita dentro de su tronco como un pájaro carpintero.

Piensa en cuando era tan pequeño que con mirar a otro lado y pensar en otra cosa, le bastaba para esquivarlo… pero con el tiempo y la soledad, quizás fue el caldo de cultivo de que alimentara y jugara incluso con esa inofensiva criatura. Fue todo ese periodo en el que sus días eran tan largos que siempre llegaba a aburrirse y evadirse dentro de si mismo, cuando comenzó a gestarse el problema igual que un niño que va desarrollándose dentro. Ese animal, conocía todos sus instintos y aquellos pensamientos que se producían en la zona del vientre. Era una ausencia enciclopedia de sus anhelos, deseos y perturbaciones. En cierta manera, ella le hablaba más de si mismo de lo que hubiesen conseguido sus padres… le conocía desde dentro y pensaba que era la parta más objetiva con quien pudiera hablar de todo eso.

Pero siempre te puedes equivocar, incluso contigo mismo. San creí que y san pensé que… siempre han sido amigos de tonteque, como le decía Manu muchos días. Con él nunca le funcionaron su elenco de brillantes excusas jamás repetidas. En su caso es un tío competente, así que dejó de buscarse excusas para autoengañarse y decidió volver a viajar dentro de si mismo. Allí donde la luz no entra y el único pase lo tiene un cirujano a golpe de bisturí. Volvió a sumergirse en el mar de sus entrañas, donde duerme la bestia milenaria que nunca dejo de ser una serpiente marina. Los malditos peces, siempre le han distraído y de pequeña era como una anguilita. Ahora asustaría hasta a Moby Dick creándole pesadillas. A pesar de todo, ya que estaba dentro, no podía esconderse de su privilegiado olfato.

Y la vio llegar como siempre con su sonrisa tan afilada como una trilladora mecánica. Pero esta vez hasta ella se dio cuenta pues no había ni rastro de temor ni de tristeza… en la cara de su dueño reinaba la placidez de los que tienen su propia conducta ética y sagaz cual zorra que era, uso su ventaja suprema… la rememoración de sus horas más bajas y siniestras para que el vinculo que les uniera se fortaleciera… pero su hábil ardid esta vez no tuvo consecuencias con unas respuestas tan optimistas que le contaban como a veces con ella y otras a solas siempre se podía superar las horas más difíciles y que ahora que la calma había llegado a su presente, era ya hora adecuada como para liberar a su bestia, simplemente porque hasta ella, se sentiría aliviada en una casa más extensa que no fuera un montón de huesos lo que conformase su minúsculo apartamento, para ella prefería otro lugar donde llevar una buena vida.

Sintiéndose por primera vez realmente amenazada respondió de forma violenta tal y como esperaba y sacudiéndose frenéticamente se abalanzó hacia él con las fauces abiertas dándole un embiste que le dejo contra las cuerdas… para después replegase enroscándose a su alrededor como una cobra real que espera a terminar con su presa… Su figura serpenteante a su alrededor se erguía imponente como si del coliseo se tratase y dentro de su propia bestia yacía sentado su dueño y a la vez su victima.

-    Haz lo que tengas que hacer… susurro él.

Pues claro que lo haré, en que posición te crees que te encuentras. Respondió encolerizada.

-    Llevamos demasiado tiempo juntos, como para que esto pueda sorprenderte, bien entiendo que te haya molestado el que te llegue de forma tan inesperada con esto. Pero llevo pensándolo mucho, y creo sinceramente que es el mejor momento para que tu y yo rompamos nuestro acuerdo y nuestra simbiosis deje de serlo.

-    Creo que se sido un buen anfitrión en durante los años que nos conocemos y que te he criado como si de mi mismo fuera. Tienes un tamaño adecuado como para que vuelvas al océano y allí hagas tu vida. En libertad y con tus propios sentimientos.

De que hablas!... Tu eres mío… siempre lo has sido y siempre lo serás… En tus peores momentos continuamente has requerido mis servicios. Yo te he cuidado tanto como tú hayas podido hacerlo a mí, me debes tu cuerpo. Muérete y llévate tu alma, yo me quedo con todo esto.

-    Entonces y mátame… y termina con mis sufrimientos. En el fondo sabes que siempre ha sido uno de mis anhelos. Dejar de sufrir una la incertidumbre de la tortura del final… en tu caso eres inmortal y aunque mueras, alguien te invocará a vivir en sus entrañas, pero ahora que eres tan grande como un rascacielos. Creo que es el momento en que salgas al mundo y vivas fuera.

Volverás a invocarme!. No puedes vivir sin mí…

-    No lo haré. Así que mátame… muérdeme la yugular hasta que tu veneno acabe con mi cuerpo… Pero recuerda que con ello tu también perderás la vida y volverás a comenzar tu historia desde cero como cualquier bacteria. Mi cuerpo se pudrirá y tu con el… decídete y termina ya.
-   
Y que!... Acabaré contigo! Esa será mi venganza…

-    En el fondo me das lastima, tanto odio acumulado con el que te he alimentado te han hecho perder tu propio camino. El destino de las serpientes. Prefieres comenzar desde cero a salir y cumplir la condición de tu especie, crecer hasta llegar a tener alas y surcar los cielos como hicieron los dragones.

Tu no sabes nada!

-    Nunca lo he sabido, pero si puedo contarte una cosa, llevo demasiado lastre encima… y aunque me ayudas a nadar contoneándote en mis entrañas, yo ya no puedo volar… mi imaginación se ha vuelto tan pesada como un bloque de hormigón y ya no me dejan ni montar en avión si no es en uno de carga pesada.

-    Eres tan magnifica como King Kong y tan larga como la muralla china. Si sales de mi interior seguro que en poco tiempo conseguirás las alas. Pero todos tenemos miedo alguna vez en la vida ante lo nuevo.

-    Sal, no te preocupes por el mundo. No es tan peligroso como parece y tu ya eres lo suficientemente grande como para no temer ningún mal que no venga vestido de desastre natural. Vete y vive. Deja de alimentarte de mis migajas y prueba a zamparte un atún entero de un mordisco o un calamar gigante…

-    Prueba todas esas delicias que hasta ahora te he negado y vive como lo haré yo, sabiéndote que esta vez no morirás y que yo si lo haré en su día. Vive por mi lo que yo no lograré nunca que es cruzar el mundo surcando sus entrañas. Existe y no me guardes rencor.

Volverás a invocarme y tendrás que volver a tragarme… esta vez no pienso ser suave, te desgarraré mientras vuelvo a mi paraíso.

-    Y te diré que acepto… pero ahora, sal y vive… o quédate aquí y muere conmigo.

Ella se fue reptando como una reina caprichosa con la cabeza alta y pensando que volvería al día siguiente.

Él sabía que había sido su despedida porque ya no la necesitaba. Se había perdonado a si mismo y podía comenzar de nuevo, sin guardar rencor a nadie.
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